1era parte
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2da parte
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La hija de Candy
3era parte
Por Mayra Exitosa
La niña estaba sentadita en el columpio en la colina cercana al orfanato, ella la empujaba y Dulce le sonreía, disfrutando el viento en su carita.
--- Mami, te quiero mucho.
--- También te quiero mucho mi vida. Eres un ángel para mí. Candy se agotaba al estar jugando y se sentaba bajo la sombra del árbol, tratando de recuperarse del esfuerzo. Su pequeña corría cerca de ella, luego veía a los demás niños, corriendo a su encuentro, de inmediato la pequeña se iba con su madre u se sentaba a su lado colocando la cabeza en su costado
--- Mami ¡Vienen todo corriendo!
--- Si, juegan aquí, el pasto es corto, la sombra del árbol es refrescante y… suben a este árbol.
--- ¡Sube!
--- Si, pero no tienes que hacerlo. Eres muy pequeñita y… no puedo ayudarte ahora, ya soy muy grande, puedo romper las ramas de los árboles.
Los niños llegaban y Tom se estacionaba frente al orfanato, viendo que Candy estaba en la colina, se iba hacia ella,
--- Hola Candy, ¿quieren ir al rancho?
--- Dulce, ¿te gustaría ir al rancho de tu Tío Tom? La niña asentía de manera suave y en reiteradas ocasiones, a lo que Candy se ponía de pie, y se sacudía la cadera para limpiarse los restos del pasto.
En la camioneta de Tom, este se veía muy serio, comentaba que le gustaría hablar a solas con ella, cuando hubiera oportunidad y le hacía señas por la niña al poder escucharlo. Candy asentía y confirmaba,
--- Habrá muchos animales que mi hija querrá ver, Tom.
--- Sabes que el rancho colinda con las parcelas de los Legan, Candy.
--- Si, ¿Por qué la aclaración?
--- Ella estará ahí. Quiere disculparse contigo.
--- ¡Tom!
--- Por favor, Candy. Hazlo por mí.
Ya estando en el rancho, la niña se iba tomada de la mano del abuelo Stevens, quien le mostraba las gallinas, los cerdos, los caballos y todo animal que se moviera.
Candy notaba que Tom regresaba solo en la camioneta y al acercarse, Elisa salía levantándose al estar escondida en el asiento.
--- ¡Hola Candy!
--- ¡Hola!
--- Supongo que Tom, te dijo que… deseo disculparme contigo.
--- Si, todo está en el pasado, Elisa. Quiero mucho a Tom, y se nota que él está muy enamorado de ti.
--- Dice que eres la única hermana que ha tenido.
--- Si, y él es mi hermano. Con ese amor, siempre nos hemos identificado.
--- Lo sé. Yo fui muy mala contigo. No quiero que sigamos alejadas, quisiera convencer a mi madre, de que acepte nuestra relación. Tom ya te dijo que…
Tom regresaba con la hija de Candy, ellas dejaban de hablar y escuchaban atentas a Tom,
--- Mira mi amor, ella es nuestra sobrina, Dulce.
Elisa apretaba los labios y corría a abrazar a la niña, llorando, cuando la tenía estrechada, le decía con un amor tan sincero,
--- Hola mi niña, soy tu tía Elisa. ¡Soy tu tía!
Candy apretaba los labios al sentir la sinceridad de las palabras de Elisa y el amor que le brindaba a su hijita. Tom se arrodillaba y abrazaba a la niña, para subirla en su brazo y que Elisa no tuviera que agacharse, ella de inmediato la observaba detalladamente comentando lo hermosa que era la niña. Candy estaba feliz, Tom amaba a Elisa y ella asimilaba que era su hermano. Ese amor debió ser siempre trasparente, no pensar que Candy le quitaría el amor de Tom.
--- Dulce, hijita, ella es la novia de Tío Tom. Es tu Tía Elisa.
La niña con una hermosa sonrisa se agachaba de la altura del brazo de Tom y abrazaba a Elisa diciéndole,
--- ¡Tía Elisa! ¡Tía Elisa!
