Le parecía que si estiraba la mano podría atrapar los rayos de sol ensortijados frente a él.
Si tan sólo pudiera... si se atreviera...
Ella ofreció llevarlo a un dia de campo en la colina de Pony y presentarle formalmente al "Padre árbol"
Caminar con ella nunca había sido tan lindo, aún bajo los implacables rayos de sol, pues su fresca presencia aromaban el aire a su alrededor y le hacían olvidar el cansancio y el calor.
Él tenía la esperanza, había visto las señales en los ojos verdes que adoraba pero tendría que ser paciente y esperar, esperar como siempre aunque su arrebatado corazón le pidiera lo contrario.