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CHICA MALA
Ahi estaba nuevamente sobre la cama durmiendo confortablemente enseguida del cuerpo de un extraño… si, el hombre que ahora yacia en la cama nunca habia estado ahí, ya estaba acostumbrada a que dia tras dia llegaban hombres desconocidos a su hogar, abrió los ojos, se estiro un poco y salto de la cama buscando su plato para comer.
Tal vez fue el movimiento provocado por ella o tal vez la luz del sol que iluminaba completamente la habitación lo que provoco que el intruso abriera los ojos y comenzara a vestirse sin siquiera mirar a su acompañante, al termino de ponerse la ropa simplemente salio del departamento sin decir una palabra.
Elisa se despierta, hace tanto que la conozco que he perdido la cuenta de los días, desde que se mudo a este departamento conmigo siempre hace lo mismo, solo yo puedo ver la soledad en la que vive aunque intente parecer fuerte. Mira a todos lados buscando tal vez al hombre que salio hace unos minutos, se sienta en la cama y me acerco, se que necesita de mi en ese momento por eso me repliego entre sus piernas esperando una caricia, siento su mano acariciarme y tambien puedo sentir las gotas que caen de su rostro, otra vez esta llorando.
- Algo está faltando y yo no sé por qué, siempre siento la necesidad de esconder mis sentimientos de ti.
La escucho decir, pareciera que me habla a mi pero en realidad habla con alguien a quien simplemente no puedo ver, maullo para llamar su atención y ella me levanta en brazos mientras continua con su dialogo.
- ¿Es de mí o de ti de quien tengo miedo? Me digo a mí misma que me voy a mostrar de lo que estoy hecha, no me puedo permitir dejarte marchar. Al menos no aquí dentro, pero entonces como lleno este vacio que siento.
No se porque siempre termina haciendo lo mismo cada dia despide a un nuevo amante culpándose asimisma… quisiera poder ayudarle mas pero no me entiende cuando le hablo.
Todo empezó cuando el murió, el chico de ojos azules y cabello rubio, entonces era yo un cachorro y ella era mucho muy pequeña, con el tiempo parecía haberlo olvidado pero cuando regreso de su largo viaje todo volvió a comenzar. Lo recuerdo porque al verla me alegre de que hubiese vuelto por mi, habia pasado tanto tiempo que pensé que me habia olvidado pero cuando regreso lo primero que hizo fue abrazarme y fuimos juntas a esa tumba en la cual ella se dejo caer.
- Nunca quise causarte ningun dolor, para mi siempre seras el chico al cual mas ame, mi primer amor, mi primer desilusión … aun cuando ella se interpuso tu siempre lo seras. En mi corazón sé que nos separamos y que nunca sentiste nada por mi, pero ahora que ya no estas no sé por dónde comenzar ¿Qué puedo hacer? No quiero sentirme triste pero saber que ya no tendre oportunidad simplemente me destroza.
Puedo ver cuanto es lo que sufre, aun no entiendo porque seguir pensando en los muertos. Creo que este ha sido su pretexto para tomar este camino, recuerdo cuando le dijo a sus padres que se iria de la casa, cuando hizo las maletas yo estaba rondando por su habitación, siempre he estado encariñada con ella y me preocupaba que me dejara otra vez por eso aquella vez decidi subirme en sus brazos y no bajarme. Resulto. Desde entonces vivo en esta habitación esperándola pero nunca llega sola.
Otra vez llega tomada, oliendo a humo, besando a un extraño, entusiasmada y oliendo a mujer en celo, conozco bien ese olor que despide y se que nuevamente será lastimada pero solo soy una espectadora, algunas veces me subo a la cama y veo como se entrega al sujeto en curso.
- Penelope se que hago mal. – me dice – pero que puedo hacer para llenar este vacio que el dejo, ya no soy una niña y no hay nadie a quien haya amado tanto como a el, no soy feliz acostándome con cualquiera, sabes, pero…
La veo volver a llorar mientras me acaricia, cada dia vuelve a quedarse sola y cada vez que eso pasa ella saca esa vieja fotografía y se queda observándola hasta que el sueño la vence una vez mas.
Hoy lo he visto, vi como se asomo por la ventana, le llame para pedirle que por favor ayudara a Eliza, que se quedara con ella y tal vez me escucho pues apenas entro ella por la puerta el se introdujo despues, pero ella no venia sola.
El me miro y se agacho a acariciarme y yo maulle a mi ama para que lo viese, quería verla sonreir una vez mas pero parecía que ella no podia verlo. El chico con el que venia la avento sobre la cama, reviso la casa, yo fui detrás de el y le maulle desconfiada, no me daba buena espina, el lo supo pues me alejo de un puntapié cuando me acerque lo suficiente para olfatear un olor tan conocido para mi como era el de la muerte. Eliza vio la acción del sujeto y se avalanzo enojada contra el.
- Que haces estúpido, lárgate de mi casa, no te quiero ver aquí.
- Que te pasa preciosa, tu me invitaste.
- Y yo soy quien te voy a echar de aquí, a penelope nadie la toca.
- Bah, es solo un animal.
- Pero vale mas que tu, lárgate de aquí.
- Vaya, vaya con la chica mala... vamos a tener que enseñarte como tratar a los invitados.
Yo pude ver la furia con la que ella me defendia, adolorida como el tipo me dejo me levante y me lance contra el pero mi cuerpo fue era demasiado pequeño y el me sujeto como a un juguete para lanzarme contra la pared, ya no pude moverme y ya no pude defender a mi ama. Ella se lanzo contra el golpeándolo y el la tomo del cabello para golpearla en el rostro, para aventarla contra el piso y para echarse sobre ella.
No pude hacer nada cuando el le arranco la ropa, no pude mas que maullar lastimeramente cuando ella gritaba de dolor, de rabia y humillación y no pude hacer nada cuando al final el la tomo entre sus manos para llevarla lejos de mi. Ya no pude ver nada.
Me quede dormida y cuando desperté pude ver a Eliza al lado del rubio sonriente, era asi como yo quería verle, quería que fuera feliz, quería que fuera la Eliza que me habia recogido cuando era pequeña, me sentí feliz. Ella se agacho hasta mi, me acaricio y me dio las gracias, el rubio le tomo la mano y a pesar de que se la llevo de aquel frio departamento donde yo me quede sola supe que ella estaría bien y que yo podia descansar tranquila.
Fin
