GUERRA FLORIDA 2016
CLASE ESPECIAL AQUELARRE ANDREW
"CONFIA EN MI"
Disclaimer: Candy Candy y sus personajes pertenecen a sus respectivas autoras, la historia a continuación es de mi autoría, realizada con el propósito de entretener y no de lucrar.
Capítulo 17
- Princesa, cálmate – pedía el rubio sin soltar a su mujer que se encontraba llorando a lágrima viva entre sus brazos – tranquila pequeña, ya todo pasó
- Es que Albert, yo... No... Les di el mensaje, si lo hubiera hecho Anthony estaría vivo, estaría con sus padres y todo sería diferente, yo tengo la culpa de que él esté muerto Albert, yo tengo la culpa….
- Eso no es cierto Candy, no te eches culpas ajenas, nada de esto hubiera pasado si sus padres hubieran tomado otro camino, si en lugar de dedicarse a eso, se hubieran partido el lomo trabajando para vivir honradamente, tal vez no hubiesen tenido las comodidades que tenían, pero su hijo estaría vivo
- Albert!! – Exclamo Candy asombrada por la reacción del rubio
- Dime Candy, acaso no le ha ido bien a Argent ahora que tiene un negocio que se dedica a la seguridad, una empresa legal, con ingresos legales y honrados – cuestiono el rubio
- Bueno si, pero ese negocio también empezó sucio Albert y es que aún hay más de la historia, y ya que he comenzado a contarte esta etapa de mi vida, pues deseo que lo sepas todo de una vez
- Esta bien princesa, te estucho
- Bueno, después de que desperté y me di cuenta de que había estado inconsciente más de lo que debía, me moría de miedo por la reacción que tendría Mery conmigo, ella me dio a su hijo para cuidar de él, para protegerlo, y yo no lo hice.
Caí en depresión, no quería comer, no quería ver a nadie, no aceptaba visita de nadie, más por miedo que por ganas, no quería escuchar sus recriminaciones, fue ahí, cuando conocí a Stear
El entro por accidente a mi habitación, creo que se estaba escondiendo de una de las enfermeras porque tenían que inyectarlo.
Cuando se dio cuenta que la habitación no estaba desocupada, se disculpó y se metió debajo de la cama a toda prisa, rogándome que le dijera a la enfermera que él no estaba ahí, y así lo hice, le mentí a la enfermera cuando llego preguntado por Stear.
Luego de que salió la enfermera y Stear dejo de esconderse debajo de mi cama, me miró fijamente y me saludo con una sonrisa que me alegro el alma, era la primera vez en días que alguien me trataba como si nada hubiese ocurrido y no con lastima o condescendencia, creo que fue por eso que yo también sonreí.
Nos quedamos conversando largo rato, me conto de que se había accidentado con el coche por andar conduciendo a alta velocidad en una noche tan lluviosa, y que de castigo su tía le había pagado a la enfermera para que todos los medicamentos fueran inyectados, nada de pastillas o jarabes, por haberla hecho pasar tremendo susto.
Recuerdo que ese día reí como nunca, pero la magia para mi acabo cuando entro Dorothy a la habitación con su cara blanca como el papel y Chris a su lado; al parecer no se creía que yo no lo quería ver.
Instintivamente tome la mano de Stear, que descansaba en mi cama, pues trajo una silla para sentarse junto a mí; y la apreté fuertemente, Stear me miro y en un susurro me pregunto si deseaba que se quedara, pues había notado lo tensa de la situación; yo negué con la cabeza, pero le pedí que volviera en una hora, ya que iba a necesitar de un amigo.
Stear se levantó y se despidió de todos, prometiéndome en voz alta que volvería en una hora para seguir con nuestra plática, yo no levante la cabeza para verlo marchar, solo asentí.
Cuando escuche la puerta cerrarse, sentí que alguien había comenzado a caminar, solo atine a estrujar las sabanas con mis manos, mis nudillos se habían quedado blancos por la fuerza que estaba haciendo, interiormente me imaginaba que Chris se me acercaba para abofetearme y reclamarme, pero no fue así.
