El caos parecía reinar en la mansión Leagan gracias a los maullidos que hacían unos cuantos gatos que había mandado a comprar el señorito de la casa. Al parecer tener uno o dos gatos se le parecían pocos, porque habían decenas de ellos por todo el recinto. El problema no eran los gatos en si sino los desperdicios que estos dejaban por doquier, y era deber de las chicas recoger todo aquello.
Nadie veía con buenos ojos lo que a Neal se le había ocurrido ¿A quien diablos se le ocurriría llevar a una manada de gatos a una guerra? ¿En busca de que? ¿Con que propósito? cientas de interrogantes sin respuestas se hacían las chicas una con la otra mientras iban de un lado a otro en busca de los gatos para meterlos en sus respectivas jaulas y dejarlo en una camioneta la cual los transportaría a todos.
Fue en uno de esos ratos que el señorito les entrego una bolsa a cada quien la cual tenía juegos para gatos y orejitas de estos, la bolsa que se le había entregado a Igzell fue la excepción ya que esta contenía unas orejas de ratones y loción del mismo, todas se rieron de ella, incluso su jefa. Neal, al ver como la pequeña chica bajaba la mirada entristecida, se acerco hasta ella y le dijo
-Esto solo es parte del plan de ataque, y se que tu mi pequeña-pellizcándole una de las mejillas-lo haras bien.
-Esto será tan divertido-dijo Gezabel haciendo gestos con sus manos.
-Ni que lo digas- la secundo Yaro.
-Neal sabe como encantar a esta muchacha, tan ingenua la pobre.-hablo la condesa Ruby mientras refrescaba su rostro con su abanico de mano.
-Mira como se le salen la babas. Esto se pondrá bueno; dame aca-quitandole el abanico a la Ruby, la condesa Wendolyn se hizo presente.
-Miao-atino a decir Alice para luego proseguir con su tarea de lamerse sus patitas.
Las condesas comenzaron a pelearse entre si por el mentado abanico el cual termino rompiéndose por el jaloneo que estas tenían con este , viendo el estado en el cual había quedado el objeto ambas comenzaron a discutir y casi llegan a los golpes si Neal no llega a interferir.
-¡Dejen de comportarse como críos y comiencen a empacar!-dijo el moreno rodeando a las condesas quienes no perdían la oportunidad de dedicarse gestos vulgares-Anden, anden que ya se nos hace tarde.
Esto cada vez se ponía mas raro ¿Desde cuándo un Leagan se preocupaba si llegaba tarde o no a un lugar? Siempre les había gustado ser los últimos para ser admirados por todos, definitivamente esto no se veía bien. Algo se traia entre mano el señorito, algo que les traerían grandes problemas sin duda alguna ¿Pero qué? Nadie se animaba a preguntarle directamente al moreno que traía entre manos y menos en aquel momento que observaban a este mirar hacia la nada con ojos brillante y sonrisa un tanto exagerada.
-Neal, Neal- lo llamaba Raelana mientras chasqueaba los dedos frente al rostro del señorito para ver si este reaccionaba, al ver que tuvo excito con el cometido le dijo-¿Ya nos podemos ir?
-¿A…a donde? ¡Ah,si, si! Vámonos ya, que no se diga que un Leagan nunca cumple con sus compromisos-se disponía a retirarse cuando fue abordado por todas las chicas.
-A ver, a ver, papacito ¿Qué traes entre mano?-al fin preguntò el ama de llaves
-¿Por qué nos quieres vestidas asi?-lo volvió hacia ella la condesa Wendolyn
-¿En que lio nos quieres meter ahora, Neal?- lo volvió hacia su dirección Ruby
-Yo solo quiero saber por que yo no tengo un traje como ellas-Preguntò con ojos llorozo Igzell, cuando Neal se disponía a decir algo cada quien lo volvia hacia su dirección haciendo que este diera vuelta cuan trompo en medio de una multitud.
Todo se hizo un caos y la voces de las chicas iban en aumento mientras tenían al pobre señorito de un lado para otro, sin dejar que este dijera ni una palabra, fue Eliza, quien al escuchar tal algarabía, entrò a callarlas.
-¡Sus voces se escuchan hasta el otro lado de la ciudad!-dijo esta abriendo las puertas dobles del estudio-¿A que se debe tanto escándalo? Y mas importante aun ¿Por qué no veo que se estén moviendo? ¿No ven que solo es cuestión de hora para que comience la reunión mas importante?
