Contenido no acto para todo publico.
Mini-fic de corte yuri: amor entre mujeres (o interes romantico de una mujer a otra)
Mini-fic de corte yuri: amor entre mujeres (o interes romantico de una mujer a otra)
Esta es mi flor de loto, y yo era su sombra
Esta es mi flor de loto, mi mundo no se aclarará
Esta es mi flor de loto, mi mundo no se aclarará
FLOR DE LOTO-HEROES DEL SILENCIO-
Muñeca de porcelana
Capitulo 2
Capitulo 2
Aparentemente el plan había resultado, pero con lo que no contaban era con el sacrificio que haría el rebelde mas tarde. De eso se enteraron tres días después, cuando en una de sus clases una de las hermanas dio la noticia. Eliza se parò de su asiendo y estrelló sus manos sobre su escritorio no dando crédito a lo que sus oídos escuchaban.
-¿Qué Terry hizo qué?-fueron sus palabras.
-El joven Grandchester partió bien temprano…-dijo una anonadada monja por la actitud que mostraba una de de sus mejores estudiantes.
-Pero si crei que la expulsada seria la señorita Candice White y no Terrence; al fin y al cabo la que cometió la falta fue ella, hermana.
-Aparentemente, señorita Leagan; pero la madre Grey sabe lo que hace…-iba a decir algo mas pero la joven Leagan seguía con esa actitud tan impertinente.
-No, no doy crédito a eso; algo muy turbio debió de suceder, la madre Grey no tomaria jamás esa decisión tan irresponsable .-y salió del salón corriendo, rompiendo los valores que se le habían inculcado.
Luisa, casi de inmediato, salió detrás de Eliza, ella tampoco entendía lo que había pasado, sabia que la hermana Grey jamás expulsaría al joven Grandchester; el mismo había hecho cosas peores que esas: fumar en la capilla, casi nunca asistir a clase, y cuando lo hacia, aparecía tan ebrio como una cuba… todos sabían a que se debía las preferencias de la madre Grey hacia ese chico, entonces ¿Qué cambiaria esta vez?
Corria lo mas que sus tacones semialtos que una señorita como ella podía utilizar le permitia; el corazón y todas esas saltas de sensaciones le pulsaban, las lastimaban al saber a su adorada Eliza sufrir.
Al fin logró alcanzarla justamente delante de la imponente puerta de la mismísima hermana Grey, ambas con el pecho rebotándole por el aire que aduras penas lograban recuperar luego de esa larga carrera.
-Eliza- haciéndose de una de las suaves manos de la pelirroja, de esa manera deteniendo la locura que esta intentaba hacer.-No lo hagas.
Eliza la mirò fijo, dedicándole una mirada gélida que hizo que Luisa tragarà seco mas no la soltò.
-¡Suéltame!-zafándose del maldito agarre de su supuesta amiga, pero Luisa no desistía de su intento de detenerla haciéndose de la misma manos una vez mas.-¡Que me sueltes te digo!-la pelirroja vio negar a la castaña, así que impulsada por las emociones encontradas la empujó .-
Luisa no pudo dar crédito a lo que pasò a continuación, solo se dejó llevar por sus emociones al aferrar sus manos en el cuerpo de Eliza segundos antes de que esta girarà el pomo de la puerta, hundió su rostro en la nuca de la pelirroja, tanto como la rojiza y rizada cabellera selo permitió.
Le pidió a Eliza que desistiera en lo que sea que estaba apunto de hacer ya que eso la meteria en problemas, dejándola mal parada; que por favor entendiera que su búsqueda de respuesta la llevaría a la expulsión segura ya que haría funcionar la mente de la hermana en encontrar en ella un culpable, ya que fue quien le avisó a la misma del supuesto encuentro de esos dos. Ese plan no estaba entre lo que Luisa había creado, mas bien, el plan de la castaña era enterar a la madre superiora por una carta anónima, pero Eliza era bien terca y orgullosa y quería que todo aquello saliera bien; no fuera que la madre Grey por alguna razón se retrasara y le diera la oportunidad a aquellos dos de escapar al darse cuenta que aquello era una trampa.
Eso, por supuesto, casi sucede, y Eliza no se había cansado de repetirlo en cada oportunidad, sacando de quicio a Luisa que cada vez, a su parecer, se mostraba más extraña.
-Quiero sabe ¡necesito saber que ha paso! porque la hermana Grey expulsó a Terry y no a la dama de establo-con dientes apretados y retirándose las lagrimas con el dorso de la mano con agresividad.
-Lo sè.Eliza, lo sè; asi como sè que la madre Grey atará cabos y buscarà en ti a un culpable y las consecuencias serán extremas.- seguia aferrada a Eliza, temblando, aspirando el olor de esta y mimando su frente en su espalda.
-Yo lo quiero,lo quiero-repetia, una vez mas lastimando mas de lo que debía con su comentario a su amiga.
-Y lo tendras-casi le aseguró mas que convecida de ello. Diria algo mas, pero a su espalda se escuchaba unos murmullos cada vez mas cerca, asi que se separò de Eliza y se hizo una vez mas de la mano de esta y se la llevo detrás de uno de los muebles que se encontraba en aquella estancia; era la hermana Grey con otra hermana que la acompañaba, le había extrañado que la hermana Grey no se hubiera asomado con todo ese drama que Eliza y ella habían montado apenas segundo a tan solo un suspiro de distancia de la oficina de la misma.