Si era Chris quien se acercó a mí, pero en lugar de los reclamos y golpes que yo esperaba y sentía merecer, él se abalanzo sobre mí y me abrazo, me repetía que estaba agradecido conmigo, que gracias a mi él estaba vivo, que otra en mi lugar hubiera salido huyendo sin importarle nada solo para salvar su propia vida, pero yo me había expuesto, había preferido quedarme a pesar de saber que mi vida corría peligro, sentí sus lágrimas correr y entonces ya no pude mas
- BASTA!!!! – Grité en ese momento – basta ya de esta farsa Chris – dijo la rubia furiosa
- Pecosa que pasa – respondió el hombre alejándose de ella
- Por favor Chris, no me mientas, como puedes estar agradecido conmigo si por mi culpa Anthony está muerto!!! – exclame furiosa
- Eso no es cierto pecas – respondió Chris bajando la cabeza – tú no tienes la culpa, si alguien aquí es el culpable de eso, soy yo
- No Chris, yo debía cuidarlo, no debí permitir que me lo quitara – le respondió la rubia sollozando
- Candy!!! – exclamo el muchacho molesto – Sabes cómo te encontraron? Sabes en qué condiciones estabas? Acaso imaginas por lo que hemos tenido que pasar?
- Chris yo…
- No Candy, claro que no lo sabes, pues bien, te lo voy a contar…
- Christopher!! – Intervino Dorothy – prometiste que no la alterarías
- Sé lo que prometí Dorothy – respondió el muchacho – pero si sigue así terminara muriéndose por la culpa, acaso no te das cuenta – respondió Chris dejando a Dorothy con la boca cerrada
- Candy, cuando te encontramos pensamos lo peor, creímos que estabas muerta, el piso estaba lleno de sangre, y tú estabas tendida boca abajo casi desnuda, tenías la cara hinchada por los golpes que habías recibido, los brazos amoratados y las piernas rasguñadas….
Yo, te vi y se me paso el dolor que sentía, aun me costaba mantenerme en pie, pero Mery me sostenía, me acerque lentamente a ti y sentí miedo de tocarte solo de pensar que estarías muerta, Mery corrió a la habitación por una sabana para cubrirte, y cuando te dimos la vuelta, abriste los ojos, no sé si lo recuerdas, pero me viste y lo único que dijiste fue “se lo llevaron” luego volviste a caer en la inconciencia
Fue cuando se desato el infierno para nosotros, pues supimos que se trataba de Anthony, Mery comenzó a corres por las habitaciones buscando a nuestro hijo, gritando su nombre, hasta que rendida cayo de rodillas en el suelo de la cocina sosteniendo una hoja de papel
Llegue como pude a ella, pues yo había caído sentado al piso por el shock de los que habías dicho y la debilidad con la que me sentía; felizmente mi costado había dejado de sangrar y aunque sabía que traía el brazo roto, deje de sentir el dolor, solo la quemazón por la bala que tenía en el hombro.
Leí el papel y no me tomo ni medio segundo decidir qué haría, si con aceptar lo que proponían salvaba a mi hijo, feliz me cambiaba por él, mire a Mery y ella entendió que la decisión estaba tomada
Me puse de pie y me dispuse a salir cuando las patrullas comenzaron a llegar, los vecinos habían llamado a la policía, ya te imaginaras como se puso todo después, nos esposaron a mí y a Mery y nos llevaron a la estación, a ti te trajeron para la clínica en una ambulancia.
A pesar de que Mery lloro y yo suplique no nos escuchaban, no creían que nuestro hijo estaba en peligro, por más que les mostramos la nota y que les conté todo lo que había pasado con puntos y señas, se cerraron en que lo de Anthony era solo una treta para que escapáramos, que seguramente habíamos dejado a nuestro hijo a buen recaudo; para cuando nos creyeron ya era muy tarde, Anthony había sido encontrado en el parque, ya no había nada que hacer.
Candy, entiende que nada de esto es culpa tuya, que tu hiciste más que nadie por nosotros, nos diste una familia a Mery y a mí, pues antes de que tu llegaras a nuestras vidas, lo que ella y yo teníamos era un infierno, y Anthony estaba en medio de eso, contigo aprendimos a medirnos, a callarnos la boca cuando debíamos, a ser más prudentes y pacientes, nos enseñaste muchas cosas Pecas, así que no te sientas culpable por favor.
- Chris… pero… - trato de interrumpir la rubia
- Mery está bien, si es lo que te preocupa, lógico que como madre que es, le ha dolido sobre manera la perdida de Anthony, y es algo que nunca vamos a superar, pero no te culpa, todo lo contrario, te agradece por haberte expuesto de esa manera para protegerme a mí, sino también a Anthony, en mejores manos nuestro angelito no pudo estar, siempre nos advertiste pecas que debías dejar ese camino, que nos retirásemos cuando podíamos, pero nos cegó la ambición y el poder, nos olvidamos de lo más importante, si hay alguien que debe cargar con la culpa de lo ocurrido, solo soy yo Pecas.
