Hola!!! Espero que continúen disfrutando conmigo, esta pequeña historia que se me ocurrió, escrito con mucho amor y poniendo a trabajar las ideas en esta cabezota
NOTA: ESTA HISTORIA ES UN YAOI, CHICOXCHICO
"¿Equivocación?"
La música nuevamente inundaba el ambiente, Terry condujo a Anthony hasta donde se encontraban los shots restantes de tequila que antes había llevado su amiga. Le extendió uno a su ahora acompañante, y lo bebieron de un solo trago.
-Creí que ya no beberíamos más –dijo Anthony
-¿Por qué creíste algo tan tonto como eso? Es una fiesta, y cuando estoy en una, me gusta divertirme como es debido
-Y pensar que en la universidad te ves tan huraño mientras te paseas por los corredores
-¿Huraño? –Terry rio fuertemente- Veo que tengo demasiados apelativos, pero está bien, como te dije antes, estoy bastante acostumbrado a todo eso
-Entonces quizás solo necesitas un poco de alcohol para dejar relucir a ese Terry que tienes tan guardado
-No te confundas Tony –se acercó lo suficiente para rozar con su aliento los labios de Anthony, hábilmente metió una mano al bolsillo de su chaqueta y sacó la cajetilla de cigarrillos para tomar uno y se quedó observándolo mientras hacía un gesto que indicaba que lo encendiera
-Aquí tiene su majestad –le dijo el rubio acercándole el mechero y accionándolo para prenderlo
Terry dio una calada profunda, tomó por la barbilla a Anthony y se acercó a él, cuando estuvo lo suficientemente cerca, exhaló el contenido y Tony lo tomó para luego inclinar su cabeza a un lado y exhalar. El castaño relamió sus labios y se acercó a su oído para hablarle.
-Vamos a una habitación –ordenó y dio media vuelta, detrás suyo, Anthony seguía sus pasos para subir por las escaleras
Terry abrió una puerta, entró y esperó a que su acompañante también entrara para cerrar la puerta colocándole el seguro.
-¿Estás seguro? –cuestionó Tony
-Creí que tú querías esto –respondió Terry comenzando a desabrochar su camisa
-Sí, pero… no lo imaginé de esta forma
-Me estás diciendo que… ¿lo imaginaste? –soltó una carcajada y se quitó la prenda dejando al descubierto su torzo
-No es malo imaginar que ocurra algo así
-Y dime, ¿Cómo pensabas que sucedería?
-No lo sé Terry, solo… algo diferente
-Estamos en una fiesta, me has estado observando desde que llegué y estuvimos bebiendo bastante, ¿acaso esperabas que luego fuéramos a una cena romántica?
-¿Por qué no?
-No quiero jugar a ser tu novio
-Ni siquiera te lo he pedido… aun –dijo la última palabra casi en un susurro, pero este no pasó desapercibido para Terry
-No sé qué diablos se te habrá pasado por la cabeza, pero te dejaré todo claro, te gusto, me pareces atractivo y creo que podemos pasar un buen momento ahora mismo
Sin esperar siquiera una respuesta, Terrence se acercó a Anthony comenzó a besarlo desesperadamente, tomándolo con una mano por detrás de la nuca y con la otra por la cintura, tras unos segundos, se separó y lo empujó hacia la cama. Se sentó a horcajadas sobre él y con habilidad despojó de las prendas superiores a quien se encontraba bajo su dominio. Con húmedos besos recorrió su torso, comenzando por su cuello y bajando hasta su vientre, desabrochó el cinturón y el único botón que parecía rogar por salir de su sitio, una marcada erección se liberó de aquella presión que le imponían las prendas que aun tenía puestas, tan solo el bóxer aprisionaba su miembro.
-Espera Terry –pidió intentando escapar, pero fue en vano
-Vamos Tony, no me hagas esperar, ya hemos llegado hasta aquí –intentó bajarle los pantalones
-No, espera –volvió a pedir con más seriedad
-¿Qué ocurre? –cuestionó comenzando a sentirse fastidiado
-Has bebido demasiado, quiero saber si en verdad quieres esto
-¿Crees que soy una criatura que se está exponiendo al peligro? ¡Oh, por supuesto! Miren al peligroso Anthony, que me tiene a su merced, aprovechándose de mí, pobre de mí –decía con ironía- pero mira, quién está a merced de quien, y te atreves a preguntarme si soy yo quien está seguro de esto
-Tú no comprendes, esto no se trata de estar bajo el dominio del otro, eres muy distinto cuando estás alcoholizado
-¿Qué carajos dices? Apuesto a que tenías tanta curiosidad de descubrir al amargado de Terrence Grandchester, ¿creías que, bajo el disfraz de lobo, podrías encontrar un tierno cordero? Pues déjame decirte, que debajo de eso que has visto antes, esto que ves, este soy yo, ¿no te gusta?