Si poder evitarlo, Elisa lloraba abrazando a Tom y a la niña, emocionada por como la niña ya era tan grande y tan hermosa. Tenía un porte de dama, sería muy bella.
El padre de Tom les invitaba a la casa y Elisa, parecía desenvolverse muy bien ahí. Servía y atendía a todos, abrazaba al padre de Tom por la espalda y lo jugaba, le servía y cortaba el paste, con el porte tan fino que tenía Elisa, Candy no podía creerla tan hacendosa y como frente al padre de Tom, ella no se escondía de ser su novia. Ambos hombres la miraban enamorados de ella.
Para la niña, era todo felicidad, sobre todo Elisa, que no dejaba de mimarla y darle fruta picada, casi en la boca, jugarla y mimarla, hasta ya tarde, Tom comentaba que tenía que llevarla a su casa, se despedía de todos, pero de la niña más aun, le daba muchos besos y le confirmaba que le enviaría muchos regalos con su Tío Tom.
Candy había limado el dolor del pasado sobre el odio tan fuerte que hubo entre Elisa y ella, al tratar tan amorosa a su hijita, se había ganado el corazón y el perdón por completo. Una madre siempre estará feliz con quienes traten con tanto cariño a su hija.
El pueblo era una sorpresa general, había compras de pánico, o algo iba a suceder, porque el supermercado lucía abarrotado de personal comprando extra de todo para las mansiones cercanas, pues con el verano, ese año parecía que todas las casas estarían llenas de invitados. No había mansión que no llegara el personal de cada una y surtiera como si fuera a recibir visitas en grande.
--- Si, John. Este verano parece que la pesca será excesiva. Confirmaba el de uno de los negocios, posterior otro confirmaba que ya había separado paseos en lancha para todo el verano de forma diaria, para los que no tenían o gozaban de poseer barcos propios.
Candy recibía una llamada y tomada del teléfono lloraba contando todo lo que había pasado, se escondía y apartaba de la niña, para poder decir los pormenores del incidente donde la niña fue golpeada de forma brutal, y ella la había sorprendido. El llanto fue mucho, una de las maestras estaba cerca y escuchaba todo, dejando que se unieran fuera de la oficina llorando como Magdalenas por el sufrimiento tan fuerte por el que Candy había pasado y como había defendido a su hijita.
Al colgar la llamada y salir de la oficina, más de cinco maestras lloraban y la abrazaban, haciendo que ella volviera a llorar por lo que había contado.
--- Candy hiciste bien. Yo la mato a esa desgraciada. Decía una de ellas, mientras que las otras parecían sufrir tanto por haber escuchado la conversación que no dejaban de abrazarla y llorar con ella.
--- Eres mejor madre del mundo, Candy. Nunca lo dudes, jamás me imagine escucharte hablar de tu dolor al descubrir como tu hijita era golpeada brutalmente, si quieres no regreses nunca, aquí es tu casa, no dejaremos que nadie les haga daño.
La Madre María y la señorita Ponny, se acercaban al ver llorar a las maestras. Cuando estas llegaban, se iban todas de un lado a otro a sus responsabilidades y Candy confirmaba que habían oído como contaba el incidente y pues estaban siendo solidarias con ella.
En la mansión Legan, dos damas tomaban el té, Andrea Cornwall y Sara Legan. Elisa iba a salir, cuando su madre la llamaba, presentándole a su invitada,
--- Hija, mira quien está aquí. Andrea llego hace unos días. Elisa con elegancia respondía,
--- Que gusto verla de nuevo. Andrea la invitaba a tomar asiento y le servía te, haciéndole platica para que no se fuera,
--- Gracias hija, igualmente. ¿Qué hay de nuevo en el pueblo?
--- Conocía mi sobrina, la hija de Candy. Es muy hermosa, tiene su cabello rubio, un cuellito largo y de mucha clase, su boquita exquisita y sus hermosos ojos azules, una nariz respingada y porta unos vestidos muy bonitos, yo le compre varios. Las dos damas se emocionaban al escuchar que la niña era muy hermosa, rubia y que se parecía a ellas.
