MANSION LEAGAN PRESENTA: EL REY DE LOS DRAGONES...CAPITULO 1

EL REY DE LOS DRAGONES
CAPITULO I
HUMILLACION

él, que era uno de los soldados mas condecorados por el Rey, habia decidido al fin ofrecer su corazón y su casa a una mujer, que para su persona, no tenia comparación en el reino… y ahora se encontraba ahí, en medio de ese gran salón siendo humillado por la misma y por aquel que se proclamaba ahora rey… Respiro ruidosamente una, dos, tres veces para lograr tranquilizar las ganas de asesinar que tenia en ese momento, pero sus uñas se incrustaban fuertemente en las palmas de sus manos casi haciéndolas sangrar…

Ahí, en medio del salón, el cual habia sido otorgado por la hermana del Rey, Elroy Andley, quien ademas estaba practicamente a cargo del reino desde la muerte del monarca, salon que habia sido decorado como si de un príncipe se tratara para el evento, todo debido a sus diversos servicios y su categoría de caballero en el reino…

Habia sido la misma dama, quien a petición de su madre, otorgara la mano de Candice, una de sus protegidas, quien desde pequeña habia sido criada bajo las normas de Elroy Andley, era ella quien le habia permitido desposarse con la doncella y era ella misma quien ahora se quedaba callada ante la orden de quien se decía su monarca.

- Ella no puede casarse contigo caballero… ella me pertenece… -habia dicho el rubio, quien hasta hace unos momentos permanecia entre las sombras.
- Quien eres tu para decir tal estupidez… -habia respondido Neal, dispuesto a batirse con cualquiera que osara quitarle a la chica…pero no estaba preparado para la respuesta del hombre que aparecia ante el.
- William… -grito Elroy sorprendida.
- Tia… es hora de que me presente…

Neal se habia quedado con la boca abierta… Tia? Eso habia dicho? Eso quería decir que era el hijo del fallecido Rey de Escocia? Sus ojos se posaron sobre la anciana quien se levanto de su trono con cetro en mano para luego hacer una reverencia ante William.

- Mi señor…
- Preséteme…

Elroy miro alrededor, entrego el cetro y se hizo a un lado para luego con voz fuerte recalcar lo obvio.

- Hagan reverencia a nuestro Rey Albert William Andley… sucesor a la corona y Rey único de las tierras que nos rodean.

Neal por impulso habia hecho reverencia, pero aun palpitaban sus sienes y escuchaba el eco de la voz de William decir… ella me pertenece… alzo el rostro y vio una sonrisa en Candice que le indicaba que realmente ella ya le pertenecia desde hacia mucho tiempo…

Le habían herido en su orgullo. No era el hecho de haber sido rechazado una o dos veces lo que le había dolido, era el haber visto en el rostro de todos esos estúpidos la sonrisa de burla en el momento en que ella había jugado su carta.

- Siento tener que presentarme asi ante ustedes, en próximos días la corona me será conferida con los protocolos que se requieren, si en este tiempo he estado oculto es porque mi propio padre lo solicito, pero ha llegado la hora que me haga cargo del reino…
Neal vio como en ese momento Candice se acercaba y el le tomaba la mano entre las suyas…

- La mujer que hoy seria dada en matrimonio es la misma mujer que hace tiempo habia hecho voto de compromiso conmigo, por lo cual le pido una disculpa al Caballero Leagan y agradezco su servicio y lealtad para el reino… se que comprenderá porque decido que ella no será su esposa.
- M... majestad…  -logro balbucear antes de levantarse y observarles de lleno…

Ahí estaba ella, rechazandolo en plena fiesta, humillándolo, quitándole toda posibilidad al ponerse de acuerdo con el gran patriarca para que le concediera su mano, haberse burlado de él durante tanto tiempo sin haberle mencionado que ese miserable mendigo con la que algunas veces la había visto charlar era el mismísimo rey… Ella supo jugar bien, estuvo todo ese tiempo dándole todo lo que ahora le negaba a él.

Neil salió sin poder pelear en ese momento, con su ego lastimado y con el odio a flor de piel, lo pagarían muy caro…todos…lo pagarían con creces.

Sin que nadie hiciera nada abandono el castillo sobre su hermoso caballo negro, un ejemplar único en todo el reino, regalo de su padre, lo único que llevaba de esa familia, el único que le acompañaría en su travesía pues sus padres al escuchar la voz del rey, habían callado y dejado a Neil a su suerte… nadie podría culparlos, era la única manera de seguir disfrutando de los favores del rey y su corte; además estaba el hecho de que aún tenían una hija casadera y si no habían logrado que su hijo contrajera nupcias,  y  así subir de estatus, al menos con Eliza lograrían acomodarse y seguir disfrutando de los lujos hasta ahora a todos sus propósitos… pero en realidad quien iba a pensar que Lady Candy a la cual consideraban tan solo un escalón sin saber que ahora ella resultaba ser la favorita del rey y posible heredera al trono.

El relincho de Barrabas se escucho por todo el castillo, asi como el grito de Neal al azotar y apurar al caballo, el cual retumbo en los oídos de todos.

“Me la pagaran…repetia una y otra vez…juro que no se saldrán con la suya…pagaran muy caro por esta humillación…”

Tal vez era la forma en que se le habia visto al partir, o tal vez el hecho de que el habia sido uno de los mas poderosos y fuertes soldados del reino durante las guerras anteriores… tal vez era eso, pero muchos temblaron al verlo partir de esa manera.

Ni Albert ni Candice dijeron nada, los padres de Neal solo le dejaron partir, seguros de que eso era lo mejor, conocían a su hijo y preferían que se volviera un proscrito a tenerlo ahí como una amenaza constante.

Las puertas que separaban el castillo del resto del reino se cerraron sin que Neil se volviera a verlas…ahora solo pensaba en una cosa…  Venganza…