-¿De verdad crees que este eres tú? Tan solo estás ebrio, pretendes mostrarte esquivo, ahora quieres comportarte como un tirano, estás siendo un patán
-Sí, sí, patán, egocéntrico, rebelde, altanero, ¿qué más?
-Solo quería conocerte ¡maldita sea! ¿Te crees un actor? ¿Por eso te gusta mostrar esas actitudes? ¿O es que lo haces para alejar a alguien?
-¿A quién se supone que quiero alejar?
-Quizás a mí
-No te creas tan importante, rubiecito
-¿Sabes qué es lo que pienso?
-No me interesa –Terry se levantó y levantó su camisa
-Pienso que también sentiste interés por mí, pero no quieres involucrarte, no quieres darte el tiempo de conocerme, porque te da miedo sentir algo más
-Te das demasiado crédito –comenzó a abrocharse la camisa
-Por supuesto que no, el crédito no es mío, tienes miedo a enamorarte porque tu romance con Archiebald fracasó
Aquellas palabras, habían dado de forma indiscriminada y directa, por fin, Anthony había pisado aquel terreno sensible. Terry se detuvo, sintió un escalofrió que lo recorrió por completo, volteó para mirar hacia la cama nuevamente.
-No sabes de lo que estás hablando –dijo con molestia sintiendo la tensión en su mandíbula
-¡Ah! Por fin acerté en algo que sí afecta al verdadero Terry que se esconde por ahí
-¡Cállate Brower!
-No puedo creer que vivas con esos miedos tan insulsos, supera ya a Archiebald de una vez
-Si no lo habría superado, no estaría aquí contigo
-Creo que solamente lo haces por pretender que estás bien y que su recuerdo ya no te afecta
-Eres un idiota, no sabes lo que dices
-Entonces pruébalo
Terry se abalanzó nuevamente contra Anthony y esta vez lo besó con furia, mordiendo su labio inferior y ocasionándole dolor, a pesar de las quejas, no se detuvo, por el contrario, deslizó su mano escabulléndolas por debajo de los pantalones de Tony, comenzando a acariciar con torpeza. El contacto que le daba, hizo despertar una vez más la excitación en aquel miembro que tenía en su mano. Le bajó el pantalón de un tirón y le obligó a girarse, volviendo a empujarlo una vez más sobre la cama, esta vez se posicionó sobre Anthony, que se hallaba boca abajo. Continuó proporcionándole caricias con una mano y con la otra comenzó a recorrer sus glúteos a la vez que rozaba su propia dureza contra ellos. Le besaba y mordisqueaba el cuello, los gemidos de Anthony lo excitaban más.
-Te voy a demostrar, que aquí, mando yo y solo yo –dijo Terry
-Detente Terrence –pidió sin convicción
Ni siquiera el clic de la puerta pudo prevenirlos, esta se abrió de golpe dejando ver a Stear que llevaba de la mano a Candy mientras reían, pero aquellas carcajadas se detuvieron al instante en que vieron a sus amigos de forma tan comprometedora.
-¡Mierda! –masculló Terry subiendo sus propios pantalones- ¿Acaso no saben tocar la puerta?
-Creí que la habías cerrado con seguro –se quejó Anthony
-Es mi habitación –dijo Stear- solo yo puedo cerrarla de verdad, tiene un mecanismo especial que diseñé
-Tú y tus inventos del demonio –se quejaba Terry, Candy comenzaba a reír estruendosamente una vez más- Deja de burlarte pecosa, de todas formas, ¿por qué la estabas trayendo a tu habitación?
-Porque quería mostrarle mi última creación –Stear señaló una lámpara con un diseño bastante peculiar que se encontraba sobre su mesa
-¿Y luego qué? ¿eh?
-Y luego nada Terry –respondió Candy recobrando la compostura- ¿piensas que querríamos acostarnos? ¿así como tú pretendías hacerlo con Anthony?