Gracias Candy, por salvarme y por todo lo que hiciste por nosotros, estoy en deuda contigo, te juro que siempre estaré para ti, para lo que quieras y necesites, siempre velare por ti pecosa, desde donde este lo haré, entendido? – dijo el muchacho volviendo a abrazar a la pecas.
- Suena a despedida Chris – comento la rubia
- Así es pecas, pero no es un adiós, solo es un hasta luego, mañana me dan de alta y gracias a que confesamos todo en la estación con tal de que nos ayuden a encontrar a Tony, tendremos que pasar unas lindas vacaciones bajo la sombra pequitas..
- Pero Chris, porque no apelas, y el juicio, contrata un abogado…
- Nena, ya no tengo nada, estoy peor que cuando comencé con esto, en ese tiempo al menos tenia a Mery, ahora estaremos separados, pero no será por muchas pecas, tranquila, solo serán unos años.
- De eso nada Chris, nunca te he pedido que hagas algo malo, pero esta vez será la excepción, ustedes no pueden estar separados, y menos ahora que es cuando más se necesitan para poder curar sus heridas y compartir su dolor, no lo voy a permitir me escuchaste osito, si le tienes que romper la mano al juez lo haces, pero que esa sentencia quede suspendida, págale a quien sea, abogados, fiscales, policías, jueces, no me interesa, pero no vas a pisar la cárcel
- Pecas – dijo el joven con una sonrisa y un tono irónico – no me escuchaste verdad, no tengo ni donde caerme muerto, tanto así que agradezco que estaré encerrado y tendré comida y cama por un par de años
- No Chris, el que no escucho eres tú, y claro que tienes – Dijo la rubia dejando al oso y a su hermana pensando que la muchacha se había vuelto loca – Dorothy, dame el relicario que traes en el cuello
- Pero Candy, este no es muy caro, además me lo regalaste tu – respondió la hermana pensando que la rubia lo quería vender
- Eso ya lo sé mensa, solo dámelo
- Candy no te permito…
- Dorothy que me lo des!!! Exclamo la rubia desesperada
Dorothy le alcanzo el relicario de mala gana, manteniendo el ceño fruncido por como la estaba tratando su hermana
Candy tomo el relicario y lo abrió, dentro había una foto de ella con sus padres en un lado y en el otro de su hermana también con sus padres.
- Dame una horquilla de tu cabello Dorothy – ordeno la rubia mientras estiraba la mano en dirección a su hermana, sin despegar los ojos del relicario
Dorothy suspiro y le dio a Candy lo que pedía.
La rubia utilizo la horquilla para hacer palanca en el relicario, debajo de la planchita que contenía la foto de ella con sus padres, había un compartimento mas, el cual contenía un papelito muy bien doblado, Candy lo tomo y lo aliso
- Que es eso Candy? – cuestiono Dorothy
- Esto hermanita, son mis ahorros
Chris y Dorothy la quedaron viendo sorprendidos.
- Recuerdas Chris que desde hace casi un año has venido dándome propinas – cuestiono la rubia, a lo que el oso respondió asintiendo con la cabeza – pues nunca gaste ni un dólar, y cuando tuve la cantidad suficiente y cumplí dieciocho abrí una cuenta en el banco, ahí está el dinero, toma – dijo la rubia entregándole a Chris el papelito – ese es el número de cuenta y la clave de la tarjeta para retiros y transferencias, puedes transferir y hacer pagos por internet, así que no te preocupes, ese dinero es tuyo
- Pero Candy….
- Pero nada Chris, tómalo por favor, haz lo que te pido y discúlpame con Mery, aun no estoy lista para verla – finalizo la joven volviendo a su mutismo
… Recuerdo que Chris dijo algo más, pero ya no logre oírlo, me había perdido en mis pensamientos de nuevo, y es que todo había pasado por eso, por dinero…
Cuando levante la cabeza nuevamente, fue por que escuche que llamaban a la puerta, y me di cuenta de que Chris y Dorothy se habían marchado, di el pase en voz alta, y apareció Stear, me miro tiernamente y me pregunto si estaba bien, yo solo moví la cabeza negativamente y rompí a llorar, recuerdo que el entro y me abrazo, dejándome llorar a mi gusto…
Cuando por fin me calme, me pregunto que había pasado, así que le conté parte de la historia, básicamente le dije que el niño a quien yo cuidaba había sido secuestrado y luego encontrado muerto y que yo me sentía culpable por eso, Stear me abrazo más fuerte y me dijo que, aunque no sabía las circunstancias en las que las cosas habían pasado, él ponía las manos al fuego por mí, que a pesar de que recién me conocía, podía darse cuenta de que yo jamás dañaría a alguien, luego de conversar un rato más me quede dormida.