Un bullicio de emociones se alojaron en ella, provocándole una risa incontrolable que aduras penas podía contener con las manos, mas sus temblores la ponian en evidencia hacia una desconcertada Eliza.
CONTINUARA...
-¿Qué Terry hizo qué?-fueron sus palabras.
-El joven Grandchester partió bien temprano…-dijo una anonadada monja por la actitud que mostraba una de de sus mejores estudiantes.
-Pero si crei que la expulsada seria la señorita Candice White y no Terrence; al fin y al cabo la que cometió la falta fue ella, hermana.
-Aparentemente, señorita Leagan; pero la madre Grey sabe lo que hace…-iba a decir algo mas pero la joven Leagan seguía con esa actitud tan impertinente.
-No, no doy crédito a eso; algo muy turbio debió de suceder, la madre Grey no tomaria jamás esa decisión tan irresponsable .-y salió del salón corriendo, rompiendo los valores que se le habían inculcado.
Luisa, casi de inmediato, salió detrás de Eliza, ella tampoco entendía lo que había pasado, sabia que la hermana Grey jamás expulsaría al joven Grandchester; el mismo había hecho cosas peores que esas: fumar en la capilla, casi nunca asistir a clase, y cuando lo hacia, aparecía tan ebrio como una cuba… todos sabían a que se debía las preferencias de la madre Grey hacia ese chico, entonces ¿Qué cambiaria esta vez?
Corria lo mas que sus tacones semialtos que una señorita como ella podía utilizar le permitia; el corazón y todas esas saltas de sensaciones le pulsaban, las lastimaban al saber a su adorada Eliza sufrir.
Al fin logró alcanzarla justamente delante de la imponente puerta de la mismísima hermana Grey, ambas con el pecho rebotándole por el aire que aduras penas lograban recuperar luego de esa larga carrera.
-Eliza- haciéndose de una de las suaves manos de la pelirroja, de esa manera deteniendo la locura que esta intentaba hacer.-No lo hagas.
Eliza la mirò fijo, dedicándole una mirada gélida que hizo que Luisa tragarà seco mas no la soltò.
-¡Suéltame!-zafándose del maldito agarre de su supuesta amiga, pero Luisa no desistía de su intento de detenerla haciéndose de la misma manos una vez mas.-¡Que me sueltes te digo!-la pelirroja vio negar a la castaña, así que impulsada por las emociones encontradas la empujó .-
Luisa no pudo dar crédito a lo que pasò a continuación, solo se dejó llevar por sus emociones al aferrar sus manos en el cuerpo de Eliza segundos antes de que esta girarà el pomo de la puerta, hundió su rostro en la nuca de la pelirroja, tanto como la rojiza y rizada cabellera selo permitió.
Le pidió a Eliza que desistiera en lo que sea que estaba apunto de hacer ya que eso la meteria en problemas, dejándola mal parada; que por favor entendiera que su búsqueda de respuesta la llevaría a la expulsión segura ya que haría funcionar la mente de la hermana en encontrar en ella un culpable, ya que fue quien le avisó a la misma del supuesto encuentro de esos dos. Ese plan no estaba entre lo que Luisa había creado, mas bien, el plan de la castaña era enterar a la madre superiora por una carta anónima, pero Eliza era bien terca y orgullosa y quería que todo aquello saliera bien; no fuera que la madre Grey por alguna razón se retrasara y le diera la oportunidad a aquellos dos de escapar al darse cuenta que aquello era una trampa.
Eso, por supuesto, casi sucede, y Eliza no se había cansado de repetirlo en cada oportunidad, sacando de quicio a Luisa que cada vez, a su parecer, se mostraba más extraña.
-Quiero sabe ¡necesito saber que ha paso! porque la hermana Grey expulsó a Terry y no a la dama de establo-con dientes apretados y retirándose las lagrimas con el dorso de la mano con agresividad.
-Lo sè.Eliza, lo sè; asi como sè que la madre Grey atará cabos y buscarà en ti a un culpable y las consecuencias serán extremas.- seguia aferrada a Eliza, temblando, aspirando el olor de esta y mimando su frente en su espalda.
-Yo lo quiero,lo quiero-repetia, una vez mas lastimando mas de lo que debía con su comentario a su amiga.
-Y lo tendras-casi le aseguró mas que convecida de ello. Diria algo mas, pero a su espalda se escuchaba unos murmullos cada vez mas cerca, asi que se separò de Eliza y se hizo una vez mas de la mano de esta y se la llevo detrás de uno de los muebles que se encontraba en aquella estancia; era la hermana Grey con otra hermana que la acompañaba, le había extrañado que la hermana Grey no se hubiera asomado con todo ese drama que Eliza y ella habían montado apenas segundo a tan solo un suspiro de distancia de la oficina de la misma.
Un bullicio de emociones se alojaron en ella, provocándole una risa incontrolable que aduras penas podía contener con las manos, mas sus temblores la ponian en evidencia hacia una desconcertada Eliza.
CONTINUARA...