Sin más rollos, dejo actualización de esta locura que aún no sé a ciencia cierta a dónde me va a llevar.
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Capítulo 4
Hace mucho tiempo que no doy una vuelta por ahí
Oh, déjame regresar
déjame regresar a mi origen
Capítulo 5
Presente
Febrero 1981
Dallas Texas
Dos meses antes de “La Crisis”
El grupo estaba reunido en un salón en el lujoso hotel en dónde aún estaban hospedados. Todos estaban sentados en unos cómodos sillones, Charlie había abandonado el grupo y Elisa no había querido viajar hasta encontrar su reemplazo, ella y Tony habían traído a algunos bateristas de emergencia para suplirlo y estaban en plena audición. Anthony revisaba cuestiones legales de las próximas presentaciones, la más cercana sería en escasos cuatro días en Philadelphia, Elisa estaba sentada junto a él, cada que podía lanzaba miradas de muerte a Terry, estaba furiosa con él, quizás terminando esta gira tendrían que tomar un largo descanso, llevaban casi 4 años en la vorágine de la fama y giras mundiales, Terry estaba incontrolable, los Cornwell estaban agotados, no tenían baterista y ella sentía una enorme presión sobre sus hombros, sentía que caminaba sobre arena movediza y en cualquier instante todo el esfuerzo conjunto desaparecería bajo el carísimo costo de la fama y del descontrol de su vocalista.
Los hermanos Cornwell descansaban un poco, comían papas fritas con refrescos helados después de intentar acoplarse a los dos bateristas anteriores sin éxito, Terry ni siquiera se esforzó en unirse a la mentada audición, aunque sabía que todo este problema era por su culpa no tenía energía ni para disculparse ni para unirse a los patéticos intentos de unos músicos de estudio sin alma que querían ser parte de los dioses del rock, los Numbed Crows.
El último baterista citado ese día, tenía 5 minutos de atraso, lo cual tenía a Elisa nerviosa y del peor humor posible. Cuando casi dan por terminada la sesión de audición, la puerta del salón se abrió haciendo que todos incluyendo al indiferente vocalista voltearan a ver. Los Cornwell casi se ahogan con sus papas, Elisa sonrió complacida, Anthony ni se molestó en levantar la vista, aún tenía mucho por revisar y Terry observó sorprendido y casi divertido “¡¿Qué carajos!??? Esta audición será muy interesante" pensó para sí mismo esbozando una sonrisa apenas perceptible.
Una pequeña y joven rubia como de 1.50 metros de estatura, vestida como esas chicas punk que deambulaban en los clubes nocturnos de Londres: falda escocesa diminuta que apenas cubría su redondo y bien formado trasero, medias negras caladas que adornaban unas piernas bien formadas, convers de bota negros, una camiseta de The Ramones y una chamarra de cuero llena de estoperoles; entraba con paso decidido y cadencioso. Su cabello largo, rizado y rubio se movía en sincronía con su caminar, sus labios estaban pintados de rojo intenso y sus ojos verdes y vivaces estaban maquillados con un grueso delineador negro. Ella sonrió brevemente y se dirigió a su selecto público.
—Hola, soy Candy White, disculpen por la demora pero me perdí porque tuve que ir antes al baño— volvió a sonreír y los hermanos Cornwell volvieron a babear.
—Elisa— interrumpió Terry — ¿qué hace aquí Pitufina con pecas? Y lo más importante ¿porqué va a sentarse en la batería de Charlie? Quizás necesite un banco especial para niño, sus pequeñas piernas quedarán colgando en ese banco de adulto— espetó sardónico.
—Si el “niño bonito” ya acabó de juzgarme sin haberme escuchado, ¿será posible que pueda empezar mi audición?
Ella le contestó incisiva acomodando la altura del banco de la batería y acercando y alejando el bombo, los toms y los platos, sólo se escucharon las risitas ahogadas de los Cornwell, Terry volvió a sonreír, estaba genuinamente entretenido, nadie en su sano juicio se hubiera atrevido a contestarle con esa desfachatez.
