Esperando sea de su agrado, les dejamos con:
El viento sopla en mi cara al tiempo que alborota mi cabello. Mis ojos cerrados me permiten concentrarme mejor en los sonidos y olores de mi alrededor... aves, pasos, olor a hierba mojada, flores y risas, unas traviesas y libertas risas juveniles...
Abro mis ojos y veo la razón que me tiene en este recinto, este espacio, este tiempo... Las Rebeldes... Diez chicas que hoy están más sueltas, seguras, libres... Diez chicas que han vencido sus miedos y tabúes y empiezan a formar su propio camino y estilo... Sonrío.
Las veo interactuar entre ellas, y pienso que mi plan valió la pena, que aquél encierro en la celda de castigo fue el empujón que necesitaban para "soltarse el pelo" y descubrir sus virtudes y talentos, aquellos que les regalarán tantas alegrías como ellas quieran.
—¡Felícity, deja de soñar y únete a nosotras! —exclamó Pashca, mientras correteaba detrás de TG.
—¡Anda mujer que ya queremos levantarte la falda! Este juego es muy... fresco—. Reía abiertamente Didi intentando levantar el vuelo del vestido de Lolita.
Moví mi cabeza de un lado a otro, divirtiéndome con ellas... su alegría era contagiosa. Al mirar al otro lado, las artistas trabajan con más tranquilidad...
Astrid, Chianella, Maritza y Amethyst, departían alegremente intercambiando opiniones acerca de los diferentes colores y matices que deberían usar si pintaran la escena de las chicas corriendo.
Al costado contrario, tiradas sobre el césped, con libreta en mano, Lady Ardlay y Ella escribían, probablemente, una nueva historia...
Las miro en conjunto y no me cabe la menor duda de que cada una es genuina y con un estilo único y diferente... Lo que más deseo es que ellas, antes de que las clases terminen, salgan con la plena certeza de conocerse a sí mismas y sepan explotar su potencial.
Estamos a unos pasos de las vacaciones de verano. Saliendo del Colegio, cada una tomará su rumbo, pero segura estoy de que, cuando volvamos a reunirnos, todas tendrán muchas y nuevas experiencias que contar. Realmente deseo que volvamos a reunirnos y, por qué no, con nuevas integrantes.
—¡Felícity, ven! Queremos contarte algo.
Vuelvo mi mirada hacia la voz que me habla, es Lady Ardlay. ¿En qué momento detuvieron su juego y se sentaron todas en el pasto, formando un semi círculo? Moví mi cabeza mientras sonreía, estas chicas siempre me sorprenden. Caminé hacia ellas y me senté, cerrando el círculo.
—Muy bien, díganme, ¿qué es eso tan importante que quieren contarme? —pregunté.
–Pues, como ya sabes, hoy es nuestro último día en el Colegio —dijo Lolita—. Así que hemos programado una fiesta secreta...
Elevé una ceja, estas chicas, para romper reglas, se pintan solas.
—¿Y en dónde pretenden que se lleve a cabo? —indagué.
—¡¡¡En el establo!!! —respondieron todas, haciéndome sobresaltar y tragar grueso. Aunque me negara, su rostro lo decía todo, estaban decididas a hacerla.
—Muy bien, pues... que así sea... —dije con resignación y la adrenalina empezando a correr en mi sistema. Ellas vitorearon mi respuesta, yo sólo pensaba en que tendríamos una buena noche de despedida.
FIN DEL POV
Antes del encuentro en el establo, las chicas pensaron en lo que deberían llevar para celebrar el último día del colegio. No deberían faltar botanas y bebidas, y las tenían que conseguir rápidamente ya que faltaban pocas horas para la reunión.
Las monjas siempre guardaban licor en lugares donde era prohibida la entrada al alumnado. La cocina contaba con un estante con llave que solo la hermana Grey tenía. ¡Vaya tarea titánica era escabullirse y entrar a la habitación de la monja y “tomar prestada” la bendita llave! Mediante un pequeño sorteo, la elegida para hacerlo fue Chianella.
