Buenas noches chicas. Os quiero explicar una historia con vuestro permiso. Será el primer fic así que sean indulgentes . Espero con mucho gusto sus comentarios que son como bálsamo para mi alma de escritora. Sin más espero que no ofenda a nadie, perdonen mis errores ortográficos y acepten mis licencias literarias.
Mi nombre no importa, sólo decirles que en un momento la vida se te puede truncar y es para siempre. Cuando crees que la vida es aburrida y predecible, que lo tienes todo atado y más que atado , parece que el destino se encarga de darte una cucharadita de humildad para que espabiles.
Estaba felizmente casado desde hacía 6 años y tenia dos hijos adorables de 4 y 2. Mi mujer, era mi reino, mi mundo. Mis hijos unos diablos que veía crecer . Mi trabajo era lo que siempre me inculcaron que tendría que ser. Era aburridamente feliz. Pero esa noche, de regreso a casa algo no marchaba bien. Sentí un ligero hormigueo en la base de la columna que se extendía por todo el cuerpo que era el que me avisaba de que se aproximaban problemas. Cuando entré en casa la canguro seguía allí . Cosa rara ya que Nathali tenía que marchar a las 6 y era muy puntual con sus clases de zumba. Mi suegra y su nuevo marido también estaban allí .
En cuanto entré por la puerta tres pares de ojos , abiertos como pelotas de tenis se dirigieron hacia mi.
- ¿Qué ocurre?- dije con mi voz más calmada. No podía quitarme la sensación de que algo iba realmente mal.
- Es tu mujer..... ha desaparecido- dijo mi "nuevo suegro".
-¿Cómo que desaparecido? ¿Que quieres decir?
- Esta tarde salió a hacer unas compras y desde entonces nadie la ha vuelto a ver. Y no contesta a su teléfono- dijo Nathi con voz estrangulada por la emoción contenida.
- Esperar ... creo que me he perdido algo. ¿Qué está ocurriendo aquí?- dije cada vez más perplejo.
En esos momentos unos golpes en la puerta interrumpieron toda respuesta. Al abrir la puerta mi suegra, que era la más cercana a ella dejó pasar una ráfaga de aire frío aún estando en primavera. Al otro lado había una par de agentes del orden uniformados. Con sus largas caras serias y esa pose estudiada estaban diciendo algo que yo no escuchaba. Había presenciado esa escena muchas veces pero no era yo el que la recibía. Como abogado policial sabía el protocolo. Yo era el encargado de defender a mis compañeros policías. Sí era policía pero desde la lesión en la pierna izquierda ya no podía correr detrás de los "malos" y eso a ella, mi amada esposa le encantaba. Decía que era una bendición ya que ahora podíamos criar a nuestros hijos y que dejaría de pasarse el día sufriendo por si no volvía a casa. Esta mujer es una exagerada, no hay tantos peligros en la calle. Era...
- Terry, es Candy. La han encontrado muerta en un callejón hace una hora. Debes venir para identificarla.
Oí pero no entendía las palabras. Acababa de volver de trabajar. Otro día duro y me encuentro conque no sabía que mi mujer estaba desaparecida, que nadie sabía nada y encima ahora dicen estos que está muerta.
Creo que grite un no puede ser. Quizás lo murmuré.
Entre en estado de shock dijeron después. Acompañé a los policías. ¿Jacson? ¿Rodriguez? y fui al deposito. Como en una nube identifiqué a mi bella esposa. Allí tendida parecía un ángel dormida. Parecía que en cualquier momento podía despertar y que me diría con esa sonrisa pícara: ¡Es una broma! Pero el agujero de la 9 milímetros que le atravesaba el corazón y la fea cicatriz que le desfiguraba el rostro decía que no iba a hacerlo.
- Esto no ha sido un robo - dije con voz distante. -Esto es un ajuste de cuentas.
Miré pero no vi nada. Creo que me acompañaron fuera. Me preguntaron cosas que iba respondiendo de forma cada vez más lejana. Yo seguía perdido en mi mundo donde solo veía a mi amada esposa riendo, feliz, o enojada por alguna trastada de los chicos...¡ LOS CHICOS!
-¿Y mis hijos ??!!- exclamé como un loco. - ¿Donde están Mary Anne y Alexander?
Salí como un loco a buscarlos y no recuerdo gran cosa más. Tiempo después me dijeron que salí como una tromba y que iba gritando furioso, pateando y golpeando todo lo que encontraba por mi paso, hasta chocar contra varios compañeros que me redujeron. Habían llamado a una unidad móvil de ambulancia y alguien me administro un sedante. Desde entonces vivo con esa parte de mi vida flotando en el limbo, como en una nube.
