Voy con mi vela encendida en mano... veo a varias chicas que observan el interior del cementerio sujetas desde las barras del portal
-Yo... yo... yo no puedo... no puedo ¡tengo miedo!
-Tienes razón... vámonos
-Aaayyy qué miedosa sois, si ahí adentro no pasa nada
Les digo toda jocosa, pero con eso sólo logro que den un salto y medio infarto
-No... no... nosotras no nos movemos...
Pobres, las veo palitas y tiritando
-Quedandose ahí de pie no hacen nada... y si se van a sus casas, no quiere decir que vayan solas
-¡¿Q-qué?! ¡¿Qué dices Cherry?!
- Por supuesto... imaginad... os vais a casita, una ducha caliente, chocolate y luego a la cama... pensaréis que estáis solas, durmiendo la mar de bien... de presto te levantarás e irás al lavabo, cuando vuelvas tu habitación y te sientes sobre la cama... sentirás como alguien da los mismos pasos, al mismo ritmo, en el mismo lugar que tú los has dado, pero se supone que estas sentada sobre tu cama... luego te acostarás y te pondrás de espalda a la puerta porque deseas volver a ese éxtasis de sueño. Y volverás a sentir como alguien se sienta a tu lado y se acuesta... contines la respiración, apiñas los ojos y manos rogando que no se gire así como lo hiciste tú.
Las veo perder el color, hasta creo que han dejado de respirar... me aclaro la garganta y finalizo
-Pero tranquilas... sólo es una posibilidad
Y tan campante sigo el sendero que atraviesa el cementerio con mi vela encendida. A escasos metros me encuentro a otra participante que se ha quedado de piedra seguro por el graznido del cuervo que nos vigila con esos ojos rojos, o por el nuevo vecino del barrio, nos ha saludado. Cuando llegó hasta la tumba señalada me encuentro un cuerpo ahí tirado, por un instante me asustó, pensé que las estrellas se han rajado tanto el reto que hasta se han conseguido un cadáver, pero luego le oigo roncar así que acerco mi vela para verle el rostro y resulta que es la jefa Gezabel que se ha quedado frita
-¡Mirenla, si duerme como u bebé!