ADVERTENCIA: En este fic puede presentar situaciones donde las descripciones y los lenguajes utilizados puedan molestar al lector. Esta en ti,solo en ti, seguir leyendo.
ACLARACION: Por motivo festivo de la mafia Terrytana estarè compartiendo solo dos capitulos de este fic, ya que no tuve el tiempo para terminarlo y no queria quedarme afuera de la celebracion
(CAPITULO 3 EN PROCESO)
Alguien tocaba a su puerta, eso hizo que èl dejara de limpiar sus pequeños cuchillos y se hiciera de uno de estos y lo sostuviera con fuerza mientras se encaminaba a la puerta tratando de adivinar quien osaba en visitarlo. Era una persona que no recibía visitas; ya nadie sabia de èly èl sabia de nadie,solo se dedicaba a leer y mantener su trabajo actoral en un pequeño y humilde salón, donde solo el alumnos y el profesor eran èl y solo èl.
Había pasado muchos años desde la ultima vez que este pisara un escenario; desde la muerte de su madre y esposa-lamentables accidentes que este se auto-culpaba-y la demanda que le había impuesto quien había sido su suegra en ese entonces; demanda que lo habían dejado en la ruina a èl y a su madre y había provocado que se le expulsara de los escenarios y que se le cerraran las puertas en todas partes.
Una vez mas había vagado por las calles, sin tener nada mas que los trapos que vestia en ese momento ya que su santa suegra se había encargado de quitarle lo que se dice todo,hasta su dignidad,su orgullo de sangre media azul la cual nunca le importò hasta el momento.
Con el tiempo, tuvo que rebuscar entre las basuras y comer los desperdicios que allí consiguiera, pelear con los vagos por los mismos; pelear con los maleantes cada vez que estos cometian el mal acto de robarle a algun civil. Y cuando este rescataba lo robado y lo devolvía, pagaba por algo que èlno había cometido.
Asi pasò mucho tiempo,hasta que aprendio a no meterse donde no lo llamaban. Nunca robò,pero si que matò no por que quisiera,sino por que las circunstancia y los bandidos lo habían obligado. Durmió en los albergues y peleo por lo poco que allí le daban,hasta que consiguió empleo en una carnicería,la cual no era mas que una fachada de los bandidos que en ese tiempo traficaban de todos tipos de cosas ilegales.
Al pricipio todo eso le revolvió el estomago:matar a animales de una manera limpia y segura se convertiria en su seguro de vida mas adelante.
-Eres tù, Dominic-soltando un suspiro de alivio al tiempo que baja el arma que tenia preparada para atacar al desconocido que se encontraba detrás de la puerta. Dejò la puerta abierta y se volvió dejando a su compañero atras.
-¿Quien mas podria ser?-dijo refiriéndose a que solo èl y el jefe sabian quien era el famoso Duque y donde el mismo residia, aunque ninguno lo hayan visitado hasta entonces.
-No se:alguna persona que me haya seguido y descubierto mi identidad-sintiendose un poco fustrado, dejándolo ver al meserse los cabellos hacia atrás. Sabia que en aquella profesion habían varios jefes,por lo tanto muchos enemigos de quienes cuidarse.
Ellos mismos habían sido los responsables de desmantelar varias organizaciones, matando a sus integrantes uno por uno los que estaban supuestamente ocultos ¿Por qué èl debía ser la excepción?
-No te preocupes,amigo-palmeadole los hombros y dedicándole una sonrisa mordaz.-,nadie va a matarte aun:solo yo tengo ese derecho-dejando escuchar una carcajada.
-Vete al infierno, Dominic.-moviendo sus hombros, deshaciéndose de esa manera de las manos de su campañero- ¿Qué te trae por aquí?-ocupando aquel lugar que había estando ocupando y retomando la tarea que había dejado por abrirle la puerta a Dominic.
Dominic sesentò sin esperar el consentimiento del Duque,sabia que este nunca llegaria.
