La Fiesta Florida esta en sus últimos dias
La diversión continua con las aventuras de estos chicos en la nieve
CAPITULO IV
POV CANDY
No puedo creer que haya cedido tan pronto a sus avances, sabiendo sus intenciones, me permití soñar que podría ponerle un alto…,No tengo tanta fortaleza, ni soy de hierro.
Cielos ese hombre es capaz de derretir un tempano con su mirada ardiente y yo... Ilusa, creí que podría controlar mis emociones y ser indiferente -Basto verlo con esas indeseables para que comience a crecer el deseo de destriparlas y que alejen sus babosas manos de “mi Terry”
Un momento. ¡Dije “mi Terry”, Aggg ya estoy acabada! – No, lo mejor es mantenerme alejada, evitar estar a solas nuevamente. Si, eso hare.
Mañana seré la Candy consiente de siempre, lo de hoy ha sido producto de la bebida y las circunstancias, y que el cielo me ayude en mis propósitos.
La mañana amaneció radiante, si bien todos nos despernamos tarde luego de la trasnochada, Annie no pudo probar bocado en el desayuno, Stear y Archie con marcadas ojeras, Karen parecía Morticia por la palidez de su tez mientras se recargaba sobre un mullido sillón, mis hermanos no eran la excepción, el cansancio se notaba en sus rostros. Solo Terrence parecía perfecto como siempre, no es posible que alguien sea tan... tan apuesto y arrogante.
Se sentó a mi lado, como si nada me dio un beso en la mejilla y comenzó a desayunar. Intenté mostrarme lo más fría posible e ignorarlo, lo que cada vez es más difícil, su cercanía me afecta y el no pierde oportunidad de rozar mis manos o darme una mirada profunda que no hace más que encender mi interior. Para acabar con mis buenos propósitos Karen comienza a repartir las tareas para nuestra estadía en la cabaña
_ Archie y Annie ustedes se ocupan de que todo el equipo esté listo.
-Anthony y Bianca (su nueva amiguita italiana) están a cargo de nuestro transporte
-Stear y Patty los necesito en la organización de horarios y cálculos de la pista. No me mires así Candy, pero tu primo y su novia son más útiles en temas matemáticos que en algo sencillo como los comestibles.
-Tú y Terry se encargarán de los víveres, mientras Albert y yo vemos nos encargamos de los permisos para ausentarnos tres días. - Ahora que ya todos sabemos que hacer, nos vemos para la hora de almuerzo, lo ideal es salir a las 3 de la tarde y así aprovechar la luz del sol para llegar al refugio - Vamos, muevan sus traseros y dejen de quejarse.
-Caramba Karen, pareces un general, tan mandona, jajaja - Stear la embroma, primo le dice a Albert - Es mejor que no la contradigas o es capaz de condenarte a trabajos forzados –
-Y que lo digas, murmura mi hermano
-Dijiste algo Albert? - Karen lo mi mira con el entrecejo fruncido.
-Solo que eres como el ají. - Picante y sabrosa - Mi hermano le sonríe y guiña un ojo haciendo que mi amiga cambie su semblante a uno más amable
¿En qué momento este par ha comenzado a intimar? – este viaje sí que está lleno de sorpresas. Todos comienzan a moverse perezosamente.
-Y bien pequeña Pecosa, ¿nos vamos? - Tengo una lista de las provisiones que nuestra generala me facilitó y será mejor que nos apresuremos.
Extiende su brazo para ayudarme a levantar - Ignoro su gesto y lo hago por mis propios medios. Me mantengo en silencio durante el breve trayecto hacia el supermercado de la localidad, concentrando mi atención en la lista evitando así esas miradas ardientes que me lanza
-Te aprendiste la lección? O quieres que te ayude, porque soy diestro en muchas artes. – Su voz me aturde, como lo viene haciendo todo él desde anoche o ¿es desde siempre?
-Ehh – De que hablas Grandchester?
-De esto - Me quita el papel de las manos – Llevas casi 10 minutos leyendo, no puedo creer que una simple lista sea tan interesante, a no ser que quieras ingresar al departamento de A&B del hotel – Su sonrisa burlona me irrita y me calienta a la vez.
La llegada a la tienda, me salva de responder, prefiero seguir ignorándolo, tomo un carrito que empujo con demasiada energía para casi estrellarlo contra un grupo de adolescentes.
-¡Epa! - cuidado preciosura! – No vayas a lastimarte muñeca, una delicada dama requiere de sus galantes caballeros –Los muchachos no pierden tiempo con su coqueteo
- Ella tiene su caballero, no necesita de bufones, háganse a un lado. La imponente figura de Terry borra sus sonrisas mientras me toma del brazo para guiarme junto con el dichoso carrito por los pasillos del supermercado.
