Annie está comiendo pastel.
Porque ella es una dama y las damas no beben alcohol. Prefiere ahogar sus penas en la exquisita torta de vainilla con betún de mantequilla. Es simple, tiene un sabor dulce pero no el suficiente para empalagarle y tal vez se vuelva adicta, hace mucho que no prueba algo tan bueno, tan esponjoso y ligero que la hace quererle comparar con una nube en el cielo.
Aunque es una lástima que en cuanto la demás gente le pruebe se termine por completo y es el mejor pastel que ha probado en su vida. Pero un pastel no es suficiente. Nada es suficiente.
Con desánimo mira a los novios que bailan alegres su primer vals. Tal vez se equivoque, pero cree haber escuchado antes esa melodía, probablemente cuando era niña, no recuerda bien. Por otro lado Candy se ve preciosa con su vestido blanco de satín corte princesa que sin duda le queda como un guante, apenas y trae una corona de flores en la cabeza y el crucifijo que lleva a todas partes. Y se le ve tan enamorada de Albert que la mira con la misma adoración.
Annie no sabe que sentir.
Ya les ha felicitado, les dio un regalo y como parte de las damas de honor, Annie se aseguró que cada detalle fuera perfecto para los novios. Y eso la está matando.
En un jardín lleno de gente, Annie se siente más sola que nunca, no es que le moleste estar sentada en la mesa de solteros, tampoco se siente ofendida. Desde que Archie y ella terminaron no ha sentido la necesidad de buscar otra pareja y tampoco ha puesto mucho de su parte, siempre supo que su relación con Archie no llegaría a ningún lado. Por mucho tiempo simplemente se conformó con ser la mejor amiga de Candy, su vida amorosa podía pasar a un segundo plano.
Pero siempre había temido que este día llegara. El día en que ella se casara e hiciera su vida creando una verdadera línea que les separara y ya nada volviera a ser lo mismo. El día en que ella se casara y la dejara sola. Nunca se lo dijo. Y no lo hizo porque ni ella misma aprueba ese sentimiento. Era un pensamiento monstruoso, lo sigue siendo, pero ahí está y probablemente se lo llevara a la tumba.
Desde hace tiempo se resignó en ser esa amiga para la rubia, tal vez no siempre ha sido la mejor, pero ha tratado, al menos ese papel nadie se lo va a quitar, de eso si está segura, porque si su amistad algún día termina , entonces si sería el fin de Annie.
Su corazón acabaría por romperse en pequeños pedazos y tiene miedo porque ha escuchado de algunos corazones que nunca sanaron y Annie sospecha que el suyo sería imposible de reparar.
Anne Britter prefiere engañarse a sí misma y resignarse a seguir esa amistad de años que durante mucho tiempo la mantuvo confundida.
Nunca nadie le podrá entender. Y mientras este es el día más feliz para Candy… Annie bien y podría romper en llanto.
Hola. Me encanta este foro... Y espero que no sea problema si dejo esto por aquí..
Porque ella es una dama y las damas no beben alcohol. Prefiere ahogar sus penas en la exquisita torta de vainilla con betún de mantequilla. Es simple, tiene un sabor dulce pero no el suficiente para empalagarle y tal vez se vuelva adicta, hace mucho que no prueba algo tan bueno, tan esponjoso y ligero que la hace quererle comparar con una nube en el cielo.
Aunque es una lástima que en cuanto la demás gente le pruebe se termine por completo y es el mejor pastel que ha probado en su vida. Pero un pastel no es suficiente. Nada es suficiente.
Con desánimo mira a los novios que bailan alegres su primer vals. Tal vez se equivoque, pero cree haber escuchado antes esa melodía, probablemente cuando era niña, no recuerda bien. Por otro lado Candy se ve preciosa con su vestido blanco de satín corte princesa que sin duda le queda como un guante, apenas y trae una corona de flores en la cabeza y el crucifijo que lleva a todas partes. Y se le ve tan enamorada de Albert que la mira con la misma adoración.
Annie no sabe que sentir.
Ya les ha felicitado, les dio un regalo y como parte de las damas de honor, Annie se aseguró que cada detalle fuera perfecto para los novios. Y eso la está matando.
En un jardín lleno de gente, Annie se siente más sola que nunca, no es que le moleste estar sentada en la mesa de solteros, tampoco se siente ofendida. Desde que Archie y ella terminaron no ha sentido la necesidad de buscar otra pareja y tampoco ha puesto mucho de su parte, siempre supo que su relación con Archie no llegaría a ningún lado. Por mucho tiempo simplemente se conformó con ser la mejor amiga de Candy, su vida amorosa podía pasar a un segundo plano.
Pero siempre había temido que este día llegara. El día en que ella se casara e hiciera su vida creando una verdadera línea que les separara y ya nada volviera a ser lo mismo. El día en que ella se casara y la dejara sola. Nunca se lo dijo. Y no lo hizo porque ni ella misma aprueba ese sentimiento. Era un pensamiento monstruoso, lo sigue siendo, pero ahí está y probablemente se lo llevara a la tumba.
Desde hace tiempo se resignó en ser esa amiga para la rubia, tal vez no siempre ha sido la mejor, pero ha tratado, al menos ese papel nadie se lo va a quitar, de eso si está segura, porque si su amistad algún día termina , entonces si sería el fin de Annie.
Su corazón acabaría por romperse en pequeños pedazos y tiene miedo porque ha escuchado de algunos corazones que nunca sanaron y Annie sospecha que el suyo sería imposible de reparar.
Anne Britter prefiere engañarse a sí misma y resignarse a seguir esa amistad de años que durante mucho tiempo la mantuvo confundida.
Nunca nadie le podrá entender. Y mientras este es el día más feliz para Candy… Annie bien y podría romper en llanto.
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