BUENO AQUÍ LES DEJO EL SONGFIC DE TERRY UNA CANCIÓN HERMOSA QUE ME GUSTA MUCHO Y NO PUDE EVITAR PENSAR EN EL CUANDO LA ESCUCHE Y ESA DESPEDIDA QUE A MUCHAS NOS ROMPIÓ EL CORAZÓN, ESPERO LES GUSTE.
QUE LLORO
Terry cerro los ojos mirando por la ventana, estaba a punto del llanto, había dejado ir a su amada, y todo porque, por esa mujer a la que no amaba y al contrario le tenía un inmenso rencor por alejarlo del amor de su vida, quería salir corriendo tras ella detenerla y decirle que la ama y que no podrá vivir sin ella, pero no podía estaba atado a Susana, atado para siempre.
La rubia se dio cuenta, no sabía lo que Terry pensaba pero sabía perfectamente quien ocupaba sus pensamientos, el chico aun podía sentir el olor del cabello de Candy, recordaba el contacto de su piel con el de ella, la rubia le dijo dulcemente.
-Te…terry- Pero él no respondía estaba como perdido, tenía inmensas ganas de llorar, Susana insistió hasta que el, la escucho.
-Dime-
-Ve Terry sé que quieres estar con ella, yo no te detendré hazlo- El chico parpadeo sin poder creer lo que escuchaba, y con una lagrima en su ojo le dijo.
-Yo no tengo derecho a detenerte Terry, tú la amas- El chico se dio media vuelta y mirando a la rubia le dijo.
-Volveré, solo necesito despedirme- Susana cerro sus ojos sabía que si Terry se iba jamás volvería aunque él se lo dijera, su amor por Candy era más fuerte.
Candy iba rumbo a la estación de tren, con el alma por los suelos, su corazón destrozado, con lágrimas en sus ojos que no podía contener, el frio calaba sus huesos, aun recordaba los brazos de Terry rodeando su cintura, pero no podía exponerse más a esa tristeza así que se levantó para entrar a su asiento en el tren, aunque aún no era tiempo de salir, cuando la chica iba a subirse sintió un brazo deteniéndola, sorprendida mira a Terry quien la ve suplicante.
-Podemos hablar un momento
-Pero que haces aquí Terry
-No puedes irte así- Candy sin pensarlo más lo abrazo, el chico acaricio la espalda de la rubia con tanto amor, ella se iba separar pero Terry con sus palabras la detuvo.
-Quédate un momento así no mires hacia a mí que no podre aguantar, si clavas tu mirada que me hiela el alma-
Se sentaron en la mesa de la cafetería mirándose a los ojos, después de ese abrazo y palabras de Terry que se había quedado mudo contemplándola, Candy estaba desconcertada al ver que le chico no decía nada.
-Estas bien Terry?- El chico por fin reacciono.
-Me ha pasado antes que no puedo hablar- La chica estaba nerviosa no quería irse, y el, él tampoco quería dejarla ir, se podía notar en los ojos verdes de la rubia el dolor y llanto contenido y los ojos azules de el, exactamente iguales, suplicaban quédate y una tristeza que inundaba sus pupilas, ambos trataban de ser fuertes el uno frente al otro.
-Terry tengo que irme, para siempre- Esas palabras se clavaron en el pecho del chico, se armó e valor el chico y forzando un poco la voz dijo.
-Tal vez pienses que estoy loco y es verdad un poco tengo que aceptar, pero si no te explico lo que siento dentro no vas a entender cuando me veas llorar- Los ojos del chico se asomaron las gotas de esas lagrimas que no podía contener más y Candy sentía que su corazón se saldría el pecho, estaba muerta en vida como nunca antes lo había estado.
-Terry debemos separarnos, no podemos estar juntos aunque nos amemos tanto, no podemos lastimar a Susana, ella te ama y merece ser Feliz-
-Y NOSOTROS!!!- Aunque sabía que Candy tenía razón no podía resignarse a perderla pero no podía hacer mucho y le diría todo lo que sentía, con lágrimas en los ojos le dijo al amor de su vida.