Ahora todo se volvia aun mas raro, dizque Eliza preocupándose por lo mismo que su hermano y no por que sus equipajes estén listo y organizado... Ahora si que no cabia duda alguna.
-No nos iremos de aquí hasta que nos cuenten-el ama de llaves había cruzado sus brazos a lo que las demás la imitaron-Asi que si quieren ir a la guerra sin nosotras, son libre de hacerlo, sino, ya saben la condición.
Ambos hermanos se quedaron boquiabiertos ante la impertinencia de aquellas mujeres, primera vez en mucho tiempo que estas se le revelaban y a estas alturas del partido. Neal miro su reloj de mano y al ver la hora dijo
-Muchachas, mis queridas damas, les explico en el camino ya que ahora se me es imposible-se le acercaba con la mas radiante de las sonrisas cuando todas le hicieron seña con su mano de que no diera un paso mas, a lo que el moreno se quedó congelado-Esta bien, esta bien-aspiró-Lo que sucede es que quiero aprovechar que nuestra querida Aloani no esta en el foro y quiero darle la bienvenida a la que ocupará su lugar ya que no tuve tiempo de hacerlo el año pasado.
-¿Y por que con gatos? ¿Por qué nosotras debemos ir vestidas asi?
-Ya les dije-Rodeando el cuello de las condesas-Todo es parte de mi plan. Ya estando allá les explico todos. Ahora si vámonos-alejándose de las damas y frotándose las manos Neal salió del estudio con su hermana casi pisándole los pies.
Era mejor no haberlo sabido, era mejor quedarse y no asistir, por que sabia mejor que nadie de que todo aquello no era buena idea, ¿Pero que se le podía hacer? ¡Son Leagan! Llevan la maldad y el placer de disfrutar de esta en las venas, no cambiarian eso. Eran lo que se decían para infundirse valor una con las otras mientras se subían en las camionetas con todo listo para la batalla, si no la sacaban antes por lo que iba a suceder.
*-*-*-*-*-*-*-*
BUENOS CHICAS HE AQUÍ A LAS TRINCHERAS LEAGAN. TREMENDO NUESTRO SEÑORITO, A VER COMO TERMINA ESTO, SOLO ESPERO QUE A NUESTRO SEÑORITO LE DEJEN LACABEZA EN SU LUGAR ASI NOS SEGUIRA DIVIRTIENDO CON SUS OCURRENCIAS, CIERTO?
AQUI EL VIDEO
Nadie veía con buenos ojos lo que a Neal se le había ocurrido ¿A quien diablos se le ocurriría llevar a una manada de gatos a una guerra? ¿En busca de que? ¿Con que propósito? cientas de interrogantes sin respuestas se hacían las chicas una con la otra mientras iban de un lado a otro en busca de los gatos para meterlos en sus respectivas jaulas y dejarlo en una camioneta la cual los transportaría a todos.
Fue en uno de esos ratos que el señorito les entrego una bolsa a cada quien la cual tenía juegos para gatos y orejitas de estos, la bolsa que se le había entregado a Igzell fue la excepción ya que esta contenía unas orejas de ratones y loción del mismo, todas se rieron de ella, incluso su jefa. Neal, al ver como la pequeña chica bajaba la mirada entristecida, se acerco hasta ella y le dijo
-Esto solo es parte del plan de ataque, y se que tu mi pequeña-pellizcándole una de las mejillas-lo haras bien.
-Esto será tan divertido-dijo Gezabel haciendo gestos con sus manos.
-Ni que lo digas- la secundo Yaro.
-Neal sabe como encantar a esta muchacha, tan ingenua la pobre.-hablo la condesa Ruby mientras refrescaba su rostro con su abanico de mano.
-Mira como se le salen la babas. Esto se pondrá bueno; dame aca-quitandole el abanico a la Ruby, la condesa Wendolyn se hizo presente.
-Miao-atino a decir Alice para luego proseguir con su tarea de lamerse sus patitas.
Las condesas comenzaron a pelearse entre si por el mentado abanico el cual termino rompiéndose por el jaloneo que estas tenían con este , viendo el estado en el cual había quedado el objeto ambas comenzaron a discutir y casi llegan a los golpes si Neal no llega a interferir.
-¡Dejen de comportarse como críos y comiencen a empacar!-dijo el moreno rodeando a las condesas quienes no perdían la oportunidad de dedicarse gestos vulgares-Anden, anden que ya se nos hace tarde.
