EL REY DE LOS DRAGONES
CAPITULO II
No se detuvo por mucho tiempo, solo hasta que su caballo ya no pudo mas, y vaya que Barrabas aguantaba; estaba entrenado para largas carreras y para las batallas mas cruentas que pudieran imaginar pero en esa ocasión fue el quien logro que Neal se detuviera al aminorar el paso ante el cansancio, aun cuando Neal ya sin voz le ordenaba avanzar, Barrabas ya no le hizo caso.
- Maldita sea!!! – dijo bajando del caballo cuando este se detuvo por completo… - Maldita sea!!! Tu tambien te vas a poner en mi contra? Aaaaaaagggg!!! …- grito lleno de desesperación e impotencia, lanzo el fuete, saco la espada dispuesto a matar al caballo pero luego desistio y la lanzo al piso… luego se dejo caer de rodillas con lagrimas en los ojos… - Lo único que yo deseaba era tranquilidad, una familia, un hogar… ESTO ES LO QUE QUERIAS MALDITA??? ES LO QUE BUSCABAS??? Verme destruido? Verme humillado? Verme acabado? … dijo con voz mas tenue tomando un puñado de tierra entre sus manos y lanzándolo al aire… - A Neal Leagan nunca lo veras humillado, te hare pagar caro lo que hiciste, a ti, a mis padres, a la maldita vieja sin palabra y al maldito monarca…Debiste haberme elegido a mi Candice pero ahora es demasiado tarde…
Se levanto del suelo y empezó a ver alrededor de si para ubicar el lugar donde se encontraba, si no fuera porque era un experto en rastreo estaría perdido, habia seguido un camino inexistente en su desesperación por escapar de aquel lugar y se habia adentrado a tierras desconocidas, tierras que no habían sido exploradas precisamente por el peligro que estas significaban para cualquiera que osara entrar en ellas…
Sonrio al darse cuenta el sitio en que se encontraba, tomo la espada y la puso en su funda, se acerco al caballo y comenzó a acariciarlo…
- Fue el destino que nos trajo aquí eh Barrabas? – dijo mientras le sonreía como si el caballo le entendiera… - bien muchacho, tu siempre sabes lo que necesito aun cuando yo mismo no lo sabia… buen muchacho…
Tomo del costado de la silla un recipiente de agua el cual estaba casi vacio y busco algún arroyuelo cercano, sabia que debía haber alguno por la vegetación, se hinco y toco la tierra una vez mas, miro alrededor, tomo de las riendas al caballo y empezó a caminar hacia un punto fijo con Barrabas a sus espaldas.
Al fin después de un rato consiguió lo que buscaba, un lugar cerca del agua, cn arboles y arbustos para protegerse, le quito la silla al caballo, y le solto la rienda para que el tuviera esa libertad que el siempre solia proporcionarle, era un caballo tan fiel que sabia que no iria muy lejos de su presencia, acomodo sus pertenencias en una hilera, no habia llevado prácticamente nada, salvo su armadura, su lanza, su espada, un recipiente para el agua, un viejo sarten que siempre cargaba, una manta, un par de cuchillos pequeños, una cuerda, no necesitaba mas… se quito la armadura que a decir verdad pesaba exageradamente, sin contar que el calor que ahí se podía sentir era horrible, tenia hambre y además estaba sucio… decidio que podía pescar algo mientras tomaba un baño en el arroyuelo, asi lo hizo, su cuerpo fornido quedo al descubierto al poco rato, se metio al agua con cuchillo en mano y su camisa para que sirviera de red, sabia lo que hacia, en otras ocasiones habia tenido que sobrevivir de la misma forma cuando andaban en campaña asi que pronto tuvo un enorme pez para comer y la ropa limpia… no le importo tener que pasear desnudo por el pequeño campamento que habia formado, tampoco tuvo miedo que algún animal feroz le atacara y lo tomara por sorpresa, estaba preparado para ello.
Encendio fuego para secar la ropa y quitarse el frio cuando el clima empezó a fresquear y la noche estaba cayendo, se tapo con la manta, pero siempre alerta, mientras el pescado se cocinaba al calor de las brasas… olia tan bien… apenas duro el tiempo suficiente para considerar que estaba cocido lo puso en el sarten para que sirviera de plato y empezó a engullirlo con avidez, lo único que lamentaba era no haber llevado licor para emborracharse, lo necesitaba, pero tal vez era lo mejor, asi no bajaría la guardia.
Una vez que sacio su hambre y su sed se recostó en la manta, bajo los arboles, aun asi podía observar el cielo oscuro y las estrellas, no apago el fuego, tenia que mantenerlo vivo para que ningún animal se acercara, miro a Barrabas, quien estaba quieto, luego boca arriba comenzó a mirar el cielo y entonces lo vio, a pesar de la oscuridad y de la poca visibilidad que habia pudo observarlo surcar el cielo. No habia necesitado tanto para encontrarlo, el estaba ahí, frente a sus narices, grande, poderoso, libre, Neal se sonrio y supo cual seria su siguiente paso… si, era verdad, corria peligro, pero mas peligro correrían aquellos que habían osado burlarse de el… cerro los ojos imaginando los rostros de esos y se dispuso a dormir… ahora ya se sentía mejor…
La mañana le trajo nuevas fuerzas y mas animo, se puso la ropa, busco en los alrededores algo para comer, con una trampa improvisada logro atrapar un par de ardillas las cuales despellejo rápidamente y las puso al fuego, comio una guardo la otra en una bolsa, lleno el recipiente de agua, recogio todas sus cosas, penso en ponerse la armadura pero era demasiado pesada para un viaje largo asi que opto por amarrarla a la cuerda y acomodarla en el caballo una vez ya ensillado.
- Lo siento Barrabas, tendras que cargar conmigo y mi armadura una vez mas…prometo que ahora tendre mas cuidado… -le dijo dándole una palmada en el lomo… listo amigo?
El caballo dio un pequeño bufido, Neal puso el pie en el estribo y subio de un brinco… su visión de la noche anterior aun permanecia… que decían las viejas historias?
“En otros tiempos habia un dragon blanco que era la encarnacion del mal… todos los dragones están en un agujero en el centro del reino, estas están atrapadas pero vivas, Merlin era el único que podía liberarlas…”
- Eso lo veremos… anoche lo vi y no creo que este atrapado… -se dijo para si mismo… - tengo que buscar la forma que este me ayude no me importa morir en el intento… pero no moriré, no moriremos, te lo aseguro barrabas…
Neal empezó a cabalgar lentamente hacia el sitio donde habia visto desaparecer al enorme dragon que habia visto la noche anterior, cuando lo vio habia pensado que era su imaginación, que los dragones eran tan solo cuentos de viejas pero al verlo ahí, irradiando un color rojizo en medio de la noche, supo que este existía… se imagino frente a el… ¿Tendria que sacar su espada? ¿Podria razonar con la bestia? ¿Estaria esta dispuesta a ayudarlo? … valia la pena intentarlo… las montañas estaban frente a el, el camino se haría cada vez mas difícil pero Neal estaba dispuesto a llegar a su destino lo mas pronto posible….
Continuara…