Cumpliendo Reto
Tras los meses transcurrido desde el caótico homicidio de su madre, suceso que lo obligó a él y a todos en el teatro, inclusive, al mismo establecimiento artístico, a sumirse en un periodo de duelo indefinido; pisaba por vez primera aquella imponente edificación que lo vio nacer como artista.
No había sido una decisión voluntaria empezar con las actividades laborales, siendo el primer y más importante—por no decir «permanente» e «incomodo»— papel el del ignorar que fue ese el escenario escogido para la perdida de dos grandes de la industria del entretenimiento; pero las necesidades que estaban sufriendo todos y el asedio de los hambrientos inversionista que clamaban que se le pagara, de una manera u otra, el dinero y los favores «facilitados» para que la obra que iban protagonizar horas antes de que el suceso aquel sucediera se pausara, los fue animando a integrarse.
Terrence era más que consciente de que todo aquello era demasiado prematuro para su cordura, así como también era consciente de que necesitaba de ciertas distracciones que lo alejaran de aquellos míticos pensamientos que no hacían mas que impulsarlo a resguardarse en el vicio que le ha costado tanto dejar, por lo que, después de dejar salir una sonora y pesada exhalación, entró al ya de por si cargado ambiente.
En definitiva, había sido una muy mala idea ir hasta allí pues los recuerdos de lo sucedido según bocas ajenas podían revivirlo como si hubiera presenciado todo lo sucedido aquel fatídico día, pues el corrió con la buena fortuna de no estar en aquel lugar cuando el malnacido de Hathaway se le dio por interpretar a Ahrimán.
Las burlas en formas de comentarios camuflados lo hacían sentir estúpido, burlado como si fuera parte de algún circo, y aquellas miradas que le dedicaban sus compañeros en el momento que lo vieron entrar no hicieron más que acrecentar su mal estar, por lo que ni siquiera les dedicó una mirada ni algún gesto de saludo, simplemente pasó de ellos y entró por la puerta que tenia su nombre colgado.
—No seas un payaso, Terrence—se recriminaba así mismo mientras veía su rostro a través del reflejo que le daba aquel espejo de mano, tras sentir el ya reconocido sentimiento que lo asaltó mientras se preparaba. — La ausencia de un ser querido es algo con lo que todos debemos aprender a lidiar de una manera u otra—continuaba con su perorata y otro recurrente recuerdo resonaba en sus oídos
«¿Quién podría imaginar que la veterana y envidiada actriz fuera una bruja?»
Escuchaba Terrence aquel femenino eco dentro de su cabeza que narraba lo repugnante que había sido en vida aquel angelical ser que le dio la vida, destapando con aquel recuerdo la suturada herida que aún no terminaba de cicatrizar.
—Si—decía el muchacho con cierto deje de ironía y con la mirada fija en su reflejo—, un payaso es lo que siempre has sido tú, Terrence Grandchester—empezaba a sentir el pesado maquillaje y utensilio que complementaba el perfil de esos artistas de circo, mientras, a través del espejo, seguía viéndo aquella imagen pulcra que no tenía rota el alma—, nacido de la recurrencia humana; eres como ese chiste que nadie quiere escuchar, pero obligan a terceros a estirar la mandíbula—aplaudía mentalmente a sus dos promiscuos progenitores que lo habían arrojado a aquella alborotada vida, volviendo a autocompadecerse como siempre.
A falta de una amistad que él considerase sincera, se le había hecho toda una costumbre hablar con la imagen que le regalaba el espejo, porque, según él, nadie mas que si mismo puede comprenderse…
Si, era pretensioso tener aquellos pensamientos que no hacían mas que inutilizar cualquier intento de amigarse con la vida, pero era que odiaba todo lo que representaba la misma, más cuando las personas intentan consolar a otras que están pasando por alguna pérdida; ¡Dios, le resultaba tan exasperante!
«Menos mal que esos dos ya no están por estos lugares—decía otra voz mientras se consolaba así misma—, de solo imaginar que una de nosotras hubiéramos sido parte de alguna de sus recetas me dan escalofríos»
«Deja de decir tonterías—decía la primera voz femenina—aunque…—bajando un poco la voz y acercándose un poco más a las demás integrantes para evitar que otros los escuchara—gracias al infierno que nos arrastrase a la lujuria…»
Y agregó algo mas que Terrence no pudo escuchar pues no estuvo lo suficientemente cerca para escuchar los sádicos comentarios que se hacia de su madre, bautizada por su mismo asesino como la «Reencarnación de Elizabeth Bathory».
Terrence, ante ese ultimo recuerdo no hizo mas que estrellar el dichoso espejo de mano con otras utilidades teatrales, ya que esas malditas mujeres que en ese entonces se estaban devorando a picotazo a su madre cuales cuervos, minutos antes, le estuvieron rindiendo saltas de palabras consoladoras ante su perdida.
—¿Todo bien? —preguntaba Randy, el nuevo asistente del directos de la obra que Terrence antagonizaría en esa temporada, quien estuvo recorriendo los pasillos avisándole a los actores que dentro de pocos empezarían los ensayos; por lo que al escuchar aquel característico ruido abrió la puerta para supervisar lo sucedido.
—Todo bien—dijo sin mirar al hombre a su espalda.
—Estamos próximo a empezar con el primer ensayo. Empezamos contigo—dijo consultando su tabla de anotaciones mientras ajustaba con la mano libre sus pequeños anteojos.
—En menos de un minuto me integro—agregó sin poner emoción alguna en su respuesta.
Randy, antes de cerrar la puerta y dejar al muchacho solo, miró a Terrence poco convencido de que pudiera estelarizar al gran personaje que se le ha dado sin siquiera haber participado en la audición que se realizó el mes pasado, para, al menos, evaluar cuan capaz era este tras una pequeña pausa en su carrera.
Terrence, por su parte, se volvió hacia la puerta; y haciendo unas cuantas repeticiones de ejercicios respiratorio, salió a dar lo mejor de si en aquel escenario, dejando la carga de su quebrada personalidad en aquel improvisado camerino que se le había facilitado hasta que le pudieran devolver el de antes.
FIN
____________________
Si desean leer lo sucedido con la madre de Terry y Robert Hathaway, ahi les he dejado el enlace...