Hola esta es la primera vez que participo en una guerra de florida como escritora espero les agrade el minific.
Es universo Alterno, El carácter de los personajes es diferente a los del Manga y anime.
soy Albert Fan no escribo para ningún otro personaje
Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Leslie Andrew una muchacha de 18 años está perdidamente enamorada de Jimmy White de 23 años de edad, ellos se conocieron en la Universidad porque él estaba dando su servicio social asesorando estudiantes de nuevo ingreso.
-Leslie, ya es hora que me presentes con tu papá.
-Oh no por favor, él se infartará si le digo que tengo novio.
-Pero ¿Por qué?
-Él quiere que primero termine mis estudios.
Jimmy se puso triste pues su mamá siempre le había enseñado a ser formal, en realidad era su madre adoptiva cuando Candy tuvo 22 años y hacía sus prácticas de medicina atendió a una paciente desahuciada que era la mamá de Jimmy, ella se encariño con el niño de 8 años, al morir la madre de Jimmy, Candy no tuvo el valor de dejarlo en un orfanato y lo adoptó, resultó ser buen estudiante y pudo lograr que le concedieran becas en los mejores colegios de Chicago.
-Entonces es mejor que terminemos, a mí no me gusta hacer las cosas a escondidas, no creo que sea lo correcto.
-Jimmy, dame un mes para que yo lo prepare poco a poco- ella lo besó y el aceptó el acuerdo pues la amaba.
El tenía un trabajo de medio tiempo como gerente en turno de un restaurante muy prestigioso.
Candy en cada quincena comía ahí para verlo trabajar, ella temía que llegara el día donde le presentara a una novia, se comprometiera, se casara y la dejara sola, Candy nunca tuvo novio, menos amantes pues se dedicó a cuidar de él, siempre rechazó las invitaciones que le hacían sus compañeros del hospital, ella estuvo dedicada por completo a su carrera como doctora y a su amado hijo Jimmy.
En ese mismo restaurante se presentó William Albert Andrew de 47 años era un cliente frecuente, siempre lo atendían bien pues era muy dadivoso con las propinas, de hecho ahí se habían conocido Jimmy y Leslie, ella lo reconoció al verlo como asesor en la universidad y le preguntó si era el gerente del restaurante y posteriormente se dio el romance entre los chicos.
George le había comunicado a Albert que el muchacho que rondaba a su hija trabajaba en ese lugar por eso Albert se dio a la tarea de conocerlo, él tenía vigilada a su hija secretamente. En cuanto llegó lo pasaron a la recepción pues no había mesa disponible, Jimmy sabía que era su suegro y quiso quedar bien con él diciendo:
-Señor Andrew, ¿Gusta esperar hasta que se desocupe una mesa? O no le importaría compartir una mesa con una de nuestras clientes que está almorzando sin compañía.
Albert hizo una mueca pues tenía hambre y no le había dado tiempo de ir a su residencia a almorzar.
-Tendré una junta y no dispongo de mucho tiempo, está bien pero no quiero causar ningún inconveniente ni hacer sentir incómodo a nadie.
-Ahora mismo le busco una mesa.
Jimmy fue donde estaba Candy quien ya había ordenado su platillo.
-Mamá necesito tu apoyo.
-¿Qué pasa? Dime cómo puedo ayudarte- dijo preocupada
-Hay un cliente frecuente pero no tenemos mesas disponibles y pues le dije que puedo ofrecerle un espacio con una cliente que está sin compañía.
Candy frunció el ceño no le agradó la idea pero haría cualquier sacrificio por su hijo, hasta almorzar en compañía de un perfecto desconocido.
-Está bien, no me opongo.
Jimmy fue con Albert y le dijo: Sígame por favor señor Andrew, le he conseguido un lugar con una doctora.
-Está bien muchacho te sigo.
Albert era más alto que Jimmy, lo vio de arriba para bajo mientras se dirigía a la mesa pensaba: ¿Y en este muchacho tan insignificante que no compone mundo se fijó mi hija?
-Señor Andrew, le presento a la Doctora Candice, Doctora le presento al Señor William Albert Andrew él le acompañará en la mesa en esta tarde.