-Nunca me sentí tan solo como cuando ayer de pronto lo entendí, mientras callaba la vida me dijo a gritos que nunca te tuve y nunca te perdí- La rubia no podía mas y comenzó a sollozar sin dejar de mirar al chico, pero sabía que si seguía frente a él, flaquearía, las mejillas de Terry estaban llenas de lágrimas de Dolor. –Y me explicaba que el amor es una cosa que se da de pronto en forma natural lleno de fuego si lo forzas se marchita sin tener principio llega a su final-
Candy agacho un poco la mirada no podía resistir la mirada del hombre que amaba diciéndole todas esas cosas, despidiéndose de ella pero para siempre, terry movía sus manos sobre la mesa, Candy se acercó, quiso poner sus manos sobre las de él, se estremeció al sentir la piel suave de Candy, se miraron de nuevo a los ojos fijamente, ambos llorando y Terry con la voz quebrada le dijo.
-Ahora tal vez lo puedas entender que si me tocas se quema mi piel, ahora tal vez lo puedas entender, y no te vuelvas si no quieres ver- Candy con todo el pesar de su corazón se levantó, era el momento de despedirse para siempre de su Amor, verlo derrotado le partía la vida en dos, pero era lo mejor al menos es lo que ella pensaba, y trataba de que no doliera tanto pero era sumamente imposible, llorando la rubia le dijo.
-Llego el momento Terry, no volveremos a vernos jamás- El no quería escuchar eso, sabía que así seria pero no quería aceptarlo se negaba, las lágrimas no dejaban de salir, y sin mirarla, ya que ella estaba de pie apunto de marcharse, con la voz más triste que jamás se había escuchado le dijo.
-Que lloro por ti, que lloro sin ti que ya lo entendí que no eres para mí y lloro-
Candy cerro sus ojos fuertemente tratando de tomar valor, porque están con el, era lo que más le hacía falta, escucho las palabras de Terry que la hicieron estremecer, tapo su boca con su mano diciendo.
-Siempre te amare- Y salió corriendo no podía estar más un segundo ahí o correría pero a sus brazos, se subió al tren llorando amargamente, recordando las palabras del chico, Terry se quedó ahí sentado mirando su mano y lágrimas cayendo sobre ella, se había despedido del amor de su juventud y que sería el amor de su vida para siempre.
QUE LLORO
Terry cerro los ojos mirando por la ventana, estaba a punto del llanto, había dejado ir a su amada, y todo porque, por esa mujer a la que no amaba y al contrario le tenía un inmenso rencor por alejarlo del amor de su vida, quería salir corriendo tras ella detenerla y decirle que la ama y que no podrá vivir sin ella, pero no podía estaba atado a Susana, atado para siempre.
La rubia se dio cuenta, no sabía lo que Terry pensaba pero sabía perfectamente quien ocupaba sus pensamientos, el chico aun podía sentir el olor del cabello de Candy, recordaba el contacto de su piel con el de ella, la rubia le dijo dulcemente.
-Te…terry- Pero él no respondía estaba como perdido, tenía inmensas ganas de llorar, Susana insistió hasta que el, la escucho.
-Dime-
-Ve Terry sé que quieres estar con ella, yo no te detendré hazlo- El chico parpadeo sin poder creer lo que escuchaba, y con una lagrima en su ojo le dijo.
-Yo no tengo derecho a detenerte Terry, tú la amas- El chico se dio media vuelta y mirando a la rubia le dijo.
-Volveré, solo necesito despedirme- Susana cerro sus ojos sabía que si Terry se iba jamás volvería aunque él se lo dijera, su amor por Candy era más fuerte.
Candy iba rumbo a la estación de tren, con el alma por los suelos, su corazón destrozado, con lágrimas en sus ojos que no podía contener, el frio calaba sus huesos, aun recordaba los brazos de Terry rodeando su cintura, pero no podía exponerse más a esa tristeza así que se levantó para entrar a su asiento en el tren, aunque aún no era tiempo de salir, cuando la chica iba a subirse sintió un brazo deteniéndola, sorprendida mira a Terry quien la ve suplicante.