Un silencio se apoderò de aquella habitación, y eso,en presencia de Dominic era demasiado raro. El Duque lo sabia, sabia que ese hombre no podía mantenerse callado ni un instante,siempre tenia un tema de conversación,y si no había ninguno, este se lo inventaba: algo estaba pasando y el gesto en la cara de Dominic se lo confirmò.
-¿Qué ha pasado?-dejando de lado sus cuchillas.
Una media sonrisa se asomò en los labios de Dominic.
-Han atrapado al jefe.-El rostro de El Duque se mantuvo inexpresivo, sabia que eso tarde o temprano sucedería. El jefe era un tanto descuidado: se mostraba por todas partes, en cada lugar que llegaba dejaba ver su autoridad sin el temor de estar invadiendo terreno enemigo.-Terrence…Terry…-tenia años sin escuchar su nombre en voz propia o ajena que ya se había olvidado de su identidad;se había metido tanto en el papel de El Duque o cualquiera de los tantos nombre que le habian dado que se había olvidado del propio.-Necesitamos a un jefe…
-¿Yo que tengo ver con eso?-levantándose de su asiento, sintiéndose nervioso por primera vez desde hace tiempo.
-Tù…
-¡No…!
-¡Claro que si,hombre! Eres perfecto para el papel de jefe: nadie mas que un numero pequeño de personas saben quien eres; es mas, creo que ni ellos ya que creen que elDuque,el samurái. el artista… ¡Todos ellos! son personas distintas, que vienen de una misma sociedad que fue desmantelada hace tiempo. Eres cuidadoso, Terry.
-¡No me llames asi!-gritò. Casi se le abalanza y lo toma por la solapa.
Dominic levantò sus brazos a modo defensivo.
-Esta bien, Duque.-dijo al fin, para tranquilizarlo, sabia que tenia todas las de ganar en dado caso que se produjera una pelea con su compañero, pero no tenia ganas de pelear en esos momentos. Había ido a negociar con aquel hombre, no a jugar.
Dejò escapar un suspiro que denotaba cuan exasperado se hallaba al tiempo que Sacaba algo del bolsillo interno de su chaqueta
-No queria mostrarte este pequeño secreto que sabia de ti, pero…
-¿Qué secreto? ¿De qué diablos estas hablando,Dominic?-decia un poco mas enojado que hace un rato. Le molestaba que lo tomaran por un estúpido.
-¿La conoces?-mostrandole una articulo de periódico el cual estaba acompañado por una foto de una casi agraciada mujer.
Aunque sus rasgo habían sido modificado por los años, Terrence sabia quien era; ella no era fácil de confundir. Era increíble como a través de una foto podía transmitir esa característico sensación que lograba desarmarlo por completo. Aun en ese momento, luego de tantos años, cuando se había convencido que no era mas que un muerto viviendo en un cuerpo prestado,asi como los vengadores que tanto narraban los libros fantásticos, sintió esa sensación de calidad.
Tomò el pedazo de papel y comenzó a mirarlo sin deparar en lo bobo que se veía con ese gesto de adolescente enamorado,ni en como Dominic sabia de ella hasta varios minutos después.
-¿Me estas amenazando?-dijo haciendo bolita el papel y arrojándolo hacia alguna parte de la habitación.
Aun no se había dignado en recortar el cabello y en ese momento,como en otros,lo llevaba peinado en una media cola. De la banda elástica que lo sostenia, se le escapò un mechon el cual dio a para a la nariz; los ojos azules del castaño adoptaron la frialdad del agua congelada.se acercò a Dominic y esta vez si lotomò de la solapa.
Sin esperar un minuto mas, estrellò el cuerpo de quien hasta ese entonces había considerado su compañero contra la pared.
-¿Qué le has hecho, malnacido?-las venas parecía salírsele del cuerpo, estaba tan adherida a la piel que daba esa impresion.-¡Dime!-apretando con fuerza el cuello de Dominic.