Ella no tenía la más mínima idea de cómo llegar a esa zona apartada y pensó en alguien que la podría ayudar, Terry Grandchester. Se dio a la tarea de buscarlo por diversas áreas, pero no pudo encontrarlo por más que buscó, pero en su lugar encontró a Candy, quien no dudó en ayudarla.
Como la rubia era súper hábil trepando árboles y usando la soga, cual Tarzán, fue fácil acceder al lugar deseado. Cuando por fin pudieron entrar al cuarto de la monja, tomaron la llave y se dirigieron a la cocina a sacar los elixires más ricos. Llevadas por la curiosidad, se les ocurrió probar los licores antes de sacarlos, y de paso sacaron muchas botanas, era el último día de clases que más daba, nadie las podía castigar por hacer ese pequeño préstamo de delicias.
Al fin llegó la noche y Chianella llegó muy feliz con una gran bolsa de bebidas y bocadillos; previamente había invitado a Candy a la celebración junto con sus amigos, los más allegados, todos estaban cordialmente invitados, pero de ahí en fuera, debía ser un secreto.
El resto de chicas festejó con alegría que todo estaba empezando bien y comenzaron a desempacar la gran bolsa con provisiones.
Mientras servían las botanas, algo llamó su atención, eran ruidos de pasos, aguzaron sus oídos y escucharon que alguien se acercaba… De inmediato, todas quedaron petrificadas y cada una pudo sentir cómo un sudor frío recorría sus espaldas.
Felícity se regañó internamente, “sabía que no era buena idea”, pensó. Lolita se levantó y dirigió una mirada hacia las demás, sabían que estaba tomando suficiente valor para abrir la puerta del establo, pues los pasos se acercaban hacia el lugar de fiesta.
Lentamente acercó su mano hasta la puerta, pero esta terminó siendo empujada, era Terrence Grandchester. El susto cedió, y más de un par de ojos se iluminaron e incluso algunas sonrisas pícaras mal disimuladas se hicieron presentes.
—¿Qué es todo esto? —preguntó él observando todos los bocadillos, bebidas y a las presentes, llevaba puesto su traje para cabalgar, lucía bastante atractivo en él y tenía un látigo en la mano derecha
Los siguientes minutos transcurrieron rápidamente. Didi utilizó sus habilidades comunicativas para convencer a Terry de que se quedara un par de horas en compañía de las chicas, se le explicó la verdadera intención de aquella pequeña reunión y él no tardó en aceptar.
Todas sabían que para entonces su corazón ya tenía dueña, pero ni eso pudo evitar que los impuros pensamientos de las presentes, comenzaran a salir a flote con las bebidas que se acababan rápidamente.
T.G. limpiaba sus gafas, hasta que se percató de que Terry yacía en el suelo, recostado y embriagado, ya que las muchachas se habían empeñado en hacerle beber. Pashca comenzó a acercarse hacia el cuerpo tumbado.
—¡Pashca! ¿Qué estás haciendo? —inquirió T.G.
—Nada —respondió ella, casi rozando con su prominente busto el rostro de Terry—. Solo quería su látigo, dijo tomando en una mano el objeto y volvió a sentarse mientras jugueteaba.
—Lo que pasa, es que tú quieres aprovechar el momento —la borrachosa voz de Lady Ardlay se dejó oír
—Pero no podemos culparla –dijo Ella, relamiéndose los labios.
—Mejor lo despertamos ya —Chianella se acercó hacia el joven que era el centro de atención y lo zarandeó hasta que él abrió los ojos, se incorporó y volvió a beber un poco del vino que le ofreció Astrid.
—Deberíamos jugar verdad o reto —propuso Amethyst—. ¿Qué opinan?
—Empecemos con un reto —dijo Marishka, quien tomó una botella vacía y la giró, mientras todos esperaban a ver la posición final del envase y así saber quién tendría que dar la primera orden.
Ninguno de los amigos de Candy, ni ella, sospechaban que Didi ya tenía todo calculado, incluso el mismo Terry lo sabía todo, pues le había revelado su plan para que él se quedara, pues su decisión, en un principio, fue salir de ahí como alma que lleva el diablo.
