"TE DISTE CUENTA"
By Cherry
El caballero camina con paso decidido rumbo a las oficinas Ardley, las personas que se encuentran en medio de su camino ignoran por completo el tormento interior que tiene George Johnson tras haber presenciado la terrible escena en el restaurante del "Hotel Royal"
Él, simplemente había llegado para que el señor Greg Hammes firmara los papeles que le había entregado su jefe, el señor William Ardley -padre- para hacer oficiales las negociaciones entre ambos. George percibió que ese hombre estaba muy feliz para tratarse solo de negocios... y la verdad es que había otra razón.
- ¡Ya lo creo que sí, señor Johnson! este día es de doble celebración, la mujer que me ha robado el corazón, ha aceptado en casarse conmigo
- Siendo así... mi más sincera enhorabuena señor Hammes, que sea un matrimonio muy dichoso
- Ya lo creo que sí... incluso, me gustaría que la conozca... estoy tan feliz, que deseo que todo Chicago se entere que estoy enamorado y quién es la dueña de mi corazón
- Pues, sin duda alguna, será un buen motivo para asistir a la gala de este sábado en la residencia de los Ardley
- Oh, quizás no hará falta esperar tanto, mire por donde... ahí viene
George dirige su mirada en la dirección que observa el señor Hammes, un dama vestida de color turquesa y cabellos castaños, camina muy sonriente en dirección de ellos. En un principio sonrío al ver a tan hermoso ángel... pero su gesto cambió con la misma rapidez cuando Greg se levanta y la recibe dándole un beso en su mano
- Señor Johnson, permítame presentarle a mi prometida, Rachel Sinclair, futura señora Hammes
Reuniendo todo el autocontrol que pudo, George se pone en pie y hace un ligera inclinación de cabeza como saludo
- Un placer conocerla señorita
- Eh... el gusto es mío señor
Y sin inmutarse, la mujer recibe las atenciones de su prometido que le pide que se siente... viendo innecesario permanecer más tiempo en ese lugar, George decide marcharse.
Tras seis meses de estar trabajando bajo las órdenes del señor William, George, se había ganado la completa confianza de él, quién se complacía en confesarle sus secretos en el ámbito de los negocios. Además, después de haber recibido la grandiosa noticia que sería padre nuevamente, necesitaba a alguien de mucha confianza para que vigile los contratos y poder pasar tiempo con su mujer.
Ese día, George recibió una nota. Leyó su contenido y sacó del bolsillo de su chaleco un reloj y observó la hora, le quedaban veinte minutos antes de las tres... el tiempo justo para acudir al punto donde era citado.
Puede que ni él mismo entienda la verdadera razón que lo impulsó a acudir a esa cita... pero lo había hecho... y puede que muchos años después siga sin saber. Pero ahí estaba, a la espera que llegará la dama. Revisa la hora en su reloj, entonces se percata que las agujas están paradas... no sabe cuánto tiempo llevaba marcando las 14:40h
- Estás aquí... pensé que no lo harías
La voz femenina se escuchó a su espalda, la reconoció desde el primer instante
- Me dí cuenta que elegiste el día y los detalles del entuerto, no sé cuánto tiempo perdiste urdiendo aquella cita con la que pretendiste ser una dama triste y afligida y yo el príncipe que te rescataba
- George...
Suspira la mujer... las palabras que ha dicho suenan feo, pero son ciertas
- Tienes razón... ¿Para qué negarlo? Cuando te conocí pensé que eras un hombre adinerado... no cualquier entra en el restaurante del Hotel Royal, tiene una mesa reservada y disfruta de los exquisitos manjares mientras hace negocios...
George frunce el ceño del disgusto... una cosa es que él haya atado cabos, pero otra muy distinta es que ella se quite la máscara y muestre cuán fría y perversa es
- ... pero quiero que entiendas que soy una mujer... que no tiene familia, y tengo que cuidar de mí misma... buscar lo mejor, y por los sentimiento que tienes hacia mí, consideré que merecias una explicación
- Siempre has tenido el lazo preparado para usarlo con cualquier hombre, actuar con las formas y palabras apropiadas... simplemente debo admitir que eres hábil y lista muy lista; aunque alguna vez como ahora te despistas. Yo nunca he estado enamorado de ti...
Mintió... quería hacerlo, sentía que era lo que debía hacer.
- ... es cierto que eres guapa y que eres mayor, te han entrado las prisas porque se te pasa el arroz, pero por mí no te preocupes, ya encontraste quién te puede hacer feliz
Rachel, al escuchar eso un fuego interno se enciende... su orgullo de mujer herido... ¿Cómo puede ese hombre expresarse así? ¿Llamarle vieja?
- Pero ¿Quién te has creído para decirme eso? ¡Yo soy lo más hermoso que puedes encontrar en tu vida! Nunca encontrarás una mujer como yo, que te bese como yo, te cuide y te ame tanto ¡Nunca! ¡Nunca te podrás olvidar de mí! Pero soy demasiado mujer para estás contigo
- Sí claro, y no te diste cuenta que por cuatro meses te falló el olfato, mostrándote una experta en el arte del teatro... como si nunca nunca me fuese a enterar que tus besos saben a cartón, y tus manos acarician cual escarcha... la verdad, me compadezco al señor Hammes, pues aún está cautivado por tu teatro.
- Hahaha... no me hagas reír ¿Crees que te diste cuenta? ¡Tú no sabes nada! Simplemente fui generosa contigo todo este tiempo, si creías que sentía algo por ti, estabas muy equivocado
- La verdad es que nada tengo que puedas robarme, por eso escapas como una cobarde. Te diste cuenta aunque un poco tarde que no era yo un tipo rentable
- Puede ser... cree lo que quieras... te había citado aquí para aclarar las cosas, porque eres un hombre noble... pero no quiero volver a verte en mi vida ¡Piérdete y no vuelvas más!
Le da una bofetada que reflejaba su verdadero disgusto, su verdadero dolor... George es demasiado bueno, pero él no le puede ofrecer todos esos lujos que ella quiere, y a preferido eso al verdadero amor. Sin atreverse a mirarle a los ojos, por las lágrimas contenidas, se gira para alejarse de ese lugar por el mismo camino que había llegado. Puede que no escuche las últimas palabras del caballero que salen de lo más profundo de su corazón.
- Nunca quise hacerte desgraciada, ni que sintieras pena por mi noble profesión, sé feliz con ese que has elegido como tú príncipe, mi amor no convive con el engaño y te he preferido verte con él que infeliz conmigo.
Suelta un suspiro largo y pesado, ha sido frío y despiadado, le ha dicho las cosas crueles, que reflejan las dagas de la verdad mientras se iba formando una máscara que refleja indiferencia que le perduraría por la eternidad; saca el reloj para ver la hora y descubre que esas agujas no se han movido, duda si darle cuerda pues ellas reflejan las ganas que tiene de dejar sus sentimientos igual de quietos en el tiempo mientras observan el ocaso de su gran amor.
Última edición por Cherry Cheddar el Jue Abr 30, 2020 7:29 pm, editado 1 vez