Dominic, como el hombre experimetado que era y quien no había mostrado sus habilidades con su amigo, se obligò a usarla por motivo de seguridad :utilizando sus puños, dio un golpe certero en el costado de Terrence, luego, cuando este hizo un gesto de dolor y dejò deprecionar tan fuerte su cuello, dio otro golpe, esta vez, con su cabeza y luego con su codo, haciendo que el castaño liberara ese grito y tumbara al suelo.
Dominic, comenzó a toser repetidas veces,mientras que desesperadamente buscaba todo ese aire del cual habia sido privado.
-Maldicion,Artista-lo llamaba como èl mismo le había nombrado por la forma tan espectacular que aveces el Duque tenia de matar.-Por pocos me matas-aun tosiendo y tratando de recuperar los sentidos, pues se sentía mareado luego de haber usado su cabeza.-Yo no le he hecho nada a esa joven,no tuve necesidad y tampoco la he tenido nunca; es solo que…
Terrence, quien aun estaba tirado en el suelo y sobándose con una mano su costado -como si de esa forma pudiera alivianar el dolor- y con la otra limpiaba la sangre que salía de sus labios, mientras miraba a travez de la larga melena que le había caído en la cara, a Dominic.
-¿Cómo sabes de ella? ¿Por qué me la muestras?-aun haciendo un gesto de dolor.
Lo que Terrence nunca ha sabido, era que Dominic había pertenecido a multiples bandas de distintas culturas, y en las cuales, en una de ellas, había aprendido a conocer el cuerpo humano; y por lo tanto, sabia donde golpear, paralizar, curar…Si Dominic no mataba a una persona al instante, era por que no queria.
Ese hombre, de mirada azul tan claro como el dia, de cabellos rubio palido salpicados por algunas canas, de no mas de treinta seis años, era alguien sumamente peligroso. De humor negro, de actitud relajada; asi era Dominic Mena, conocido como uno de los asesinos mas peligrosos y mejor pagado de la historia.
Poco se sabia de la vida del mismo, aunque bien le gustaba alardear de su arte de matar entre otras cosas, sabia como ocultar de donde provenia y hacia donde se dirigía: era alguien impredecible, nadie sabia como y cuando y en que lugar atacaría.
-Hablas dormido…la mencionas mucho.-dijo un poco mas tranquilo, ocupando la silla de hace un rato,a un sofocado por el esfuerzo.-Ya hace años que la investiguè y nada mas… ¿¡Acaso leiste el encabezado siquiera? ¡No ¿Verdad?! Casi me matas por nada.
-¡Deja de hacerte la maldita victima y responde!-dijo arrastrándose luego de pasar varios segundo por dar con el dichoso articulo ese-¿Esta muerta?-con ojos desorbitados,la voz,al igual que todo su cuerpo temblaba.
-Mira la fecha, primero-señalando el papel que Terry tenia en mano desde el asiento que ocupaba, leyendo las intenciones de su compañero.-Yo no tuve nada que ver; es, mas, si de algo soy culpable fue de mandar a quemar todos los periódicos de la ciudad para que no lo leyeras.
-¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué mostrármelo hasta ahora?-dijo indignado, sintiendo como la fuerza lo abandonaba .
-El año pasado tuvimos aquel trabajo ¿REcerdas?-Terry asintió-.Te necesitábamos allí, ypara hacer eso que hiciste tenias que tener la puta cabeza centrada en ello, en nada mas; y,como te dije, ya sabia de tu enamoramiento con esa chica y de los sentimientos que aun reguardas por ella, por tus sueños…
La misión se había tratado de algo que había logrado posicionarlos en un mejor estatus de respetabilidad y economía en todo el territorio nacional. Un gran numero de persona se había sumado a la pelea para robarle la mercancía a otros narcos que, por ese entonces, eran los mas poderosos y temidos, y los cuales fueron brutalmente asesinado por los hombres de Dominic, por el mismo y por Terry.
