Después de las misiones especiales que hemos llevado a cabo en el cuartel la integrante del cuerpo de élite de espionaje Zul Lopez no informo a casi una semana de que termine la GF había que rescatar a la Pecas, pues el malvado y deschavetado Neal la tenía en su cama, amordazada y sin poder moverse, así que la comandante Yuriko ordeno inmediatamente el resácate.
¡Atención, atención! Se escucho por los altavoces del cuartel solicito la presencia de todas las soldados pulcramente aseadas y informadas en punto de las 6:00 hrs para una nueva misión.
Las soldados, aun en pijama, un pie por fuera de las cobijas, con el chongo a medio hacer y la baba escurrida se pararon en friega loca para que les diera tiempo de estar como se les había solicitado.
Como fue ordenado en punto de las 6:00 hrs todas estaban al frente bien peinadas y uniformadas.
¡Atención soldados!, grito la comandante, el día de hoy designare a varias de ustedes para que acompañen al piloto Stear y a su compañera Fabiana en una misión casi suicida, pero es nuestro deber rescatar a la Pecas.
Pero mi comandante, grito Linda, ¿sabe lo que nos está pidiendo?, ¿se ha imaginado que cuando eso suceda, ella se quedara con el gran jefe?, Si lo se soldado, respondió la comandante, pero es nuestro deber hacer el bien, los Leagan no se pueden salir con la suya.
Pero y todos nuestros esfuerzos, deslices y fantasías con el gran jefe quedan lejos de hacerse realidad, todas empezaron a murmurar.
¡Silencio!, todas, ¡cof cof, hablo de ustedes claro está!, soñaban con el jefe Grand pero sabíamos que él se iría y pues hay que asumir que a eso venimos a esta GF, aclaro la comandante.
Ahora cuando escuchen su nombre den un paso al frente, ordeno Yuriko
Linda, Miriam, Zul, Erika, Laura, Yessica, Ann Le, Ampy, Rosi, Saray y Lize, escuché mi nombre y corrí.
Y usted por que corre Lize, pregunto la comandante, este… este… es que, si voy a ver a Neal, que por cierto también es guapo, pues que mejor que este bien presentada, mejor un poco de rubor y un poco de brillo labial para no parecer momia.
Usted y su corazón de condominio, asosiéguese, ordeno la comandante.
Todas ustedes, prosiguió la comandante Yuriko, se me trepan al helicóptero en 5 minutos y me traen a la Srita White.
Todas las soldados corrieron por sus mochilas de sobre vivencia y se subieron al helicóptero….......
La operación resulto con éxito la Pecas fue rescatada y nosotros llegamos al cuartel al aterrizar todas bajamos y en posición de firmes nos quedamos a la espera.
La comandante paso frente a nosotros, diciendo: Tengo entendido que la operación fue todo un éxito, pero lo que no me queda claro es ¿en dónde está la Srita. White?. ¡Lize¡ por favor el reporte, ordeno la comandante.
Este… este… bueno vera, ya que despegamos y todas estábamos aseguradas en el helicóptero el guapísimo piloto Stear nos dijo:
No me puedo acercar más porque sospecharían al escuchar el vuelo tan cerca, así que extiendan la escalera de cuerda y bajen caerán directo al techo del edificio, todas prendan sus radios por el canal 2 para que me avisen al momento que la tengan para poder acercarme y llevárnosla.
Llegando al lugar, yo fui la primera, pues tenía que poner el ejemplo de valor, ya sabe, con todo el miedo y murmurando “hay nanita, hay nanita”, bajé y en seguida me siguieron todas mis compañeras, creo que repetían lo mismo, sin embargo, la escalera empezó a bailar de más por el titiriteo de nuestros cuerpos, no por el peso, no piense mal mi comandante, pues aclaro que Inés no nos dio de desayunar antes de salir del cuartel, cosa que reclamare pues según ella se tenía que quedar amasar toda la noche para ofrecernos rico pan al desayuno y nanaiz que hubo pan.
Lize, por favor continúe, ordeno la comandante Yuriko.
Ok, Ok, proseguí, una vez en el techo del loff, revisamos detalladamente cuantas entradas y ventanas tenía el mentado edificio, y decidimos separarnos en grupos de 3 para poder atacar, la encargada de rescatar a Candy era yo, como debe saber, pues pedí que me dejaran conocer en persona al guapo Neal.
