Salut jolies!! (¡¡Hola bonitas!!)
Oui, c’est moi encore un fois (sí, soy yo otra vez)
- Hey, ayer viniste Bruja, ya te agradó atacar ¿verdad? – preguntó socarrón Terry.
- Évidemment mon amour, ¿qué acaso no estamos aquí para eso? –
- Sí, pero es que no te me despegas para nada – él no supo bien qué contestar a la francesa.
- ¿En verdad eso te molesta precieux? – arqueó la ceja
- Sabes que no me molesta, pero… -
- Non, non; ne dis plus ma vie (no, no; no digas más mi vida), tus deseos son órdenes para mí – y un destello de malicia relució en los verdes ojos de ella.
- ¿Qué tramas francesa? –
- Ya lo verás Liath… Tu verras… -
Bien chéries, antes de retirarme por solicitud de mon adoré Liath; les dejo un pequeño drabble inspirado en una canción que cantaba hace ya algunos años Cindy Lauper, y de la cual tomé también el título, merci pour lire!!
By Andreia Letellier (AyameDV)
Un beso… lento, una sedosa y sensual caricia a los labios… este color suyo es precioso, pero, ¿cómo definirlo? El color del amor, ¿podría ser rojo?… rosa tal vez por la dulzura que siento emanar de él… me pierdo en el maravilloso océano cristalino que son sus ojos azules, profundos. Sí, para mí el amor tiene el color de su mirada en este instante.
Cuando lo conocí tenía un tono tan triste y apagado, quise animarlo y encontré un toque de amarillo travieso intentando esconder su dolor, su temor.
Tanta gente a su alrededor y estaba siempre solitario, con las sombras de sus grises y azules oscuros persiguiéndolo, se daba valor y emergía un aura plateada con destellos dorados de él. Se esforzaba tanto para que el mundo, tan lleno de personas no lo notara, para volverse traslúcido…
Pero sin importar todos sus esfuerzos, nunca logró esconder del todo su deslumbrante alma, esa que para mí es tan fácil de ver… cada vez que lo veía descubría algo nuevo y fascinante en él… una nueva expresión, una mirada dulce…
Terry, veo tus verdaderos colores; brillando incandescentes a través de todo y de todos, por eso es que te amo.
¡Oh, sonríe! Y es para mí esa sonrisa que encandila… este color naranja suyo es sólo mío… es como un fuego expandiéndose a través de mis sentidos para llegar al centro mismo de mi alma, ¡me hace tan feliz verle sonreír!
Después de haber atravesado tanto; cuando llegué a pensar que no recordaba la última vez que lo había visto así, rogué que me mostrara una vez más su sonrisa; que no temiera a mostrar esos sus verdaderos colores… porque son tan hermosos… como un arcoíris después de la tormenta.
Cuando el mundo nos volvía locos, cuando la vida intentó separarnos y habíamos soportado lo que no se podía soportar… surgió como un bálsamo que sanó nuestras heridas su color verde-azul, ese que habla de esperanza, de tranquilidad y confianza en que estaríamos bien.
Y atravesamos los oscuros días y surgió una vez más mi bellísimo Terry, mi inolvidable mocoso engreído renació como fénix de sus cenizas; y tomando sus colores dorados y rojos, los más luminosos, obtuvo una gloriosa victoria sobre las negras adversidades, sobre el amarillento tono de la envida, egoísmo y celos…
Vaya… este amor mío muestra ahora su rojo más intenso… ¿querría escapar de su pasión, de su entrega arrebatada y absoluta? ¡Jamás! Moriría sin su presencia iluminando mi existencia.
A veces, todavía ese color azul pálido nostálgico lo quiere atrapar… pero entonces le he pedido que me hable; porque yo siempre estaré ahí para él, en todo momento, en cada segundo; aun cuando el mundo ciego no pueda comprenderlo, cuando ese mundo frívolo únicamente vea su apariencia y errores sin mirar su esencia, y se empeñe en lastimarlo de algún modo; yo veo sus verdaderos colores, y él lo sabe. Disfruta mostrándomelos nada más a mí… y yo me perderé cada instante de mi vida y las que puedan seguir, en la contemplación de su alma maravillosa; y lo protegeré, y no permitiré que nunca más vuelva a perder sus tonos, esos que brillan a través de sus ojos zafíreos…
Oui, c’est moi encore un fois (sí, soy yo otra vez)
- Hey, ayer viniste Bruja, ya te agradó atacar ¿verdad? – preguntó socarrón Terry.