Lo común entre las amigas de Sara, es que las cuatro eran rubias, de cuello alto, exquisitas, con nariz respingada y tenían mucha clase y elegancia, Sara para que su hija continuara hablando de su nieta, agregaba,
--- Es como las mujeres de la familia, querida.
--- Por supuesto que sí. Es la niña más bella que he visto, mi hermano se volverá loco cuando la conozca. Andrea sonreía de lado, imaginando el chasco que se llevarían cuando supieran que es hija de Archie o de Alistar, pero tenía que solapar la situación, pues para cuando llegaran sus hijos, Candy tendría una imagen inmaculada y su nieta sería la damita más fina de todo Lakewood.
La charla hizo que Sara se pusiera aun más feliz, su hijo pronto estaría en casa y la niña sería el vinculo más importante por el que se unieran, así nunca más se alejarían, tendría que comprarle juguetes y armarle una habitación a la pequeña para cuando llegara el momento de que se fueran de viaje de bodas, y su nieta se quedará en la mansión Legan.
Candy estaba muy preocupada, las cosas en Chicago no estaban bien, pero no quería regresar aun, la niña necesitaba más tiempo de calidad, estaba disfrutando por fin estar con niños y gozar de actividades con aire puro, con la naturaleza y con la gente sencilla con la que debería estar, pero una noticia que le habían dicho por teléfono la preocupaba, sin embargo, le aseguraban que todo estaría bien, para que la niña y ella no se movieran del pueblo.
El fin de semana llegaba, autos modelos recientes pasaban por la entrada de la calle principal de Lakewood, dos ancianos sonreían al ver que uno de los autos, transportaba lancha en un remolque, ya llegaban las competencias en el lago y todo ahí sería una competencia especial. Dentro del pueblo se ofrecería una fiesta especial patrocinada por el alcalde en el salón principal de Lakewood, las damas de sociedad también estaban integradas ahora como nunca se había visto. La actriz de Grandchester estaba presidiendo el manejo del salón de festejos, nadie sabía exactamente para que era, pero la fiesta incluía mínimo quinientos invitados, posiblemente era para recaudar fondos para mejorar la calidad de vida de los peces del lago.
--- Pues parece que invitarán personas de fuera, y todos los señores están llegando, Charles.
--- Si John, esta vez la pesca estará más reñida, el capitán Brown tendrá competidores importantes, vi llegar en uno de esos autos al viejo Cornwall, hace años que no se veía por aquí.
--- Pues a mí me toco ver llegar al señor de los Grandchester, iba muy serio, ese nunca participa en la pesca.
--- Este año, dijo el Capitán que hará una apuesta bastante fuerte para que vayan todos los señores de Lakewood y los de las mansiones que tienen barcos propios.
--- El que nunca viene es el de la vieja Andrew, esa mujer es el demonio en persona, pero dicen que su hijo puede que venga este año, vi a todo el personal de esa mansión llevando víveres como si fueran a quedarse por meses.
--- ¿Tu lo has visto?
--- No. Pero debe parecerse a esa mujer. Dice que es su único descendiente.
En la mansión Brown, el Capitán abrazaba a su mujer, tranquilizándola
--- No tienes nada de que preocuparte. Mi hijo viajará y llegará a tiempo. Si esas mujeres creen que sus hijos son los padres de la niña, es por todos los chismes que le levantaron a la muchacha. Es justo que hagan algo por limpiar sus conciencias.
--- La niña es muy bonita, estoy segura que es nuestra nieta. Cuando la vea Anthony, la reconocerá y le dará nuestro apellido. Esa chica siempre me daba buena señal, era muy linda, nunca fue una joven atrevida, vestía bien, jugaba con todo el personal de la casa, aquí tienen muy bellos recuerdos de ella, solo que… me deje llevar por los comentarios de Sara. Que era una caza fortunas, y ahora me siento mal por permitir que avanzaran tanto esas difamaciones, debí imponerme.