-Podemos hablar un momento
-Pero que haces aquí Terry
-No puedes irte así- Candy sin pensarlo más lo abrazo, el chico acaricio la espalda de la rubia con tanto amor, ella se iba separar pero Terry con sus palabras la detuvo.
-Quédate un momento así no mires hacia a mí que no podre aguantar, si clavas tu mirada que me hiela el alma-
Se sentaron en la mesa de la cafetería mirándose a los ojos, después de ese abrazo y palabras de Terry que se había quedado mudo contemplándola, Candy estaba desconcertada al ver que le chico no decía nada.
-Estas bien Terry?- El chico por fin reacciono.
-Me ha pasado antes que no puedo hablar- La chica estaba nerviosa no quería irse, y el, él tampoco quería dejarla ir, se podía notar en los ojos verdes de la rubia el dolor y llanto contenido y los ojos azules de el, exactamente iguales, suplicaban quédate y una tristeza que inundaba sus pupilas, ambos trataban de ser fuertes el uno frente al otro.
-Terry tengo que irme, para siempre- Esas palabras se clavaron en el pecho del chico, se armó e valor el chico y forzando un poco la voz dijo.
-Tal vez pienses que estoy loco y es verdad un poco tengo que aceptar, pero si no te explico lo que siento dentro no vas a entender cuando me veas llorar- Los ojos del chico se asomaron las gotas de esas lagrimas que no podía contener más y Candy sentía que su corazón se saldría el pecho, estaba muerta en vida como nunca antes lo había estado.
-Terry debemos separarnos, no podemos estar juntos aunque nos amemos tanto, no podemos lastimar a Susana, ella te ama y merece ser Feliz-
-Y NOSOTROS!!!- Aunque sabía que Candy tenía razón no podía resignarse a perderla pero no podía hacer mucho y le diría todo lo que sentía, con lágrimas en los ojos le dijo al amor de su vida.
-Nunca me sentí tan solo como cuando ayer de pronto lo entendí, mientras callaba la vida me dijo a gritos que nunca te tuve y nunca te perdí- La rubia no podía mas y comenzó a sollozar sin dejar de mirar al chico, pero sabía que si seguía frente a él, flaquearía, las mejillas de Terry estaban llenas de lágrimas de Dolor. –Y me explicaba que el amor es una cosa que se da de pronto en forma natural lleno de fuego si lo forzas se marchita sin tener principio llega a su final-
Candy agacho un poco la mirada no podía resistir la mirada del hombre que amaba diciéndole todas esas cosas, despidiéndose de ella pero para siempre, terry movía sus manos sobre la mesa, Candy se acercó, quiso poner sus manos sobre las de él, se estremeció al sentir la piel suave de Candy, se miraron de nuevo a los ojos fijamente, ambos llorando y Terry con la voz quebrada le dijo.
-Ahora tal vez lo puedas entender que si me tocas se quema mi piel, ahora tal vez lo puedas entender, y no te vuelvas si no quieres ver- Candy con todo el pesar de su corazón se levantó, era el momento de despedirse para siempre de su Amor, verlo derrotado le partía la vida en dos, pero era lo mejor al menos es lo que ella pensaba, y trataba de que no doliera tanto pero era sumamente imposible, llorando la rubia le dijo.
-Llego el momento Terry, no volveremos a vernos jamás- El no quería escuchar eso, sabía que así seria pero no quería aceptarlo se negaba, las lágrimas no dejaban de salir, y sin mirarla, ya que ella estaba de pie apunto de marcharse, con la voz más triste que jamás se había escuchado le dijo.
-Que lloro por ti, que lloro sin ti que ya lo entendí que no eres para mí y lloro-
Candy cerro sus ojos fuertemente tratando de tomar valor, porque están con el, era lo que más le hacía falta, escucho las palabras de Terry que la hicieron estremecer, tapo su boca con su mano diciendo.
-Siempre te amare- Y salió corriendo no podía estar más un segundo ahí o correría pero a sus brazos, se subió al tren llorando amargamente, recordando las palabras del chico, Terry se quedó ahí sentado mirando su mano y lágrimas cayendo sobre ella, se había despedido del amor de su juventud y que sería el amor de su vida para siempre.