-Mucho gusto Señor Andrew, Jimmy no era necesario las presentaciones, sólo vamos a almorzar no estamos aquí para socializar.
Albert ordenó lo que consumiría, Candy no le puso cuidado.
Albert era viudo tenía tiempo de no estar con alguien del sexo opuesto, le pareció atractiva la dichosa doctora, él se sentó con una pose de galán mientras esperaba su almuerzo, Candy leía una revista médica había fotos de una operación y estaba inmersa en el artículo.
A Albert por un momento se le olvidó que había ido al restaurante para observar a Jimmy, él se aclaró la garganta, puso una sonrisa y dijo:
-Parece que está muy interesante ese artículo.
Candy levantó la vista e indiferente le contestó: Efectivamente.
- ¿Y usted es casada?
-No soy casada-Candy dijo de mala gana y siguió con la mirada en la revista.
- ¿Acaso enviudó?
-Nunca me he casado, pero tengo un hijo.
-Yo enviudé, desde que mi esposa murió me he dedicado por completo al cuidado de mi hija.
-Me apena lo de su esposa, espero que ya lo haya superado.
-Todavía la extraño duramos casi 21 años de casados, me casé a los 25 estuvimos casi 4 años sin tener familia hasta que llegó nuestra adorada princesa, por complicaciones en el parto ella quedó imposibilitada para embarazarse nuevamente por eso sólo tengo una hija. Pero ahora mi pequeña se ha fijado en un hombre, él es mayor que ella, quiero hablar con él para que la deje en paz, ya que ella todavía está empezando a estudiar su carrera, el tiene un trabajillo que no le daría para mantener a mi princesa.
-Bueno el que sólo tenga un trabajillo como usted dice no quiere decir que no tenga buenas intenciones con ella, usted debe de conocerlo ¿que tal y es un buen chico?, además los jóvenes de ahora no quieren compromisos, ninguno quiere formalizar las relaciones, hay mucha promiscuidad, las chicas conocen al muchacho y a las tres horas ya están encamadas con ellos.
-¡Mi hija es una señorita muy bien educada!¡Tiene altos principios morales que le enseñó su mamá! y ella no es promiscua como está expresando-refutó Albert enfurecido.
-Yo no dije que su hija lo fuera, dije que hay mucha promiscuidad, que bueno que su hija sea una excepción, a mi hijo sus compañeras se le ofrecían, él estuvo tentando a tener relaciones, pero yo le dije: imagínate todos quieren a su media naranja ¿a ti te gustaría encontrar a la tuya toda chupada? ¿o qué ya la haya exprimido otro? El me contestó que no, que él quería una chica bien, entonces le contesté que no estuviera exprimiendo o mallugando la fruta y que mejor se dedicara a terminar su carrera y luego a trabajar para tener algo que ofrecerle a la chica que sea su verdadero amor, por eso mi hijo es todo un caballero, es muy respetuoso con las jóvenes que conoce, él no anda de pica flor.
A Albert le pareció chistoso que Candy dijera Mallugando a la fruta y pensó: aunque es profesionista se expresa coloquialmente para aconsejar a su hijo.
-Que bueno que aconseja a su hijo a no chupar a la naranja-dijo Albert en tono de burla.
Candy levantó una ceja porque se dio cuenta de la intención de él, ella respiró hondo y trató de soportar la presencia de su acompañante improvisado.
Ella siguió leyendo, quería ignorarlo, el dibujaba con su mirada las facciones de Candy.
-Está linda esta doctora, sus ojos verdes, sus graciosas pecas, su cabello ondulado-Pensaba Albert suspirando profundo.
Candy escuchó cuando el suspiró.
-¿Y que edad tiene usted?-preguntó curioso
-37 años.
-¿Y su hijo que edad tiene?
-23 años
-Espere un momento ¿Me está diciendo que lo tuvo a la edad de 14 años?
-Lo adopté cuando el tenía 8 años y yo 22 años
-Y a que se dedica su hijo.
-Está por recibirse con Mención Honorifica, lo seleccionaron para que dé el discurso de despedida de su generación.
Les llevaron los platillos, Albert vio que Candy no había pedido ensaladas como solían hacerlo sus socias.