5 años después de aquel día las cosas han cambiado. Y ahora os explicaré mi historia. La historia de una venganza
Gracias, gracias, gracias por leerlo y más por comentarlo.
Historia de una venganza
Mi nombre no importa, sólo decirles que en un momento la vida se te puede truncar y es para siempre. Cuando crees que la vida es aburrida y predecible, que lo tienes todo atado y más que atado , parece que el destino se encarga de darte una cucharadita de humildad para que espabiles.
Estaba felizmente casado desde hacía 6 años y tenia dos hijos adorables de 4 y 2. Mi mujer, era mi reino, mi mundo. Mis hijos unos diablos que veía crecer . Mi trabajo era lo que siempre me inculcaron que tendría que ser. Era aburridamente feliz. Pero esa noche, de regreso a casa algo no marchaba bien. Sentí un ligero hormigueo en la base de la columna que se extendía por todo el cuerpo que era el que me avisaba de que se aproximaban problemas. Cuando entré en casa la canguro seguía allí . Cosa rara ya que Nathali tenía que marchar a las 6 y era muy puntual con sus clases de zumba. Mi suegra y su nuevo marido también estaban allí .
En cuanto entré por la puerta tres pares de ojos , abiertos como pelotas de tenis se dirigieron hacia mi.
- ¿Qué ocurre?- dije con mi voz más calmada. No podía quitarme la sensación de que algo iba realmente mal.
- Es tu mujer..... ha desaparecido- dijo mi "nuevo suegro".
-¿Cómo que desaparecido? ¿Que quieres decir?
- Esta tarde salió a hacer unas compras y desde entonces nadie la ha vuelto a ver. Y no contesta a su teléfono- dijo Nathi con voz estrangulada por la emoción contenida.
- Esperar ... creo que me he perdido algo. ¿Qué está ocurriendo aquí?- dije cada vez más perplejo.
En esos momentos unos golpes en la puerta interrumpieron toda respuesta. Al abrir la puerta mi suegra, que era la más cercana a ella dejó pasar una ráfaga de aire frío aún estando en primavera. Al otro lado había una par de agentes del orden uniformados. Con sus largas caras serias y esa pose estudiada estaban diciendo algo que yo no escuchaba. Había presenciado esa escena muchas veces pero no era yo el que la recibía. Como abogado policial sabía el protocolo. Yo era el encargado de defender a mis compañeros policías. Sí era policía pero desde la lesión en la pierna izquierda ya no podía correr detrás de los "malos" y eso a ella, mi amada esposa le encantaba. Decía que era una bendición ya que ahora podíamos criar a nuestros hijos y que dejaría de pasarse el día sufriendo por si no volvía a casa. Esta mujer es una exagerada, no hay tantos peligros en la calle. Era...
- Terry, es Candy. La han encontrado muerta en un callejón hace una hora. Debes venir para identificarla.
Oí pero no entendía las palabras. Acababa de volver de trabajar. Otro día duro y me encuentro conque no sabía que mi mujer estaba desaparecida, que nadie sabía nada y encima ahora dicen estos que está muerta.
Creo que grite un no puede ser. Quizás lo murmuré.
Entre en estado de shock dijeron después. Acompañé a los policías. ¿Jacson? ¿Rodriguez? y fui al deposito. Como en una nube identifiqué a mi bella esposa. Allí tendida parecía un ángel dormida. Parecía que en cualquier momento podía despertar y que me diría con esa sonrisa pícara: ¡Es una broma! Pero el agujero de la 9 milímetros que le atravesaba el corazón y la fea cicatriz que le desfiguraba el rostro decía que no iba a hacerlo.
- Esto no ha sido un robo - dije con voz distante. -Esto es un ajuste de cuentas.
Miré pero no vi nada. Creo que me acompañaron fuera. Me preguntaron cosas que iba respondiendo de forma cada vez más lejana. Yo seguía perdido en mi mundo donde solo veía a mi amada esposa riendo, feliz, o enojada por alguna trastada de los chicos...¡ LOS CHICOS!
-¿Y mis hijos ??!!- exclamé como un loco. - ¿Donde están Mary Anne y Alexander?
Salí como un loco a buscarlos y no recuerdo gran cosa más. Tiempo después me dijeron que salí como una tromba y que iba gritando furioso, pateando y golpeando todo lo que encontraba por mi paso, hasta chocar contra varios compañeros que me redujeron. Habían llamado a una unidad móvil de ambulancia y alguien me administro un sedante. Desde entonces vivo con esa parte de mi vida flotando en el limbo, como en una nube.
5 años después de aquel día las cosas han cambiado. Y ahora os explicaré mi historia. La historia de una venganza
Gracias, gracias, gracias por leerlo y más por comentarlo.