- Évidemment mon amour, ¿qué acaso no estamos aquí para eso? –
- Sí, pero es que no te me despegas para nada – él no supo bien qué contestar a la francesa.
- ¿En verdad eso te molesta precieux? – arqueó la ceja
- Sabes que no me molesta, pero… -
- Non, non; ne dis plus ma vie (no, no; no digas más mi vida), tus deseos son órdenes para mí – y un destello de malicia relució en los verdes ojos de ella.
- ¿Qué tramas francesa? –
- Ya lo verás Liath… Tu verras… -
Bien chéries, antes de retirarme por solicitud de mon adoré Liath; les dejo un pequeño drabble inspirado en una canción que cantaba hace ya algunos años Cindy Lauper, y de la cual tomé también el título, merci pour lire!!
True Colors
By Andreia Letellier (AyameDV)
Un beso… lento, una sedosa y sensual caricia a los labios… este color suyo es precioso, pero, ¿cómo definirlo? El color del amor, ¿podría ser rojo?… rosa tal vez por la dulzura que siento emanar de él… me pierdo en el maravilloso océano cristalino que son sus ojos azules, profundos. Sí, para mí el amor tiene el color de su mirada en este instante.
Cuando lo conocí tenía un tono tan triste y apagado, quise animarlo y encontré un toque de amarillo travieso intentando esconder su dolor, su temor.
Tanta gente a su alrededor y estaba siempre solitario, con las sombras de sus grises y azules oscuros persiguiéndolo, se daba valor y emergía un aura plateada con destellos dorados de él. Se esforzaba tanto para que el mundo, tan lleno de personas no lo notara, para volverse traslúcido…
Pero sin importar todos sus esfuerzos, nunca logró esconder del todo su deslumbrante alma, esa que para mí es tan fácil de ver… cada vez que lo veía descubría algo nuevo y fascinante en él… una nueva expresión, una mirada dulce…
Terry, veo tus verdaderos colores; brillando incandescentes a través de todo y de todos, por eso es que te amo.
¡Oh, sonríe! Y es para mí esa sonrisa que encandila… este color naranja suyo es sólo mío… es como un fuego expandiéndose a través de mis sentidos para llegar al centro mismo de mi alma, ¡me hace tan feliz verle sonreír!
Después de haber atravesado tanto; cuando llegué a pensar que no recordaba la última vez que lo había visto así, rogué que me mostrara una vez más su sonrisa; que no temiera a mostrar esos sus verdaderos colores… porque son tan hermosos… como un arcoíris después de la tormenta.
Cuando el mundo nos volvía locos, cuando la vida intentó separarnos y habíamos soportado lo que no se podía soportar… surgió como un bálsamo que sanó nuestras heridas su color verde-azul, ese que habla de esperanza, de tranquilidad y confianza en que estaríamos bien.
Y atravesamos los oscuros días y surgió una vez más mi bellísimo Terry, mi inolvidable mocoso engreído renació como fénix de sus cenizas; y tomando sus colores dorados y rojos, los más luminosos, obtuvo una gloriosa victoria sobre las negras adversidades, sobre el amarillento tono de la envida, egoísmo y celos…
Vaya… este amor mío muestra ahora su rojo más intenso… ¿querría escapar de su pasión, de su entrega arrebatada y absoluta? ¡Jamás! Moriría sin su presencia iluminando mi existencia.
A veces, todavía ese color azul pálido nostálgico lo quiere atrapar… pero entonces le he pedido que me hable; porque yo siempre estaré ahí para él, en todo momento, en cada segundo; aun cuando el mundo ciego no pueda comprenderlo, cuando ese mundo frívolo únicamente vea su apariencia y errores sin mirar su esencia, y se empeñe en lastimarlo de algún modo; yo veo sus verdaderos colores, y él lo sabe. Disfruta mostrándomelos nada más a mí… y yo me perderé cada instante de mi vida y las que puedan seguir, en la contemplación de su alma maravillosa; y lo protegeré, y no permitiré que nunca más vuelva a perder sus tonos, esos que brillan a través de sus ojos zafíreos…