--- Tú nunca hiciste nada malo, simplemente nos alejamos, pero no incrementamos los rumores. Deja de preocuparte. Cuando hable con mi hijo dijo que nos tenía una sorpresa, pero… creo que la descubrimos antes. Nos presentará a su hija, la chica se fue y… no le había dicho que era padre, y ahora que la encontró la mando a Lakewood para que lo esperara aquí. Ya veras, pronto estaremos con la niña aquí en casa.
--- Me alegra mucho que nos hayamos enterado antes. Así cuando sucedan los detalles de la fiesta del pueblo, podríamos aprovechar y que se case por la iglesia con su mujer.
--- Pues… no lo había pensado, pero en cuanto mi hijo acepte estaré más que complacido, Rosemary.
En la casa de los Cornwall, el padre estaba a carcajadas con su mujer por todo lo que le contaba, como los Legan creían que la niña era de Niel y como estaban ya confirmados que la niña era una Cornwall.
--- Dices que es bonita. Ahora querrán que sea suya, pero si se parece a ti, deberá ser muy hermosa.
--- Es rubia, alta de cuello largo, nariz respingada, no tiene pecas como la madre, pero Angelina me aseguro que es una mezcla de Archivald y mía.
--- ¿En serio, mujer? La que se va armar que sea de Alistar y se parezca a su hermano. Archie llega por la noche, dijo que viene acompañado, presiento que el más nervioso es Alistar y es quien nos saldrá con esa noticia, pero por favor, no lo trates mal, sabes bien que es un pilar importante en mis negocios y recuerda el hombre llega hasta donde la mujer quiere. La muchacha debió cuidarse, Alistar es muy distraído y apasionado, es como su padre, siento mucho que haya pasado todo esto sola, pero la recompensaremos, te lo prometo. Les daremos una de nuestras propiedades, así estaremos cerca de la niña.
--- ¡Gracias, mi amor! Eres un abuelo fantástico.
En la mansión Grandchester Richard llegaba molesto, había visto la puja estilo apuesta de Brown, para competir por atrapar el pez más grande, invitaba a todos lo que pudieran llegar a poder competir e igualar el ingreso, contrataba a una tripulación y dos hombres expertos para que ese viejo rabo verde no le ganara. Entraba a la mansión y su mujer salía a besarlo sorpresivamente,
--- ¡Mi vida!
--- ¡Eleonor! Me has asustado, estaba distraído, detrás de mi viene tu hijo, trae una amiga con él.
--- ¿Una amiga?
--- Si, dijo que así no te aburrirías como el año pasado.
--- ¡Oh Dios! Richard, tenemos que hablar.
--- ¿Qué sucede, mi vida?
--- Candy regresó a Lakewood, trae con ella a su hija.
--- ¿Que estas insinuando?
--- Tú sabes lo que paso entre ella y Terrance, existe la posibilidad de que la niña, sea nuestra nieta.
--- ¡Dios! Terrance era muy joven, no sabía protegerse, tienes que disculparlo, mi vida.
--- No estoy molesta, es más ya quiero a la niña tanto o más que a Candy. Ella era una chica muy fuerte y valiente. Tuvo que irse por las amenazas de Sara, si yo hubiera sabido que se había ido embarazada, te juro que la hubiese ayudado.
--- Esa mujer la odiaba. Pero… si es la niña de mi hijo, te juro que acabo con esa familia.
--- Ya está pagando en vida todo lo que le hizo a Candy. Cree que la niña es de Niel. Pero no es así, dijo que era el vivo retrato de su hijo, y la niña es rubia, de nariz respingada, cuello largo, es muy bonita y hasta tienen mi lunar.
--- ¿En serio? ¡Es mi nieta! ¡Terry, cómo pudiste!
--- Pues supongo que como nosotros lo trajimos a él.
--- ¡Eleonor! Como crees que se encuentre enojada Candy, de haberla ofendido tanto y abandonado estando embarazada.
--- Lo comprendo, pero veras que ella sigue amando a Terry, estaba muy enamorada de nuestro hijo. Ella no hablaba de otra cosa que no era lo que le gustaba, el perfume que usaba, todo. Fue su primer amor. Richard se quedaba serio, sabía por rumores que no era su primer amor, pero no podía decirle eso a su mujer.