-Tendrías la amabilidad de soltarme? – Puedo caminar sola.
-¿Porque te soltaría? - Me gusta sentirte así, cerca de mi corazón, aspirar tu dulce aroma.
-Déjate de bromitas, y terminemos de una vez con esto -Son solo 3 días y esta lista parece para tres semanas – Logro quitarme de su agarre, sin embargo, mi cuerpo ansia volver a él. No es posible que me vea afectada de esta forma y mas cuando lo veo relamerse los labios luego de probar un pastelillo de crema.
-¡Mierda que es sexy el condenado!
Fueron dos horas interminables de compras y de ver como las mujeres enloquecen ante su presencia, este hombre levanta pasiones por donde va, provocando una creciente molestia en mi interior. No debo permitir su actitud me afecte, se lo picaflor que es y sin embargo cada vez me es más difícil aparentar indiferencia.
POV TERRY
Candy trata de poner mayor distancia, por momentos me frustra su gesto frio, más al recordar la pasión con que respondió mi beso, mis esperanzas se mantienen.
Llegamos a media tarde al refugio, bastante acogedor y con una vista increíble de las montañas.
La generala Karen deja en manos de las chicas la acomodación de víveres y las habitaciones, dos grandes salas donde hay camas literas mullidas y abrigadas. Los demás salimos al área de entrenamiento con el equipo de Sky para ponemos a prueba.
-Esto es fantástico, el descenso no se ve tan complicado –Archie se siente eufórico.
-No te creas primo, fíjate en esa curva cerca a los árboles, ahí a la izquierda, es bastante cerrada - Anthony hace la observación
-Y un mal giro puede sacarte del circuito – Stear está analizando con los binoculares el trayecto
-Salgamos de dudas y hagamos el recorrido de prueba – a Karen no hay quien la detenga –
-¡Vamos chicos !! Aprovechemos aún la luz solar – Albert fue el primero ir cuesta abajo, seguido por una Karen que gritaba improperios por quedar atrás.
Al final de la tarde, nos reunimos con las chicas que han preparado un delicio estofado.
Observo de reojo a Candy quien me hace suspirar con ese traje térmico que se amolda a sus curvas. ¡Es perfecta para mí! Su estrecha cintura, su redondo trasero y esos dos adorables montículos que estoy seguro caben perfecto en mis manos, me están hipnotizando. Decido levantarme ante la presión en mi entrepierna y me acomodo en la ventana lateral observado esa maravillosa noche estrellada con la esperanza que el frio ayude a bajar la tensión de “mi amiguito”.
-Auchh!! - Candy acaba de tropezar con uno de los sky - Malditos aparatos – casi me dejan sin dedo gordo –
Me acerco silencioso y me arrodillo frente a ella intentando ver el daño que se hizo-
-Terry que intentas!!
-Siempre a la defensiva verdad? –Bueno, quería seducir tu pie y llenarlo de mimos, porque su dueña es lo más arisca que conozco - Mis manos comienzan a subir lentamente por su pierna, para luego descender en movimientos rítmicos. Su respiración se agita, sus labios se entreabren, necesito de todo mi autocontrol para no besarla nuevamente - Intenta apartarse
-Hasta cuando vas a seguir evitándome? – No crees que es una actitud infantil huir
-Yo no huyo Grandchester y menos de ti.
-Lo haces, evades estar a solas conmigo, tienes miedo de que se repita lo de anoche
-Lo de... anoche… No sé a qué te refieres ...Estaba muy tomada… no recuerdo…
-Deja que te refresque la memoria Tomo su rostro entre mis manos y la beso, la beso como si la vida se me fuera en ello, saboreando cada rincón, bebiendo de su miel. Ataco si cuartel, no dando opción a un contrataque, voy bajando sus defensas hasta que sus brazos me rodean y es la sensación más dulce que he sentido. Separo mis labios de los suyos y me incorporo sin soltarla, la apoyo contra la pared del pasillo, su mirada esta oscura por el deseo y no puedo contenerme, beso su blanco cuello, mordisqueando el lóbulo de su oreja disfrutando los pequeños gorgoteos de placer que salen de sus labios ante mis caricias cada vez mas atrevidas y es que esta mujer me hace perder la cordura
- Te .. Terry por favor… Detente… No podemos…
-No… estas segura? … Mi voz sale ronca por el deseo… Me gustas mucho Candy. Eres todo lo que anhelo… mi pequeña pecas.
