Capítulo 8 Metamorfosis
- ¡Yo abriré... amor! -dijo Terry, al escuchar el timbre de la puerta. Al abrir se sorprendió, ver a aquel chico frente a él, posando una sonrisa un tanto irónica, desconcertó al inglés - ¡mmm..! - el castaño, miraba de polo a polo al "¿¡Caballero!?" Carraspeo su garganta y dijo: "¡pecas! compraste alguna enciclopedia"
-Buenas noches - saludó el hombre, con un tono de voz altivo y arrogante.
-Buenas noches, ¿en que le puedo ayudar? - titubeante saludo Terry [¡uy... qué rasgos tan atractivos!] él, avergonzado por su pensamiento bajo la mirada.
-¡Vamos Terry! - el joven soltó una carcajada - ¡de verdad... "¿no me reconoces?"!
- Te conozco… sí... de alguna parte -arqueo las cejas en modo de duda.
- ¡Soy Karen, tonto!
-¿Karen…? ¿¡Karen Kleyss!? ¡estas loca! por qué vienes vestida.. - Terry, frenético apuntó su dedo y trazó una línea, de Norte a sur frente a ella -¡así! me da un… un… ¡Candy!
-Bueno... pienso darle una sorpresa a mi pequeña Paty - dijo Karen, tomando a Terry por el codo, adentrándose a la casa.
-¿!Quién es!? -preguntó Candy, su voz tintineo a cada paso que se acercaba.
-Un joven que está molestando, le he pedido que se marche, pero insiste en querer venderme ¡unos nuevos ligueros! - Terry, le lanzó un guiño de ojo a Karen, en modo cómplice.
-Buenas tardes ¡bella dama! estoy perdido y busco ayuda - plasmó un puchero en sus labios, y con voz lastimera continúo diciendo: - necesito hacer una venta ¡Oh, disculpe! me llamo Keane Kleyss, primo lejano de Karen y estoy perdido, no ha respondido a mis llamadas y solo tengo los datos de su mejor amigo, Terrence Granchester.
-¡Oh... por favor, toma asiento! que descortés eres ¡Terry! -le reto.
-Ay pecosa, yo no conozco ningún primo de Karen, como puedes ser tan confiada ¡¡¡esto es una broma, de este tipo!!! - Terry jaló la maleta - busquemos los ligueros, le damos el dinero y que se vaya. Es lo más humano, que podemos hacer.
- ¡Inhumano! - dijo molesta la rubia, ante el comportamiento descortés de su marido -por aquí, pase por favor, debe de estar cansado.
Mientras caminaban a la estancia detrás de Candy, karen dio un pellizco a Terry y ambos chicos acabaron en carcajadas delante de ella.
-Bueno..., ¿qué es lo chistoso de todo esto? - Candy los miraba, como si hubiesen perdido el juicio.
- ¡Amor..! - Terry enredado sus brazos, alrededor de la cintura de su rubia. Aún sumido en carcajadas dijo: "eres una pequitas muy ingenua, este hombre que está frente a ti ¡es Karen!"
-¡¡¡Karen…!!!
Ella, se quitó el sombrero, dejando de modular la voz, ahora sí saludó con su verdadera voz; pero aunque era dulzona, se mantenía con un matiz grabé.
-Hola Candy, y no es una ingenua tu tambien caiste.
-Eso es mentira, yo si te reconocí.
-Eres un mentiroso Granchester, no me reconociste.
-Esta bien, esta bien, lo acepto nos has engañado.
-¿Por que vistes asi Karen? -preguntó Candy.
-Le daré una sorpresa a Paty, a ella aún le da pena que estemos juntas en público y yo también quiero caminar tomándole de la mano, sin que alguien nos juzgue. -Dijo Karen, con la mirada gacha y la voz entrecortada.
-Vaya que se sorprenderá mi amiga, pero de verdad piensas viajar así hasta la Florida, son dos días de viaje, no crees que sera algo incomodo.
- No ¡ahora me cambiare! solo quería pasar la prueba con Granchester, si el no me descubria, se que entonces difícilmente alguien lo hará. Cenare con ustedes y marchó en el tren de medianoche. Quiero llegar el miércoles por la noche.
Los tres cenaron amenamente entre risas por lo sucedido y despidieron a su amiga.
******
De no muy buena gana, Paty, aceptó aquella cena que le pidiera su madre, total si es lo unico que tenia que hacer, pasaría ese rato con Jack Miller, un hombre bastante alto y corpulento no era mal parecido.