Entramos sigilosas por la puerta de la cocina, él señorito aun dormía y la Pecas también; decidimos usar botellas de Pupé #5, las destapamos e hicimos un camino de ambos lados saliendo del cuarto, el olor fue casi penetrante, para ellos, pues se quedaron más dormidos y no escucharon cuando la soldado Ampy se tropezó con el tapete del pasillo y salió rodando tirando 2 botellas de esencia de Pupé a medio pasillo.
De repente escuchamos una voz chillona que preguntaba, ¿Quién anda ahí?, todas nos volteamos a ver con los ojos saltones del susto, es Eliza, dijo en susurro la soldado Linda, ¿y ahora?, pregunto Zul, pues yo traigo unos jitomates que tenía en mi mochila, ¿y si se los aventamos?, dijo Miriam, buena idea le siguió Rosi, pero… ¿y si grita?, refuto Ann Le.
¡Ya sé!, les dije a todas, destapemos unas cuantas botellas más y coloquémoslas al lado de su puerta, lo ms silencioso que se pudo las coloque, pero la Eliza esa, se paró en friega diciendo: ¡pero que rayos es ese olor! y salió de su cuarto, como pudimos nos metimos a un cuarto todas apretadas, y la vimos pasar por una rendija de la puerta, pero como estaba aturdida no se percató de las botellas en el piso, se metió al baño y aprovechamos para atrancar la puerta por fuera para que no pudiera salir.
El barullo, despertó un poco a Neal, y por completo a la Candy, pero esa pecosa tuvo a bien el tino de decirle “duérmete cariño” y señorito Leagan, cayó de nuevo rendido, pues la voz de ella lo encandilaba. Por supuesto que la pecas al vernos vestidas de soldado se imaginó que íbamos a su rescate, así que cooperó bastante, y se dejó ayudar, mi comandante.
En eso estábamos cuando la Eliza, salió del baño, aun no sé como pero, de repente Miriam saco de su mochila a Pupé, que lo había llevado por “si acaso” y pues lo disparó sobre la cara de Eliza que salió disparada nuevamente al baño, de esta tardaría en responder y nos daba perfectamente tiempo de desamarrar a la pecas y sacarla.
Corrí a desamarrarla mientras Linda ponía una compresa sobre la cara de Neal, para que este durmiera más profundo y no despertara, cuando por fin la tuve salimos todas corriendo como si no hubiera un mañana pues la casa Leagan no tardaría en enterarse y capaz que se nos dejaban venir como gorda en tobogán todos, y pues para que le cuento lo que pasaría mi comandante.
Lo bueno fue que ya le habían avisado por radio al lindo piloto Stear y nos esperaba con la escalera de cuerda, primero subió la pecas le seguí yo, y poco a poco avanzábamos, la última en subir como siempre fue Ann Le que por poco y la dejamos, pues se volvió a tropezar tratando de agarrar el ultimo pedazo de cuerda de la escalera, y en eso nos elevamos, realmente mi corazón descanso pues la misión había sido todo un éxito, mi comandante
Ya a salvo todas en el helicóptero, Rosy y Saray discutían: ¡Dile tú!, no, ¡dile tú!, se decían mutuamente.
Bueno ya, díganme lo que sea, les conteste yo. Lize, habló Sary, queremos preguntarte ¿qué haremos con la pecas?. A lo que yo les respondí, pues la orden fue llevarla al cuartel, pero le tengo un destino mejor, jejeje.
Rosy pregunto, ¿Y cuál es ese destino?, pues la casa de los Adrley por supuesto, conteste en friega, pero como no quiero causar más alboroto la dejaremos en la cascada para que ella legue caminando sola; así que Piloto ahora ya sabe el destino le dije a Stear.
Así que en el camino dejamos a la Sra. White en la cascada de la mansión de los Adrley y pues ella sabrá que hacer, mi comandante en peligro ya no estaba y el gran jefe Grand jefe puede seguir siendo para nosotras Jejeje
Depuse de eso nos dirigimos para acá y hasta aquí mi reporte mi comandante.
