Buenas noches chicas, aquí os traigo el segundo capitulo de este fic. Pido disculpas por no haber actualizado antes pero ya saben que a veces la tecnología no se pone del lado de una. como siempre agradecer sus comentarios y sobretodo que se tomen la molestia de leerme.Les dejo el enlace del capitulo anterior y como siempre abran la mente y disfruten el momento.
https://www.elainecandy.com/t20991-historia-de-una-venganza
Voy en mi coche, un deportivo negro último modelo y un cigarrillo asoma a mis labios. Mientras conduzco a toda velocidad y el cuentakilómetros se bebe la distancia que me separa de mi objetivo no puedo dejar de recordar. A mi Amada no le hubiera gustado en lo que me he convertido pero ahora No soy yo yo otro. Me llamo "El Duque", No tengo pasado y seguramente ni futuro. Suena petulante el titulo pero ese soy yo. Una sonrisa sin humor parece que me tuerce los labios. No hay humor.
"El duque".... Lo sé, no es muy original pero todo fue tan inesperado... surgió sin más y así sigo.
Después de la perdida de mi esposa en un desafortunado accidente, así lo llamaron, entré en barrena. Mi suegra y su nuevo esposo se hicieron cargo de los niños y so me dedique a arreglar asuntos. Después no me quedó nada. Una vez metida en aquel nicho... No tenía nada que hacer excepto auto destruirme. Al principio todos fueron compresivos y perdonaron mi mal humor, mi genio,... Bebía y bebía como si todo el licor del mundo no pudiera apagar mi sed. Finalmente me auto destruí. No sé cuanto pasé así. Y un día la vi. Mi Amada estaba parada, saliendo de un hotel. Mis ojos vidriosos por el alcohol, el humo del antro y las malas compañías de aquella noche, parecían jugarme una mala pasada. Pero era ella. ¿O no? Paró un taxi y se la llevó. Yo me tambaleé hasta llegar al hotel y quise preguntar pero mi deplorable estado no permitió que nada coherente saliera de mi boca.
Cuando desperté después de pasar la borrachera, en medio de la resaca, creía haberlo soñado pero una tarjeta de aquel hotel que aferraba mi mano me confirmaba que había ocurrido. Decidí, como buen ex abogado policial que una imagen y una imagen adecuada, abría puertas y sobretodo bocas. Pasé una resaca horrorosa. Mi remedio natural: más alcohol, no podía ponerla en práctica otra vez. Así que un par de días después, una ducha, y ropa limpia me dirigí allí a la (espero que fuera) la misma hora. Sí. Era ella.¡¡¡¡ ERA ELLA!!!. Me quedé conmocionado. Miré detrás de mis gafas de sol esa figura que se erguía sobre unos tacones imposibles. Como su cabello ondeaba en suaves rizos por su espalda y esa minúscula falda… un momento pensé. Tacones de vértigo, faldas talla niña 14 años, uñas largas como garras…. Si parece una prosti…. Mi mente no continuó la palabra que se conjuraba.
El potente coche me llevó al destino y mis recuerdos se quedaron estancados. Me introduje en la villa solitaria. Mi esmoquin hecho a medida, mi cabello un poco más largo de lo natural y esa barba cuida de un par de días daban el aspecto que deseaba tener. Un mozo cogió las llaves de coche que aparcó con diligencia.
-Sr. Duque le están esperando- musito sin apenas levantar la mirada.
Al introducirme en la villa de dos plantas, jardín amplio y un sistema de seguridad que ni el pentágono podría igualarlo repasé una vez más la actuación.
Una serie de pasillos y puertas se extendían ante mí. Hice como si no me importaran los detalles elegantes pero caros que adornaban las paredes, las repisas con jarrones exóticos y carísimos. Cuadros de artistas que se habían perdido en el tiempo y que la mayoría creían desaparecidos. Sillas que eran verdaderas antigüedades.
La subasta estaba a punto de comenzar. Era un sitio insólito para gente normal pero para el mercado negro, coleccionistas sin escrúpulos y gente sin moral ni conciencia era perfectamente valido.
Me senté y enseguida comenzó el desfile de artículos. Desde joyas que pertenecieron a reyes hasta licores de cien tos de años. Un Rubens que se creía quemado en una gran incendio, un jarrón de no que dinastía china….
