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-Al menos finge que estás feliz por mí, madre.- replico mientras oigo al otro lado de la línea las quejas de Sarah.- No, no quiero tu apoyo en ese aspecto más de lo que sé que podrías aportar.
-No estaría sorprendida si no me hubiese tenido que enterar por tu hermana. –reprocha con tono lastimero. – ¿Acaso no pensabas contarme que has estado en contacto con tu padre a mis espaldas?
-El que ustedes se hayan separado, no quita que deje de ser mi padre.
-¡Es un asesino!
-¿Y yo no lo soy? –contradigo mientras me ajusto la corbata.
-Pero tú eres mi hijo…
–Y él es mi padre. –Respondo cortante. –Sabes muy bien que hay cosas que se tienen que hacer sí o sí, no se tiene elección si se trata de protegernos. Al mismo tiempo te recuerdo que la gala, solo es una fachada para sacar a los demás de sus guaridas.
-Lo sé, solo que no soporto ver su foto en las portadas de Forbes, como si se tratase del salvador del mundo.
-Hemos tenido miles de veces esta conversación- replico cansado de lo mismo.- Firma ya los papeles de divorcio. Serás una Clark en todos los sentidos sin necesidad de estar a la sombra de él.
-¡Eso jamás!-bufa exaltada. –No volveré a mi apellido de soltera ni dejaré en bandeja todo ese dinero que juntos hemos ganado en nuestro matrimonio después de tantos años de lucha, ni permitiré que alguna tipeja disponga de él.
-Tendrás que superarlo más pronto de lo que esperas, madre. – Hago una pausa pero resuelvo decir lo que sigue. –Será mejor que practiques tu gesto de sonrisa casual, porque padre asistirá esta noche y probablemente no vaya solo.
-¡Qué! ¿Y ahora me lo dices?- alejo el auricular de mi oreja. Los gritos perduran por unos segundos. Ya me lo esperaba. -¿Sabes con quién irá?
-No, pero eso es lo de menos, aún queda una hora para que compongas tu mascarada. –comento con un suspiro cansino. -“Get yourself” y demuestra quien es Sarah Leagan. Además, si algo sale inesperadamente mientras yo esté ahí, tendrás mi protección.
-Gracias cariño. –Su voz suena sincera antes de colgar, pero no abrigo esperanzas. Mi madre es una persona que ha levantado muchos muros a su alrededor y se ha creído tanto esa fachada de mujer déspota y cruel que en la actualidad, ya no sabe cómo despojarse de ese papel.
Debo admitir, que su personalidad me cae a pelo en estos momentos. Necesito que ella crea en mí para así tener cubierto todos los frentes y conseguir desenmascarar a los Price, mis principales detractores.
-Señor, la joven a está lista.- anuncia Mario por el interfono.
- Entendido.
Termino de colocarme el atuendo, y aprovecho a ordenar mis ideas antes de pasar por la gringuita.
En tanto doy una ojeada al medallón que Mario, me ha hecho llegar explicando que es un dispositivo de llamada en caso de urgencias.
Cuán equivocado está. Reconocería ese pendiente en cualquier parte. La pregunta es ¿Cómo llegó aquella cadena a las manos de ella? ¿O será que ese pendiente le pertenece y yo he estado ignoto todo este tiempo de su presencia?
No puede ser. No. Porque sí es lo que creo que es, entonces ella…
Apuro mis pasos y voy a su encuentro. Abro la puerta de la habitación y quedo admirado por el resultado.
Escudriño lentamente cada parte de su grácil figura y creo poder reconocerla. Frunzo el ceño.
-¿Tan mal me veo? –Aquella voz resuena en mi mente y un flash de memoria se cuela entre mis recuerdos, pero aun no estoy muy seguro. ¿De verdad es ella?
-Te ves presentable.-consigo admitir a duras penas, aunque la verdad es que está espectacular.- Quién lo diría, a la salvaje no le queda mal usar vestido.
-Tengo nombre, gracias.-musita fastidiada.
-El cuál no me lo vas a decir.
-Cierto.
-Pensé que habíamos hecho una tregua.
-Usted, lo hizo. Yo… no me queda de otra hasta poder quitarme este collar.
-Interesante…-Replico mientras saco del bolsillo una joya para colocar entre sus manos.- El transporte espera. Creo que no hace falta pedirte que te comportes como “gente" en lo que dure nuestra salida.
-No se preocupe, sé muy bien que haré, ya luego tomaré venganza de su afrenta.
-Esa lengua-advierto un tanto irritado.- ¿Siempre te gusta tener la última palabra?
-Y a usted ¿no?
-Touché.