Pero…; Patricia se sentía inquieta a pesar que él, se portaba como todo un caballero. La invitó a bailar y se negó, a tomar un copa en el bar de fama y también se negó. Él le dijo que él era Administrador de aquel bar, pensando en que deslumbrada por la ambición, ella cedería a sus encantos.
[¡Pretencioso!] una y otra vez, fueron las respuestas calladas de la chica, al escuchar las aburridas y glamurosas pláticas, del fantoche aquel.
-Vamos Patricia ¡te divertirás! - el hombre extendía los brazos al aire, como si le fuese a mostrar, las maravillas del mundo.
Ella rehusó a cualquier invitación, solo quería que terminara aquella cena: para volver a su departamento, y terminar de empacar, en tres días partía a "New York"
-Es una lastima, que no hayas aceptado que te comprara la librería, estaba muy interesado en ella.
Dijo Jack, con pesar. A Paty, el escuchar la manera en la que enfatizó cada palabra, le erizó todos los vellos de su piel.
-Lo siento... recibí una mejor oferta, y me decidí por el otro comparador -mintió..., su irónica sonrisa, lo decía todo.
- Beatrice… Ehm…, disculpa; tu madre, me ha contado que tienes un Libro, de la primera edición de "Shakespeare" ¡por favor! soy amante de sus obras; solo dejame ojearlo es todo lo que pido.
La ingenua bondad de Patricia, le hizo aceptar; la malicia, no cabía en el alma de la chica y lo llevó a su departamento. Ella le enseñó el libro, mientras lo ojeaba, él pidió algo de tomar.
-Lo siento, es mejor que te vayas -pidió patricia-. Estoy cansada y necesito acabar de empacar.
-No voy ir a ningún lado - fue la seca respuesta, que con frialdad dijo él hombre.
-¡Cómo dices! - dijo Paty, desconcertada y sorprendida a su respuesta.
-Esta noche alguien me ha pedido te enseñe a ser mujer -la nacarada dentadura del hombre brillo, cuando se internó, en unas lúgubres carcajadas.
-¡Lárgate de mi casa! -con mano temblorosa, Paty, apuntó a la puerta.
Jack, la tomó por los brazos y con toda la rudeza masculina, le jalo hasta la habitación.
Sus pies arrastraban, ella forcejeó, pero le fue imposible zafarse de su agarre. Él con una mano, le había maniatada de ambas manos y con la otra tiraba salvajemente de su cabello.
-Creo que debemos estar cómodos - las palabras habían sido como una burla a su dignidad.
-¡Suéltame! -gritaba Paty - por piedad, quieres la biblioteca te la daré ¡Pero no me lastimes!
Tal cual como muñeca de trapo, le aventó sobre la cama, él desabrocho su cinturón y bajó de su pantalón, jalo de su falda de ella, rompiéndola con fuerza y con otro ágil movimiento rompió de su blusa.
Como un animal salvaje, se montó sobre ella. Sus manos estaban llenas de lujuria y recorría el cuerpo de la chica sin su consentimiento; las palabras grotescas que le musitaba al oído, acrecentaban el pánico en Paty.
-¡Ssssh! Nadie te escuchara -tapo su boca con su grande mano y con la otra sostuvo las dos pequeñas muñecas de Paty, ella trataba de librarse de él, pero era imposible pesaba demasiado. Con todo el dolo él dijo: guarda tus movimientos de culebra floja para tu amada ¡esto será mejor lindura! Si te resistes será peor, tu madre, me ha encargado hacerte mujer, y yo soy muy bueno en esa tarea, tanto que esta noche sabrás lo que es ser una mujer de verdad y no una enferma loca, que se excita con otra machorra.
Abrió de par en par, las piernas de Paty y con toda la crueldad, introdujo su miembro en la vagina de Paty, ella sintió como era atravesada por un rígido mástil, duro, seco, ardiente, la estaban marcando por dentro. Su alma quedaría tatuada, por el fétido olor que emanaba del sudor del hombre.
Cada vez eran más fuertes las embestidas, Paty ni siquiera sintió el momento en que aquel animal rompiera de sus bragas. Una y otra vez la penetraba con fuerza, se introducía en ella con salvajidad.
[Mamá… ¿por qué, así las cosas?] pensaba Paty, mientras sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas. El dolor era intenso, sentía como era desgarrada por dentro.
-Lo que pasa, es que estas seca -le decía aquel hombre, él tenía la mandíbula tensa, su frustración por la nula excitación de la chica, lo estaba llevando al último grado del desquició. La penetraba lo más profundo que pudiese-. Ni siquiera humedeces, no eres hembra, no eres hembra.
