LA PROMESA
GIANNY 17
CAPITULO 9
Habían llegado con bien aquel lugar pero nada iba regresar a la normalidad, la habían lastimado del modo más atroz que podían hacerlo con un mujer y los únicos pensamientos que cruzaban por su cabeza desde hace días era acabar con todo aquello de una buena vez.
Karen se hallaba mirando el horizonte por la pequeña ventana de su habitación y lágrimas empezaron a surcar su rostro sin duda nada volvería a ser lo mismo para ella, nada era lo mismo desde que había estallado aquella guerra donde sus padres habían muerto y su hermano había sido obligado a hacer cosas horribles solo para defender lo que por derecho les pertenecía. Si esa era la vida que una princesa tenía que llevar preferiría no llevarla.
Suspiro al recordar lo que había pasado y que jamás borraría de su cuerpo, hubiera preferido morir en aquel lugar antes que ser llevada a su tierra y ser vista como la zorra de los Leagan, no aguantaría aquella carga, ella no era como Terry no podría asumirlo y seguir adelante.
La puerta se abrió y limpiándose las lágrimas para que su hermano no las viera intento calmar el dolor que venía atormentándola desde hace mucho.
----No tengo hambre.- Dijo en un hilo de voz apenas audible.
----Qué bueno porque no traje nada de comida.- La voz de la mujer la tomo de sorpresa y girando hacia su intrusa vio a aquella joven que el día anterior era cargada en brazos por su hermano.
----¿Quién eres tú y que haces en mi habitación? .- Hablo molesta y sorprendida por el atrevimiento de aquella.
-----No temas Karen Grandchester.- La voz de Candy sonó tan serena que el corazón de Karen se estrujo de coraje.
-----¡NO QUEDA NADA DE ESA MUJER!
-----No quedara nada de tu hermano si tú la matas. – La presencia de Candy a escasos centímetros de ella la inquietaron.
-----¿De que estas hablando’.
----Se lo que pretendes hacer.- Karen palideció al escuchar aquellas palabras.- No dejare que lastimes a Terry.- Los ojos de Karen se llenaron de lágrimas y la furia la invadió.
-----Yo soy la lastimada, estoy rota…si vivo será mi existencia la que lo lastime día a día.
---- El tiempo lo cura todo.- La voz calmada de Candy enfureció más a la joven.
----Lo dices tú que no tiene que cargar con esta cruz el resto de su vida.
----¿Y si te prometo sanarla?.
----¿Qué dices? ¿Te estas burlando de mí?
Candy tomo la pálida mano de Karen entre las suyas y escenas de una Karen sonriente y feliz corriendo entre verdes campos, abrazada a un joven hermoso y rodeaba de tres bellos niños la hicieron romper en llanto, verse feliz paseando entre los limpios canales de su nación junto a su familia y todo su pueblo quebraron su autocontrol.
-----DIOS.- Hablo mientras por su mente miles de imágenes la desbordaban.
Candy soltó su mano haciendo que la joven cayera de rodillas al suelo mientras intentaba entender lo vivido.
-----Podrás tener todo eso solo si deseas abandonar la tonta idea de quitarte la vida.- Le hablo Candy con firmeza.- Es la promesa que yo te hago si decides ahora mismo continuar con tu vida y olvidar el pasado.
-----¿Cómo lo sabes?.- La voz quebrada de Karen se hizo presente
---- Porque lo se.- Candy se encogió al tamaño de ella y suavemente le hablo.- He visto lo que tu ausencia hará en él, la vida de Terry se apagara y tu pueblo desaparecerá, tus enemigos acabaran con todo no quedara rastro del gobierno de tus padres…él te necesita.
----Me aseguras que esto dejara de doler
----Lo hará, eres una Grandchester
Rompiendo en llanto Karen asintió con el fuerte deseo de que en algún momento de su vida todo lo pasado desapareciera y poder gozar lo que aquella mujer le había mostrado entre sus recuerdos.
Oooo//oooo
Durante todo el día Terry no pudo ver a Candy y aquello lo molesto ¿Por qué se portaba así con él? ¿Acaso había hecho algo malo?.
