Terrylocas...MEJORES AMIGOS...MINIFIC

Candy se hallaba de salida de su turno correspondiente en el hospital y como era común por la temporada una torrencial lluvia mojaba las calles de Manhattan aquel día, suspirando de coraje recordó  que tendría que caminar hasta el paradero de taxis más cercano ya que su auto había sido llevado el día anterior al mecánico por que en un intento de esquivar a un cachorro, había terminado empotrada en los jardines de una de sus vecinas.
Miro las calles empapadas de la fuerte lluvia y acomodándose la chompa de lana que había decidió llevar aquel día salió disparada hacia el lugar donde esperaría su auto, sin duda la caliente prenda dejaría de serlo cuando la inclemente lluvia la bañara son piedad sobre el cuerpo de Candy.
Y así fue, mojada hasta a las rodillas sintió como por su rostro mechones de su ensortijado cabello se pegaban  a ella, tiritando y maldiciendo la falta de un coche rogo que un taxi vacío se apareciera. No tuvo que esperar mucho ya que en menos de diez minutos un auto de servicio paro y después de recibir las indicaciones necesarias empezaba su ruta rumbo al hogar de Candy.
Temblando y mojada la rubia espero llegar pronto a casa para poder calentar su congelado cuerpo que pedía a gritos un baño caliente. Brinco del susto cuando sintió sonar su móvil y aunque reacia a responder al mensaje al final opto por dar el gusto a su remitente que por lógica ya sabía de quien se trataba.
Sacó el celular y sonrió al comprobar la identidad del caballero que le escribía
“¿Dónde estás? .
La rubia con dedos temblorosos respondió el mensaje no sin antes alegrarse por el interés dado.
“Camino a casa”
“Está lloviendo ¿En qué estas viniendo?”
“Taxi”
Mando la respuesta y espero que el otro siguiera la conversación
“Estoy en tu casa”.- Candy blanqueo los ojos al comprobar que poco o nada le importaba al susodicho irrumpir en su propiedad y hacerse amo y señor de sus cosas
“Que milagro”
“¿Estas siendo sarcástica Candy White?.- Aquello le provoco una risa ya que se lo imaginaba divertido del otro lado
“Me pregunto qué de malo tiene tu departamento que prefieras estar en mi casa?
“Por favor…la pregunta está de más….tú tienes televisor de 60 pulgadas y nintendo switch
“Interesado”
Conversar con él siempre había sido divertido y más aún cuando desde pequeños ella lo había buscado incansablemente.
“Se bueno y prepárame el baño, estoy muerta”
“¿dentro de cuanto estarás aquí”
“10 Min”
“OK”
Sin decir nada más y guardando el  móvil Candy recordó como habían llegado a ser tan buenos amigos y más aún cuando ella había empezado a quererlo a escondidas y  aborrecer a cualquier mujer que se le acercara.
Sintió el frio nuevamente en su cuerpo y rogo llegar pronto a casa para disfrutar de la caliente bañera  que la esperaba,  cuando pago y bajo del taxi corrió apresurada hacia la puerta de su hogar para evitar que la lluvia la siguiera mojando y sacando las llaves de su bolso intento abrir la puerta pero el frio que había afectado sus dedos le impidió usarlas con facilidad.
Maldiciendo al caérsele el manojo de llaves escucho como desde el interior le abrían para ser recibida por la cálida sonrisa de su mejor amigo y eterno amor.
----¿Qué te ha pasado? Estas empapada.- Hablo mientras le ayudaba con las cosas y la hacía pasar
-----La lluvia
-----Quítate eso o te vas a enfermar.- Dejando la cartera y las llaves sobre una de las mesitas la ayudo a sacarse la chompa, la cafarena crema y el polo de algodón que llevaba debajo dejándola solo en brasier y sin vergüenza alguna prosiguió con los botines, medias y pantalón. Candy por su parte se dejaba guiar por las calientes manos de aquel que con premura la desvestía y después la cubría con una manta.- Espérame iré por una toalla
----Terry me congelo…quiero un baño caliente.- Mirándola y viéndola temblar el asintió y acercándose a ella la cargo en sus brazos y a paso apurado la llevo al baño
-----¿Qué haces?.- Dijo divertida Candy 
----Te cuido…así que déjate.
-----Oh bueno.- Y dejándose tal como él se lo había indicado Candy se acurruco en su pecho  y aspiro su suave aroma de hombre.- Me encanta como hueles.- Dijo en voz cansada.- Pudo sentir sus labios sobre su cabeza y eso la alegro.
-----Me encanta tocarte.- Murmuro apenas para que ella lo escuchara.- Llegamos.- Suavemente la puso en el suelo y quitándole la manta la miro de arriba abajo, deslizo su dedo por la tira blanca del sostén hasta llegar al enorme bulto de su seno el cual acaricio con delicadeza, suavemente la atrajo a él para desabrocharle la estorbosa prenda mientras la pegada a su ya enorme excitación.