Terry había sido el autor de varios crímenes y hasta se había inventado algunos métodos de hacerlo rápido y sin dejar mas que el rastro de sus envestidas con los cuchillos. No por nada se había ganado el sobrenombre del Artista por parte de Dominic, quien fue testigo de como el mismísimo Duque se había deshecho y embellecido la muerte como en aquel entonces.
-Sigo sin entender el porque me la mostraste ahora…
-Por que descubrì algo relacionado con la muerte de esa mujer con los captores del jefe.-revelò.
El Duque se sentía cada vez mas confundido: no sabia que maldita relación podía haber entre una banda de mafioso con la dulce Candy; su Candy. ¡Dios mio! Pensò: el solo hecho de haberla encontrado vagando por la ciudad, violarla, torturarla, despojarla de su pureza lo invadió de terror. Cada dia que pasaba, los crímenes eran peores, lo sabia por que el mismo había sido el autor de varios de ellos.
-Cuentame todo antes de que te envie al infierno,maldito.-dijo con el terror bailándole en la voz.
Eso hizo reir a Dominic; cada amenaza hecha hacia su persona, era un chiste para el mismo. La verdad era, que èl se consideraba un ser superior,en uno que no podía ser asesinado por manos humanas. Siempre había imaginado su propia muerte: con varios años de mas, cogiéndose a su hermana.
Dominic le explicó sobre la caida que tuvieron los Andrew y su ascendencia de un dia para otro; que la nueva organización era muy poderosa y que nadie sabia mucho de ella, tan solo que actuaban de la nada, que se confundia entre todo y nada. Ademas, que la muerte de la joven fue en medio de una circunstancia media extraña y que su propia familia,la cual era poderosa, no hizo nada para resolver el crimen. Apenas se supo dela muerte de esta a travez de un periódico ninguna otra compañía movio nada, era como si los hubieran silenciados a todos.
-¿Por qué quieres que sea el jefe si bien podría ser tù? Eres mas cercano que yo al antiguo jefe y te has ganado el respeto de todos, además de que a ti si te conocen y a mi apenas.-dijo un tanto anonadado por lo escuchado. La verdad era que decía todas esas palabras por pura inercia, la cual eran puras formulaciones que se creaban en su cabeza y la ponía en palabras sin darse cuenta.
-¡Por Dios no,Terrence! Yo naci para asesinar,para estar en la vanguardia de las batallas, no para estar sentado todo el dia atendiendo cosas. Tù estas mas cualificado que yo ¡Que mucho en esta sociedad! Siempre te mantienes al margen, fuiste estudiante,eres heredero ilegitimo de un condado; por lo tanto, tienes el porte y la educación para desenvolverte y camuflarte entre ellos.No hay problema, sabes que en estos días surgen nuevos ricos y podemos disfrazar eso como sea.
-Tengo tanto tiempo sin estar entre esas gentes que no recuerdo como hacerlo-dijo un tanto inseguro, buscándole la falla a ese plan tan absurdo de Dominic.
Si bien había entendido, Dominic,lo necesitaba arriba para desmantelar a esa nueva raza de delincuente que había nacido,y que bien podría ser los Andrew por lo que había escuchado. Pero no podía hacerse la imagen de un mafioso de Albert, aunque tampoco de èl mismo;aunque Albert fuera el dueño de esa organización, ¿Por qué habría de hacerle daño a su protegida? No lo entendia, a menos que…
-¿Quién esta en la cabecera de esa Familia?- se obligò a preguntar; si eso era como èl lo estaba pensado entonces Albert era inocente de todo aquello.
-Si aceptas ser el nuevo jefe, te lo digo-dijo este con una sonrisa antes de agregar-:para eso tienes que acompañarme y tomar tu papel como tal.
continurà...
