Valiente
Por Mayra Exitosa
Capitulo 2
Saboteando y difamando
En Aberdeen, Castillo Grandchester,
Samira actuaba como una dama en el castillo, después de una advertencia total de parte de Lord Terrance, fue suficiente para cambiar su estrategia, bastante era hacerse pasar por la prima de Candice, madre de Candy, cuando la prima lejana verdadera era Rose Andrew. Cuando Rose era una niña, fue cuidada por la madre de Candice, ahí se hicieron muy unidas al grado de decirse primas, pues las madres de ambas eran primas, Candice jugaba y cuidaba de Rose hasta que se fue de nuevo a Glasgow. Para Samira era un privilegio saber todo en Glasgow, lo cierto es que ni a su hija Susana que era bastante seria, le contaba de sus planes.
Candy conoció a Susana, esta se portaba reservada y tímida, ya que no tenía nada de las cualidades de su madre. Samira tenía planes para su hija ahora que era una mujer estaba segura de venderla al mejor postor, pues para ella Susana representaba un futuro negocio, al no poderla casar con Lord Grandchester, debido a que tenía la edad similar a su hija, buscaría a un hombre que la llevará a ella como una reina.
Con el paso de los meses algo cambió, la discreción y la calidad de vida del castillo Grandchester se vio mermada poco a poco. Cuando la abuela de Candy estaba con ella, siempre estaban solas, ahora en la cocina la Tía Samira se hacía cargo de dar órdenes, a lo que Candy le dejaba tiempo libre, mismo que era obligada a ser una dama, para Samira una dama completa debía tener tres cualidades importantes, la primera saber cocinar, la segunda bordar el pañuelo de matrimonio con anticipación y la tercera saber ganar el corazón de los hombres.
Candy desde niña había practicado junto a su Tía Tara y su abuela otras cualidades, pero con quien más pasaba el tiempo era con su amado padre, al realizar las prácticas de arco, de espada y de agilidad. Mismas que a Lord Grandchester lo ayudaban a sobrevivir en tierras peligrosas.
La joven Grandchester fue sometida a prueba en la cocina, todo resultó de pésimo gusto, su padre sorprendido aventó el primer plato que le sirvieron, lo mismo hizo Samira y Susana, pero fue la Tía Samira quien anunciaba que estaba practicando Candy en la cocina y eso era el resultado de que no era adecuada. En ese momento Candy no estaba en el comedor, para defenderse. Había tomado en serio a Dorothy su doncella para enseñarla a escribir.
--- Excelente Dorothy, cada día es mejor tu escritura. Estoy muy orgullosa de ti. Con una tierna sonrisa su doncella le agradecía y con señas le decía que ella también sentía lo mismo.
Cuando Candy realizaba su bordado bien hecho, Samira lo aventaba a la chimenea comentando que era burdo y con falta de detalles. Dorothy, veía que Samira estaba haciendo lucir mal a Lady Candy, el problema con Dorothy es que había perdido la voz, y apenas aprendía a escribir. Con los días en las prácticas de la Tía Samira, la joven del servicio se preparaba con anticipación. Usando un truco silencioso. Cuando Candy iba a enseñar su bordado final, Dorothy lo cambiaba y lo ocultaba dándole otro que ella había confeccionado por la noche, Samira asegurando que Candy no sabía hacer nada, aventaba el bordado sin verlo.
Samira desconocía mucho de damas, al grado de no saber los símbolos del bordado, Candy si lo sabía, al igual que los colores, eso por su querida abuela, que mientras le cantaba en lenguas antiguas, le contaba detalles de sus antepasados, los bordados explicaba poco a poco, el amor sutil de las flores, el amor ardiente de los animales, el amor verdadero del símbolo de su escudo y los colores del tartán del hombre amado.
Candy pensaba que su padre era un demonio, pero el más poderoso de ellos, su guardián invencible, los colores del tartán Grandchester era de azul obscuro y líneas pequeñas amarillas, el animal que representaba el escudo de los Grandchester era un corcel y un león, el escudo tenía dorado y rojo, su familia pertenecía a la realeza inglesa. Mientras que Candice la madre, tenía un venado en el centro y era de origen Irlandés por el abuelo Galloway, así su abuela era descendiente original de Escocia y en su escudo un unicornio blanco era su mayor orgullo.