-¿Y en que universidad está?
-En la más prestigiosa de la ciudad.
-¡Están caras las colegiaturas!, Se le ha de ir todo su sueldo en pagarle la universidad a su hijo.
-No porque el está becado y tiene un trabajo de medio tiempo.
-Mi hija también está becada, por sus buenas notas alcanzó una beca completa, aunque heredará mi corporativo
-Me parece que es algo oportunista.
-¿Oportunista por qué?- preguntó Albert con el ceño fruncido.
-Porque tienen dinero para pagar la colegiatura completa, están ocupando un espacio que podría aprovechar un muchacho de bajos recursos, su hija no necesita la beca.
-Ella quiere valerse por si misma.
-De todas maneras, no me parece correcto.
-Entonces su hijo por el momento no tendría dinero para mantener a una muchacha si se llegara a enamorar y deseara casarse, yo a la edad de su hijo ya manejaba mi propia compañía.
-He comprado un departamento en el centro de la ciudad y lo puse a su nombre, si el llegara a casarse puede vivir ahí, con el sueldo de su trabajo podrían mantenerse o si ellos deciden ir a vivir conmigo pues los apoyaría hasta que consigan buenos empleos.
-Yo le aconsejo que deje que su hijo sea independiente o sino se acostumbrará a que usted le resuelva todos sus problemas. ¿Y el estudió medicina como usted?
-No, el estudió La licenciatura en administración y negocios Internacionales.
-¿Y por que no quiso seguir su ejemplo?
-Porque ve que mi trabajo es muy demandante.
Albert se fijó que Candy estaba terminando su almuerzo, el pidió la cuenta, Jimmy llegó con la cuenta individual de Albert separado a la de Candy.
Albert vio que nada más le estaban cobrando su consumo y le arrebató a Jimmy la cuenta de Candy.
-Yo pagaré su cuenta.
-No gracias, yo desde que empecé a trabajar pago mis consumos.
-Insisto, yo estoy acostumbrado a pagar la cuenta cuando me acompaña una dama, déjeme invitarle su almuerzo.
Candy respiró hondo y dijo: Está bien, ya que insiste.
Continuará...
Es universo Alterno, El carácter de los personajes es diferente a los del Manga y anime.
soy Albert Fan no escribo para ningún otro personaje
Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Leslie Andrew una muchacha de 18 años está perdidamente enamorada de Jimmy White de 23 años de edad, ellos se conocieron en la Universidad porque él estaba dando su servicio social asesorando estudiantes de nuevo ingreso.
-Leslie, ya es hora que me presentes con tu papá.
-Oh no por favor, él se infartará si le digo que tengo novio.
-Pero ¿Por qué?
-Él quiere que primero termine mis estudios.
Jimmy se puso triste pues su mamá siempre le había enseñado a ser formal, en realidad era su madre adoptiva cuando Candy tuvo 22 años y hacía sus prácticas de medicina atendió a una paciente desahuciada que era la mamá de Jimmy, ella se encariño con el niño de 8 años, al morir la madre de Jimmy, Candy no tuvo el valor de dejarlo en un orfanato y lo adoptó, resultó ser buen estudiante y pudo lograr que le concedieran becas en los mejores colegios de Chicago.
-Entonces es mejor que terminemos, a mí no me gusta hacer las cosas a escondidas, no creo que sea lo correcto.
-Jimmy, dame un mes para que yo lo prepare poco a poco- ella lo besó y el aceptó el acuerdo pues la amaba.
El tenía un trabajo de medio tiempo como gerente en turno de un restaurante muy prestigioso.
Candy en cada quincena comía ahí para verlo trabajar, ella temía que llegara el día donde le presentara a una novia, se comprometiera, se casara y la dejara sola, Candy nunca tuvo novio, menos amantes pues se dedicó a cuidar de él, siempre rechazó las invitaciones que le hacían sus compañeros del hospital, ella estuvo dedicada por completo a su carrera como doctora y a su amado hijo Jimmy.
En ese mismo restaurante se presentó William Albert Andrew de 47 años era un cliente frecuente, siempre lo atendían bien pues era muy dadivoso con las propinas, de hecho ahí se habían conocido Jimmy y Leslie, ella lo reconoció al verlo como asesor en la universidad y le preguntó si era el gerente del restaurante y posteriormente se dio el romance entre los chicos.