Arrojo la prenda sobre el lavabo y colocando ahora  las dos manos sobre sus pechos las deslizo hasta la fina cinturilla de elástico de su trusa la cual bajo  despacio. Le ayudo a sacar los pies de ella y lanzándola lejos de ahí miro extasiado el hermoso panorama femenino, colocando las manos sobre los muslos fríos de Candy los froto con cuidado mientras lentamente depositaba un suave beso en su pronunciado monte.
-----Metete al agua Candy.- Le dijo mientras se ponía de pie y la volteaba para que pudiera ingresar a la bañera humeante.
-----TERRY
----Metete, estas helada y muy tensa…te va a ayudar a relajar…Yo vendré a verte dentro de un rato
Refunfuñando Candy le hizo caso ya que empezaba a sentir entumecidas sus extremidades, sintió como agujas la recorrían al estar en contacto con el agua caliente pero poco a poco aquella sensación se transformó en placer puro haciéndola gemir.
----Oh pequeña traviesa.- Le dijo a Candy con una sonrisa.- Descansa un rato.- Y prendiendo el pequeño equipo de música que se hallaba en aquel lugar se retiró.
Candy se dejó caer despreocupadamente dentro de la calidez del agua y poco a poco el cansancio la hizo cerrar los ojos para que  aquella niebla reconfortante la hiciera sentir el sutil  calor que empezaba a subir desde sus tobillos y se extendía por todo su cuerpo,  cerró los ojos y  dejó de lado sus preocupaciones y  sus miedos.
Atribuyendo  al excesivo trabajo de ese día Candy se quedó  dormida en el agua y la sensación extraña que venía sintiendo  fue la alarma que despertó sus sentidos. Abriendo poco a poco los ojos observo como el agua de la bañera se encontraba en movimiento en vez de estar en calma…algo raro… pensó Candy.
De pronto de sus labios salió aquel gemido que la tomó  desprevenida. 
“Pero, ¿qué ocurre?”...pensó desorientada mientras que aquel cosquilleo que empezaba a sentir en sus muslos se extendía hacia sus piernas que empezaban a abrirse cada vez más.
En un nuevo impulso de placer la adormilada rubia apoyo sus finas manos sobre la blanca superficie de la bañera emitiendo nuevamente un gemido de placer. 
Poco a poco Candy se fue dando cuenta de la situación en la que se encuentra y descubre que aquel movimiento del agua está siendo producida nada más y nada menos que por las agiles manos de su mejor amigo, Terry, quien acaricia con suaves movimientos  aquella zona de su agotado cuerpo.
---Aahh!.- Es el grito de placer que sale de su boca logrando provocar que su cuerpo se tense  y sus caderas se levanten. Entre un pestañeo y otro, ve como una de las manos de su amigo se adentra en la bañera mientras que la otra masajea delicadamente su cuello. 
Sin creerlo aún, Candy reconoce su grado de excitación, siente sus pezones duros y, aunque sus párpados apenas se levantan, de su  garganta no paran de salir jadeos cada vez más fuertes
¡DIOS AMO A ESTE HOMBRE!...
Las emociones que va sintiendo en ese momento la nublan por completo y aquel sentimiento de propiedad vuelve a nacer en ella, sin duda desea a Terry como suyo …al diablo su mejor amigo …lo quiere como su hombre.
Lo quiso de esa forma desde hace mucho y los celos de verlo en brazos de otras la mataban, eran compatibles sin duda y tenían mucho en común pero a pesar de todo eso,  ninguno de los dos daba aquel paso que consistía en revelar sus sentimientos.
 La lujuria se apodero de ella y el nombre de Terry salió de sus labios como un ronroneo encantador
----Si, di mi nombre.- Respondía con tensa expresión el castaño mientras acariciaba con ahínco a su amiga.
De pronto la cabeza de Candy empezó a girar y sintió aquel calor exquisito que solo había experimentado al lado de Terry, la vio morderse el labio y levantar sus caderas ante su toque y acto seguido explotar en un maravilloso final.
Satisfecha y más relajada el cuerpo de Candy se  hunde bajo el agua con una gran sonrisa y desde allí puede notar como Terry desde fuera la ve feliz y divertido, sin duda aquello es lo suyo. Al sacar la cabeza, Terry acaricia su húmedo rostro suavemente y depositando un beso en la mejilla se levanta.
---- Te voy a preparar algo para cenar, ¿vale?.- Asintiendo la rubia lo ve desaparecer del cuarto de baño dejándola sola.
Deja escapar un suspiro al saber que necesita contarle de sus sentimientos y librarse al fin de aquel estigma de mejor amiga pero dando un golpe al agua ya fría descarta la idea     ya que para Terrence Grandchester, Candy White siempre será la hermana de su mejor amigo.
Levantándose y saliendo de la bañera Candy coge una de las toallas del lugar y lanzando una mirada hacia la puerta entreabierta del baño decide que es buen momento para regresarle el favor a su mejor amigo.
 
 
FIN