___________
GRACIAS POR LEER
ACLARACION: Por motivo festivo de la mafia Terrytana estarè compartiendo solo dos capitulos de este fic, ya que no tuve el tiempo para terminarlo y no queria quedarme afuera de la celebracion
(CAPITULO 3 EN PROCESO)
DULCE CRIMEN
CAPITULO 2
Toc- toc- toc…CAPITULO 2
Alguien tocaba a su puerta, eso hizo que èl dejara de limpiar sus pequeños cuchillos y se hiciera de uno de estos y lo sostuviera con fuerza mientras se encaminaba a la puerta tratando de adivinar quien osaba en visitarlo. Era una persona que no recibía visitas; ya nadie sabia de èly èl sabia de nadie,solo se dedicaba a leer y mantener su trabajo actoral en un pequeño y humilde salón, donde solo el alumnos y el profesor eran èl y solo èl.
Había pasado muchos años desde la ultima vez que este pisara un escenario; desde la muerte de su madre y esposa-lamentables accidentes que este se auto-culpaba-y la demanda que le había impuesto quien había sido su suegra en ese entonces; demanda que lo habían dejado en la ruina a èl y a su madre y había provocado que se le expulsara de los escenarios y que se le cerraran las puertas en todas partes.
Una vez mas había vagado por las calles, sin tener nada mas que los trapos que vestia en ese momento ya que su santa suegra se había encargado de quitarle lo que se dice todo,hasta su dignidad,su orgullo de sangre media azul la cual nunca le importò hasta el momento.
Con el tiempo, tuvo que rebuscar entre las basuras y comer los desperdicios que allí consiguiera, pelear con los vagos por los mismos; pelear con los maleantes cada vez que estos cometian el mal acto de robarle a algun civil. Y cuando este rescataba lo robado y lo devolvía, pagaba por algo que èlno había cometido.
Asi pasò mucho tiempo,hasta que aprendio a no meterse donde no lo llamaban. Nunca robò,pero si que matò no por que quisiera,sino por que las circunstancia y los bandidos lo habían obligado. Durmió en los albergues y peleo por lo poco que allí le daban,hasta que consiguió empleo en una carnicería,la cual no era mas que una fachada de los bandidos que en ese tiempo traficaban de todos tipos de cosas ilegales.
Al pricipio todo eso le revolvió el estomago:matar a animales de una manera limpia y segura se convertiria en su seguro de vida mas adelante.
-Eres tù, Dominic-soltando un suspiro de alivio al tiempo que baja el arma que tenia preparada para atacar al desconocido que se encontraba detrás de la puerta. Dejò la puerta abierta y se volvió dejando a su compañero atras.
-¿Quien mas podria ser?-dijo refiriéndose a que solo èl y el jefe sabian quien era el famoso Duque y donde el mismo residia, aunque ninguno lo hayan visitado hasta entonces.
-No se:alguna persona que me haya seguido y descubierto mi identidad-sintiendose un poco fustrado, dejándolo ver al meserse los cabellos hacia atrás. Sabia que en aquella profesion habían varios jefes,por lo tanto muchos enemigos de quienes cuidarse.
Ellos mismos habían sido los responsables de desmantelar varias organizaciones, matando a sus integrantes uno por uno los que estaban supuestamente ocultos ¿Por qué èl debía ser la excepción?
-No te preocupes,amigo-palmeadole los hombros y dedicándole una sonrisa mordaz.-,nadie va a matarte aun:solo yo tengo ese derecho-dejando escuchar una carcajada.
-Vete al infierno, Dominic.-moviendo sus hombros, deshaciéndose de esa manera de las manos de su campañero- ¿Qué te trae por aquí?-ocupando aquel lugar que había estando ocupando y retomando la tarea que había dejado por abrirle la puerta a Dominic.
Dominic sesentò sin esperar el consentimiento del Duque,sabia que este nunca llegaria.
