Para no perder la costumbre, llego barriéndome XP Y les comparto un pequeño escrito que hice hace ya algunos años, francamente no recuerdo si fue para algún grupo o actividad XD espero que sea de su agrado.
"Soleado…
Así era el día en que te conocí, la vida aunque alegre, se había vuelto monótona, disfrutaba lo que hacía, pero a mi alma le hacía falta algo más, cada día les preguntaba a ellas, mis eternas compañeras el por qué de ese profundo sentimiento, entonces su perfume se hacía mas intenso, era como si pretendiesen llenarme con sus colores y su aroma para hacerme olvidar mis cavilaciones, por un momento pensé que era porque le extrañaba, en parte tal vez era eso, a fin de cuentas ¿Quién es capaz de acostumbrarse a la ausencia de una madre?, pero hacía ya muchos años de ello y esto que a mi corazón inquietaba era algo totalmente diferente.
No estaba solo, eso era verdad, tenía a mi lado a personas que me querían tanto como yo a ellas, con quienes había compartido tantas cosas, pero me seguía haciendo falta algo mas.
Soleado…
Hacía tiempo que anhelaba un día soleado, anhelaba las caricias del sol sobre mi piel, pero cada vez los días se volvían más opacos… hasta que llegaste tu, y toda mi vida dio un vuelco. Tu risa tan sonora llenaba cada centímetro del jardín, las rosas florecían como nunca antes las había visto… no, mentira, alguna vez las llegué a ver así, cuando estaba ella. Trajiste sin saber un aire de vida y fui feliz, feliz como jamás lo había sido.
Soleado…
Así fue cada día a partir de ese momento, no importaba ya nada mas, no me importaba a quien tuviera que enfrentarme por ti, estaba dispuesto a desafiar a todos, yo mismo me desconocía, jamás imaginé que alguna vez enfrentaría a la tía Elroy y la desobedecería, pero lo valía, todo lo valía.
Soleado…
Así fue el día en que nos despedimos, jamás un amanecer había sido tan brillante como ese, jamás las aves habían cantado tan hermosamente, jamás imaginé que así como habías llegado a mi vida en un día soleado, de igual forma el destino me arrebataría de tu lado.
Vagué durante mucho tiempo, vagué en penumbras sin saber si llegaría a algún lugar. En ocasiones me parecía escuchar la voz de mi madre que me llamaba, pero algo se interponía o mejor dicho, era yo quien no quería ceder, no quería dejarte, no deseaba dejarte, maldecía por lo alto la injusticia de haberme separado de ti, precisamente ese día, ese día que se suponía debería de ser uno de los mas felices de nuestra vida … si tan solo te lo hubiese dicho… si tan solo no hubiese decidido esperar… ahora ya nunca podría decirte lo que mi corazón necesitaba.
Soleado…
No se cómo ni por qué, pero un día finalmente el sol volvió a aparecer frente a mi, y te vi a ti, en el jardín, sollozando y hablando con ellas, despidiéndote de mi, diciéndome sin saberlo, todo lo que sentías, y fui feliz, por un momento fui inmensamente feliz, pero tenías razón, debía irme y permitirte a ti seguir tu camino. Por más que deseara quedarme, ya nada podía ser. Pero no quería irme sin despedirme, tenía que hacerlo, aunque no me escucharas tenía que hacerlo, lentamente me acerqué a ti y te susurré al oído lo que antes no te pude decir, quiero pensar que me escuchaste, porque claramente vi una sonrisa dibujarse en tus tiernos labios de rosa, esos que no tuve la oportunidad de sentir, de conocer … pero ya no importa, tal vez en algún otro tiempo y espacio … si, tal vez…
Te veías tan hermosa en medio de todas ellas, habías cambiado un poco, no se cuanto tiempo estuve perdido, pero ya no eras la chiquilla traviesa que yo conocí, entonces desee abrazarte como nunca en la vida, desee sentirte, desee tenerte entre mis brazos, desee… desee que fueras mía. De rodillas y elevando mi vista imploré como nunca antes, aunque fuese solo una vez deseaba sentirte y que tu me sintieras.
De pronto un frio me caló muy hondo, el viento se hacía cada vez mas fuerte y mi cuerpo se entumecía, ¿cuerpo? No encontraba otra palabra para definirlo, el frio era muy intenso y pronto se convirtió en dolor, un dolor muy agudo que me hizo caer de bruces contra el suelo ¿cómo era posible que pudiera sentir todo eso? ¿No se supone que ya no debería sentir nada? … Y de pronto, todo se fue, dejé de sentir, dejé de… de existir como lo que hasta hace un momento había sido, me mezclé con el viento, me hice parte de él y por primera vez en no se cuanto tiempo, pude sentirte y logré que me sintieras, jugué con tus risos, te abracé aún sin tener brazos y acaricié tus labios…
Soleado…
A partir de hoy así será cada uno de los días para mi, aunque se ciernan nubarrones , yo los dispersaré, los alejaré de ti, acariciaré tu mejilla cuando estés triste y borraré de un soplido las lagrimas que derrames y danzaré a tu alrededor cuando rías y estés feliz .
Soleado…
Cada caricia que te brinde el sol, cada susurro que escuches cuando sopla el viento, seré yo que te dice que te estaré esperando hasta que llegue el momento para fundirnos como la brisa en el océano.