Molesto dejo con fuerza la cuchara sobre el plato de caldo que estaba probando llamando la atención de su joven hermana que atenta lo miraba.
----¿Qué te tiene tan molesto?.- Pregunto al verlo observar la ventana.
----No es nada.
----¿Cómo conoces a esas mujeres?.- Le pregunto mientras se llevaba algo de comida a la boca y esperaba su respuesta.- Son ….son seres mágicos ¿verdad?.- El silencio de Terry hicieron que Karen levantara la mirada hacia el que atento miraba las estrellas del cielo.- ¿Te gusta alguna de ellas?.- La mirada asombrada de él se plantó frente a ella logrando que sonriera ante su reacción.- ¡SI!
-----¿Qué hablas?....me salvaron la vida y me ayudaron a encontrarte,eso es todo.
-----Qué bueno.- Sin decir nada más Karen continuo su comida logrando que dejar a Terry con una terrible duda en su interior.
Ya sin apetito se levantó para retirarse de la pieza y tomar un poco de aire nocturno y poder despejar su cabeza de aquella loca idea que su pequeña hermana había implantado. Cuando cruzo la puerta de aquella posada se dirigió hacia el enorme árbol que suponía albergaba a algunas de las hermanas de Candy, al llegar levanto la vista y sorprendido vio como de una de las ramas colgaban dos hermosas piernas, su corazón empezó a bombear más rápido la sangre a su cuerpo mientras que sus ojos recorrían el suave perfil de Candy a la luz de la luna.
Sin saber por qué se vio escalando el enorme árbol hasta llegar donde se hallaba la joven que de reojo lo miraba sin expresión alguna.
----Que mala vigía eres.- Dijo mientras se sentaba a su lado
----Te escuche salir de la casa, la verdad dude que supieras subir el árbol pero lo lograste….no eres un niñato después de todo.- Terry sonrió al comprender que la rubia había regresado.
-----¿Dónde te metiste todo el día?
-----Cosas de seres mágicos.- El movimiento que realizo con la mano le causo gracia y mirando hacia la luna la contemplo.
-----Te extrañe.- Candy guardo silencio logrando asustar a Terry ya que pensó haber cometido un terrible error al confesárselo, tomando aire se atrevió a mirarla para descubrir que ella lo observaba en silencio.- Por favor no me mires así.- Los nervios lo invadieron ¿Qué le pasaba? Nunca había sucedido nada parecido con alguna mujer…pero Candy no era una mujer cualquiera.
-----¿Qué sucederá ahora?.- La pregunta de Candy lo tomo de sorpresa
-----¿Ahora?
-----¿Regresaras a tu hogar? .- La realidad golpeo su rostro, era verdad tendría que regresar a casa y tomar medidas necesarias para salvaguardar la integridad de su hogar.
----Si.- Candy le brindo una hermosa sonrisa y continuo mirando la luna llena
----Te deseo lo mejor Grandchester…serás un buen rey.
----Gracias.
Se quedaron así por un largo rato y el silencio reinante aunque no incomodo dejaba muchas cosas incompletas por decir, resignado al comprender que tal vez sería la despedida, Terry dio las buenas noches y empezó su descenso del gran árbol. Cuando sus pies tocaron el suelo y empezó su caminata a la posada algo dentro suyo lo obligo a detenerse y dirigirse a la rubia que aún seguía en lo alto.
-----Me preguntaba si ….si deseas acompañarnos a Kanchanaburi….seria agradable mostrarte muchos lugares y que conocieras un poco de mi mundo. - Terry miro a lo alto y vio como Candy sorprendida se mordía el labio meditando la respuesta .- No tienes que responder ahora puedes….
------¡SI!....quiero ir contigo. – La emoción que sintió en ese momento lo embargo y sonriendo se despidió con una venia para retirarse feliz a su habitación.
A la mañana siguiente el viaje iniciaba seis personas con lo necesario para llegar al territorio de los Grandchester se echaban a andar, sin duda alguna no pasó desapercibido para todos las miradas que de vez en cuando ambos jóvenes se lanzaban en el transcurso del camino.