Un silencio se apoderò de aquella habitación, y eso,en presencia de Dominic era demasiado raro. El Duque lo sabia, sabia que ese hombre no podía mantenerse callado ni un instante,siempre tenia un tema de conversación,y si no había ninguno, este se lo inventaba: algo estaba pasando y el gesto en la cara de Dominic se lo confirmò.
-¿Qué ha pasado?-dejando de lado sus cuchillas.
Una media sonrisa se asomò en los labios de Dominic.
-Han atrapado al jefe.-El rostro de El Duque se mantuvo inexpresivo, sabia que eso tarde o temprano sucedería. El jefe era un tanto descuidado: se mostraba por todas partes, en cada lugar que llegaba dejaba ver su autoridad sin el temor de estar invadiendo terreno enemigo.-Terrence…Terry…-tenia años sin escuchar su nombre en voz propia o ajena que ya se había olvidado de su identidad;se había metido tanto en el papel de El Duque o cualquiera de los tantos nombre que le habian dado que se había olvidado del propio.-Necesitamos a un jefe…
-¿Yo que tengo ver con eso?-levantándose de su asiento, sintiéndose nervioso por primera vez desde hace tiempo.
-Tù…
-¡No…!
-¡Claro que si,hombre! Eres perfecto para el papel de jefe: nadie mas que un numero pequeño de personas saben quien eres; es mas, creo que ni ellos ya que creen que elDuque,el samurái. el artista… ¡Todos ellos! son personas distintas, que vienen de una misma sociedad que fue desmantelada hace tiempo. Eres cuidadoso, Terry.
-¡No me llames asi!-gritò. Casi se le abalanza y lo toma por la solapa.
Dominic levantò sus brazos a modo defensivo.
-Esta bien, Duque.-dijo al fin, para tranquilizarlo, sabia que tenia todas las de ganar en dado caso que se produjera una pelea con su compañero, pero no tenia ganas de pelear en esos momentos. Había ido a negociar con aquel hombre, no a jugar.
Dejò escapar un suspiro que denotaba cuan exasperado se hallaba al tiempo que Sacaba algo del bolsillo interno de su chaqueta
-No queria mostrarte este pequeño secreto que sabia de ti, pero…
-¿Qué secreto? ¿De qué diablos estas hablando,Dominic?-decia un poco mas enojado que hace un rato. Le molestaba que lo tomaran por un estúpido.
-¿La conoces?-mostrandole una articulo de periódico el cual estaba acompañado por una foto de una casi agraciada mujer.
Aunque sus rasgo habían sido modificado por los años, Terrence sabia quien era; ella no era fácil de confundir. Era increíble como a través de una foto podía transmitir esa característico sensación que lograba desarmarlo por completo. Aun en ese momento, luego de tantos años, cuando se había convencido que no era mas que un muerto viviendo en un cuerpo prestado,asi como los vengadores que tanto narraban los libros fantásticos, sintió esa sensación de calidad.
Tomò el pedazo de papel y comenzó a mirarlo sin deparar en lo bobo que se veía con ese gesto de adolescente enamorado,ni en como Dominic sabia de ella hasta varios minutos después.
-¿Me estas amenazando?-dijo haciendo bolita el papel y arrojándolo hacia alguna parte de la habitación.
Aun no se había dignado en recortar el cabello y en ese momento,como en otros,lo llevaba peinado en una media cola. De la banda elástica que lo sostenia, se le escapò un mechon el cual dio a para a la nariz; los ojos azules del castaño adoptaron la frialdad del agua congelada.se acercò a Dominic y esta vez si lotomò de la solapa.
Sin esperar un minuto mas, estrellò el cuerpo de quien hasta ese entonces había considerado su compañero contra la pared.
-¿Qué le has hecho, malnacido?-las venas parecía salírsele del cuerpo, estaba tan adherida a la piel que daba esa impresion.-¡Dime!-apretando con fuerza el cuello de Dominic.
