Y llego barriendome a dejar el reto, quiso ser (porque no pude ) un drabble, me pase de palabras.... jojojojo, pero como el chiste es divertirnos, ahí lo tienen o como lo subtitulé... "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde"...
Muajajajajajajajajajaja
El banner es un regalito adicional, muy sencillo por cierto pero con mucho cariño a todas las trincheras Albertfan.
Disclaimer: Candy Candy no me pertenece, (tal vez cuando sea tan rica como mi rubio hermoso compre los derechos y le daré el final que me dé la gana) así como ninguno de sus personajes, pertenecen al talento de Kyoko Mizuki. Este fic es producto de mi loca mente y lo hice por puro entretenimiento sin fines de lucro; cualquier parecido con cualquier otro fic es mera coincidencia… las grandes mentes pensamos casi igual.
Reto “Igual que un gato” Albert
…o lo que es lo mismo… “¿Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde???”
El aire sopla suavemente sobre la extensa propiedad, se escuchan el canto de los pajarillos y algunos bichos brincan sobre la hierba, que en esta época del año luce verde… ahí agazapado acecha a su presa; es un bello ejemplar, largo, grande, de cuerpo delgado pero los músculos de su atlético cuerpo se notan a cada paso que da, sus muslos son firmes y su andar sigiloso, pausado; su pelo blanco, suave y sedoso lo hacen un animal verdaderamente hermoso… sus intensos ojos azules no pierden de vista a su presa, es un cazador nato, es un mito que un gato bien alimentado no caza, caza simplemente porque es su instinto aunque no llegue a devorar a su presa, este minino en particular no necesita cazar, tiene todo lo que un gato de casa necesita… un suave y mullido sofá hecho a la medida sólo para él, aunque su dueña gastó en vano, él prefiere el tibio piso de madera y si es cerca de la chimenea mejor o la misma cama de su dueña, de la que simplemente tomó posesión… para los gatos todo les pertenece, incluso nosotros somos parte de su propiedad; salmón y carne molida de la mejor calidad nunca le faltan y agua siempre fresca en su fino plato de cerámica…sin embargo él es amante de la naturaleza, un gato libre que prefiere tomar agua directa del lago, echarse durante horas sobre el mullido pasto disfrutando el fresco, afilarse sus uñas en cualquier árbol de la propiedad… su propiedad y cazando para ella, para su dueña… después de todo sólo es una humana y no sabe cazar, quien parece entender bien la naturaleza salvaje del felino, el cual, sigilosa, pero sin perder esa natural elegancia nata se mueve como flotando sobre la hierba…
Al fin lo logra y vale la pena todo su esfuerzo, el permanecer oculto, sigiloso casi a la sombra… agarra al indefenso pajarillo y de un mordisco en el cuello lo priva de la vida y orgulloso lo toma para volver a la mansión victoriana.
En ella una dama se encuentra sentada en el solárium, aquel lugar, el preferido de su sobrino, su angustia crece día a día sin saber nada de él desde hace 3 años y sin que nadie lo note llora durante horas por su ausencia. Ahora ha comprendido muchas cosas y eso es lo que más le duele, darse cuenta que su naturaleza era muy diferente a la de ella, que ella siempre le impuso cosas que al chico probablemente no le eran gratas, sabía que él debía llevar las riendas de la familia, pero era tan joven… que ganas de volver el tiempo atrás, de hacer las cosas diferentes, tal vez ella le daría esa libertad que tanto añoraba; pero ese no vuelve, se promete que si él volvía haría algo diferente, por él, solo por él; de repente sus pensamientos son interrumpidos por la gritería de la servidumbre y el felino entra corriendo directo a su objetivo… los brazos de ella. El griterío se calma un poco y sólo es una de las chicas del servicio la que se atreve a cruzar la puerta.
-¿Que es tanto griterío?
-Lo sentimos madame Elroy, es que el gato, ese gato…- dice la chica al borde del colapso mientras observa aterrorizada al gato y lo que lleva en el hocico.
El felino brinca a su regazo y le brinda el pajarillo muerto a su ama.
-¿Albert, que fue lo que me trajiste? Eres muy buen gato… mientras acaricia la cabeza del felino y este en respuesta ronronea suavemente y se frota contra ella, la dama toma un pañuelo de su bolsa de tejido, donde guarda varios sin bordar para casos de estos, toma el cuerpo de la indefensa ave y da la indicación discreta que se deshagan del cuerpo.
-Como usted ordene madame… la sirvienta toma con repulsión y miedo el pequeño envoltorio, hace una leve caravana y sale dando la vuelta en silencio, mientras afuera otras chicas del servicio la esperan…
-¿Que te dijo ahora?
-Que me deshaga del pájaro, no sé qué le pasa a la señora, pero de unos meses para acá está muy rara, y ella que según no le gustaban los animales y que es tan rara y quisquillosa, no se separa de ese animal para nada.
Mientras adentro Elroy se dedica a mimar al felino que ahora duerme tranquilo en sus piernas…
-Tal vez si hubiera tratado diferente a mi niño, si lo hubiera entendido como a ti te entiendo, él estaría a mi lado como tu ahora, sabes… es muy parecido a ti, por eso te puse su nombre, lo único que le pido a Dios, es que me preste vida para volver a verlo y reparar todos mis errores.
El felino tal vez no entienda exactamente las palabras que ella le pronuncia, pero sabe que ahí él es feliz y que junto a ella permanecerá hasta el día que muera.
FIN