Cada vez era más doloroso para Paty, sus lágrimas corrían por sus ojos, decidió dejar de forcejear, Tal vez asi todo seria mas rapido.
-¡agrrrrr…..! - Paty escuchó el gemido detestable, lleno de éxtasis de aquel ser maligno, que su madre había llevado a su vida.
Se retiró de ella y subió su pantalón.
-Con esto sabrás lo que es ser mujer y dejaras de jugar a la machorra, este es un favorcito, que le devia a tu madre. Ella, también lo disfruta mucho y ¡paga muy bien! ya sabes donde encontrarme, si necesitas de un verdadero hombre.
-¡Eres un Maldito! - se abalanzó sobre Jack y él la hizo caer al cama con un cachetada, haciéndola sangrar más de sus labio. Tres rigurosos punta pies cayeron sobre ella, uno en el muslo derecho de su pierna, el otro en su maxilar izquierdo y el último, aterrizó sobre su costado inferior de la espalda.
Entre lágrimas, logró sentarse en la cama y en sollozos empezó a llorar, como nunca antes en su vida, internamente agradeció haber experimentado antes el amor con karen, pero no podía negar que esto era muy doloroso, su labio sangraba, él la había mordido y su cuerpo lo sentía desfallecer por el dolor.
Pasaban de las de las diez de la noche, Karen impaciente miraba su reloj, no había podido descansar, sentía una zozobra y un presentimiento, que la mantuvo inquieta.
-Ya pronto mi pequeña Paty, estaremos juntas: para nunca más volvernos a separar.
Subió las escaleras del Edificio corriendo, no traía equipaje, solo un pequeño bolso con la ropa de hombre, con que le daría la sorpresa a Paty. Por ropa no se preocupaba, sabía que en la casa de su tío, tenía bastante ropa y su plan; solo era estar hasta el sábado.
Se detuvo al mirar la puerta entreabierta y un súbito vuelco dio su estómago, empujó lentamente la puerta y al ver la mesa volteada y varias cosas en el suelo; se dirigió a la recamara de Paty, al entrar la imagen que vio de la pelinegra era desgarradora, desnuda y llorando abrazando sus piernas.
-¡Oh Paty! mi pequeña ¿que te han hecho? -miró la cama revuelta, las sábanas blancas, estaban tatuadas por una enorme mancha de sangre, su cara y cuerpo se encontraban totalmente magullado y su labio aun sangraba.
La abrazo y Paty solo lloro aun mas, Se le rompia el corazon a Karen, al mirar en aquel estado a su frágil amor, y al mismo tiempo, una ira se apoderó de ella.
-¿Quien te ha hecho esto?- con la voz serena, cuestiono Karen.
Paty seguía sin contestar, solo su cuerpo respondía, este no dejaba de temblar.
-¡Por favor Patricia Habla! no estás sola, aquí estoy contigo mi pequeña, perdóname por haberme ido, yo sabía que no debía dejarte, mi corazón me lo decía y estupidamente me fui.
En esos instantes ella tambien comenzo a llorar, abrazaba con fuerza, al destrozado cuerpo de Paty.
-Te amo Patricia O Brian, por favor... hablame... dime que me perdonas, yo soy culpable de esto también.
-No..., -dijo entre sollozos-. la única culpable es mi madre y Jack Miller, acepte salir con él, por petición de mi madre, para que me dejase en paz, ¡Lara! ella, le contó la relación entre tu y yo. Tontamente caí en la mentira de Jack, me pidió ver un libro y esto pasó.
-¡Maldita Lara! me las pagara.
Karen se levantó, se dirigió al baño y empezó a llenar la bañera, con agua caliente. Después fue a la estancia y llamó a su tío, él era un buen médico y necesitaban revisar Paty.
-Ven -le pio Karen a Paty, extendiendo la mano.
Al darle la mano, Paty recordó las palabras de Terry: “Aunque camines por una cuerda floja, ahí estará ella, para darte la mano y sostenerte"
Tiernamente Karen la ayudó a meterse a la bañera, le apoyó para que se limpiara las heridas, lágrimas corrían por las mejillas de Karen.
-Todo estara bien mi pequeña, aqui estare yo para sanar tus heridas, no solo las físicas, también las del alma; como lo hiciera una vez ya.
-Karen, ella estará bien. Bueno... dentro de lo cabe, su cuerpo sufrió un serio desgarre vaginal y su cardenales… pues… no afectaron ningún órgano, pero se le verán un tanto... -mencionaba su tío, el diagnóstico con sutiliza, después de revisar a Paty, debes de darle este medicamento. Si quieres que despierte por la mañana dale la mitad, si la ves mal dale doble dosis y dormirá por veinticuatro horas.
