Terrylocas... LA PROMESA ...Capitulo 2

Candy le observo mientras comía de la dulce fruta que le había traído, sin duda los hombres eran seres realmente interesantes, le había visto hacer una serie de gestos que le parecieron divertidos  además de que le encantada la forma en la que hablaba y más aún cuando paraba para explicarle el significado de algunas palabras que no conocía. Había disfrutado en todo momento la compañía del rey humano que gustoso le describía aquellos maravilloso lugares a los que había visitado junto con las costumbres que había descubierto en cada uno de ellos.

Cuando ambos  se detuvieron para ver el revolotear de las aves y aprovechar para comer algo él se atrevió a preguntar.

--- ¿Y cómo es que tú eres lo que eres?.- Le dijo al verla sacar la botella del dulce vino

 ----¿Por qué soy un espíritu del bosque?
 ----- Si…¿Cómo es que llegas a ser eso?
------  Nacemos así, mis padres nacieron así
----¿Hay muchas como tú?
----¿Hacen lo que tú haces? Ya sabes el truco con las ramas y eso

----Si, mis hermanas y yo ….somos especiales…nacimos con poderes únicos

---- ¿Cuál es el tuyo?

---- Si te lo digo tendría que matarte. – Terry detuvo el vaso en su boca y mirándola con recelo le recrimino.

----Si ese es tu sentido del humor permíteme decirte que no es nada gracioso.- la joven hada sonrió ante el comentario y miro hacia el horizonte.- ¿Cuándo podre irme?

--- ¿Por qué deseas irte?¿Acaso no te cuido bien?

---- Tengo un reino que  proteger y personas que depende de mí, si me quedo sus vidas pueden correr peligro

----- ¿Si te dijera que un minuto en este lugar es un año en el reino mortal?.- Terry abrió los ojos alarmado, logrando sacar otra sonrisa traviesa de la rubia

----¡No puedo creerlo que juegues con eso!.- Exclamo molesto.- Eres terrible.- Se puso de pie dejando sola a la hada que miraba curiosa sus movimientos.- Con razón las personas no desean ningún contacto con ustedes….son crueles

---¿Qué se supone que haces?.- Pregunto al verlo colocarse sus arruinadas ropas

---- Me voy…¿Qué más puedo hacer? …ya tuve suficiente

---- -No puedes irte

----¡Tú no me das órdenes!:- la enfrento dedicándole una mirada molesta

-----Si sales de este lugar te mataran y créeme que ellos no emplearan las armas de ustedes…el bosque será tu peor enemigo.- El la miro sin decir nada y molesto paso sus manos por su rostro y soltando una maldición le reclamo

---- Necesito salir de aqui

------ No debiste ingresar en primer lugar

----Estaba intentando salvar mi vida …tenia a medio batallón de hombres tras mío

----Ahora tienes a un centenar de seres mágicos .- La  miro con poca paciencia

---Sabes, estoy empezando a perder la paciencia contigo. – Candy simplemente lo miro tranquila y sacudiendo sus faldas se puso de pie.

---Has lo que quieras, yo respondí a tu llamado de ayuda e intente ayudarte todo  lo que pude, pero si su majestad desea regresar a casa a través de un lugar mágico ¡HAGALO! … de todos modos estoy arriesgando mi vida por cuidar la tuya.- Sin decir nada más la joven empezó su andar para desaparecer a través del espeso bosque.

Enfadado consigo mismo Terry termino de coger sus cosas y guardar la comida sobrante que le habían traído momentos antes, sin duda necesitaría aquello si pensaba cruzar el lugar y  regresar a casa.

Espero a que la noche cayera y rogando que esta le ayudará a escapar victorioso empezó su peligroso recorrido, largas fueron las horas que caminó esperando hallar algún indicio que le indicara que estaba por el camino correcto pero lo único que podía observar era la negra noche y  la espesura del lugar.

De pronto logro escuchar como el crujir de las hojas que le indicaban que alguien se acercaba en su dirección a gran velocidad, los latidos de su corazón se hicieron más fuertes y el temor le impidió moverse, rogo por que se tratara de otra broma de la joven hada que horas antes había despachado.

Pero de la oscura noche vio como una ráfaga de luz se dirigía hacia su cuerpo, logrando esquivar la fulminante luz, Terry cayó sobre el suelo y pudo ver como  aquel fuego azulino ardía sobre la verde hierba ahora ennegrecida.

