Reto cumplido.Buenos días para ustedes.
Vengo a dejar mi reto, Espero que sea de su agrado
ENTRE LAS OLAS DEL MAR
Nací y crecí en el seno de una familia humilde, mis padres se casaron jóvenes los dos de condiciones pobres y al no tener dinero ni trabajo para pagar la renta en la ciudad, se ofrecieron de ayudantes en una minera que exploraba yeso y sal. en el acampamento mi madre ayudaba a la cocinera y mi padre en la mina. No pagarían renta y estarían lejos de la gran ciudad, pero estarían cerca del mar. Tiempo después cuando la condición mejoró llegué yo y allí nací, entre las olas del mar me crie.
Fui creciendo entre los malecones, playas solitarias, arena blanca, arrecifes llenos de corales y las olas del mar nos hicimos amigos inseparables día de noche una solitaria luna acompañada de constelaciones luminosas, en un cielo azul como la noche se reflejaban entre las aguas del mar, se escuchaba el sonido de las olas embravecidas que golpeaban con fuerza entre los acantilados.
Dia a día nos hicimos cómplices, esperaba el atardecer para sentarme frente al mar y verlo caer, así como mi cuerpo era bañado por arena blanca las fuertes ondas del mar y el vaivén de las olas a que calmaban mi alma.
Los años fueron pasando y la familia fue creciendo como yo.
Un día cuando mis padres, se dieron cuenta que tenía que ir a la escuela, tuve que abandonar el acampamento y mudarnos al pueblo más cercano. Mi madre, hermanos y yo. Papá se quedó en el acampamento y nos visitaba los sábados por la noche y se regresaba los domingos por la tarde. Fue pasando el tiempo y me convertí en una adolescente, ambiciosa por aprender y sacar a mi familia adelante. Yo quise ir a la ciudad para estudiar y darle una mejor viva a mis padres y hermanos, pero como toda recién llegada a la ciudad no tuve oportunidad de trabajo, solo a estudiar, qué para mí era un lujo, no me los podía costear yo sola y tuve que sacar fuerzas y darme valor para buscar trabajo de lo que sea.
Así como las olas del mar golpean entre los acantilados a si es la vida que golpea al pobre por no tener recursos para poder subsistir en la jungla llamada ciudad.
Hoy parada bajo el malecón bañada por la brisa que refresca mi rostro. Nos volvemos a encontrar, tú que me enseñaste a ser fuerte a romper todo tipos de barreras, mar embravecido que vas quebrando cadenas sin medir resistencia.
Yo que aprendo de ti cada día que pasa, que me encuentro bañada entre las olas del mar.
Nací y crecí en el seno de una familia humilde, mis padres se casaron jóvenes los dos de condiciones pobres y al no tener dinero ni trabajo para pagar la renta en la ciudad, se ofrecieron de ayudantes en una minera que exploraba yeso y sal. en el acampamento mi madre ayudaba a la cocinera y mi padre en la mina. No pagarían renta y estarían lejos de la gran ciudad, pero estarían cerca del mar. Tiempo después cuando la condición mejoró llegué yo y allí nací, entre las olas del mar me crie.
Fui creciendo entre los malecones, playas solitarias, arena blanca, arrecifes llenos de corales y las olas del mar nos hicimos amigos inseparables día de noche una solitaria luna acompañada de constelaciones luminosas, en un cielo azul como la noche se reflejaban entre las aguas del mar, se escuchaba el sonido de las olas embravecidas que golpeaban con fuerza entre los acantilados.
Dia a día nos hicimos cómplices, esperaba el atardecer para sentarme frente al mar y verlo caer, así como mi cuerpo era bañado por arena blanca las fuertes ondas del mar y el vaivén de las olas a que calmaban mi alma.
Los años fueron pasando y la familia fue creciendo como yo.
Un día cuando mis padres, se dieron cuenta que tenía que ir a la escuela, tuve que abandonar el acampamento y mudarnos al pueblo más cercano. Mi madre, hermanos y yo. Papá se quedó en el acampamento y nos visitaba los sábados por la noche y se regresaba los domingos por la tarde. Fue pasando el tiempo y me convertí en una adolescente, ambiciosa por aprender y sacar a mi familia adelante. Yo quise ir a la ciudad para estudiar y darle una mejor viva a mis padres y hermanos, pero como toda recién llegada a la ciudad no tuve oportunidad de trabajo, solo a estudiar, qué para mí era un lujo, no me los podía costear yo sola y tuve que sacar fuerzas y darme valor para buscar trabajo de lo que sea.
Así como las olas del mar golpean entre los acantilados a si es la vida que golpea al pobre por no tener recursos para poder subsistir en la jungla llamada ciudad.
Hoy parada bajo el malecón bañada por la brisa que refresca mi rostro. Nos volvemos a encontrar, tú que me enseñaste a ser fuerte a romper todo tipos de barreras, mar embravecido que vas quebrando cadenas sin medir resistencia.
Yo que aprendo de ti cada día que pasa, que me encuentro bañada entre las olas del mar.