¡Lize, lize!, usted siempre de proactiva, gritaba la comandante Yuriko. pero ya no tengo tiempo de darle el castigo que se merece, siempre honda haciendo de las suyas, lo importante es que la operación fue todo un éxito.
¡Atención, atención! Se escucho por los altavoces del cuartel solicito la presencia de todas las soldados pulcramente aseadas y informadas en punto de las 6:00 hrs para una nueva misión.
Las soldados, aun en pijama, un pie por fuera de las cobijas, con el chongo a medio hacer y la baba escurrida se pararon en friega loca para que les diera tiempo de estar como se les había solicitado.
Como fue ordenado en punto de las 6:00 hrs todas estaban al frente bien peinadas y uniformadas.
¡Atención soldados!, grito la comandante, el día de hoy designare a varias de ustedes para que acompañen al piloto Stear y a su compañera Fabiana en una misión casi suicida, pero es nuestro deber rescatar a la Pecas.
Pero mi comandante, grito Linda, ¿sabe lo que nos está pidiendo?, ¿se ha imaginado que cuando eso suceda, ella se quedara con el gran jefe?, Si lo se soldado, respondió la comandante, pero es nuestro deber hacer el bien, los Leagan no se pueden salir con la suya.
Pero y todos nuestros esfuerzos, deslices y fantasías con el gran jefe quedan lejos de hacerse realidad, todas empezaron a murmurar.
¡Silencio!, todas, ¡cof cof, hablo de ustedes claro está!, soñaban con el jefe Grand pero sabíamos que él se iría y pues hay que asumir que a eso venimos a esta GF, aclaro la comandante.
Ahora cuando escuchen su nombre den un paso al frente, ordeno Yuriko
Linda, Miriam, Zul, Erika, Laura, Yessica, Ann Le, Ampy, Rosi, Saray y Lize, escuché mi nombre y corrí.
Y usted por que corre Lize, pregunto la comandante, este… este… es que, si voy a ver a Neal, que por cierto también es guapo, pues que mejor que este bien presentada, mejor un poco de rubor y un poco de brillo labial para no parecer momia.
Usted y su corazón de condominio, asosiéguese, ordeno la comandante.
Todas ustedes, prosiguió la comandante Yuriko, se me trepan al helicóptero en 5 minutos y me traen a la Srita White.
Todas las soldados corrieron por sus mochilas de sobre vivencia y se subieron al helicóptero….......
La operación resulto con éxito la Pecas fue rescatada y nosotros llegamos al cuartel al aterrizar todas bajamos y en posición de firmes nos quedamos a la espera.
La comandante paso frente a nosotros, diciendo: Tengo entendido que la operación fue todo un éxito, pero lo que no me queda claro es ¿en dónde está la Srita. White?. ¡Lize¡ por favor el reporte, ordeno la comandante.
Este… este… bueno vera, ya que despegamos y todas estábamos aseguradas en el helicóptero el guapísimo piloto Stear nos dijo:
No me puedo acercar más porque sospecharían al escuchar el vuelo tan cerca, así que extiendan la escalera de cuerda y bajen caerán directo al techo del edificio, todas prendan sus radios por el canal 2 para que me avisen al momento que la tengan para poder acercarme y llevárnosla.
Llegando al lugar, yo fui la primera, pues tenía que poner el ejemplo de valor, ya sabe, con todo el miedo y murmurando “hay nanita, hay nanita”, bajé y en seguida me siguieron todas mis compañeras, creo que repetían lo mismo, sin embargo, la escalera empezó a bailar de más por el titiriteo de nuestros cuerpos, no por el peso, no piense mal mi comandante, pues aclaro que Inés no nos dio de desayunar antes de salir del cuartel, cosa que reclamare pues según ella se tenía que quedar amasar toda la noche para ofrecernos rico pan al desayuno y nanaiz que hubo pan.
Lize, por favor continúe, ordeno la comandante Yuriko.
Ok, Ok, proseguí, una vez en el techo del loff, revisamos detalladamente cuantas entradas y ventanas tenía el mentado edificio, y decidimos separarnos en grupos de 3 para poder atacar, la encargada de rescatar a Candy era yo, como debe saber, pues pedí que me dejaran conocer en persona al guapo Neal.