Y allí estaba ella… la adquisición que yo deseaba. Estaba sentada al lado de uno de los mayores criminales de la historia. Drogas, prostitución, armas, política…. Todo lo abarcaba. Y ella era su juguete caro. Pero no por mucho tiempo
Gracias, gracias, gracias por leerlo y más por comentarlo.
https://www.elainecandy.com/t20991-historia-de-una-venganza
Voy en mi coche, un deportivo negro último modelo y un cigarrillo asoma a mis labios. Mientras conduzco a toda velocidad y el cuentakilómetros se bebe la distancia que me separa de mi objetivo no puedo dejar de recordar. A mi Amada no le hubiera gustado en lo que me he convertido pero ahora No soy yo yo otro. Me llamo "El Duque", No tengo pasado y seguramente ni futuro. Suena petulante el titulo pero ese soy yo. Una sonrisa sin humor parece que me tuerce los labios. No hay humor.
"El duque".... Lo sé, no es muy original pero todo fue tan inesperado... surgió sin más y así sigo.
Después de la perdida de mi esposa en un desafortunado accidente, así lo llamaron, entré en barrena. Mi suegra y su nuevo esposo se hicieron cargo de los niños y so me dedique a arreglar asuntos. Después no me quedó nada. Una vez metida en aquel nicho... No tenía nada que hacer excepto auto destruirme. Al principio todos fueron compresivos y perdonaron mi mal humor, mi genio,... Bebía y bebía como si todo el licor del mundo no pudiera apagar mi sed. Finalmente me auto destruí. No sé cuanto pasé así. Y un día la vi. Mi Amada estaba parada, saliendo de un hotel. Mis ojos vidriosos por el alcohol, el humo del antro y las malas compañías de aquella noche, parecían jugarme una mala pasada. Pero era ella. ¿O no? Paró un taxi y se la llevó. Yo me tambaleé hasta llegar al hotel y quise preguntar pero mi deplorable estado no permitió que nada coherente saliera de mi boca.
Cuando desperté después de pasar la borrachera, en medio de la resaca, creía haberlo soñado pero una tarjeta de aquel hotel que aferraba mi mano me confirmaba que había ocurrido. Decidí, como buen ex abogado policial que una imagen y una imagen adecuada, abría puertas y sobretodo bocas. Pasé una resaca horrorosa. Mi remedio natural: más alcohol, no podía ponerla en práctica otra vez. Así que un par de días después, una ducha, y ropa limpia me dirigí allí a la (espero que fuera) la misma hora. Sí. Era ella.¡¡¡¡ ERA ELLA!!!. Me quedé conmocionado. Miré detrás de mis gafas de sol esa figura que se erguía sobre unos tacones imposibles. Como su cabello ondeaba en suaves rizos por su espalda y esa minúscula falda… un momento pensé. Tacones de vértigo, faldas talla niña 14 años, uñas largas como garras…. Si parece una prosti…. Mi mente no continuó la palabra que se conjuraba.
El potente coche me llevó al destino y mis recuerdos se quedaron estancados. Me introduje en la villa solitaria. Mi esmoquin hecho a medida, mi cabello un poco más largo de lo natural y esa barba cuida de un par de días daban el aspecto que deseaba tener. Un mozo cogió las llaves de coche que aparcó con diligencia.
-Sr. Duque le están esperando- musito sin apenas levantar la mirada.
Al introducirme en la villa de dos plantas, jardín amplio y un sistema de seguridad que ni el pentágono podría igualarlo repasé una vez más la actuación.
Una serie de pasillos y puertas se extendían ante mí. Hice como si no me importaran los detalles elegantes pero caros que adornaban las paredes, las repisas con jarrones exóticos y carísimos. Cuadros de artistas que se habían perdido en el tiempo y que la mayoría creían desaparecidos. Sillas que eran verdaderas antigüedades.
La subasta estaba a punto de comenzar. Era un sitio insólito para gente normal pero para el mercado negro, coleccionistas sin escrúpulos y gente sin moral ni conciencia era perfectamente valido.
Me senté y enseguida comenzó el desfile de artículos. Desde joyas que pertenecieron a reyes hasta licores de cien tos de años. Un Rubens que se creía quemado en una gran incendio, un jarrón de no que dinastía china….
Y allí estaba ella… la adquisición que yo deseaba. Estaba sentada al lado de uno de los mayores criminales de la historia. Drogas, prostitución, armas, política…. Todo lo abarcaba. Y ella era su juguete caro. Pero no por mucho tiempo
Gracias, gracias, gracias por leerlo y más por comentarlo.