Fue la primera vez en días que no necesite de un sedante para dormir, que las pesadillas no vinieron a mi mente y que descanse tranquilamente… - Finalizo la rubia con su relato
- Entonces así fue como conociste a Stear – pregunto el rubio
- Si, pensé que te lo había dicho – respondió la rubia
- No, él siempre fue muy reservado con respecto a la amistad que compartía contigo, ahora comprendo por qué se llevaban tan bien, él fue tu tabla de salvación
- Se puede decir que si, el me ayudó mucho a salir de la depresión en la que me encontraba, me alentó a seguir con mi vida y con mis planes, nunca me pregunto nada más con respecto a esa noche en el hospital, al menos hasta que nos encontramos con Chris tiempo después
- Eso no lo sabía – comento el rubio
- Pues claro que no, yo te conocí un año después, cuando regresaste de Francia, recuerdas
- Si, lo siento, es que soy muy posesivo contigo, no te imaginas como me estoy conteniendo para no sentir celos de mi propio sobrino – comento el rubio riendo
- No tendrías porque amo, yo solo te amo a ti
- Lo sé princesa, pero continua, que ya me dio curiosidad
- Bueno, Stear y yo habíamos ido a cenar a un restaurante cerca del centro, después del cine, y cuando salimos del establecimiento, vimos a Chris apoyado sobre un auto con los brazos cruzados.
Cuando lo vi, me quede fría, había pasado casi un año desde la noche del hospital, Stear se dio cuenta y miro en la dirección en que yo veía, al reconocer a Chris me abrazo por la cintura y me acerco a el de manera protectora, recuerdo que me dijo que estuviese tranquila, que todo estaría bien.
Chris hizo un gesto de desagrado cuando Stear me abrazo, y comenzó a caminar hacia nosotros, yo empecé a temblar.
- Pecas, como has estado? – Pregunto Chris
- Hola Oso, que tal?
- Pues no tan bien como tu pequitas, veo que estas bien acompañada, no me vas a presentar.
- Oso…
- Bueno lo hare yo – dijo el oso con una sonrisa – Mi nombre es Christopher Argent, el hermano mayor de Candy o como si lo fuera, así que si la haces llorar, te parto la cara – se presentó el oso con Stear
- Mensaje entendido – respondió Stear con una sonrisa – Alistair Cornwall, pero para los amigos soy Stear.
- Bien Stear, me dejas hablar unos minutos con Candy
- Solo si ella lo desea – respondió el joven de lentes
Chris sonrió, se daba cuenta que ese muchacho estaba enamorado de Candy, y que la cuidaba y protegía, la pecosa estaba en buenas manos
- Esta bien Stear, no tardare
- Bien Candy, te espero ahí – dijo Stear señalando el poste de luz que se encontraba a unos cuantos pasos
- Bien oso, que querías decirme – cuestiono la rubia un tanto nerviosa
- Candy, porque no has respondido mis mensajes, va a ser un año de lo que paso y aun no has ido a casa a visitarnos
- Osito entiende, para mi aun es difícil asimilar todo lo ocurrido, yo los quiero mucho, pero por ahora prefiero mantenerme alejada de todos ustedes, no quisiera volver a pasar por algo así en la vida
- Entiendo tu miedo Candy, y respeto tu decisión, pero pásate por la casa de vez en cuando ok, los chicos y Mery te extrañan
- Los Chicos?... es que juntaste a la pandilla de nuevo? Acaso no has aprendido Chris? Que quieres que vuelva a pasar lo mismo? – reclamo la rubia sin dejar que el oso se explicara
- Candy basta!! Estas llamando la atención de la gente
- Pero es que….
- Silencio niña y déjame hablar
- Este bien oso te escucho – dijo la rubia molesta
- He juntado a la pandilla de nuevo Candy, pero no para el mismo negocio, gracias a lo que me diste – refiriéndose al dinero – no solo yo he quedado limpio, sino que también limpie los registros de los chicos, y hemos puesto una pequeña agencia de seguridad, y aunque nuestros primeros clientes han sido muchos de los “colegas” con los que antes nos relacionábamos, pues no nos va mal, y ahora estamos expandiéndonos para llegar a otro tipo de clientes, entiendes Candy, ya dejamos ese mundo, al menos ya nosotros no formamos parte de él, aunque nuestros clientes si
- Me alegro por ti, por los chicos y por Mery – dijo la rubia sinceramente – pero yo aún no...
