Aquellos que no pueden entender cómo es que precisamente sea yo quién te puede hacer feliz, sienten pena por tu "situación". Creen que sufrirás por que yo no puedo cambiar, por que soy como soy; la chica buena no puede dar entrada en su corazón a un ser oscuro como creen que soy. Se conduelen que me quieras y disfrutes bailar conmigo hasta el amanecer, que las burbujas del champagne hagan fiesta en tu interior por que piensan que yo te obligo a degustarlo para nublar tu razón. Les preocupa cuando salimos al jardín para tomar el fresco y simules reír en mi compañía, que puedas mirar mis ojos y rodear mi cuello con tus brazos y besarme así como lo haces.
Aquellos que no pueden entender que seas tú la chica buena que me puede hacer feliz, sienten pena por que me haz "domado" por que me mueves a tu antojo como si fuera un títere en tus manos. Se conduelen por mi "situación". Creen que sufriré por que quieres cambiarme, por que no tengo redención, por que la ambición es más grande para mí y así me obligo a bailar toda la noche en tu compañía y que bebo para soportar tu candor. Les preocupa que me esté enamorado de ti por que ese sentimiento puede perderme, por que con un sólo beso puedas dominarme y yo poco a poco me desdibuje sujetándome a tu voluntad.
Y cuando lloras por que te das cuenta de la habladurías que carcomen lo que eres cuando estás conmigo, me siento tan herido por que eso te importe más que lo que yo te ofrezco con el corazón.
Porque ellos nos victimizan, sí... por que al final de cuentas ambos somos víctimas uno del otro.