Entramos sigilosas por la puerta de la cocina, él señorito aun dormía y la Pecas también; decidimos usar botellas de Pupé #5, las destapamos e hicimos un camino de ambos lados saliendo del cuarto, el olor fue casi penetrante, para ellos, pues se quedaron más dormidos y no escucharon cuando la soldado Ampy se tropezó con el tapete del pasillo y salió rodando tirando 2 botellas de esencia de Pupé a medio pasillo.
De repente escuchamos una voz chillona que preguntaba, ¿Quién anda ahí?, todas nos volteamos a ver con los ojos saltones del susto, es Eliza, dijo en susurro la soldado Linda, ¿y ahora?, pregunto Zul, pues yo traigo unos jitomates que tenía en mi mochila, ¿y si se los aventamos?, dijo Miriam, buena idea le siguió Rosi, pero… ¿y si grita?, refuto Ann Le.
¡Ya sé!, les dije a todas, destapemos unas cuantas botellas más y coloquémoslas al lado de su puerta, lo ms silencioso que se pudo las coloque, pero la Eliza esa, se paró en friega diciendo: ¡pero que rayos es ese olor! y salió de su cuarto, como pudimos nos metimos a un cuarto todas apretadas, y la vimos pasar por una rendija de la puerta, pero como estaba aturdida no se percató de las botellas en el piso, se metió al baño y aprovechamos para atrancar la puerta por fuera para que no pudiera salir.
El barullo, despertó un poco a Neal, y por completo a la Candy, pero esa pecosa tuvo a bien el tino de decirle “duérmete cariño” y señorito Leagan, cayó de nuevo rendido, pues la voz de ella lo encandilaba. Por supuesto que la pecas al vernos vestidas de soldado se imaginó que íbamos a su rescate, así que cooperó bastante, y se dejó ayudar, mi comandante.
En eso estábamos cuando la Eliza, salió del baño, aun no sé como pero, de repente Miriam saco de su mochila a Pupé, que lo había llevado por “si acaso” y pues lo disparó sobre la cara de Eliza que salió disparada nuevamente al baño, de esta tardaría en responder y nos daba perfectamente tiempo de desamarrar a la pecas y sacarla.
Corrí a desamarrarla mientras Linda ponía una compresa sobre la cara de Neal, para que este durmiera más profundo y no despertara, cuando por fin la tuve salimos todas corriendo como si no hubiera un mañana pues la casa Leagan no tardaría en enterarse y capaz que se nos dejaban venir como gorda en tobogán todos, y pues para que le cuento lo que pasaría mi comandante.
Lo bueno fue que ya le habían avisado por radio al lindo piloto Stear y nos esperaba con la escalera de cuerda, primero subió la pecas le seguí yo, y poco a poco avanzábamos, la última en subir como siempre fue Ann Le que por poco y la dejamos, pues se volvió a tropezar tratando de agarrar el ultimo pedazo de cuerda de la escalera, y en eso nos elevamos, realmente mi corazón descanso pues la misión había sido todo un éxito, mi comandante
Ya a salvo todas en el helicóptero, Rosy y Saray discutían: ¡Dile tú!, no, ¡dile tú!, se decían mutuamente.
Bueno ya, díganme lo que sea, les conteste yo. Lize, habló Sary, queremos preguntarte ¿qué haremos con la pecas?. A lo que yo les respondí, pues la orden fue llevarla al cuartel, pero le tengo un destino mejor, jejeje.
Rosy pregunto, ¿Y cuál es ese destino?, pues la casa de los Adrley por supuesto, conteste en friega, pero como no quiero causar más alboroto la dejaremos en la cascada para que ella legue caminando sola; así que Piloto ahora ya sabe el destino le dije a Stear.
Así que en el camino dejamos a la Sra. White en la cascada de la mansión de los Adrley y pues ella sabrá que hacer, mi comandante en peligro ya no estaba y el gran jefe Grand jefe puede seguir siendo para nosotras Jejeje
Depuse de eso nos dirigimos para acá y hasta aquí mi reporte mi comandante.
¡Lize, lize!, usted siempre de proactiva, gritaba la comandante Yuriko. pero ya no tengo tiempo de darle el castigo que se merece, siempre honda haciendo de las suyas, lo importante es que la operación fue todo un éxito.
Fin del reporte.