Soleado…
Cuidaré que así sea para ti cada día."
"Soleado…
Así era el día en que te conocí, la vida aunque alegre, se había vuelto monótona, disfrutaba lo que hacía, pero a mi alma le hacía falta algo más, cada día les preguntaba a ellas, mis eternas compañeras el por qué de ese profundo sentimiento, entonces su perfume se hacía mas intenso, era como si pretendiesen llenarme con sus colores y su aroma para hacerme olvidar mis cavilaciones, por un momento pensé que era porque le extrañaba, en parte tal vez era eso, a fin de cuentas ¿Quién es capaz de acostumbrarse a la ausencia de una madre?, pero hacía ya muchos años de ello y esto que a mi corazón inquietaba era algo totalmente diferente.
No estaba solo, eso era verdad, tenía a mi lado a personas que me querían tanto como yo a ellas, con quienes había compartido tantas cosas, pero me seguía haciendo falta algo mas.
Soleado…
Hacía tiempo que anhelaba un día soleado, anhelaba las caricias del sol sobre mi piel, pero cada vez los días se volvían más opacos… hasta que llegaste tu, y toda mi vida dio un vuelco. Tu risa tan sonora llenaba cada centímetro del jardín, las rosas florecían como nunca antes las había visto… no, mentira, alguna vez las llegué a ver así, cuando estaba ella. Trajiste sin saber un aire de vida y fui feliz, feliz como jamás lo había sido.
Soleado…
Así fue cada día a partir de ese momento, no importaba ya nada mas, no me importaba a quien tuviera que enfrentarme por ti, estaba dispuesto a desafiar a todos, yo mismo me desconocía, jamás imaginé que alguna vez enfrentaría a la tía Elroy y la desobedecería, pero lo valía, todo lo valía.
Soleado…
Así fue el día en que nos despedimos, jamás un amanecer había sido tan brillante como ese, jamás las aves habían cantado tan hermosamente, jamás imaginé que así como habías llegado a mi vida en un día soleado, de igual forma el destino me arrebataría de tu lado.
Vagué durante mucho tiempo, vagué en penumbras sin saber si llegaría a algún lugar. En ocasiones me parecía escuchar la voz de mi madre que me llamaba, pero algo se interponía o mejor dicho, era yo quien no quería ceder, no quería dejarte, no deseaba dejarte, maldecía por lo alto la injusticia de haberme separado de ti, precisamente ese día, ese día que se suponía debería de ser uno de los mas felices de nuestra vida … si tan solo te lo hubiese dicho… si tan solo no hubiese decidido esperar… ahora ya nunca podría decirte lo que mi corazón necesitaba.
Soleado…
No se cómo ni por qué, pero un día finalmente el sol volvió a aparecer frente a mi, y te vi a ti, en el jardín, sollozando y hablando con ellas, despidiéndote de mi, diciéndome sin saberlo, todo lo que sentías, y fui feliz, por un momento fui inmensamente feliz, pero tenías razón, debía irme y permitirte a ti seguir tu camino. Por más que deseara quedarme, ya nada podía ser. Pero no quería irme sin despedirme, tenía que hacerlo, aunque no me escucharas tenía que hacerlo, lentamente me acerqué a ti y te susurré al oído lo que antes no te pude decir, quiero pensar que me escuchaste, porque claramente vi una sonrisa dibujarse en tus tiernos labios de rosa, esos que no tuve la oportunidad de sentir, de conocer … pero ya no importa, tal vez en algún otro tiempo y espacio … si, tal vez…
Te veías tan hermosa en medio de todas ellas, habías cambiado un poco, no se cuanto tiempo estuve perdido, pero ya no eras la chiquilla traviesa que yo conocí, entonces desee abrazarte como nunca en la vida, desee sentirte, desee tenerte entre mis brazos, desee… desee que fueras mía. De rodillas y elevando mi vista imploré como nunca antes, aunque fuese solo una vez deseaba sentirte y que tu me sintieras.
De pronto un frio me caló muy hondo, el viento se hacía cada vez mas fuerte y mi cuerpo se entumecía, ¿cuerpo? No encontraba otra palabra para definirlo, el frio era muy intenso y pronto se convirtió en dolor, un dolor muy agudo que me hizo caer de bruces contra el suelo ¿cómo era posible que pudiera sentir todo eso? ¿No se supone que ya no debería sentir nada? … Y de pronto, todo se fue, dejé de sentir, dejé de… de existir como lo que hasta hace un momento había sido, me mezclé con el viento, me hice parte de él y por primera vez en no se cuanto tiempo, pude sentirte y logré que me sintieras, jugué con tus risos, te abracé aún sin tener brazos y acaricié tus labios…
Soleado…
A partir de hoy así será cada uno de los días para mi, aunque se ciernan nubarrones , yo los dispersaré, los alejaré de ti, acariciaré tu mejilla cuando estés triste y borraré de un soplido las lagrimas que derrames y danzaré a tu alrededor cuando rías y estés feliz .
Soleado…
Cada caricia que te brinde el sol, cada susurro que escuches cuando sopla el viento, seré yo que te dice que te estaré esperando hasta que llegue el momento para fundirnos como la brisa en el océano.
Soleado…
Cuidaré que así sea para ti cada día."