Dominic, como el hombre experimetado que era y quien no había mostrado sus habilidades con su amigo, se obligò a usarla por motivo de seguridad :utilizando sus puños, dio un golpe certero en el costado de Terrence, luego, cuando este hizo un gesto de dolor y dejò deprecionar tan fuerte su cuello, dio otro golpe, esta vez, con su cabeza y luego con su codo, haciendo que el castaño liberara ese grito y tumbara al suelo.
Dominic, comenzó a toser repetidas veces,mientras que desesperadamente buscaba todo ese aire del cual habia sido privado.
-Maldicion,Artista-lo llamaba como èl mismo le había nombrado por la forma tan espectacular que aveces el Duque tenia de matar.-Por pocos me matas-aun tosiendo y tratando de recuperar los sentidos, pues se sentía mareado luego de haber usado su cabeza.-Yo no le he hecho nada a esa joven,no tuve necesidad y tampoco la he tenido nunca; es solo que…
Terrence, quien aun estaba tirado en el suelo y sobándose con una mano su costado -como si de esa forma pudiera alivianar el dolor- y con la otra limpiaba la sangre que salía de sus labios, mientras miraba a travez de la larga melena que le había caído en la cara, a Dominic.
-¿Cómo sabes de ella? ¿Por qué me la muestras?-aun haciendo un gesto de dolor.
Lo que Terrence nunca ha sabido, era que Dominic había pertenecido a multiples bandas de distintas culturas, y en las cuales, en una de ellas, había aprendido a conocer el cuerpo humano; y por lo tanto, sabia donde golpear, paralizar, curar…Si Dominic no mataba a una persona al instante, era por que no queria.
Ese hombre, de mirada azul tan claro como el dia, de cabellos rubio palido salpicados por algunas canas, de no mas de treinta seis años, era alguien sumamente peligroso. De humor negro, de actitud relajada; asi era Dominic Mena, conocido como uno de los asesinos mas peligrosos y mejor pagado de la historia.
Poco se sabia de la vida del mismo, aunque bien le gustaba alardear de su arte de matar entre otras cosas, sabia como ocultar de donde provenia y hacia donde se dirigía: era alguien impredecible, nadie sabia como y cuando y en que lugar atacaría.
-Hablas dormido…la mencionas mucho.-dijo un poco mas tranquilo, ocupando la silla de hace un rato,a un sofocado por el esfuerzo.-Ya hace años que la investiguè y nada mas… ¿¡Acaso leiste el encabezado siquiera? ¡No ¿Verdad?! Casi me matas por nada.
-¡Deja de hacerte la maldita victima y responde!-dijo arrastrándose luego de pasar varios segundo por dar con el dichoso articulo ese-¿Esta muerta?-con ojos desorbitados,la voz,al igual que todo su cuerpo temblaba.
-Mira la fecha, primero-señalando el papel que Terry tenia en mano desde el asiento que ocupaba, leyendo las intenciones de su compañero.-Yo no tuve nada que ver; es, mas, si de algo soy culpable fue de mandar a quemar todos los periódicos de la ciudad para que no lo leyeras.
-¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué mostrármelo hasta ahora?-dijo indignado, sintiendo como la fuerza lo abandonaba .
-El año pasado tuvimos aquel trabajo ¿REcerdas?-Terry asintió-.Te necesitábamos allí, ypara hacer eso que hiciste tenias que tener la puta cabeza centrada en ello, en nada mas; y,como te dije, ya sabia de tu enamoramiento con esa chica y de los sentimientos que aun reguardas por ella, por tus sueños…
La misión se había tratado de algo que había logrado posicionarlos en un mejor estatus de respetabilidad y economía en todo el territorio nacional. Un gran numero de persona se había sumado a la pelea para robarle la mercancía a otros narcos que, por ese entonces, eran los mas poderosos y temidos, y los cuales fueron brutalmente asesinado por los hombres de Dominic, por el mismo y por Terry.