George le había comunicado a Albert que el muchacho que rondaba a su hija trabajaba en ese lugar por eso Albert se dio a la tarea de conocerlo, él tenía vigilada a su hija secretamente. En cuanto llegó lo pasaron a la recepción pues no había mesa disponible, Jimmy sabía que era su suegro y quiso quedar bien con él diciendo:
-Señor Andrew, ¿Gusta esperar hasta que se desocupe una mesa? O no le importaría compartir una mesa con una de nuestras clientes que está almorzando sin compañía.
Albert hizo una mueca pues tenía hambre y no le había dado tiempo de ir a su residencia a almorzar.
-Tendré una junta y no dispongo de mucho tiempo, está bien pero no quiero causar ningún inconveniente ni hacer sentir incómodo a nadie.
-Ahora mismo le busco una mesa.
Jimmy fue donde estaba Candy quien ya había ordenado su platillo.
-Mamá necesito tu apoyo.
-¿Qué pasa? Dime cómo puedo ayudarte- dijo preocupada
-Hay un cliente frecuente pero no tenemos mesas disponibles y pues le dije que puedo ofrecerle un espacio con una cliente que está sin compañía.
Candy frunció el ceño no le agradó la idea pero haría cualquier sacrificio por su hijo, hasta almorzar en compañía de un perfecto desconocido.
-Está bien, no me opongo.
Jimmy fue con Albert y le dijo: Sígame por favor señor Andrew, le he conseguido un lugar con una doctora.
-Está bien muchacho te sigo.
Albert era más alto que Jimmy, lo vio de arriba para bajo mientras se dirigía a la mesa pensaba: ¿Y en este muchacho tan insignificante que no compone mundo se fijó mi hija?
-Señor Andrew, le presento a la Doctora Candice, Doctora le presento al Señor William Albert Andrew él le acompañará en la mesa en esta tarde.
-Mucho gusto Señor Andrew, Jimmy no era necesario las presentaciones, sólo vamos a almorzar no estamos aquí para socializar.
Albert ordenó lo que consumiría, Candy no le puso cuidado.
Albert era viudo tenía tiempo de no estar con alguien del sexo opuesto, le pareció atractiva la dichosa doctora, él se sentó con una pose de galán mientras esperaba su almuerzo, Candy leía una revista médica había fotos de una operación y estaba inmersa en el artículo.
A Albert por un momento se le olvidó que había ido al restaurante para observar a Jimmy, él se aclaró la garganta, puso una sonrisa y dijo:
-Parece que está muy interesante ese artículo.
Candy levantó la vista e indiferente le contestó: Efectivamente.
- ¿Y usted es casada?
-No soy casada-Candy dijo de mala gana y siguió con la mirada en la revista.
- ¿Acaso enviudó?
-Nunca me he casado, pero tengo un hijo.
-Yo enviudé, desde que mi esposa murió me he dedicado por completo al cuidado de mi hija.
-Me apena lo de su esposa, espero que ya lo haya superado.
-Todavía la extraño duramos casi 21 años de casados, me casé a los 25 estuvimos casi 4 años sin tener familia hasta que llegó nuestra adorada princesa, por complicaciones en el parto ella quedó imposibilitada para embarazarse nuevamente por eso sólo tengo una hija. Pero ahora mi pequeña se ha fijado en un hombre, él es mayor que ella, quiero hablar con él para que la deje en paz, ya que ella todavía está empezando a estudiar su carrera, el tiene un trabajillo que no le daría para mantener a mi princesa.
-Bueno el que sólo tenga un trabajillo como usted dice no quiere decir que no tenga buenas intenciones con ella, usted debe de conocerlo ¿que tal y es un buen chico?, además los jóvenes de ahora no quieren compromisos, ninguno quiere formalizar las relaciones, hay mucha promiscuidad, las chicas conocen al muchacho y a las tres horas ya están encamadas con ellos.
-¡Mi hija es una señorita muy bien educada!¡Tiene altos principios morales que le enseñó su mamá! y ella no es promiscua como está expresando-refutó Albert enfurecido.