Continuará...
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2da parte
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La hija de Candy
3era parte
Por Mayra Exitosa
La niña estaba sentadita en el columpio en la colina cercana al orfanato, ella la empujaba y Dulce le sonreía, disfrutando el viento en su carita.
--- Mami, te quiero mucho.
--- También te quiero mucho mi vida. Eres un ángel para mí. Candy se agotaba al estar jugando y se sentaba bajo la sombra del árbol, tratando de recuperarse del esfuerzo. Su pequeña corría cerca de ella, luego veía a los demás niños, corriendo a su encuentro, de inmediato la pequeña se iba con su madre u se sentaba a su lado colocando la cabeza en su costado
--- Mami ¡Vienen todo corriendo!
--- Si, juegan aquí, el pasto es corto, la sombra del árbol es refrescante y… suben a este árbol.
--- ¡Sube!
--- Si, pero no tienes que hacerlo. Eres muy pequeñita y… no puedo ayudarte ahora, ya soy muy grande, puedo romper las ramas de los árboles.
Los niños llegaban y Tom se estacionaba frente al orfanato, viendo que Candy estaba en la colina, se iba hacia ella,
--- Hola Candy, ¿quieren ir al rancho?
--- Dulce, ¿te gustaría ir al rancho de tu Tío Tom? La niña asentía de manera suave y en reiteradas ocasiones, a lo que Candy se ponía de pie, y se sacudía la cadera para limpiarse los restos del pasto.
En la camioneta de Tom, este se veía muy serio, comentaba que le gustaría hablar a solas con ella, cuando hubiera oportunidad y le hacía señas por la niña al poder escucharlo. Candy asentía y confirmaba,
--- Habrá muchos animales que mi hija querrá ver, Tom.
--- Sabes que el rancho colinda con las parcelas de los Legan, Candy.
--- Si, ¿Por qué la aclaración?
--- Ella estará ahí. Quiere disculparse contigo.
--- ¡Tom!
--- Por favor, Candy. Hazlo por mí.
Ya estando en el rancho, la niña se iba tomada de la mano del abuelo Stevens, quien le mostraba las gallinas, los cerdos, los caballos y todo animal que se moviera.
Candy notaba que Tom regresaba solo en la camioneta y al acercarse, Elisa salía levantándose al estar escondida en el asiento.
--- ¡Hola Candy!
--- ¡Hola!
--- Supongo que Tom, te dijo que… deseo disculparme contigo.
--- Si, todo está en el pasado, Elisa. Quiero mucho a Tom, y se nota que él está muy enamorado de ti.
--- Dice que eres la única hermana que ha tenido.
--- Si, y él es mi hermano. Con ese amor, siempre nos hemos identificado.
--- Lo sé. Yo fui muy mala contigo. No quiero que sigamos alejadas, quisiera convencer a mi madre, de que acepte nuestra relación. Tom ya te dijo que…
Tom regresaba con la hija de Candy, ellas dejaban de hablar y escuchaban atentas a Tom,
--- Mira mi amor, ella es nuestra sobrina, Dulce.
Elisa apretaba los labios y corría a abrazar a la niña, llorando, cuando la tenía estrechada, le decía con un amor tan sincero,
--- Hola mi niña, soy tu tía Elisa. ¡Soy tu tía!
Candy apretaba los labios al sentir la sinceridad de las palabras de Elisa y el amor que le brindaba a su hijita. Tom se arrodillaba y abrazaba a la niña, para subirla en su brazo y que Elisa no tuviera que agacharse, ella de inmediato la observaba detalladamente comentando lo hermosa que era la niña. Candy estaba feliz, Tom amaba a Elisa y ella asimilaba que era su hermano. Ese amor debió ser siempre trasparente, no pensar que Candy le quitaría el amor de Tom.
--- Dulce, hijita, ella es la novia de Tío Tom. Es tu Tía Elisa.
La niña con una hermosa sonrisa se agachaba de la altura del brazo de Tom y abrazaba a Elisa diciéndole,
--- ¡Tía Elisa! ¡Tía Elisa!