-Candy, no digas eso –dijo Stear sintiendo que sus mejillas se coloraban
Terry resopló con molestia y salió de la habitación, antes de que Anthony le siguiera el paso, se disculpó rápidamente con Stear.
-Lo lamento, no sé cómo llegamos a tu habitación, en verdad no ocurrió… demasiado, y lamento que nos hayan visto de esa forma, yo…
-No tienes por qué disculparte –le dijo Candy- yo creo que Terry fue quien te trajo aquí, después de todo, no sería la primera vez que viene a esta habitación
-Descuida Tony –dijo Stear ofreciéndole una sonrisa amigable
Anthony salio a paso acelerado buscando con la mirada, cuando localizó a Terrence, corrió tras él, que ya iba de salida dejando en el olvido su chaqueta de cuero, Tony la tomó rápidamente y corrió para alcanzarlo.
-¡Hey! Olvidaste tu chaqueta
Con una mirada de soslayo, le arrebató la prenda y se la puso.
-Al menos un gracias no estaría mal
-Yo no te pedí que me la trajeras
-¿Por qué te comportas así?
-Si no te gusta, lárgate
Aquellas palabras fueron lo último para hacer que Anthony se detuviera, se había pasado prácticamente toda la noche buscándolo, lo había observado desde su llegada, se les había acercado a él y a Candy, le había ofrecido un cigarrillo, lo siguió cuando fue hacia el jardín y también se dejó llevar cuando retornaron, ocurrió lo mismo para llegar hasta la habitación de Stear y finalmente para salir de la fiesta. Pero ya había aguantado bastantes malos tratos durante toda la noche, aunque al inicio era porque Terry lo evitaba, luego fue por los malos tratos que utilizaba con él, esa forma tan despectiva de hablarle. “Si no te gusta, lárgate” se repitió para sí mismo, por un instante se sintió apenado, algo le había hecho creer que ese muchacho sería diferente, que podría abrirse camino para conocerlo, pero parecía ser algo imposible, pues Terrence Grandchester, se había encargado de crear enormes murallas a su alrededor para con las personas que pretendieran tener algo más que una amistad con él. Y Anthony había creído erróneamente, que podría saltar esos muros tan altos, pues quizás, se había equivocado, quizás… de verdad debía largarse de ahí…
NOTA: ¿Qué opinan de este Terry? por el momento no hubo escena tan hot, será que llegará?
NOTA: ESTA HISTORIA ES UN YAOI, CHICOXCHICO
"¿Equivocación?"
La música nuevamente inundaba el ambiente, Terry condujo a Anthony hasta donde se encontraban los shots restantes de tequila que antes había llevado su amiga. Le extendió uno a su ahora acompañante, y lo bebieron de un solo trago.
-Creí que ya no beberíamos más –dijo Anthony
-¿Por qué creíste algo tan tonto como eso? Es una fiesta, y cuando estoy en una, me gusta divertirme como es debido
-Y pensar que en la universidad te ves tan huraño mientras te paseas por los corredores
-¿Huraño? –Terry rio fuertemente- Veo que tengo demasiados apelativos, pero está bien, como te dije antes, estoy bastante acostumbrado a todo eso
-Entonces quizás solo necesitas un poco de alcohol para dejar relucir a ese Terry que tienes tan guardado
-No te confundas Tony –se acercó lo suficiente para rozar con su aliento los labios de Anthony, hábilmente metió una mano al bolsillo de su chaqueta y sacó la cajetilla de cigarrillos para tomar uno y se quedó observándolo mientras hacía un gesto que indicaba que lo encendiera
-Aquí tiene su majestad –le dijo el rubio acercándole el mechero y accionándolo para prenderlo
Terry dio una calada profunda, tomó por la barbilla a Anthony y se acercó a él, cuando estuvo lo suficientemente cerca, exhaló el contenido y Tony lo tomó para luego inclinar su cabeza a un lado y exhalar. El castaño relamió sus labios y se acercó a su oído para hablarle.
-Vamos a una habitación –ordenó y dio media vuelta, detrás suyo, Anthony seguía sus pasos para subir por las escaleras
Terry abrió una puerta, entró y esperó a que su acompañante también entrara para cerrar la puerta colocándole el seguro.
-¿Estás seguro? –cuestionó Tony
-Creí que tú querías esto –respondió Terry comenzando a desabrochar su camisa
-Sí, pero… no lo imaginé de esta forma
-Me estás diciendo que… ¿lo imaginaste? –soltó una carcajada y se quitó la prenda dejando al descubierto su torzo
-No es malo imaginar que ocurra algo así
-Y dime, ¿Cómo pensabas que sucedería?