Terry había sido el autor de varios crímenes y hasta se había inventado algunos métodos de hacerlo rápido y sin dejar mas que el rastro de sus envestidas con los cuchillos. No por nada se había ganado el sobrenombre del Artista por parte de Dominic, quien fue testigo de como el mismísimo Duque se había deshecho y embellecido la muerte como en aquel entonces.
-Sigo sin entender el porque me la mostraste ahora…
-Por que descubrì algo relacionado con la muerte de esa mujer con los captores del jefe.-revelò.
El Duque se sentía cada vez mas confundido: no sabia que maldita relación podía haber entre una banda de mafioso con la dulce Candy; su Candy. ¡Dios mio! Pensò: el solo hecho de haberla encontrado vagando por la ciudad, violarla, torturarla, despojarla de su pureza lo invadió de terror. Cada dia que pasaba, los crímenes eran peores, lo sabia por que el mismo había sido el autor de varios de ellos.
-Cuentame todo antes de que te envie al infierno,maldito.-dijo con el terror bailándole en la voz.
Eso hizo reir a Dominic; cada amenaza hecha hacia su persona, era un chiste para el mismo. La verdad era, que èl se consideraba un ser superior,en uno que no podía ser asesinado por manos humanas. Siempre había imaginado su propia muerte: con varios años de mas, cogiéndose a su hermana.
Dominic le explicó sobre la caida que tuvieron los Andrew y su ascendencia de un dia para otro; que la nueva organización era muy poderosa y que nadie sabia mucho de ella, tan solo que actuaban de la nada, que se confundia entre todo y nada. Ademas, que la muerte de la joven fue en medio de una circunstancia media extraña y que su propia familia,la cual era poderosa, no hizo nada para resolver el crimen. Apenas se supo dela muerte de esta a travez de un periódico ninguna otra compañía movio nada, era como si los hubieran silenciados a todos.
-¿Por qué quieres que sea el jefe si bien podría ser tù? Eres mas cercano que yo al antiguo jefe y te has ganado el respeto de todos, además de que a ti si te conocen y a mi apenas.-dijo un tanto anonadado por lo escuchado. La verdad era que decía todas esas palabras por pura inercia, la cual eran puras formulaciones que se creaban en su cabeza y la ponía en palabras sin darse cuenta.
-¡Por Dios no,Terrence! Yo naci para asesinar,para estar en la vanguardia de las batallas, no para estar sentado todo el dia atendiendo cosas. Tù estas mas cualificado que yo ¡Que mucho en esta sociedad! Siempre te mantienes al margen, fuiste estudiante,eres heredero ilegitimo de un condado; por lo tanto, tienes el porte y la educación para desenvolverte y camuflarte entre ellos.No hay problema, sabes que en estos días surgen nuevos ricos y podemos disfrazar eso como sea.
-Tengo tanto tiempo sin estar entre esas gentes que no recuerdo como hacerlo-dijo un tanto inseguro, buscándole la falla a ese plan tan absurdo de Dominic.
Si bien había entendido, Dominic,lo necesitaba arriba para desmantelar a esa nueva raza de delincuente que había nacido,y que bien podría ser los Andrew por lo que había escuchado. Pero no podía hacerse la imagen de un mafioso de Albert, aunque tampoco de èl mismo;aunque Albert fuera el dueño de esa organización, ¿Por qué habría de hacerle daño a su protegida? No lo entendia, a menos que…
-¿Quién esta en la cabecera de esa Familia?- se obligò a preguntar; si eso era como èl lo estaba pensado entonces Albert era inocente de todo aquello.
-Si aceptas ser el nuevo jefe, te lo digo-dijo este con una sonrisa antes de agregar-:para eso tienes que acompañarme y tomar tu papel como tal.
continurà...
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Última edición por igzell el Miér Feb 21, 2018 6:42 pm, editado 1 vez