La oscuridad fue su complice aquella noche, anduvo por un tiempo indeciso pero al final busco la habitación sigilosamente ante el peligro de ser descubierto, conocía bien las consecuencias, no obstante aquella necesidad de verla nuevamente le apremiaba. Cual ladron salto por la ventana, se introdujo por las cortinas apareciendo como un fantasma en medio del cuarto, así, silenciosamente mientras buscaba casi a tientas el motivo de su desvelo.
Ahí estaba, dormida, tan profundamente dormida que no se percato de su presencia, el ataviado aun con su traje de romeo y un antifaz que cubria parte de su rostro buscaba desesperado a la Julieta que no pudo conquistar esa noche de festival y ella simplemente dormia plácidamente sin importarle lo que el estuviera sintiendo.
Un movimiento brusco le puso en alerta, ella se giro intentando agarrar algo con su mano y en su rostro se observaba una mueca de enojo y entonces escucho de su voz algo que le hizo sonreir.
“Maldito engreído, me la pagaras Terry” –dijo entre dientes intentando agarrar algo invisible mientras su mano caia a la orilla de la cama y volvia a quedarse en silencio entre sus sueños.
Al menos ella soñaba con él, no todo estaba perdido.
FIN