-No lo sé Terry, solo… algo diferente
-Estamos en una fiesta, me has estado observando desde que llegué y estuvimos bebiendo bastante, ¿acaso esperabas que luego fuéramos a una cena romántica?
-¿Por qué no?
-No quiero jugar a ser tu novio
-Ni siquiera te lo he pedido… aun –dijo la última palabra casi en un susurro, pero este no pasó desapercibido para Terry
-No sé qué diablos se te habrá pasado por la cabeza, pero te dejaré todo claro, te gusto, me pareces atractivo y creo que podemos pasar un buen momento ahora mismo
Sin esperar siquiera una respuesta, Terrence se acercó a Anthony comenzó a besarlo desesperadamente, tomándolo con una mano por detrás de la nuca y con la otra por la cintura, tras unos segundos, se separó y lo empujó hacia la cama. Se sentó a horcajadas sobre él y con habilidad despojó de las prendas superiores a quien se encontraba bajo su dominio. Con húmedos besos recorrió su torso, comenzando por su cuello y bajando hasta su vientre, desabrochó el cinturón y el único botón que parecía rogar por salir de su sitio, una marcada erección se liberó de aquella presión que le imponían las prendas que aun tenía puestas, tan solo el bóxer aprisionaba su miembro.
-Espera Terry –pidió intentando escapar, pero fue en vano
-Vamos Tony, no me hagas esperar, ya hemos llegado hasta aquí –intentó bajarle los pantalones
-No, espera –volvió a pedir con más seriedad
-¿Qué ocurre? –cuestionó comenzando a sentirse fastidiado
-Has bebido demasiado, quiero saber si en verdad quieres esto
-¿Crees que soy una criatura que se está exponiendo al peligro? ¡Oh, por supuesto! Miren al peligroso Anthony, que me tiene a su merced, aprovechándose de mí, pobre de mí –decía con ironía- pero mira, quién está a merced de quien, y te atreves a preguntarme si soy yo quien está seguro de esto
-Tú no comprendes, esto no se trata de estar bajo el dominio del otro, eres muy distinto cuando estás alcoholizado
-¿Qué carajos dices? Apuesto a que tenías tanta curiosidad de descubrir al amargado de Terrence Grandchester, ¿creías que, bajo el disfraz de lobo, podrías encontrar un tierno cordero? Pues déjame decirte, que debajo de eso que has visto antes, esto que ves, este soy yo, ¿no te gusta?
-¿De verdad crees que este eres tú? Tan solo estás ebrio, pretendes mostrarte esquivo, ahora quieres comportarte como un tirano, estás siendo un patán
-Sí, sí, patán, egocéntrico, rebelde, altanero, ¿qué más?
-Solo quería conocerte ¡maldita sea! ¿Te crees un actor? ¿Por eso te gusta mostrar esas actitudes? ¿O es que lo haces para alejar a alguien?
-¿A quién se supone que quiero alejar?
-Quizás a mí
-No te creas tan importante, rubiecito
-¿Sabes qué es lo que pienso?
-No me interesa –Terry se levantó y levantó su camisa
-Pienso que también sentiste interés por mí, pero no quieres involucrarte, no quieres darte el tiempo de conocerme, porque te da miedo sentir algo más
-Te das demasiado crédito –comenzó a abrocharse la camisa
-Por supuesto que no, el crédito no es mío, tienes miedo a enamorarte porque tu romance con Archiebald fracasó
Aquellas palabras, habían dado de forma indiscriminada y directa, por fin, Anthony había pisado aquel terreno sensible. Terry se detuvo, sintió un escalofrió que lo recorrió por completo, volteó para mirar hacia la cama nuevamente.
-No sabes de lo que estás hablando –dijo con molestia sintiendo la tensión en su mandíbula
-¡Ah! Por fin acerté en algo que sí afecta al verdadero Terry que se esconde por ahí
-¡Cállate Brower!
