GUERRA FLORIDA 2016
CLASE ESPECIAL AQUELARRE ANDREW
"CONFIA EN MI"
Disclaimer: Candy Candy y sus personajes pertenecen a sus respectivas autoras, la historia a continuación es de mi autoría, realizada con el propósito de entretener y no de lucrar.
Capítulo 09
George se encontraba sentado cómodamente en el sofá de su sala, a pesar de que su mirada estaba perdida en el enorme jardín que se veía a través del ventanal, su mente estaba aún asimilando lo que Niel y Stear le habían confiado.
Era tan difícil de creer que alguien de tu propia familia, aunque sea política o lejana, quiera dañarte, y más cuando se trataba de esa mujer que tan bien había sabido jugar sus cartas, y es que Elisa había engañado a todos, siempre haciendo parecer que cada una de sus fechorías, eran coincidencia o sin querer, nadie había podido afirmar que todo lo que hasta ahora había hecho, que claro no habían pasado de maldades y travesuras de adolescente o joven rebelde, hubiesen sido planeadas y llevadas a cabo con toda la premeditación e intensión del mundo.
Claro, ahora todo encajaba, como no se dio cuenta el día de la boda de William y Candy, que sus berrinchitos y escenitas no eran las de una sobrina celosa por dejar de ser el centro de atención de su familia, y eso de desaparecer los aros y querer encerrar a la novia, o intentar sobornar al chofer para que demorase más a Candy en su trayecto a la iglesia, haciendo ver que la novia había dejado plantado a su novio en el altar, felizmente nada de esto se llevó a cabo porque toda la gente que rodea a William le es leal, pero y si no hubiese sido así, no, no valía la pena ni imaginarlo, lo mejor ahora era concentrarse en como impedir que los planes de Elisa se llevasen a cabo…
- Amor, que tienes? Que te preocupa George? – cuestiono Dorothy entrando a la sala con una bandeja en sus manos
- Querida, ya te he dicho que dejes que Rosy te ayude, tu debes descansar – indico el pelinegro mientras tomaba la bandeja con su mano izquierda y con la derecha sujetaba a su esposa por la cintura y la llevaba a sentar en el sofá
- Pero es que a mi me gusta atenderte George, además ya te he dicho que un embarazo no es una enfermedad, aun me quedan unas cuantas semanas antes de reventar – respondió la dama con una sonrisa divertida
- Sera todo lo que digas, pero mientras yo esté aquí, no quiero que te esfuerces entendiste, para eso está Rosy, y tu estas para descansar y esperar ansiosa la llegada de esta princesa, estamos
- Esta bien, hare lo que dices, uhmmm pero con una condición
- A sí que mi bella dama me condiciona su obediencia eh? – pregunto el pelinegro mientras tomaba un sorbo del café que su esposa le había llevado
- Pues… digamos que es un trato, un intercambio comercial, como tú los llamas – respondió Dorothy acariciando el rostro de su esposo
- Uhmmm entonces ahora estamos haciendo negocios cierto
- Claro, mira tú quieres que yo te obedezca y que descanse las semanas que quedan para la llegada de Lucia, verdad?
- Si, eso quiero
- Bueno yo te doy lo que tú quieres, si tú me das algo a cambio
- Uhmm eso se llama chantaje, sabias?
- No, eso se llama negociación, y si quieres lo tomas y si no lo dejas, no tengo ningún problema en seguir haciendo mis cosas, sabes bien que nunca he sido una haragana, así que usted decide señor Johnson
- Bueno y que es lo que mi bella esposa desea a cambio de cumplir con lo solicitado – cedió el bigotón a los requerimientos de su amada esposa
- Pues nada más saber algo
- y que será lo que mi curiosa dama desea saber
- Quiero que me digas que ha pasado con mi hermana, porque no me trago el cuento de que a Candy se le haya adelantado el parto así como así...
- Dorothy…
- Dorothy nada George, mira, yo entiendo que te preocupes por mí y por mi estado, entiendo también que Albert te haya dicho que no me digas nada para no alterarme, en serio lo entiendo, ustedes son tan iguales en ese aspecto, siempre cuidando y protegiendo a los suyos, pero yo soy peor que tú y que Albert juntos, y más cuando se trata de mi hermana, sabes bien que Candy es muy importante para mi, que es la única familia que tengo George, así que ahora mismo me vas contando lo que sabes si no quieres que me levante y cruce esa puerta y aunque sea a rastras llegue a la mansión preguntando por mi hermana
- Y tu como sabes que William me pidió que no te dijera nada para no alterarte? – pregunto el pelinegro sorprendido
- Ya te lo dije, ustedes son muy parecidos y se que si las cosas hubiesen sido al revés, tú también hubieras tratado de proteger a Candy de alguna manera, lo que me hace pensar que las cosas son más grabes de lo que parecen verdad – dijo Dorothy regalándole una sonrisa que denotaba comprensión y solidaridad.