Para Candy al saber cada símbolo de sus apellidos, le fascinaban bordar animales, las damas inglesas, escocesas e irlandesas, siempre se mostraban serias y delicadas así que todos sus bordados contenían la mejor gama de flores y colores, mientras que para Candy su pasión al bordar eran ver el movimiento del bordado en los hilos, así siempre terminaba bordando animales originales y variados.
Para un caballero inglés ver un pañuelo con flores era la de toda mujer delicada y buena dama, solo aquella que bordaba animales era una exhibicionista alocada, pero para los irlandeses o los escoceses tener un animal bordado en el pañuelo era seguro que había encontrado a la mujer ideal, arriesgada y apasionada, pero la mayoría de las mujeres recibían educación inglesa así que lo ideal era realizar flores, rosas, jazmines y toda una gama de colores en cada pañuelo.
Dorothy observaba, que cada que Candy bordaba, Samira se retiraba para estar al pendiente de todo lo que podía enterarse en el castillo, cuando volvía de su recorrido, Dorothy se atravesaba tomando el bordado de Candy y escondiéndolo en su falda para sacar uno de los que tenía con anticipación, Samira apenas lo veía con ojos altivos y lo arrojaba a la chimenea de la habitación diciendo
--- ¡Sigue practicando!
Cuando terminaba el bordado, Candy con toda la fingida seriedad de que ya sabía que lo iban a tirar, se salía de la habitación de forma tranquila y se iba corriendo a las caballerizas, ahí tomaba su corcel, galopaba a toda velocidad, llevando su arco al pecho y sus flechas en la espalda, practicaba en el bosque y quitaba todo atisbo de tristeza, pues al galopar era libre, su cabello soltaba al viento, sus flechas eran su orgullo y cazar no era su afán, sin embargo admiraba todo tipo de animales, para llevarlos en su mente hasta intentar bordarlos en sus pañuelos. Al volver regresaba tranquila, segura de sí misma y Samira la llamaba para que aprendiera de ella las virtudes de coqueteo de una dama.
Llegaban caballeros a negocias con Lord Grandchester, todo era peor. Pues Samira le mostraba como debía de ser con ellos para hacerse notar, a lo que Candy jamás aceptaba sus consejos. Pero Samira se relacionaba con los sirvientes de los caballeros y comentaba que Lord Grandchester tenía un grave problema, su hija, si su hija no sabía hacer absolutamente nada, era una mujer inservible.
Estos comentarios eran pasados de sirvientes a amos, y de compartir información a cada parte que realizaban negocios los caballeros acompañados de sus sirvientes, al cabo de un año, en todo Escocia se murmuraba que la hija de Lord Grandchester no sabía hacer nada, adquiriendo en los rumores un nuevo nombre lady Inservible.
Entre los caballeros se comentaban albures sobre el tema, de que la cocina era la peor parte de la dama, no sabía atender un hogar, debido a ser huérfana de madre y para culminar, los caballeros comentaban que era tan torpe, que cuando llegaban a visitar a su padre, Lord Terrance la había escondido, para no avergonzarse de su hija al tratar con los demás.
En Glasgow el rumor también llegaba, a lo que Rose se preocupaba demasiado, de solo recordar como la pequeña debió sentirse, al nacer y perder a su madre, después a su Tía Tara y a su Abuela Keira. Quedarse con el padre debió ser muy difícil, pero ella no podía ayudarla de momento, cuando no estaba herido su padre, su hermano estaba fuera del castillo o su hijo requería de mayores atenciones y ella no podía hacer más que eliminar los comentarios y las difamaciones, pues consideraba que todo eran exageraciones sobre la joven.
William Albert comenzó a tener éxito, no solo en los negocios, sino en las discusiones, a tal grado que su palabra se hacía valer, ya muchos le temían porque sabían que en el arco era invencible, pero sus prácticas para la pelea y la agilidad tampoco le eran malas. Así que cuando eran invitados a competencias sobre los clanes, siempre se preguntaba antes si el clan Andrew estaría presente.