-Yo no dije que su hija lo fuera, dije que hay mucha promiscuidad, que bueno que su hija sea una excepción, a mi hijo sus compañeras se le ofrecían, él estuvo tentando a tener relaciones, pero yo le dije: imagínate todos quieren a su media naranja ¿a ti te gustaría encontrar a la tuya toda chupada? ¿o qué ya la haya exprimido otro? El me contestó que no, que él quería una chica bien, entonces le contesté que no estuviera exprimiendo o mallugando la fruta y que mejor se dedicara a terminar su carrera y luego a trabajar para tener algo que ofrecerle a la chica que sea su verdadero amor, por eso mi hijo es todo un caballero, es muy respetuoso con las jóvenes que conoce, él no anda de pica flor.
A Albert le pareció chistoso que Candy dijera Mallugando a la fruta y pensó: aunque es profesionista se expresa coloquialmente para aconsejar a su hijo.
-Que bueno que aconseja a su hijo a no chupar a la naranja-dijo Albert en tono de burla.
Candy levantó una ceja porque se dio cuenta de la intención de él, ella respiró hondo y trató de soportar la presencia de su acompañante improvisado.
Ella siguió leyendo, quería ignorarlo, el dibujaba con su mirada las facciones de Candy.
-Está linda esta doctora, sus ojos verdes, sus graciosas pecas, su cabello ondulado-Pensaba Albert suspirando profundo.
Candy escuchó cuando el suspiró.
-¿Y que edad tiene usted?-preguntó curioso
-37 años.
-¿Y su hijo que edad tiene?
-23 años
-Espere un momento ¿Me está diciendo que lo tuvo a la edad de 14 años?
-Lo adopté cuando el tenía 8 años y yo 22 años
-Y a que se dedica su hijo.
-Está por recibirse con Mención Honorifica, lo seleccionaron para que dé el discurso de despedida de su generación.
Les llevaron los platillos, Albert vio que Candy no había pedido ensaladas como solían hacerlo sus socias.
-¿Y en que universidad está?
-En la más prestigiosa de la ciudad.
-¡Están caras las colegiaturas!, Se le ha de ir todo su sueldo en pagarle la universidad a su hijo.
-No porque el está becado y tiene un trabajo de medio tiempo.
-Mi hija también está becada, por sus buenas notas alcanzó una beca completa, aunque heredará mi corporativo
-Me parece que es algo oportunista.
-¿Oportunista por qué?- preguntó Albert con el ceño fruncido.
-Porque tienen dinero para pagar la colegiatura completa, están ocupando un espacio que podría aprovechar un muchacho de bajos recursos, su hija no necesita la beca.
-Ella quiere valerse por si misma.
-De todas maneras, no me parece correcto.
-Entonces su hijo por el momento no tendría dinero para mantener a una muchacha si se llegara a enamorar y deseara casarse, yo a la edad de su hijo ya manejaba mi propia compañía.
-He comprado un departamento en el centro de la ciudad y lo puse a su nombre, si el llegara a casarse puede vivir ahí, con el sueldo de su trabajo podrían mantenerse o si ellos deciden ir a vivir conmigo pues los apoyaría hasta que consigan buenos empleos.
-Yo le aconsejo que deje que su hijo sea independiente o sino se acostumbrará a que usted le resuelva todos sus problemas. ¿Y el estudió medicina como usted?
-No, el estudió La licenciatura en administración y negocios Internacionales.
-¿Y por que no quiso seguir su ejemplo?
-Porque ve que mi trabajo es muy demandante.
Albert se fijó que Candy estaba terminando su almuerzo, el pidió la cuenta, Jimmy llegó con la cuenta individual de Albert separado a la de Candy.
Albert vio que nada más le estaban cobrando su consumo y le arrebató a Jimmy la cuenta de Candy.
-Yo pagaré su cuenta.
-No gracias, yo desde que empecé a trabajar pago mis consumos.
-Insisto, yo estoy acostumbrado a pagar la cuenta cuando me acompaña una dama, déjeme invitarle su almuerzo.
Candy respiró hondo y dijo: Está bien, ya que insiste.
Continuará...