-Esta bien tio, le agradezco tanto, se que ya pasa de la media noche, perdoname... por hacerte venir.
-No te preocupes hija, sabes que para mi no es una molestia, ahora anda dale el medicamento a tu amiga, es mejor que duerma.
- Gracias tio, es usted un bondadoso -el galeno se retiró, él ya había terminado.
Karen, decidió dar doble dosis de medicamento, Paty necesitaba descansar.
-Ten, te sentirás mejor, duerme aquí estaré contigo.
Veinticuatro horas habían pasado y Paty, recobró el conocimiento, lo primero que hizo al abrir sus ojos fue mirar a Karen, sentada al lado de ella, leyendo un libro.
-¡Has despertado! iré por comida, he preparado algo para ti cariño -dijo dulcemente karen.
Mientras la miraba comer, le mencionó que todo estaba arreglado, partirán el sábado y no tenía que preocuparse ya por nada.
Ambas chicas, ya instaladas en su vagón privado del tren, estaban sentadas.
-Karen…
-Dime Paty ¿que pasa?
-Ya no me deseas, con esto que me ha pasado... ¿te causo asco?
-¡Como puedes decir eso! te amo tanto, soy capaz de hacer cualquier cosa por ti.
-Y entonces, ¿por qué no me has besado?
-¡Oh... es eso! Esto es muy fácil de arreglar, te deseo, te amo, pero tambien entiendo perfectamente, por lo que haz pasado, seré paciente, iré avanzando conforme tu quieras.
-Queiro un beso tuyo ¡por favor! -suplicante pidio.
Karen se acercó a ella y la beso tiernamente, Paty respondió aquel beso, de igual manera.
-Te tengo un sorpresa -dijo Karen, solo debes esperar unos minutos, me cambiare en el baño y regreso.
Paty, al ver salir aquel muchacho del baño, dio grito.
-¡ahhhh….!
-Shhh… soy yo, Keane Kleyss, primo de Karen.
-¡Como!
-Si, esto lo hice por ti, mi pequeña Paty, para que caminemos libres en la calle.
-Tu me gustas mucho, como Karen.
-Lo se, pero esto es para llevar a cabo mi plan.
-¿Cual Plan Karen? -pregunto Paty.
Ella se arrodillo y saco un pequeño estuche, con un hermoso anillo.
-¿Quieres ser mi esposa?
-¡Estas loca karen!
-Si pero de amor por ti, tengo todos los papeles listos, no habrá problema; un juez nos podrá casar.
-Si ¡si acepto! ¡pero esto es una locura! ¿estás segura que no tendremos problemas?
-No, alguien me debía un favor y estos papeles son originales, asi que... hagámoslo.
Dos meses después, ambas estaban contrayendo matrimonio, frente a un juez de New York, siendo sus testigos y cómplices de su locura, Candice Grandchester Andrew y Terrence Graham.
La pequeña comida, la organizó Eleanor y Robert Hathaway, que conocían también aquel secreto.
-¿Estas feliz? -preguntó Karen, abrazándola por la espalda, mientras Paty admiraba la noche “Neoyorkina” desde la suite, donde pasarían su noche de bodas.
Si estoy muy feliz, es solo que la llamada de mi madre, me sorprendió con la noticia que me dio.
-Ah sí..., ¿y que te dijo?
-Jack Miller..., está muerto, lo encontraron la noche que abusara de mi.
-Se lo merecía, él muy maldito.
-Me dijo, que simplemente la policía dio por sentado, que fueron gansters. Ajustes de cuentas por tráfico de opio.
-Bueno... pues caso cerrado, dejemos a los muertos y el pasado atras, tu y yo estamos vivas.
Karen beso el cuello de Patricia, la pelinegro se volteo, se colgó de su cuello, jalando para que la besara en los labios. Ambas iniciaron con aquel beso cálido y tierno, empezaron a humedecer sus labios y enroscar sus lenguas.
-Hazme el amor -pidió Paty, quitándole el saco, quitó una de las mancuernillas y vio las iniciales TGG.
-¿Que significan?
-Oh..., no son mias, me las prestó Terry, perdí una de las mías en la Florida.
Desabotono la camisa de ella, y la vio enredada con unas vendas en su pecho.
-No me gusta que hagas esto, yo te amo como mujer y te deseo.
-Era necesario, prometo usar esto, solo cuando sea indispensable.
Patricia quito aquellas vendas, y dejó al descubierto sus hermosos senos, en un impulso los beso, con gran amor y deseo. De verdad amaba y deseaba a la mujer, que tenía delante de ella.