 

----Es el  humano.- Escucho la voz masculina de entre los árboles y aquello fue necesario para que echara a correr.

Sin arma que le permitiera enfrentarse a su enemigo y lo peor sin saber a qué se enfrentaba lo más lógico era escapar del peligro, solo si deseaba regresar a casa y cuidar a los suyos del enemigo.

De pronto sin saber con qué el joven rey cayó al suelo y se vio levantado con fuerza hacia la cima de los árboles, cuando pudo tranquilizar su cabeza se vio atrapado entre las ramas gruesas del bosque  y suspendido a una elevada altura. De entre la oscuridad surgió un hombre que dotado de un par de alas lo observaba con ojos de odio…sin duda debió escuchar a Candy.

Levantando entre sus manos la brillante espada el rubio y fornido hombre se dispuso a atacarlo para dar así fin a su pobre existencia, de pronto de la nada una gruesa rama golpeaba el rostro de aquel guerrero que se vio obligado a soltar la pesada espada para evitar caer al vacío.

---- ¡Es tu turno Annie!.- Se escuchó la voz de Candy para que apareciera detrás del guerrero una hada que cubriéndolo con sus blancas alas lo invitara a un profundo sueño.

----¡TRAIDORA!.- Se escuchó las voces de otros que desde el suelo habían observado todo, pero antes de que corrieran a contarle a alguien sobre lo ocurrido Candy los aprisiono entre los arboles solo para que la hada morena pudiera hacer lo mismo que había hecho con el guerrero ….BORRARLES LOS RECUERDOS.

Cuando pusieron a todos a dormir, Annie  enfadada empezó a gritar

----- ¿Te has dado cuenta lo que hemos hecho?...Nos mataran a ambas por esto

---- No pasara eso Annie…bueno no si hiciste bien tu trabajo.- Dijo como si nada Candy.- ¿estás bien?.- Le pregunto a Terry que silencioso miraba a ambas mujeres discutir.

----- ¿Cómo pude hacerlo? …TRAICION …esto es TRAICION.- Exclamaba la hada realmente afectada.

---- Annie déjalo ya

---- No me salgas con tonterías Candy.- Le lanzo una mirada enfadada.- Tú me metiste en esto ahora sácame

--- No se lo diré a nadie si es lo que temes.

---- Por todos los dioses…y por un humano… arruine mi existencia por uno humano

---¡Oye!.- Exclamo divertida Candy.- Es un REY no es un humano cualquiera.

----  Déjate de tonterías.- Le grito ya molesta

----Entonces lo de molesta no solo es conmigo.- Dijo Terry una vez libre.- ¿Es uno de tus dones?

---- El más preciado que tengo.- Le guiño el ojo la rubia al recordar que él lo había hecho en algún momento.

----Gracias.- La miro directamente a los ojos

---- Dáselas a Annie.- Pero cuando intento hablar con la morena esta lo fulmino con la mirada y  simplemente se guardó sus palabras.- Tienes que ocultarlo en las cascadas

---- Ni lo sueñes.

---- Lo mataran

---- Ya debía estarlo 

---- Annie

----- NO

----Juro que solo será esta noche, mañana yo me encargare de sacarlo del bosque

----Tú me has mentido trayéndome aquí y obligándome a hacer tus caprichos…lo cual me tiene realmente sorprendida…¿y ahora me pides que lo esconda en mis cascadas?...NO, me volviste tu cómplice y no puedo contárselo a nadie.

---- Paty lo sabe

---- ¿Qué?

---- Que lo sabe

---- A veces me sorprendes Candy.

---- Vamos será solo una noche…no habrá problema alguno.

---- No sé qué te pasa

---- Mi noble corazón no dejara que lo maten.- Lanzando un grito al cielo la joven  hada acepto y después de caminar un largo tramo dejaron al joven hombre en un cómodo lugar escondido entre las cascadas de aquel luminoso rio del bosque.

---- Vendré mañana.- Le dijo Candy mientras le dejaba algo de comer y una manta para que pasara la noche.- Te llevare fuera del bosque y dejare que te juntes con tu familia.

----Gracias Candy.- Terry tomo la cálida mano de la muchacha que asombrada por el contacto solo lo miro a los ojos para luego despedirse de él.