Si poder evitarlo, Elisa lloraba abrazando a Tom y a la niña, emocionada por como la niña ya era tan grande y tan hermosa. Tenía un porte de dama, sería muy bella.
El padre de Tom les invitaba a la casa y Elisa, parecía desenvolverse muy bien ahí. Servía y atendía a todos, abrazaba al padre de Tom por la espalda y lo jugaba, le servía y cortaba el paste, con el porte tan fino que tenía Elisa, Candy no podía creerla tan hacendosa y como frente al padre de Tom, ella no se escondía de ser su novia. Ambos hombres la miraban enamorados de ella.
Para la niña, era todo felicidad, sobre todo Elisa, que no dejaba de mimarla y darle fruta picada, casi en la boca, jugarla y mimarla, hasta ya tarde, Tom comentaba que tenía que llevarla a su casa, se despedía de todos, pero de la niña más aun, le daba muchos besos y le confirmaba que le enviaría muchos regalos con su Tío Tom.
Candy había limado el dolor del pasado sobre el odio tan fuerte que hubo entre Elisa y ella, al tratar tan amorosa a su hijita, se había ganado el corazón y el perdón por completo. Una madre siempre estará feliz con quienes traten con tanto cariño a su hija.
El pueblo era una sorpresa general, había compras de pánico, o algo iba a suceder, porque el supermercado lucía abarrotado de personal comprando extra de todo para las mansiones cercanas, pues con el verano, ese año parecía que todas las casas estarían llenas de invitados. No había mansión que no llegara el personal de cada una y surtiera como si fuera a recibir visitas en grande.
--- Si, John. Este verano parece que la pesca será excesiva. Confirmaba el de uno de los negocios, posterior otro confirmaba que ya había separado paseos en lancha para todo el verano de forma diaria, para los que no tenían o gozaban de poseer barcos propios.
Candy recibía una llamada y tomada del teléfono lloraba contando todo lo que había pasado, se escondía y apartaba de la niña, para poder decir los pormenores del incidente donde la niña fue golpeada de forma brutal, y ella la había sorprendido. El llanto fue mucho, una de las maestras estaba cerca y escuchaba todo, dejando que se unieran fuera de la oficina llorando como Magdalenas por el sufrimiento tan fuerte por el que Candy había pasado y como había defendido a su hijita.
Al colgar la llamada y salir de la oficina, más de cinco maestras lloraban y la abrazaban, haciendo que ella volviera a llorar por lo que había contado.
--- Candy hiciste bien. Yo la mato a esa desgraciada. Decía una de ellas, mientras que las otras parecían sufrir tanto por haber escuchado la conversación que no dejaban de abrazarla y llorar con ella.
--- Eres mejor madre del mundo, Candy. Nunca lo dudes, jamás me imagine escucharte hablar de tu dolor al descubrir como tu hijita era golpeada brutalmente, si quieres no regreses nunca, aquí es tu casa, no dejaremos que nadie les haga daño.
La Madre María y la señorita Ponny, se acercaban al ver llorar a las maestras. Cuando estas llegaban, se iban todas de un lado a otro a sus responsabilidades y Candy confirmaba que habían oído como contaba el incidente y pues estaban siendo solidarias con ella.
En la mansión Legan, dos damas tomaban el té, Andrea Cornwall y Sara Legan. Elisa iba a salir, cuando su madre la llamaba, presentándole a su invitada,
--- Hija, mira quien está aquí. Andrea llego hace unos días. Elisa con elegancia respondía,
--- Que gusto verla de nuevo. Andrea la invitaba a tomar asiento y le servía te, haciéndole platica para que no se fuera,
--- Gracias hija, igualmente. ¿Qué hay de nuevo en el pueblo?
--- Conocía mi sobrina, la hija de Candy. Es muy hermosa, tiene su cabello rubio, un cuellito largo y de mucha clase, su boquita exquisita y sus hermosos ojos azules, una nariz respingada y porta unos vestidos muy bonitos, yo le compre varios. Las dos damas se emocionaban al escuchar que la niña era muy hermosa, rubia y que se parecía a ellas.