El grito de ¡Guerra! – Lanzado por Annie – es el anuncio de una batalla de almohadas. Maldigo internamente a la metiche pelinegra que rompe el momento. Me empuja sin mucha delicadeza y va hacia el salón principal para unirse a la batalla
-Candy, que me has hecho? – Siento que no tengo suficiente de ti. Con ese pensamiento y su sabor en los labios me uno a los almohadazos.
El día es perfecto para el deporte. Luego de un desayuno ligero iniciamos el día de competencia de snowboard.
Es una sensación de libertad, deslizarse a gran velocidad te lleva al éxtasis, sientes el mundo a tus pies.
Las chicas quedan en la zona de práctica, Albert ha sido tajante can su hermana en no permitirle esquiar más allá de los límites de nuestra cabaña
-Pequeña, tus despistes pueden ponerte en peligro y también a mí al no saberte segura, mi concentración no estaría al 100% en la pista. - Eso basto y haciendo sus deliciosos pucheros aceptó quedarse en zona protegida.
La batalla fue dura, Archie realmente mostro gran destreza he hizo un excelente primer tiempo, Karen no se quedaba atrás y debo decir que prácticamente todos estábamos en buena forma.
La última noche festejamos con un barril de cerveza Marzen una de las mas populares en Austria, bocadillos de queso y embutidos de la región fueron el complemento perfecto, la temperatura está bajando ante la amenaza de tormenta, dentro del refugio es lo contrario, hasta la tranquila Patty está devorando a su “inventor” que feliz se dejaba toquetear.
Los hermanitos Ardlay estaban muy entretenidos en una discusión sobre cuál de los dos pudo haber superado al indiscutible ganador: Archie que ufano bebía directo de la copa de hojalata que convertimos en trofeo.
Busco a Candy que ha estado distante como de costumbre, la encuentro en la cocina de espaldas a mí, dándome una visión muy tentadora a la que no pude resistir.
La abrazo desde atrás, adoro sentir el cosquilleo que su melena rizada me hace en la barbilla, siento su vientre contraerse ante mi toque y mis labios se deslizan por su mejilla obligándola a ladear el rostro para así tener un mejor acceso a su cuello. Mi mano asciende hacia su pecho y me animo a masajearlo suavemente, a pesar de la ropa térmica, siento como sus pezones van endurando al mismo ritmo que mi polla va hinchando. No puedo evitar gemir cuando nuestros labios se unen en un demandante beso.
¡Cielos! – Podría estar así el resto de mi vida, fundido en un solo beso con mi dulce amor - Candy es tan ardiente y a la vez muestra una inocencia angelical que son mi perdición.
-Terryyy . Terry, hombre donde estas? - Tu celular no deja de sonar - Tony ingresa y me lanza el móvil a la vez que su mirada se detiene en el rostro enrojecido de su hermana. Me hace un gesto de advertencia y regresa con Bianca.
No reconozco el número, son tres llamadas perdidas y varios mensajes que ignoro impaciente por volver hacia los únicos brazos que anhelo
-No vas a contestar, puede ser importante
-No hay nada más importante que tu cariño – Me acerco para reanudar las caricias, mas Candy me evade.
-Terry, este juego se está volviendo peligroso y no deseo quemarme –
-No es un juego, por lo menos para mí. -Se lo que quiero y es a ti. Llevo años luchando contra este sentimiento, eres la hermana pequeña de mi mejor amigo, te he visto pasar de niña a mujer. Tratando de ignorar el llamado de mi corazón cada que te veía saliendo con algún imbécil, diciéndome que solo es mi afán protector, cuando en realidad muero de celos por cada hombre que se te acerca y pueda robarme tu amor.
-Candy, he intentado refugiarme en otros brazos, con la esperanza de olvidarte, para solo confirmar que es en los tuyos dónde soy plenamente feliz. La noche que te bese por vez primera te convertiste en mi mundo… Eres la mujer que ha robado mi corazón.
-Terry.. yo.. no se...
-No niegues tus sentimientos, yo lo hice, para solo torturarme – Siento tu cuerpo vibrar junto al mío, veo el deseo en tu mirada - Candy reconoce que no te soy indiferente. Me acerco a besar sus labios …
-Terry! - necesitamos tu ayuda – Archie y Stear se están sacando la infundía!!
-Vuelvo enseguida amor -Tus primos no dejan de ser inoportunos
Luego de calmar a los hermanos Cornwel, regreso a la pequeña cocina. Me sentía aliviado por haber puesto mi corazón en manos de Candy, sé que ella también tiene sentimientos hacia mi y me encargare de demostrarle cuan profundos son los míos.
El viento frio golpea mi rostro, y me detengo de golpe al ver la puerta semi abierta, mi celular junto al de Candy están en el suelo … El pánico se apodera de mi ser al notar que mi Pecas no esta y la tormenta ha estallado fuera…
CONTINUARA...