- Esta bien Candy, solo recuerda que ahí estamos ok, toma – dijo el oso extendiéndole su tarjeta – por si nos necesitas, ah y recuerda que te estaré vigilando, eres mi hermana pequeña, pecosa revoltosa, solo cuídate ok
- Gracias osito, saludos a todos y besos a Mery, dile que la quiero
- Y ella a ti, ahora ve, que tu novio te espera
- Solo somos amigos oso – se escandalizo la rubia
- Eso porque eres muy despistada pecas, pero ya veras, ya veras
….. El oso se fue, y Stear se acercó, me pregunto si todo estaba bien y yo asentí con la cabeza, luego me llevo a casa, a la semana siguiente te conocí – le dijo la rubia a su esposo
- Bien, entonces esa es toda la historia? – cuestiono el rubio
- Si Albert – respondió su esposa con la cabeza gacha – debes estar pensando lo peor de mi - sollozo la rubia
- Para nada Candy, solo me pesa el saber que no me he ganado del todo tu confianza, pensé que habíamos sinceros el uno con el otro desde el comienzo, yo siempre fui claro y transparente contigo
- Albert, yo lo sé, pero….
- Déjame terminar Candy, como te decía, me pesa no haber sido merecedor de tu confianza, y que haya tenido que pasar esto para que por fin hablaras conmigo, también entiendo que lo que pasaste ha sido muy fuerte y que de repente ha sido por eso que no lo has querido compartir conmigo, pero tienes que entender que una relación de pareja no se maneja así Candy, el amor es muy importante en una relación, si no es que lo más importante, pero va de la mano con la confianza, a ver princesa, como estarías tu si las cosas fuesen al revés, si hubiese sido yo quien hubiese ocultado algo de tal magnitud
- Pues estaría muy sorprendida, molesta y defraudada – dijo la rubia con la voz quebrada
- Estoy sorprendido Candy, pero es porque no puedo entender cómo has podido con todo eso dentro de ti princesa, es un peso demasiado grande para que lo hayas cargado sola y por tanto tiempo, por fin entiendo por qué te quedabas absorta en tus pensamientos de un momento a otro, o las pesadillas que sufres y que nunca me cuentas, molesto no estoy, porque no tengo razón para estarlo, pero defraudado sí, pero no contigo, sino conmigo mismo, creo que tendremos que trabajar más duro en nuestra relación de confianza preciosa
- Albert, eres demasiado bueno conmigo…
- No más de lo que tú lo eres conmigo princesa, pero por algo si estoy molesto Candy
- Lo sabía, sabía que te molestarías..
- No pequeña, no tiene nada que ver con lo que me has contado
- Entonces???
- Candy, porque planeabas ocultarme el hecho de que Eliza quiere secuestrar a Anthony, porque no pensabas decírmelo verdad?
- Albert… yoooo
- Tú nada Candy, mira puedo ser el hombre más comprensivo del mundo, pero te voy a pedir algo Candy, y quiero que te quede muy claro
- Esta bien Albert
- Que esta sea la primera y la última vez que me ocultas algo, y más si se trata de la seguridad de Tony, entendido, no me molesta nada de tu pasado, ahí está, donde le corresponde, en el pasado, me interesa solo el futuro, el tuyo, el mío y el de nuestro hijo, así que, espero que entiendas eso
- Si Albert, discúlpame por todo
- Por dios princesa – dijo el rubio en un suspiro – por que será que aunque lo desee no me puedo enojar contigo – confirmo tomando a su esposa nuevamente entre sus brazos – ahora descansa pequeña, lo necesitas
- Pero y la seguridad de Tony
- Tranquila amor, George y de seguro también Argent ya se deben haber hecho cargo de eso
- Esta bien amor – dijo la rubia en un bostezo, acomodándose en los brazos de su esposo, para caer rendida en un profundo sueño.
CONTINUARÁ....
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Buenas horas chicas bellas, volví !!!! y aquí les dejo un capitulo mas, para complementar el anterior y algunas cositas que quedaron en el aire.
Gracias a todas por sus comentarios, espero que esta historia les este gustando muuuuuchoooo tanto como a mi, así que aquí estoy, y tengo dos capítulos mas para subir hoy, quien dijo yo