Kanchanaburi estaba a tres días de viaje y tenían que parar para descansar, alimentar a los caballos y tratar de conseguir algo de comida, lo bueno de todo aquello era que los pueblos que visitarían eran aliados de su nación por lo que sería más fácil adquirir las cosas que necesitaban sin pagar al momento.
La primera noche de viaje Terry convenció a Candy de escaparse en medio de la oscuridad para poder nadar en las deliciosas aguas termales del lugar, pese a que todos sabían de su salida nocturna nadie hizo lo contrario para impedirles pasar el momento juntos. Las jóvenes hermanas de Candy sabían de lo importante que era todo aquello para la rubia y aunque no muy convencidas la dejaron acumular recuerdos, Karen por su parte sentía dicha al ver como su hermano después de tanto tiempo sonreía y disfrutaba de la vida sin preocupaciones ni cargas.
Y como era de esperar aquella noche Terry le enseño a Candy a responder su besos de tal modo que ambos disfrutaran del momento…sin querer había comenzado aquel lazo que poco a poco los unía para siempre.
La segunda noche durmieron al aire libre y después de una larga caminata tras repartirse los turnos de vigilancia todos se dejaron llevar por las brumas del sueño, asegurándose que Karen y sus hermanas estaban dormidas Candy se arrastró hasta el cuerpo cálido de Terry quien contento la recibía para abrazarla a su cuerpo y sentir cada respiración de aquella mujer que poco a poco se metía bajo su piel.
La última noche llegaron al pueblo de Sileo que entre algarabías los recibieron al reconocer al gobernante vecino y su hermosa hermana, la habitación, la ropa y la comida brindada fue digna de un rey sin mencionar la sobria ceremonia que se realizó al verlo sano y salvo de su peligroso viaje.
Aquella noche Terry vistió de finas telas a Candy y la obligo a bailar junto a él durante gran parte de la fiesta, la escucho reír como nunca y descubrió aquel sentimiento que empezaba a fortalecerse en su corazón…se estaba enamorando.
-----Quiero que vengas conmigo a casa y que te quedes a mi lado.- Escucho muy cerca de su oído Candy .- Quiero enseñarte muchas cosas y que me enseñas tú también.
Candy vio la sinceridad en sus ojos y por primera vez en su vida se sintió realmente dichosa, asintiendo acepto lo propuesto por Terry sin recordar lo que ya estaba escrito.
A la mañana siguiente escoltados por un buen número de guerreros Terry, Karen y las cuatro hermosas jóvenes partieron a Kanchanaburi quien tras enterarse que la pronta llegada de su rey prepararon la bienvenida para celebrar el rescate de la joven princesa.
Grande fue la pompa con que los recibieron y las demostraciones de aprecio no tardaron en llegar, con aromáticos collares de flores los recibieron mientras que los vítores no cesaban, sin duda alguna la llegada de su gobernante lleno de esperanzas al pueblo que sumido en la preocupación de verlo perdido se hallaba días antes.
-----Su majestad me alegra verlo con bien.- Dijo el fornido guerrero que encabezaba la tropa de soldados que lo recibía. – Estábamos ansiosos de su llegaba.
----A mí también me alegra verte amigo mío.- Terry palmeo su espalda mientras saludaba con un fuerte apretón de manos.- Ven ponme al día de lo que ha pasado en mi ausencia. – Sin decir nada más se perdió entre la multitud de guerreros que en posición de firmes los dejaba pasar.
-----¿Para eso vinimos?.- Berreo Paty al verlo que las dejaba solas junto con Karen.- Mira que será zopenco tu rey.- Soltó a Candy que solo miraba el camino tomado de Terry.
-----Estamos en guerra y es importante ver en qué condiciones estamos.- Hablo Karen mientras las guiaba hacia el interior del palacio.- De todos modos nada les faltara en este lugar, siéntanse como en casa.- Les brindo un sonrisa sincera.
Al poco rato varias jóvenes se acercaron a ellas para guiarlas a sus respectivas habitaciones y brindarles los servicios que necesitasen en esos momentos. Al fin pudieron tomar un baño relajante y cambiar sus ropas por la vestimenta típicas de aquella región, además de degustar los platos propios del reino de Terry, al menos el viaje no había sido en vano y el castaño estaba recompensando su esfuerzo con mucha dedicación de su parte.
