La imagen pertenece a Jeann Pollifrodi, les presentamos una colaboración más.
Tal vez era su belleza natural, su forma de caminar o su carisma, nunca lo supe.
Aquella tarde de primavera ella lucia su traje de montar, había tenido una tarde agitada cual amazona en el campo, sin embargo aun con eso ella se veía simplemente hermosa. La observe con su gracioso caminar desde lejos y anduve tras ella a distancia para que no se diera cuenta que lo hacía. Clin, su mascota corrió a mis brazos apenas me vio, no importo que fuera disfrazado de negro y con una larga capa, el de cualquier manera reconocia mi olor, tal vez por eso sin pensarlo subió a mis brazos y se acomodo en mis hombros esperando a que yo siguiera mis pasos detrás de Candy.
Se detuvo un poco en el jardín, fue cuando me di cuenta que llevaba una canasta la cual inmediatamente lleno de flores, parecía distraída pero feliz.
Al poco rato vi como Eliza, ataviada con uno de sus mejores vestidos se acercaba a verla con cara furiosa, ella sabia muy bien que Candy a pesar de su atuendo, llamaría la atención de los invitados... fue cuando recordé que era el cumpleaños de Albert, era mi razón de estar ahí pero con la visión que había significado verla delante de mi lo había olvidado por un instante.
Ella no se dio cuenta pero Eliza si, fue ella quien se acerco a mi para recibirme con una sombrilla llena de flores luciendo melosa ante mi presencia, no le preste la mas mínima atención, lo único que deseaba era acercarme a Candy y que fuera ella quien me acompañara el resto de la tarde. Como siempre rechace el intento de Eliza para ser mi pareja y me decidí al fin correr hasta Candy, la tome del brazo y la gire hacia a mi.
- Terry!
- No vas a saludarme?
- Pensé que no te acercarías nunca.
- Me viste?
- Por supuesto, te vi desde que baje del caballo, pude sentir tu aroma a través del viento mientras venía a la Mansión y escuchar tus pasos a unos cuantos de los mios.
- E ibas a seguir escapando.
- No escapaba, solo me adelantaba antes de que pudieras llegar a mi, necesitaba quitarme los nervios.
- Yo también estaba esperando el momento preciso. Quieres ser mi pareja de baile esta noche?
- Si no te molesta bailar con una chica con pantalones.
- Nunca me ha molestado tu atuendo.
Caminamos juntos hasta el interior, adentro había gente esperando por mas invitados, Albert vio a Candy con una sonrisa, se veía a leguas que estaba orgulloso de su protegida. Atrás Eliza refunfuñaba por no ser el centro de atención una vez mas.