Para el primogénito de William, los negocios se volvieron importantes, los ingresos incrementaban por mucho las tierras de Glasgow, al grado de elevar sus bienes y provocar cierta tentación en querer desposar a la viuda de Mc Brown, sin embargo con los antecedentes de que el hijo de ella era de otro hombre, provocaban que los mejores clanes con valores no vieran con buenos ojos la idea. Para los Andrew estaba más claro ese asunto, no podían prescindir de Rose, cosa que no era completamente cierta, con la Tía Elroy en el castillo Andrew, era bastante claro que no se necesitaba de dos damas para llevar el orden.
Para Elroy saber que Rose estaba preparada para llevar el castillo era un orgullo, pues amaba al Lord William Andrew, y ver a sus hijos bien, era como sentir que fueran suyos.
Pasaron varios años, cuando lady Eleonor Grandchester mandaba una carta a su hijo, pidiendo que Candy fuera a Inglaterra, que le arreglaría un matrimonio ventajoso. A lo que Terrance a leer la carta, de inmediato la rompió, pues para él su hija era su mayor tesoro, ambos eran muy unidos, cabalgaban a capela y con silla de montar por horas, usaban el arco de manera contundente y tal vez no contaba con un hijo varón, pero tener a Candy era mucho más satisfactorio para él, pues su hija a pesar de ser muy delgada y delicada, poseía una fiera indomable dentro, como se lo hizo ver su suegra, al recordarla también supo como negarse a su madre, pues Candy era la legítima dueña de Aberdeen.
Así que orgulloso le respondía que haría un combate entre los clanes y los ingleses también estarían tomados en cuenta, que si deseaban en la primavera podrían unirse a la competencia por la mano de su hija, Lord Grandchester aseguraba imaginar el rostro de su bella madre al leer la carta y se burlaba de pensar que mandaría a los Ingleses a competir por la mano de Candy.
Candy por su parte, escapaba muy seguido de Samira, ya sabía que para ella todo lo referente a su persona era malo, sus comidas, sus bordados, sus vestidos, su forma de interactuar. Estaba agotada de cómo su Tía quien decía amarla, la exhibía todo el tiempo ante el que pudiera, y aunque Samira pensaba que nadie se daba cuenta, para Candy era notorio que siempre había algo en su contra y no podía asegurar que era.
Eso le daba una gran ventaja a Candy, su habilidad para ignorarla y alejarse de ella con facilidad, pues Candy estaba realizando algo especial como regalo de cumpleaños de su padre.
--- Solo contigo compartiría mis secretos Dorothy, verdad que será el mejor regalo para mi padre. Con señas y sonrisa Dorothy le confirmaba que el regalo era perfecto.
William Albert ahora hacía negocios con mayores riesgos, al exportar whisky escocés por Europa, así tenía ahora una flota de barcos, una reputación envidiable y cientos de invitaciones para competencias entre clanes.
El pequeño Anthony ahora tenía diez años, era más listo y podía manejar un arco de su medida, admiraba a su Tío William Albert por ser muy bueno, aunque jamás podría superar a su invencible padre. William Andrew padre se encargaba de los negocios en el interior de Escocia, viajaba cortas distancias y encomendaba siempre su hogar a Elroy, pidiendo más por cuidar de Rose y su nieto.
La competencia de clanes para desposar a Candy fue anunciada, invitaciones enviadas no solo en Escocia, también en Irlanda, lo que más ponía atracción era esa posibilidad de que los ingleses también estarían compitiendo. Pero muchos de los rumores sobre Lady inservible ya estaban sobre los clanes escoceses.
Para un par de hermanos ingleses era algo atractivo que una mujer tuviera fama de no ser buena, Archivald y Alister Cornwall se planteaban en ver quién sería el que competiría por la mano de la dama.
--- Mira Alister, eres el mayor te sedería mi lugar para que no te quedarás soltero.
--- Me vendría bien Archivald, porque al final tengo planes contundentes en ganar la mano de esa joven, estoy seguro que sería la mejor esposa, he inventado un arco con el que obtendré mejores resultados, en la espada te ganarían fácilmente los irlandeses y en cuestión de la dama, creo que en cuanto sea mi esposa, dejaría de llamarse lady inservible y sería Lady Cornwall.
