Habían transcurrido ocho meses después de aquella separación entre Terry y yo, mi vida transcurría sin novedad en el hogar de pony, ayudándole a la hermana María y a la señorita Pony con los niños, ellos son mi alegría y un bálsamo para mi corazón que aún no logra olvidar a Terry mi mocoso engreído, ¿cómo estarás?, espero que seas feliz con Susana ella se lo merece. Candy se perdía en sus pensamientos.
Desde hace mucho tiempo todos en el hogar de Pony se prepararon para hacer una excursión a lago Michigan, aprovechando el calor del verano y disfrutar de los hermosos paisajes, Candy se disponía a hacer el viaje sin saber la sorpresa que el destino le tenía preparado.
-Señorita pony, hermana María estamos listos ya revisé todo, la comida, las frutacccggw s, las sombrillas de playa, las pelotas, los discos y todo para que los niños jueguen, ¡ah! se me olvidó decirles que invite a Albert y él nos alcanzará
-Bueno niños vamos a orar para que Dios nos acompañe en este viaje -dijo la hermana María-. Señor te pedimos en este viaje nos acompañes y nos libres de todo mal y peligro amén.
Al terminar la pequeña oración los niños se santiguaron, cuando de nuevo la voz de la hermana María se escuchó diciendo- Bien niños es hora de cantar las ruedas del autobús girando van girando por la ciudad...
-¡Hemos llegado!, ¡que hermoso lago! -Candy suspiró-. Este lago me recuerda a Escocia es como si… no, Dios mío quita de mí estos pensamientos.
La rubia sacudió la cabeza para alejarlos.
-Bien niños nos bajaremos de dos en dos, Iremos a la cabaña a cambiarnos de ropa y luego a disfrutar del lago.
Todo transcurría con normalidad los niños felices gritando nadando en el lago cuando Candy se dirigió a la señorita Pony y a la hermana María.
-Voy a caminar un rato -les dijo, a lo que las buenas mujeres le contestaron:
-Ve, pero no tardes mucho... ten cuidado.
Candy caminó y vio un árbol un hermoso pino.
-Si me subo tendré una hermosa vista del lago.
Cuando se disponía subir escucho una voz que le dijo:
-Señorita pecas, tarzán con pecas veo que nos has perdido la vieja costumbre de trepar a los árboles.
Ella en un principio pensó que estaba soñando, pero Terry bajó del árbol, se puso frente a ella diciendo:
-¡Hola! Candy.
Ella al ver esos hermosos ojos azules como el inmenso cielo no pudo evitar, le rodaron las lágrimas.
- ¡Terry!, ¿qué haces aquí?, deberías estar con Susana.
-Candy, ¿sabes?, todo este tiempo ha sido una eternidad sin ti me siento muerto en vida, me siento como un barco que ha sido arrastrado por un huracán y quedará anclado en la orilla sin poder volver a navegar, desde que te conocí en aquel barco cambiaste mi vida, eres mi faro de luz, el sol que ilumina mi vida y el arcoíris que le pone color con tu hermosa y cautivante sonrisa, ¿cómo no amarte?, si eres el ser más bello por dentro y por fuera, te amo Candy, siempre te amaré. esta separación fue injusta, nos separamos porque en ese momento creímos que era lo mejor para nosotros, pero sabes que no Candy, no somos felices, ni tú, ni Susana, ni yo; Albert me fue a visitar a New York me contó que cuando regresaste te pusiste mal, que no comías, bajaste mucho de peso y te dio anemia por eso él decidió que en el hogar de Pony estarías mejor eso te hizo recobrar la sonrisa, ya que solo con él te desahogas y lloras entonces dime Candy ¿crees que es justo estar separados?
- ¡Terry! - exclamó la chica ante la confesión.
- Candy mírame, te amo y por nada del mundo quiero separarme de ti ya lo hice una vez y no sabes lo que he sufrido...
-Pero Terry… Susana… yo hice un juramento y no lo puedo romper.
-Mira Candy Susana siempre tendrá mi apoyo, ella está mejor, rehabilitándose, nunca la dejare sola siempre contará conmigo como su amigo porque mi amor es solo tuyo, ven Candy te tengo una sorpresa.
Más adelante había todo un picnic organizado con un florero lleno de narcisos, postres de chocolate y una manzana que brillaba más que las demás.
-Un día me dijiste que querías que nos fuéramos de picnic, pues aquí estamos.
- ¡Qué bonito Terry! Gracias.
De repente se escucho el ruido de una avioneta.
-Mira Candy.
De la avioneta salió un letrero que decía: ¿TE QUIERES CASAR CONMIGO?
El castaño abrió una manzana, dentro de ella un anillo con una piedra verde como el color de los ojos de Candy.
-Candy, esta piedra simboliza la esperanza, nunca debe de morir en un amor como el nuestro porque hay que luchar hasta el último aliento, el amor es la fuerza que mueve al mundo y mi mundo eres tú.
-Terry se arrodilló, tomando la delicada mano de la rubia diciendo:
- ¿Aceptas Candy?
-“SI”
En ese momento salieron todos los niños tirando burbujas, flotando en el lago, se ven dos patitos con un corazón, a Candy le parece una escena tan hermosa como de un cuento, detrás de los niños también está Albert, la señorita Pony y la hermana María, quienes se acercan para felicitarlos, Candy no podía creer lo que pasaba a su alrededor solo pudo dar GRACIAS A DIOS POR ESTE REGALO.