-----Quiero conocer este lugar.- Hablo Annie juguetona mientras miraba por la ventana.- He visto algunas cosas que me interesan.
-----Déjame acompañarte quiero conocer un poco del mundo de los humanos.- Le dijo Flammy mientras arreglaba el montón de telas que la cubrían.
-----Yo deseo descansar.- Patty se recostó en la cama mientras cerraba los ojos y fingía dormir.
-----¿Tu Candy?
-----Yo acompañare un rato a Patty
----Bueno, nos vemos más tarde. – Sin decir algo más las dos hermanas salieron del lugar entre miradas traviesas que recorrían los extensos pasillos.
----No es necesario que te quedes conmigo.- Hablo Patty con la cara sumergida en la mullida cama.- Corre se feliz metiendo tus narices en donde no debes.
----Bueno.-De un brindo Candy se puso de pie y salió a toda prisa de la habitación.
Sin duda intentaría hallar a Terry y le pediría que le mostrara todo aquello que le había contado durante su viaje. Y aunque Candy comprendía la responsabilidad que implicaba haber llegado a su hogar y poner al tanto a su jefes sobre las acciones de sus enemigos a lo largo de todo el territorio, también deseaba con todo su ser poder pasar tiempo con él.
Así que después de caminar sin rumbo decidió que le daría su espacio, después le pediría que la acompañara y le mostrara su hogar, había caminado bastante por el amplio palacio de brillantes pasadizos, había visto los enormes jardines por las ventanas que ahí se hallaban y movida por la curiosidad descendió hasta ellos para poder aspirar el delicioso aroma de narcisos que allí flotaba.
Siguió el camino de grava y se vio envuelta entre enormes y bien cuidadas matas de flores rojas, amarillas, blancas y rosadas. Candy sorprendida por aquel espectáculo se acercó a ella para aspirar el delicioso aroma desprendían sin percatarse que detrás de ella la fina figura de alguien se detenía y la observaba en silencio.
-----¿Qué rara flor es esta?.- Hablo mientras cogía entre sus dedos el suave pétalo
-----Es una rosa
Candy miro al joven que sonriente la observaba y retomando su actividad inicial le pregunto
----¿Una rosa?
----Si, fue hecha en los laboratorios de este palacio.- Acercándose hacia la joven tomo entre su mano la flor que esta tocaba y rompiendo el fino y espinoso tallo se lo entrego.- Cada una de ellas fue hecha por un sabio de este lugar.
-----¿Cómo es posible eso?.- Candy la observo con mucho detenimiento.
----Magia.- Ella conocía de eso y aquello la sorprendió mas.- Tú llegaste con Terry …¿De dónde eres?
----¿Quién eres?
----Mi nombre es Anthony, crecí con el ….soy alquimista.
-----Anthony el alquimista.- Dijo ella mientras lo observaba a los ojos.
----Tu eres….
----Candy
----Candy.- Ella asintió mientras nuevamente olfateaba su regalo.- ¿Las otras mujeres?
-----Son mis hermanas
-----¿Tus hermanas?....son tan diferentes unas a las otras.- Ella hizo un gesto con los hombros restándolo importancia y giro sobre sus talones para continuar su camino, haciendo que el joven rubio la siguiera de cerca mientras la observaba embelesado.
----Hay un jardín al otro lado del palacio donde encontraras las flores más exóticas del mundo entero, si deseas te lo puedo mostrar.- Candy lo miro de reojo.
----¿Qué más me puedes mostrar? .- El joven sonrió al ver la curiosidad de la rubia.
----Tenemos un invernadero con aquellas flores hechas en el palacio, donde también hallaras infinidad de lepidópteros que gustoso de enseñare.
Con una sonrisa Candy acepto para empezar su recorrido por algunos lugares del palacio de Terry, al menos no se perdería o terminaría arruinando algo, había conseguido un guía y podía estar segura que algo de información sobre Terry sacaría de su parte.