La pequeña rubia una vez que terminó de acomodarse, tomó las baquetas y chocando una contra otra contó ocho tiempos, y ella empezó a tocar con una poderosa energía un solo de batería fuerte con un conocido compás de introducción rápido y enérgico utilizando golpes en el bombo, la caja y los platillos…era la canción de “Rock and Roll” de Led Zeppelin.
Los Cornwell y Terry se levantaron inmediatamente de sus lugares absolutamente asombrados, esa niñita punk al frente de una batería se transformaba en una experimentada ejecutante perdida en un inquietante y sexy éxtasis, su rubia y rizada cabellera se movía libre al ritmo de los golpes que daba a la batería con las baquetas.
Ellos se acercaron al improvisado escenario y tomaron rápidamente sus instrumentos, la guitarra Gibson de Archie entró con aquel riff robusto y pegajoso acompañado por el bajo Fender Jazz de Stear. Terry se unió con su voz rasposa y enérgica, acompañando con su guitarra Stratocaster a la guitarra principal de Archie, haciendo una maravillosa versión de aquella canción icónica.
Elisa vio con beneplácito que retornaba al grupo algo del espíritu vibrante de sus inicios y Anthony hizo a un lado sus documentos para disfrutar el espectáculo.
Cuando terminaron la canción, todos los presentes estaban evidentemente complacidos.
—Mira Elisa, el espíritu del difunto John Bonham (baterista fallecido de Led Zeppelin) poseyó el cuerpo de Pitufina y ahora toca la batería a través de ella.
Terry se acercó a la batería para fastidiar a Candy, ella se levantó de su banco, caminó hacia él sin atisbo de miedo o timidez y parándose frente a él con clara actitud combativa lo miró directamente a los ojos, claro, tuvo que mirar hacia arriba por el pequeño detalle de que Terry le llevaba casi 35 centímetros de altura.
—Lo que tienes de guapo lo tienes de asno, deja de joderme niño bonito.
Este comentario hizo que los Cornwell estallaran en sonoras carcajadas, haciendo reír también a Terry.
—Elisa, espero que contrates de inmediato a la señorita Pitufina con pecas, no creo que encuentres a nadie más con semejante talento. Y señorita Pitufina, algún día me rogarás que te “joda” duro y fuerte.
Candy no podía creer que ese idiota le hubiera dicho semejante cosa, estaba a punto de contestar con una retahíla de palabrotas cuando fue interrumpida por Elisa.
—Ya oíste al asno, White, quedas contratada, Anthony se encargará de darte tu contrato y explicarte los términos y White, una cosa más —Elisa aclaró muy seria mirándola directamente a los ojos— aléjate de la cama y del pito de Graham.
Terry salió del salón sin despedirse, no estaba de ánimo para ser regañado como niño de secundaria.
—¿Y porqué solo la adviertes de él? Nosotros también podríamos ser peligrosos, muy peligrosos— reclamó Archie abrazando por los hombros a un distraído Stear.
—Queridos hermanos Cornwell, ustedes solo son accesorios del dios Graham— se burló Elisa
—¡Oye!!! ¡Eso me ofende!
—¿Y cuando les pago también se ofenden?
—Solo alivia un poco el dolor.
Candy estaba nerviosa y feliz, hacía un mes y medio se había quedado sin trabajo, su antiguo grupo “The Beauty and the Beat” se había separado porque la cantante principal, su traidora ex-amiga, Annie Brighter, consiguió un buen contrato como solista dejando a las demás integrantes botadas, ellas se presentaban de forma regular en el club nocturno “Whisky a gogo” en San Francisco, lugar en dónde Elisa la vió por primera vez.
En cuanto recibió la llamada de Elisa, viajó de inmediato para presentarse a la audición con el poco dinero que le quedaba, unos días más sin trabajo y tendría que regresar a casa con su tía Pauline en Kansas City.
Sólo debía aguantar al odioso vocalista hasta el final de la gira, la fama de insoportable y adicto le precedía y ella no estaba dispuesta a renunciar por causa suya.
Continuará...
Este es el último capítulo en el Foro, a partir de mayo subiré la historia a mi cuenta de Wattpad y ahí iré actualizando, de nuevo muchas gracias por todos sus comentarios y por apoyarme en cada uno de mis aportes.