HOLA BUENOS DÍAS A TODAS LAS HERMOSAS GUERRERAS DE ESTE LINDO FORO LES PRESENTO LA SEGUNDA PARTE DE MI FIC , ESPERO LES GUSTE .
Candy al llegar a la mansión opto por irse a dormir, estaba muy cansada de tantos días de insomnio, el sueño llegó pronto, entrada la noche, comenzó a escuchar a la lejanía los cascos de un caballo y el relinchar del mismo, sin más los ventanales de su balcón se abrieron por una ventisca de viento, se levantó como resorte para cerrarlos. Pero cual fue su sorpresa, que un jinete la observaba desde los jardines que daban a su balcón, la bruma lo envolvía, los rasgos de su cara no se podían ver porque la traía cubierta con una mascada hasta la nariz y su cabeza cubierta con un sombrero de ala ancha, vestía todo de negro, un frío helado recorrió su cuello hasta la espalda y sintió miedo, cerró las ventanas lo más rápido que pudo y corrió las cortinas , después de poco tiempo se volvió a asomar por un pequeño hueco entre los doseles el jinete ya no estaba, se había marchado y con él la bruma espesa que lo acompañaba. A la mañana siguiente alguien llamaba a su puerta.
–Adelante
Contestó adormilada.
-Candy que haces todavía en la cama, la tía abuela te espera en el comedor, vamos apúrate,
Le decía Dorothy, su fiel amiga de tantos años.
-¡La tía abuela! había olvidado que estaba aquí.
se paró de la cama como un rayo para comenzar con su arreglo.
-con eso que pase muy mala noche, Dorothy, conoces a alguien de los alrededores que tenga caballos aparte de los Leegan .
-No Candy, por aquí cerca no hay más nadie que los Ardlay y los Leegan.
- Y por las noches los peones hacen sus rondas,¿ verdad? Dorothy.
- Supongo que sí, que pasa Candy por que tantas preguntas.
- Es que anoche, había un jinete parado en los jardines, observaba muy fijamente mi balcón.
-Imposible, los hombres a caballo no entran hasta los jardines, son hombres a pie los que hacen rondas, tal vez estabas soñando.
-Pero estoy segura que estaba despierta.
Dorothy observa desconserteda a la chica, pero no le da mucha importancia y continua con su labor.
-Estas lista, no hagas esperar más a la señora Elroy.
Candy bajo a gran velocidad los escalones para entrar deprisa en el comedor, la mirada de Emilia Elroy se posó en la chica, solo movió la cabeza y una pequeña sonrisa asomo por sus labios. Candy no lo podía creer, la tía abuela sonriendo, esto si era una gran sorpresa.
-Buenos días tía abuela, Alberth, disculpen por la tardanza.
-Está bien Candice, pero que no se vuelva a repetir, recuerda los buenos modales y que es una falta de respeto la impuntualidad.
- Si, tía abuela.
-¿Cómo te fue ayer? princesa con Neil y Liz.
-¡De maravilla Alberth! nos pusimos al día con todo lo de embarazo de Liz, de todo lo que han hecho desde que llegaron, sabes son muy felices, derraman tanta miel que empalagan.
Lo dicho por Candy le causó gracia al rubio.
-Nunca me imaginé que Neil consiguiera sentar cabeza, ha madurado y lleva muy bien los negocios de los Leegan, ¡hasta papá va a ser! el tiempo ha puesto todo en su lugar, no cabe duda.
Terminado el desayuno Albert se retiró para continuar con sus actividades, la abuela Elroy junto con Candy, se retiraron a la salita de té.
-Candy aunque no lo creas te tengo cariño, quiero que seas feliz, que te cases y formes una familia, quiero verte el mayor tiempo sonriendo, alegre, no quiero verte triste, melancólica, retraída, quiero ver a esa chiquilla que llegó hace mucho tiempo a esta casa, alegre, revoltosa, que siempre expresaba su opinión aunque no se lo pidieran, que trepaba árboles que hizo reír a carcajadas a mis nietos.
- Tía, pero ya he crecido, he cambiado.
-Sí así es, pero la esencia del niño que tenemos dentro nunca nos abandona, hay que ser felices Candice, olvidarnos de todos nuestros rencores y tristezas, ser libres, para poder encontrar la felicidad.
-Sí, tía abuela.
-Te pareces tanto a mi querida Rosemary, era muy parecida a ti, en el físico, en la actitud, su manera de ser, pero hubo algo que nubló su futuro y la comenzó a consumir poco a poco, su enfermedad que la llevo a la muerte.
una lagrima surcó la mejilla de la anciana, Candy corrió y la abrazo fuertemente, la besó en la mejilla.
- Gracias hija, por eso mismo quiero que seas feliz, quiero nietos pronto, niños que corran por todos lados, que me hagan feliz mis últimos años de vida.
Candy se sorprendió con las palabras de la señora Elroy.
-Ay tía eso va a estar difícil, no hay hombre por aquí cerca que se interese en mí.
-Te equivocas.
-¿Qué? ¿De qué habla tía?
-Dentro de tres días, vendrá a visitarte un joven que quiere cortejarte, tiene mi autorización y la de William para que se conozcan y establezcan pronto una fecha de matrimonio, que no sea mayor a un mes.
-Pero que dices tía, eso no es posible, Alberth no podría hacerme esto, dices quererme y me estas imponiendo un matrimonio que no quiero, no quiero casarme nunca, no me hagas esto, por favor.
-Es por tu bien, entiende quiero verte feliz y de esta manera lo serás, solo confía en mí, por una vez, confía en mí, Candice ¿lo harás? La chica lo dudo, pero al ver la mirada de Emilia, esa que nunca había visto en ella, una llena de ternura, de amor, como la de una madre, la dobló por completo.
Con lágrimas en los ojos Candy le tomo la mano, le contestó:
-Lo hago en contra de mi voluntad, pero te daré gusto, solo quiero confiar en ti.
-Gracias hija, veras que no te arrepentirás, solo quiero verte feliz.
Se fundieron en un largo abrazo. La tía abuela ya estaba al tanto de todo lo que pasaba en la vida de la rubia y fue muy bien informada de todo lo acontecido últimamente.
CONTINUARA.....
ESPERO QUE LA LECTURA HAYA SIDO DE SU AGRADO.
P.D.
ESTO NO HUBIERA SIDO POSIBLE SIN TI MI QUERIDA ODET.
MI ETERNO AGRADECIMIENTO TERRY GIRLS POR SU APOYO.
MUCHAS GRACIAS.
SEGUIMOS EN LA LUCHA TERRY GIRLS
Última edición por Inez Ruiz el Mar Feb 25, 2020 1:55 pm, editado 3 veces