Esto cada vez se ponía mas raro ¿Desde cuándo un Leagan se preocupaba si llegaba tarde o no a un lugar? Siempre les había gustado ser los últimos para ser admirados por todos, definitivamente esto no se veía bien. Algo se traia entre mano el señorito, algo que les traerían grandes problemas sin duda alguna ¿Pero qué? Nadie se animaba a preguntarle directamente al moreno que traía entre manos y menos en aquel momento que observaban a este mirar hacia la nada con ojos brillante y sonrisa un tanto exagerada.
-Neal, Neal- lo llamaba Raelana mientras chasqueaba los dedos frente al rostro del señorito para ver si este reaccionaba, al ver que tuvo excito con el cometido le dijo-¿Ya nos podemos ir?
-¿A…a donde? ¡Ah,si, si! Vámonos ya, que no se diga que un Leagan nunca cumple con sus compromisos-se disponía a retirarse cuando fue abordado por todas las chicas.
-A ver, a ver, papacito ¿Qué traes entre mano?-al fin preguntò el ama de llaves
-¿Por qué nos quieres vestidas asi?-lo volvió hacia ella la condesa Wendolyn
-¿En que lio nos quieres meter ahora, Neal?- lo volvió hacia su dirección Ruby
-Yo solo quiero saber por que yo no tengo un traje como ellas-Preguntò con ojos llorozo Igzell, cuando Neal se disponía a decir algo cada quien lo volvia hacia su dirección haciendo que este diera vuelta cuan trompo en medio de una multitud.
Todo se hizo un caos y la voces de las chicas iban en aumento mientras tenían al pobre señorito de un lado para otro, sin dejar que este dijera ni una palabra, fue Eliza, quien al escuchar tal algarabía, entrò a callarlas.
-¡Sus voces se escuchan hasta el otro lado de la ciudad!-dijo esta abriendo las puertas dobles del estudio-¿A que se debe tanto escándalo? Y mas importante aun ¿Por qué no veo que se estén moviendo? ¿No ven que solo es cuestión de hora para que comience la reunión mas importante?
Ahora todo se volvia aun mas raro, dizque Eliza preocupándose por lo mismo que su hermano y no por que sus equipajes estén listo y organizado... Ahora si que no cabia duda alguna.
-No nos iremos de aquí hasta que nos cuenten-el ama de llaves había cruzado sus brazos a lo que las demás la imitaron-Asi que si quieren ir a la guerra sin nosotras, son libre de hacerlo, sino, ya saben la condición.
Ambos hermanos se quedaron boquiabiertos ante la impertinencia de aquellas mujeres, primera vez en mucho tiempo que estas se le revelaban y a estas alturas del partido. Neal miro su reloj de mano y al ver la hora dijo
-Muchachas, mis queridas damas, les explico en el camino ya que ahora se me es imposible-se le acercaba con la mas radiante de las sonrisas cuando todas le hicieron seña con su mano de que no diera un paso mas, a lo que el moreno se quedó congelado-Esta bien, esta bien-aspiró-Lo que sucede es que quiero aprovechar que nuestra querida Aloani no esta en el foro y quiero darle la bienvenida a la que ocupará su lugar ya que no tuve tiempo de hacerlo el año pasado.
-¿Y por que con gatos? ¿Por qué nosotras debemos ir vestidas asi?
-Ya les dije-Rodeando el cuello de las condesas-Todo es parte de mi plan. Ya estando allá les explico todos. Ahora si vámonos-alejándose de las damas y frotándose las manos Neal salió del estudio con su hermana casi pisándole los pies.
Era mejor no haberlo sabido, era mejor quedarse y no asistir, por que sabia mejor que nadie de que todo aquello no era buena idea, ¿Pero que se le podía hacer? ¡Son Leagan! Llevan la maldad y el placer de disfrutar de esta en las venas, no cambiarian eso. Eran lo que se decían para infundirse valor una con las otras mientras se subían en las camionetas con todo listo para la batalla, si no la sacaban antes por lo que iba a suceder.
*-*-*-*-*-*-*-*
BUENOS CHICAS HE AQUÍ A LAS TRINCHERAS LEAGAN. TREMENDO NUESTRO SEÑORITO, A VER COMO TERMINA ESTO, SOLO ESPERO QUE A NUESTRO SEÑORITO LE DEJEN LACABEZA EN SU LUGAR ASI NOS SEGUIRA DIVIRTIENDO CON SUS OCURRENCIAS, CIERTO?
AQUI EL VIDEO