Candy con sus rizos dorados resplandece,
Terry, con ojos azules, la mira y enloquece.
En el prado de sueños y aromas suaves,
bailan al compás de sus corazones graves.
Entre risas y miradas, el tiempo se detiene,
sus almas se funden, el amor prevalece.
Narcisos testigos de un amor sincero,
en su fragancia guardan el secreto verdadero.
Candy y Terry, como Romeo y Julieta,
en un jardín de pasión, su historia se completa.
Bajo el cielo azul y el sol radiante,
se juran amor eterno, sin dejar un instante.
Entre narcisos, florece su romance,