Solo en la oscuridad de la cueva Terry meditaba lo vivido hasta ese momento, nunca hubiera imaginado que todo aquello le pasara. Cuando salió de su reino en busca de su hermana Karen que había sido robada por  Robert el guardián del Sur, no se imaginó que lo esperaba una emboscada cerca a Tuguren la ciudad de los Leagan, habían aniquilado a su hombres y lo habían herido de muerte y si no hubiera sido por la cercanía del bosque encantado lo habrían asesinado sin lograr cumplir su cometido de rescatar a su hermana.

Había sido muy imprudente el partir de sus territorios sin un plan que lo ayudara en su misión y más aún en pensar que recibiría apoyo de sus aliados, pero la guerra había estallado y los bandos se empezaban a dar, la gente traicionaba a sus amigos y se amistaba con sus enemigos solo para poder hacerse de los territorios de otros. Suspiro al pensar en la terrible situación que su pobre hermana pudiera estar viviendo en esos momentos y rogó a todos los dioses poder ir rápido en su ayuda.

La mañana había caído y al consejo llegaron los seres mágicos totalmente desorientados, sin hallar explicación alguna de su estado y el cómo despertaron sobre el frio suelo…el líder de ellos había analizado la situación y solo hallaba un respuesta,  se presentaron frente al padre de Candy para intentar explicar su tarea fallida  y por qué no habían traído al mortal con ellos.

Annie por su parte temerosa golpeaba su pie sobre la suave corriente del rio que surcaba aquel centro urbano, simplemente se limitaba a esperar algún tipo de situación extraña. Y cuando sintió el llamado que convocaba a una reunión de todos sintió estallar el corazón…nunca debió haber aceptado el pedido de Candy.

Levantándose apenas se dirigió hacia el centro del lugar donde se hallaban todos los seres mágicos, cuando vio a su padre tomar el lugar que le correspondía para dirigir la asamblea sabía lo que esa mañana se iba a desatar.

--- Hay un traidor entre nosotros.

El silencio que se formó fue aterrador ya que todos miraban los rostros de todos y la conmoción se hizo presente.

---- Quiero que aquel infame que se atrevió a cambiar a su pueblo por un humano de la cara para asumir su castigo.

El corazón de Annie empezó a latir tan rápido que sentía que se salía de su pecho y la honesta lealtad que tenía a su pueblo la obligo a dar un paso adelante para recibir el tan terrible castigo que según ella le correspondía.

-----Soy yo.- Su rostro giro al ver como Candy a paso tranquilo se acercaba hasta donde su padre y le dedicaba una mirada vacía.- Yo escondí al humano, ataque a los nuestros y le ayude a escapar del bosque antes de que amanezca.

Los murmullos se hicieron presentes  y las miradas se dirigieron hacia padre e hija que en completo silencio se observaban uno al otro. De pronto el sonido potente de la bofetada que ataco el rostro de la bella hada dejo a todos impactados  y más aún al verla sobre el suelo jadeante de sorpresa.

----- ¡Llévensela¡.- Tomada por algunos Candy fue escoltada hacia el centro urbano

----¡Candy!.- Nombraron sus hermanas que conmocionadas habían visto todo.

Largas fueron las horas que no pudieron ver lo que pasaba dentro de ese lugar y cuando observaron como su padre se retiraba y dejaba a unos cuantos el cuidado las tres jóvenes se acercaron para poder ver el estado de su hermana.

----No pueden ingresar.- Dijo el joven rubio que Annie habia puesto a dormir la noche anterior

-----Solo queremos verla.- Hablo con suavidad Paty 

---- No.

----Sabemos que morirá…y tal vez nosotras con ella.- Aquel sabía perfectamente de lo que hablaban …las hespérides aunque totalmente diferentes mantenían un fuerte lazo que nadie entendía.- Solo déjanos verla por última vez  y así haremos que nuestro corazón no sufra por su traición.- Con cierto temor el joven guerrero observo a las afligidas hermanas y asintiendo rápidamente les permitió la entrada.

---- Rápido

Una vez dentro se dirigieron hasta las celdas del lugar donde la vieron, las lágrimas empezaron a correr por sus rostros  y sus corazones se oprimieron de dolor...sin duda morirían…Candy se hallaba atada a un tronco totalmente ensangrentada, no levantaba el rostro y sus rubios cabellos le cubrían el rostro por completo.

----- Candy.- La llamo Annie desde la puerta de metal.- Hermana

La rubia hada levantó el rostro golpeado y les sonrió con ternura.