Viajamos en silencio unos cuantos kilómetros al sur de Florida mientras el transporte nos deja en un aeropuerto privado de Miami.
-¿Viajaremos en avión?-pregunta sorprendida.
-Así es, será un vuelo de más o menos 40 minutos hacia Isla Paradise.
La veo asentir y apretar los puños con aprehensión.
-¿Tienes miedo a volar?
- Más bien a caer de las alturas.
-Es lo mismo- convengo con una risilla pero me quedo en silencio al ver cómo su piel, pierde color. -Hey, tranquila. –le animo pasando mi mano sobre su espalda dándole unas palmadas de confort. – Recuerda que me tienes a tu lado, no dejaré que caigas.
Apenas me dirige la mirada pero un leve “Gracias” escapa de sus labios.
-Puedes aferrarte de mi brazo en tanto ascendemos- Menciono casual mientras nos acomodamos en los asientos.
-Quiero bajar- gime de pronto con los ojos desorbitados y el aliento entrecortado al escuchar las turbinas aumentar de velocidad. -Por favor, déjeme bajar. ¡Por favor!
- No puedo hacer eso, gringuita.- digo con suavidad mientras aferro con mis manos aquel bello y suave rostro. Espero que ella encuentre su mirada con la mía y prosigo- Lo que sí puedo hacer es, tomar tu mano, abrazarte durante todo el trayecto mientras tu cierras los ojos y tratas de relajarte. ¿Vale?
Sus verdes ojos se llenan de lágrimas, el temblor de sus hombros me indica que se encuentra demasiado temerosa, su respiración es muy rápida y la palidez de sus mejillas reemplaza al intenso rubor de su rostro.
La súplica silenciosa de sus lágrimas me cala el alma, y aunque mi voluntad por conceder lo que me pide flaquea, ya no hay marcha atrás.
-¡Joder!- Mascullo incrédulo conmigo mismo por lo que estoy a punto de hacer.
Acerco mi rostro y acaricio suavemente sus labios con los míos. No pretendo besarla, sino distraerla de su miedo, sin embargo me veo sumergido en la necesidad de descubrir el contenido de este manjar. Uno mis labios en un beso pero me aparto un poco sorprendido al sentir el efecto de su roce. Ella tiene los ojos cerrados y suspira con placer.
Vuelvo a acercarme dejándome guiar por el instinto y para mi sorpresa, ella no se aparta ni lucha contra mí.
Gime un poco al sentir nuevamente mi contacto, y la entrega con la que me besa hace que decida ir más allá.
Enrosco con fruición su lengua y aprieto con sensualidad este nuevo y añejo néctar.
¡Cielos! Si continúo besándola estaré perdido, no pensaré con claridad, así que yo debo… debo retirarme ahora.
Termino el beso a regañadientes, atónito de que un simple beso haya hecho que mis neuronas se descontrolasen por completo.
Abro los ojos y percibo que el color ha vuelto a sus mejillas, el temblor de su cuerpo se ha disipado y en su lugar, un suave quejido me indica que ella ha disfrutado tanto como yo.
-Lo siento. – se apresura a comentar un poco confundida, tan confusa como yo lo estoy, no obstante, no es capaz de mirarme a los ojos.
- Es un tregua- logro decir aclarando mi voz, más como un recordatorio para mí, porque es la única lógica que puedo enfrentar en estos momentos.
-Lo tendré presente- replica mirando con calma el atardecer.
¡Detente, Neal! –grita mi mente, cuando estoy a punto de pedirle que no aparte su mirada de mí. Reacciono justo en el momento indicado. Debo recordar no mostrar debilidad o toda mi historia construida en estos años se derrumbará como naipes, antes de lograr mi cometido.
Reclino un poco mi asiento y pretendo mirar también lo que ella ve, un cielo despejado y una puesta en escena espectacular de un sol radiante yendo a descansar.
La oscuridad va tomando su lugar en el tiempo, y mis pensamientos vuelven a estar atormentados.
La Isla Paradise, es el escenario perfecto para poder realizar esta charada sin complicaciones. Ya quiero llegar y acabar de una buena vez con esto.
CONTINUARÁ....
¡¡Hola, holaaaaa!! Muy buenas horas a cada una de vosotras.
Seguimos con la séptima parte de este minific. ... ¿Será que ....? ¿Podrá ser que...?
¿Tienen teorías de lo que podría pasar? Que corran las apuestas. Wiiiiiiiiiiiiiiiii.
Créditos sketch: Complexish Color : Lizvet
Ojalá lleguemos a los 10 comentarios para superar el reto. Muchas Gracias.
Créditos música: The Cloud Maker - Whitesand
¡Que viva la Guerra Florida! y lo que es mejor ¡Que viva el Candymundo!