-Eres tan perfecta Karen.
-Al igual que tu mi pequeña y dulce Paty.
De igual modo, Karen despojo de a Paty, de un sencillo vestido de Novia, ambas quedaron desnudas frente a frente, Karen jalo a Paty hacia la cama y la recosto.
-Hoy... dejame sanar con mis caricias, aquello que lastimaron mi amor. Solo cierra los ojos, siente y disfruta. Patricia obedeció.
Karen empezó un camino de besos, por sus piernas, su abdomen, hasta llegar a sus senos, cuando llego a ellos, estaban erectos y listos para ser probados; Karen, disfruto cada uno de ellos como manjar de los dioses, sentía la piel erizada de Paty. Sabía que iba por buen camino, quería hacerla disfrutar y que olvidase lo vivido.
Se inclinó sobre ella y bajando llego a su lugar mas intimo,donde posó un tierno beso.
-¿De verdad puedo… tocarte?
Preguntó Karen con timidez. No quería forzarla.
Paty, susurro con una risita nerviosa: -Si lo deseo y lo anhelo.
A tientas bajo su cuerpo más y metió sus brazos, por debajo de sus piernas abriendolas, dejando expuesto el centro de Paty. Suavemente dibujo con su lengua un círculo y pudo sentir la reacción de ella, elevando su cadera. Lo estaba disfrutando y exigía más, así prosiguió lamiendo y saboreando de aquel capullo perfecto, introdujo sus dedos y con ambos movimientos, sintió como se ponía rígida y encorvaba la espalda.
-¡Ahh...! ¡mmm! Te amo Karen….
La había llevado al clímax, le hacía el amor a su mujer, así pasaron la noche ambas complaciéndose mutuamente, probando cada rincón de su cuerpos, hasta el amanecer.
Un mes después de la boda, Karen recibió una carta de Thony.
-Todo está bien con la librería, por favor mande nuestros saludos a mi Jefa, supongo se debe haber enterado de la muerte de Jack Millers, se lo merecía por todo lo que le hizo, a mi querida Paty; para nosotros fue un placer haberla cuidado, mientras tu saliste con tu tío. No hubo pruebas de quien lo mato, solo encontraron una mancuernilla, pero era tan común a las que todo mundo usa ahora, que difícilmente hallarán al asesino, planeamos irlas a ver para Navidad. Otra vez, un abrazo para ustedes de parte de; Thony y Marcus.
Al entrar a la casa Paty, Karen avento el sobre a la chimenea prendida.
-¿Como te fue Paty? que te dijo el médico, -mencionó acercándose a ella.
-Pues... no se como lo vayas a tomar.
-¡Me espantas! ¿que pasa?
-Estoy embarazada, por unos momentos me sentí fatal, llore mucho, despues rei, luego pensé que tu.., tal vez no quieras. Esta es nuestra oportunidad de ser madres, en medio del dolor hay una luz de vida.
-Oh mi dulce Paty, claro que me sorprende, esto es un regalo ¡que felicidad!
Ambas se abrazaron y derramaron lágrimas de felicidad, sabían que el mañana no existe, solo el presente y debían vivirlo, disfrutarlo, amandose. Debían amar aquel pequeño rayo de sol, que venía a sus vidas y no tenía la culpa de nada.
*fin*
Escrito realizado por An Le Mon & Saadesa.
“COMENCÉ A SER LIBRE CUANDO DESCUBRÍ QUE LA JAULA ESTABA HECHA DE MIS PENSAMIENTOS”
Nota escrita por, An Le Mun: Hola chic@s, mil gracias, por haber leído esta historia. Gracias mi parcerita, “Saadesa”, aquí dejamos nuestros miedos, y ahora caminamos con la esperanza, de la que está hecha cualquier batalla, para hacer realidad los sueños.
Ahora sabemos que escribir, es legalizar lo que nos emociona. Darnos licencia, para transmitir toda aquella loca aventura, que nos circula por dentro. Reto cumplido… hemos roto con las barreras, de nuestros propios prejuicios.
Nuestros agradecimientos totales son a Odet Chica de Terry, quien siendo una inspiración, en su forma de escribir, hace un año nos dio la patadita o empuje para animarnos a escribir de lo que hubiéramos dicho que jamás lo haríamos y salio esto. Reto cumplido, originalmente solo seria un oneshot de la canción de mecano y terminó en un fic de 8 capítulos. Muchas gracias a todas aquellas que se tomaron el tiempo de leernos hasta aquí. Nos leemos en la próxima historia :-) (^_^) (^_-)