Fue el viaje más inolvidable para Candy y Terry, después de un mes se casaron en el hogar de Pony en una ceremonia muy bonita ... Candy se mudó con Terry a New York donde trabajaba como enfermera en el hospital San José, después de un año Candy y Terry viven felizmente casados y la espera de su primer bebé.
Fin
Desde hace mucho tiempo todos en el hogar de Pony se prepararon para hacer una excursión a lago Michigan, aprovechando el calor del verano y disfrutar de los hermosos paisajes, Candy se disponía a hacer el viaje sin saber la sorpresa que el destino le tenía preparado.
-Señorita pony, hermana María estamos listos ya revisé todo, la comida, las frutacccggw s, las sombrillas de playa, las pelotas, los discos y todo para que los niños jueguen, ¡ah! se me olvidó decirles que invite a Albert y él nos alcanzará
-Bueno niños vamos a orar para que Dios nos acompañe en este viaje -dijo la hermana María-. Señor te pedimos en este viaje nos acompañes y nos libres de todo mal y peligro amén.
Al terminar la pequeña oración los niños se santiguaron, cuando de nuevo la voz de la hermana María se escuchó diciendo- Bien niños es hora de cantar las ruedas del autobús girando van girando por la ciudad...
-¡Hemos llegado!, ¡que hermoso lago! -Candy suspiró-. Este lago me recuerda a Escocia es como si… no, Dios mío quita de mí estos pensamientos.
La rubia sacudió la cabeza para alejarlos.
-Bien niños nos bajaremos de dos en dos, Iremos a la cabaña a cambiarnos de ropa y luego a disfrutar del lago.
Todo transcurría con normalidad los niños felices gritando nadando en el lago cuando Candy se dirigió a la señorita Pony y a la hermana María.
-Voy a caminar un rato -les dijo, a lo que las buenas mujeres le contestaron:
-Ve, pero no tardes mucho... ten cuidado.
Candy caminó y vio un árbol un hermoso pino.
-Si me subo tendré una hermosa vista del lago.
Cuando se disponía subir escucho una voz que le dijo:
-Señorita pecas, tarzán con pecas veo que nos has perdido la vieja costumbre de trepar a los árboles.
Ella en un principio pensó que estaba soñando, pero Terry bajó del árbol, se puso frente a ella diciendo:
-¡Hola! Candy.
Ella al ver esos hermosos ojos azules como el inmenso cielo no pudo evitar, le rodaron las lágrimas.
- ¡Terry!, ¿qué haces aquí?, deberías estar con Susana.
-Candy, ¿sabes?, todo este tiempo ha sido una eternidad sin ti me siento muerto en vida, me siento como un barco que ha sido arrastrado por un huracán y quedará anclado en la orilla sin poder volver a navegar, desde que te conocí en aquel barco cambiaste mi vida, eres mi faro de luz, el sol que ilumina mi vida y el arcoíris que le pone color con tu hermosa y cautivante sonrisa, ¿cómo no amarte?, si eres el ser más bello por dentro y por fuera, te amo Candy, siempre te amaré. esta separación fue injusta, nos separamos porque en ese momento creímos que era lo mejor para nosotros, pero sabes que no Candy, no somos felices, ni tú, ni Susana, ni yo; Albert me fue a visitar a New York me contó que cuando regresaste te pusiste mal, que no comías, bajaste mucho de peso y te dio anemia por eso él decidió que en el hogar de Pony estarías mejor eso te hizo recobrar la sonrisa, ya que solo con él te desahogas y lloras entonces dime Candy ¿crees que es justo estar separados?
- ¡Terry! - exclamó la chica ante la confesión.
- Candy mírame, te amo y por nada del mundo quiero separarme de ti ya lo hice una vez y no sabes lo que he sufrido...
-Pero Terry… Susana… yo hice un juramento y no lo puedo romper.
-Mira Candy Susana siempre tendrá mi apoyo, ella está mejor, rehabilitándose, nunca la dejare sola siempre contará conmigo como su amigo porque mi amor es solo tuyo, ven Candy te tengo una sorpresa.
Más adelante había todo un picnic organizado con un florero lleno de narcisos, postres de chocolate y una manzana que brillaba más que las demás.
-Un día me dijiste que querías que nos fuéramos de picnic, pues aquí estamos.
- ¡Qué bonito Terry! Gracias.
De repente se escucho el ruido de una avioneta.
-Mira Candy.
De la avioneta salió un letrero que decía: ¿TE QUIERES CASAR CONMIGO?
El castaño abrió una manzana, dentro de ella un anillo con una piedra verde como el color de los ojos de Candy.
-Candy, esta piedra simboliza la esperanza, nunca debe de morir en un amor como el nuestro porque hay que luchar hasta el último aliento, el amor es la fuerza que mueve al mundo y mi mundo eres tú.
-Terry se arrodilló, tomando la delicada mano de la rubia diciendo:
- ¿Aceptas Candy?
-“SI”
En ese momento salieron todos los niños tirando burbujas, flotando en el lago, se ven dos patitos con un corazón, a Candy le parece una escena tan hermosa como de un cuento, detrás de los niños también está Albert, la señorita Pony y la hermana María, quienes se acercan para felicitarlos, Candy no podía creer lo que pasaba a su alrededor solo pudo dar GRACIAS A DIOS POR ESTE REGALO.
Fue el viaje más inolvidable para Candy y Terry, después de un mes se casaron en el hogar de Pony en una ceremonia muy bonita ... Candy se mudó con Terry a New York donde trabajaba como enfermera en el hospital San José, después de un año Candy y Terry viven felizmente casados y la espera de su primer bebé.
Fin