Lo común entre las amigas de Sara, es que las cuatro eran rubias, de cuello alto, exquisitas, con nariz respingada y tenían mucha clase y elegancia, Sara para que su hija continuara hablando de su nieta, agregaba,
--- Es como las mujeres de la familia, querida.
--- Por supuesto que sí. Es la niña más bella que he visto, mi hermano se volverá loco cuando la conozca. Andrea sonreía de lado, imaginando el chasco que se llevarían cuando supieran que es hija de Archie o de Alistar, pero tenía que solapar la situación, pues para cuando llegaran sus hijos, Candy tendría una imagen inmaculada y su nieta sería la damita más fina de todo Lakewood.
La charla hizo que Sara se pusiera aun más feliz, su hijo pronto estaría en casa y la niña sería el vinculo más importante por el que se unieran, así nunca más se alejarían, tendría que comprarle juguetes y armarle una habitación a la pequeña para cuando llegara el momento de que se fueran de viaje de bodas, y su nieta se quedará en la mansión Legan.
Candy estaba muy preocupada, las cosas en Chicago no estaban bien, pero no quería regresar aun, la niña necesitaba más tiempo de calidad, estaba disfrutando por fin estar con niños y gozar de actividades con aire puro, con la naturaleza y con la gente sencilla con la que debería estar, pero una noticia que le habían dicho por teléfono la preocupaba, sin embargo, le aseguraban que todo estaría bien, para que la niña y ella no se movieran del pueblo.
El fin de semana llegaba, autos modelos recientes pasaban por la entrada de la calle principal de Lakewood, dos ancianos sonreían al ver que uno de los autos, transportaba lancha en un remolque, ya llegaban las competencias en el lago y todo ahí sería una competencia especial. Dentro del pueblo se ofrecería una fiesta especial patrocinada por el alcalde en el salón principal de Lakewood, las damas de sociedad también estaban integradas ahora como nunca se había visto. La actriz de Grandchester estaba presidiendo el manejo del salón de festejos, nadie sabía exactamente para que era, pero la fiesta incluía mínimo quinientos invitados, posiblemente era para recaudar fondos para mejorar la calidad de vida de los peces del lago.
--- Pues parece que invitarán personas de fuera, y todos los señores están llegando, Charles.
--- Si John, esta vez la pesca estará más reñida, el capitán Brown tendrá competidores importantes, vi llegar en uno de esos autos al viejo Cornwall, hace años que no se veía por aquí.
--- Pues a mí me toco ver llegar al señor de los Grandchester, iba muy serio, ese nunca participa en la pesca.
--- Este año, dijo el Capitán que hará una apuesta bastante fuerte para que vayan todos los señores de Lakewood y los de las mansiones que tienen barcos propios.
--- El que nunca viene es el de la vieja Andrew, esa mujer es el demonio en persona, pero dicen que su hijo puede que venga este año, vi a todo el personal de esa mansión llevando víveres como si fueran a quedarse por meses.
--- ¿Tu lo has visto?
--- No. Pero debe parecerse a esa mujer. Dice que es su único descendiente.
En la mansión Brown, el Capitán abrazaba a su mujer, tranquilizándola
--- No tienes nada de que preocuparte. Mi hijo viajará y llegará a tiempo. Si esas mujeres creen que sus hijos son los padres de la niña, es por todos los chismes que le levantaron a la muchacha. Es justo que hagan algo por limpiar sus conciencias.
--- La niña es muy bonita, estoy segura que es nuestra nieta. Cuando la vea Anthony, la reconocerá y le dará nuestro apellido. Esa chica siempre me daba buena señal, era muy linda, nunca fue una joven atrevida, vestía bien, jugaba con todo el personal de la casa, aquí tienen muy bellos recuerdos de ella, solo que… me deje llevar por los comentarios de Sara. Que era una caza fortunas, y ahora me siento mal por permitir que avanzaran tanto esas difamaciones, debí imponerme.