Archivald aseguró que irían ambos, si uno perdía el otro tendía posibilidad, eran buenos y estaban en el mejor momento de contraer matrimonio, pero sobre todo, podrían medirse con los escoceses, de solo pensarlo ambos sonreían aceptando la idea que vencerlos era mucho mejor, porque definitivamente un escocés no les quitaría el gusto de hacer servible a la dama Grandchester.
Para Lord Terrance, los rumores lo hicieron molestar sobre manera, así notaba que era visitado por negocios y todos los caballeros mostraban morbo al querer conocer a su hija, lo peor fue saber que alguien del castillo difamó a su hija y la declaraba como Lady inservible, si eso llegará a oídos de su hija, suspendería la competencia, lo único que pensaba era hacer algo especial por ella, en vez de elegir solo el ganador, también elegiría su hija, cuando iniciará la reunión de la competencia dejaría claro que si antes de saber quién era el ganador, su hija se enamoraba de un caballero, se quedaría sin competencia y se casaría con el hombre que ganará el corazón de su hija. Esto lo diría el día de la contienda, no antes, pues temía que llegaran con antelación para conquistar a su hija, sobre todo cuando realmente la vieran, pues Candy ante su padre no solo era hermosa, era la mujer que su vieja suegra le aseguró, su guerrera escocesa.
William Andrew al ver la invitación de Lord Grandchester recordó a su pequeña hija, de inmediato en la cena familiar realizó una conversación que nadie esperaba. William Albert sentado en una de las cabeceras de la mesa, su sobrino sentado a un lado de su abuelo en la otra cabecera dejando a las damas cercanas a ellos. Tomaban el brindis después de los alimentos, pidiendo que se queden a conversar con él.
--- Les quiero contar algo, que me hizo recordar esta carta, hace muchos años, viajaba por tierras bajas regresando de los negocios nos acampamos en las colinas con mis sirvientes, esa noche soñaba en mi esposa, cuando en el sueño me pedía que despertará, aturdido por pensar que en el bosque la encontraría, me levante y me vestí apurado para no olvidar el sueño de encontrarla, al salir me di cuenta que era un sueño, el más bello que haya tenido, camine fuera de la tienda esperando saber la posición de la luna y ver el amanecer, cuando gire y del cielo caía un velo blanco, por la velocidad supe que era un bulto, pero les aseguró que escuche alto y fuerte “ tu hija, atrápala” fue tal la impresión al atrapar el bulto ver a una bebe increíblemente hermosa, tal como mi pequeña Rose.
En ese momento Rose apretaba los labios, enternecida sus ojos se cristalizaban, William continuó, el hombre que la lanzó desapareció, pero el que lo seguía forzó el caballo y bajo tan veloz, como jamás había visto a un corcel, casi volaba. Hoy recibí la invitación para mi clan, donde compiten por la mano de esa niña, nada me gustaría más que fuera cierto y que esa pequeña que un día tuve en mis brazos, fuera mi hija.
Al decir hija, Rose, Elroy y William giraron a ver el rostro de William Albert, quien incrédulo apretaba los labios al sentir que era su obligación cumplir con ese deseo, el pequeño Anthony se levantó firme y comentó
--- Abuelo, estoy seguro que puedo ir por la pequeña en este instante. Al escucharlo todos sonrieron de distintas formas, pues el abuelo lo tomo como valentía de su nieto, mientras que Rose lo vio con ternura. Rose comentaba que ya no era una bebe, sino que ahora estaba en las manos de su hermano, traer a esa mujer convertida en su esposa.
William Albert, al ver la carta supo que era de Aberdeen, al ver el escudo gravado recordaba los rumores de la joven inservible, sin poder desilusionar a su familia, o que tomará como pretexto para no competir por la dama, lo mejor era aceptar, al llegar al castillo buscaría ver a lady inservible y si encontraba alguna virtud en ella, pelearía hasta ganar, si la dama no solo era inservible también falta de virtudes, se dejaría ganar, con ello solucionaría todo. Así respondió,
--- Padre, tu hija estará en Glasgow en tres meses.
CONTINUARA