-No puedo creer que vivas con esos miedos tan insulsos, supera ya a Archiebald de una vez
-Si no lo habría superado, no estaría aquí contigo
-Creo que solamente lo haces por pretender que estás bien y que su recuerdo ya no te afecta
-Eres un idiota, no sabes lo que dices
-Entonces pruébalo
Terry se abalanzó nuevamente contra Anthony y esta vez lo besó con furia, mordiendo su labio inferior y ocasionándole dolor, a pesar de las quejas, no se detuvo, por el contrario, deslizó su mano escabulléndolas por debajo de los pantalones de Tony, comenzando a acariciar con torpeza. El contacto que le daba, hizo despertar una vez más la excitación en aquel miembro que tenía en su mano. Le bajó el pantalón de un tirón y le obligó a girarse, volviendo a empujarlo una vez más sobre la cama, esta vez se posicionó sobre Anthony, que se hallaba boca abajo. Continuó proporcionándole caricias con una mano y con la otra comenzó a recorrer sus glúteos a la vez que rozaba su propia dureza contra ellos. Le besaba y mordisqueaba el cuello, los gemidos de Anthony lo excitaban más.
-Te voy a demostrar, que aquí, mando yo y solo yo –dijo Terry
-Detente Terrence –pidió sin convicción
Ni siquiera el clic de la puerta pudo prevenirlos, esta se abrió de golpe dejando ver a Stear que llevaba de la mano a Candy mientras reían, pero aquellas carcajadas se detuvieron al instante en que vieron a sus amigos de forma tan comprometedora.
-¡Mierda! –masculló Terry subiendo sus propios pantalones- ¿Acaso no saben tocar la puerta?
-Creí que la habías cerrado con seguro –se quejó Anthony
-Es mi habitación –dijo Stear- solo yo puedo cerrarla de verdad, tiene un mecanismo especial que diseñé
-Tú y tus inventos del demonio –se quejaba Terry, Candy comenzaba a reír estruendosamente una vez más- Deja de burlarte pecosa, de todas formas, ¿por qué la estabas trayendo a tu habitación?
-Porque quería mostrarle mi última creación –Stear señaló una lámpara con un diseño bastante peculiar que se encontraba sobre su mesa
-¿Y luego qué? ¿eh?
-Y luego nada Terry –respondió Candy recobrando la compostura- ¿piensas que querríamos acostarnos? ¿así como tú pretendías hacerlo con Anthony?
-Candy, no digas eso –dijo Stear sintiendo que sus mejillas se coloraban
Terry resopló con molestia y salió de la habitación, antes de que Anthony le siguiera el paso, se disculpó rápidamente con Stear.
-Lo lamento, no sé cómo llegamos a tu habitación, en verdad no ocurrió… demasiado, y lamento que nos hayan visto de esa forma, yo…
-No tienes por qué disculparte –le dijo Candy- yo creo que Terry fue quien te trajo aquí, después de todo, no sería la primera vez que viene a esta habitación
-Descuida Tony –dijo Stear ofreciéndole una sonrisa amigable
Anthony salio a paso acelerado buscando con la mirada, cuando localizó a Terrence, corrió tras él, que ya iba de salida dejando en el olvido su chaqueta de cuero, Tony la tomó rápidamente y corrió para alcanzarlo.
-¡Hey! Olvidaste tu chaqueta
Con una mirada de soslayo, le arrebató la prenda y se la puso.
-Al menos un gracias no estaría mal
-Yo no te pedí que me la trajeras
-¿Por qué te comportas así?
-Si no te gusta, lárgate
Aquellas palabras fueron lo último para hacer que Anthony se detuviera, se había pasado prácticamente toda la noche buscándolo, lo había observado desde su llegada, se les había acercado a él y a Candy, le había ofrecido un cigarrillo, lo siguió cuando fue hacia el jardín y también se dejó llevar cuando retornaron, ocurrió lo mismo para llegar hasta la habitación de Stear y finalmente para salir de la fiesta. Pero ya había aguantado bastantes malos tratos durante toda la noche, aunque al inicio era porque Terry lo evitaba, luego fue por los malos tratos que utilizaba con él, esa forma tan despectiva de hablarle. “Si no te gusta, lárgate” se repitió para sí mismo, por un instante se sintió apenado, algo le había hecho creer que ese muchacho sería diferente, que podría abrirse camino para conocerlo, pero parecía ser algo imposible, pues Terrence Grandchester, se había encargado de crear enormes murallas a su alrededor para con las personas que pretendieran tener algo más que una amistad con él. Y Anthony había creído erróneamente, que podría saltar esos muros tan altos, pues quizás, se había equivocado, quizás… de verdad debía largarse de ahí…
NOTA: ¿Qué opinan de este Terry? por el momento no hubo escena tan hot, será que llegará?