--- Tú nunca hiciste nada malo, simplemente nos alejamos, pero no incrementamos los rumores. Deja de preocuparte. Cuando hable con mi hijo dijo que nos tenía una sorpresa, pero… creo que la descubrimos antes. Nos presentará a su hija, la chica se fue y… no le había dicho que era padre, y ahora que la encontró la mando a Lakewood para que lo esperara aquí. Ya veras, pronto estaremos con la niña aquí en casa.
--- Me alegra mucho que nos hayamos enterado antes. Así cuando sucedan los detalles de la fiesta del pueblo, podríamos aprovechar y que se case por la iglesia con su mujer.
--- Pues… no lo había pensado, pero en cuanto mi hijo acepte estaré más que complacido, Rosemary.
En la casa de los Cornwall, el padre estaba a carcajadas con su mujer por todo lo que le contaba, como los Legan creían que la niña era de Niel y como estaban ya confirmados que la niña era una Cornwall.
--- Dices que es bonita. Ahora querrán que sea suya, pero si se parece a ti, deberá ser muy hermosa.
--- Es rubia, alta de cuello largo, nariz respingada, no tiene pecas como la madre, pero Angelina me aseguro que es una mezcla de Archivald y mía.
--- ¿En serio, mujer? La que se va armar que sea de Alistar y se parezca a su hermano. Archie llega por la noche, dijo que viene acompañado, presiento que el más nervioso es Alistar y es quien nos saldrá con esa noticia, pero por favor, no lo trates mal, sabes bien que es un pilar importante en mis negocios y recuerda el hombre llega hasta donde la mujer quiere. La muchacha debió cuidarse, Alistar es muy distraído y apasionado, es como su padre, siento mucho que haya pasado todo esto sola, pero la recompensaremos, te lo prometo. Les daremos una de nuestras propiedades, así estaremos cerca de la niña.
--- ¡Gracias, mi amor! Eres un abuelo fantástico.
En la mansión Grandchester Richard llegaba molesto, había visto la puja estilo apuesta de Brown, para competir por atrapar el pez más grande, invitaba a todos lo que pudieran llegar a poder competir e igualar el ingreso, contrataba a una tripulación y dos hombres expertos para que ese viejo rabo verde no le ganara. Entraba a la mansión y su mujer salía a besarlo sorpresivamente,
--- ¡Mi vida!
--- ¡Eleonor! Me has asustado, estaba distraído, detrás de mi viene tu hijo, trae una amiga con él.
--- ¿Una amiga?
--- Si, dijo que así no te aburrirías como el año pasado.
--- ¡Oh Dios! Richard, tenemos que hablar.
--- ¿Qué sucede, mi vida?
--- Candy regresó a Lakewood, trae con ella a su hija.
--- ¿Que estas insinuando?
--- Tú sabes lo que paso entre ella y Terrance, existe la posibilidad de que la niña, sea nuestra nieta.
--- ¡Dios! Terrance era muy joven, no sabía protegerse, tienes que disculparlo, mi vida.
--- No estoy molesta, es más ya quiero a la niña tanto o más que a Candy. Ella era una chica muy fuerte y valiente. Tuvo que irse por las amenazas de Sara, si yo hubiera sabido que se había ido embarazada, te juro que la hubiese ayudado.
--- Esa mujer la odiaba. Pero… si es la niña de mi hijo, te juro que acabo con esa familia.
--- Ya está pagando en vida todo lo que le hizo a Candy. Cree que la niña es de Niel. Pero no es así, dijo que era el vivo retrato de su hijo, y la niña es rubia, de nariz respingada, cuello largo, es muy bonita y hasta tienen mi lunar.
--- ¿En serio? ¡Es mi nieta! ¡Terry, cómo pudiste!
--- Pues supongo que como nosotros lo trajimos a él.
--- ¡Eleonor! Como crees que se encuentre enojada Candy, de haberla ofendido tanto y abandonado estando embarazada.
--- Lo comprendo, pero veras que ella sigue amando a Terry, estaba muy enamorada de nuestro hijo. Ella no hablaba de otra cosa que no era lo que le gustaba, el perfume que usaba, todo. Fue su primer amor. Richard se quedaba serio, sabía por rumores que no era su primer amor, pero no podía decirle eso a su mujer.
Continuará...