FLASHBACK
POV DIDI
—Terry, quédate por favor no te vayas—le dije llevándolo a un costado para que nadie nos escuchara—. Tengo un plan para que puedas besar a la dulce Candy.
—¡Estás loca, si piensas que esa es una razón para quedarme!
—Tú sabes que sí la es—La sorpresa se dibujaba en sus ojos. —¿Pensaste que no me daría cuenta? Noto cómo la miras y ¿sabes cómo lo sé? —Se quedó helado, nunca pensó que yo lo pudiera descubrir y lograra ver tan adentro de su ser, solo pudo negar con su cabeza.—Sencillo —le respondí—. Porque la miras con adoración, tus ojos brillan, y aunque quise… jamás me miraste así. –En su rostro se reflejó la incomodidad y hasta remordimiento.—Tranquilo Grandchester —me apresuré a decir—. Eso que pasó siempre será nuestro secreto, lo disfrutamos mientras duró. –Sonrió al ver cómo había picardía en mi tono. —Basta de charla y vamos a la acción.
—Me gusta cuando tu mente se pone creativa —dijo arqueando su ceja.
—Sabía que te interesaría —Procedí a explicarle mi plan, era simple y efectivo, contaba con que los amigos de Candy pensaran que él se pasaría de copas, así, si pasaba algo, lo atribuirían al estado de embriaguez y su orgullo estaría a salvo, en eso nos ayudamos entre todas: Pashca se acercó a él, haciendo como queriendo tomar su látigo, pero le dio la señal, y algo más, para el aliento, Chianella lo sacudió y Amethyst propuso el juego.
FIN FLASHBACK
POV DIDI
Sabíamos que Candy, no respondería a ninguna pregunta personal, así que haríamos que se decidiera por el reto; debíamos dejar que la botella girara unas cuantas veces para no levantar sospechas, y luego hacer que cayera en mí para poder retarla a ella, y para eso tendríamos la ayuda de Felícity y demás chicas, que planearían y ejecutarían la distracción mientras Terry, con su magistral manera de mover tan rápidamente sus manos como en sus “juegos”, acomodaría la botella para así ganar la partida.
Todo el plan se llevó a cabo a la perfección y en cuestión de minutos, mientras giraba la botella, di la señal y entonces Felícity empezó con el plan, y para ello fue necesario que gritara:
–¡¡¡Una cucaracha!!!
Todas las rebeldes fingieron espantarse, causando revuelo por el grito dado, mientras que los amigos de Candy trataban de calmar a sus amigas, aunque la Pecosa estaba tan tranquila como siempre.
Una vez que todo volvió a la normalidad, volvieron a concentrarse en el juego, la botella estaba colocada convenientemente, sellando el destino de Candy. Cuando le preguntaron verdad o reto, los colores subieron a sus mejillas, dando un pequeño vistazo, para la mayoría imperceptible, al hombre a quien le teníamos lealtad. Sus labios se curvaron en una sonrisa sensual, y entonces contestó:
— ¡RETO!
Sonreí para mis adentros.
—Muy bien, entonces te reto… hummm… ¡Ya sé! —dije, fingiendo inocencia como siempre.— Te reto a besar a Grandchester, pero no cualquier beso, debe durar treinta segundos.
Sus ojos se abrieron y su color se hizo aún más intenso.
—¡Beso, beso! —gritaron todas las rebeldes.
Terry se levantó de su sitio al ver que ella, por su timidez, no daba el primer paso.
—Tranquila pecosa, no muerdo —Tomó su rostro y juntó sus labios con los de ella.
Sus amigos quedaron con la boca abierta, sobre todo al ver que, en vez de separarse, los brazos de Candy tomaron posesión del cuello de Terry, y este a su vez bajó las suyas a las caderas de ella. Ante tal espectáculo empecé a gritar:
—¡Con lengua, con lengua! —Y me secundaron las rebeldes, de mis ojos brotaron lágrimas, eran de felicidad, por ellos…
FIN DEL POV.
Continuará...
Última edición por Felicity Grand el Vie Abr 30, 2021 11:40 pm, editado 2 veces