- Pues sí, al comienzo parecía ser solo la obra de una mujer obsesiva, pero me acabo de enterar de algo más, que me tiene muy pensativo
- Bueno pues, cuéntame y te ayudare en lo que pueda… prometo tomarlo tranquilamente y no alterarme
- Aunque dudo mucho que así lo hagas, te lo contare, pero primero déjame hacer unas llamadas y luego comienzo está bien?
- Esta bien, llamaras aquí o en el estudio?
- Pues si igual te voy a contar que más da que llame aquí – respondió George sacando su celular y marcando el primer numero
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Mientras todo esto ocurría en casa de los Johnson, la familia Andley se encontraba reunida en la sala de espera de la clínica central de Chicago, esperando que les permitan ver al heredero de la familia, y obviamente también a la mamá
Candy estaba recostada en su cama, descansando de todo lo que había pasado pocas horas antes, y pensar que esa mañana había comenzado tan tranquila, este sería en verdad un aniversario para recordar…
- Oh por dios!!! – exclamo la rubia, sacando de su modorra a su esposo que se encontraba recostado junto a ella
- Que pasa princesa, te duele algo, estas bien, quieres que llame al médico – cuestiono Albert preocupado
- no, no, amor tranquilo no es nada de eso, es solo que recién caigo en cuenta de algo
- y de que será
- Pues de que Anthony nació hoy!!!
- Candy eso ya lo sabemos y pensé que tú lo tenías más claro que cualquiera de la familia – respondió el rubio sonriendo
- Es eso a lo que me refiero amor, sino que nació hoy, en nuestro aniversario
- Es cierto, no lo había pensado, creo que nuestro pequeño no quería esperar para felicitarnos princesa
En esto estaba nuestra adorada parejita cuando tocaron a la puerta de la habitación, era la enfermera pidiendo permiso para pasar, e indicándole a Albert que tenía a su familia en la sala de estar, esperando por conocer a Anthony
- Bueno, se acabó el descanso princesa, es hora de atender a la familia
- Pues ni modo, valla a atender y a presentar a nuestro pequeño a la familia, mientras que yo me quedare aquí tranquilita como niña buena
- Si ya te creí – respondió el rubio con una sonrisa mientras se acercaba a pesar los labios de su esposa
- No se preocupe señor Andley, yo me quedare con la señora para ayudarla a arreglarse y pueda recibir luego a sus visitas
- Se la encargo mucha señorita – pidió el rubio mientras se acercaba a la puerta para salir luego de la habitación
Fuera de la habitación de Candy, estaban los más cercanos a la pareja con globos, peluches y recuerdos para él bebe, Aniñe y Archie habían llevado un oso enorme con un gran lazo azul, la tía Elroy le había llevado un adorno de globos que decía bienvenido bebe, Martha, la secretaria había enviado un adorno de flores para la señora Andley, y George con Dorothy acababan de llegar con una hermosa manta tejida a mano, hecha por la misma Dorothy para su sobrino favorito
Mientras Albert saludaba y agradecía los detalles a su familia, dirigiéndolos hacia los cuneros para que conociesen al pequeño Anthony; una mujer pelirroja venia llegando a la clínica, no había sido difícil dar con la señora Andley.
Camila se dirigió a la recepción de la clínica y pregunto por Candy Andley, la enfermera que la atendió, le dijo en que habitación se encontraba la nueva mamá y le indico el camino; Camila miro hacia el pasillo y tomando aire se enrumbo a la habitación indicada.
En el cuarto, Candy terminada de acomodar su cabello con la ayuda de la enfermera, ya se había cambiado el camisón y estaba más presentable para recibir a sus visitas, cuando tocaron a la puerta, la enfermera pensando que era la familia que había regresado ya de ver al bebé, salió rauda de la habitación dejando la puerta entreabierta para que entrase la visitante, que no era otra más que Camila
- Tú!!! – exclamo Candy viendo de quien se trataba su visita – Que demonios quieres aquí, acaso no estas contenta con todo el daño que ya has causado que vienes a provocar más...
CONTINUARÁ...
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Cumpliendo con ustedes, el segundo capitulo de hoy, espero sus comentarios