– Gitanilla quieres venir a explicarme qué es esto? me abandonas toda la GF te apareces apenas y¿traes esto? y de todos a quienes podrías haber elegido me avientas al "elegante"
De verdad no sé si reirme de tu osadía o pedir que te vuelvan a mandar lejos en misión especial–
La pelirroja se encontraba muy calladita contrario a lo que Liath había esperado de ella.
–y bién ¿qué no piensas defenderte?.–
–Delicioasa brioșă englezească ya os lo he dicho vos sabes que siempre estaré aqui para vos, en cuanto al aporte bueno digamos que es un postre para paladares exigentes y hay que complacer a vuestras admiradoras mas "fujoshi" no lo crees?
Además a ver decidme a caso si un extraordinario papel lo requiriera lo dejaríais pasar de largo solo por ser tan testarudo?
ah y por último si no os gusta accederé a irme de nueva cuenta a misiones lejos pero ahí tendré que dejaros a mis espíritus así que vos sabrás– le dijo traviesa guiñándole un ojo al tiempo que se alejaba meneando las caderas. tan solo las monedas amarradas a su cintura se escuchaban.
Mis queridas combatientes un aporte especial para Las amazonas de Terry espero les guste.
ADVERTENCIA MINIFIC YAOI
si no te gusta no leas
De verdad no sé si reirme de tu osadía o pedir que te vuelvan a mandar lejos en misión especial–
La pelirroja se encontraba muy calladita contrario a lo que Liath había esperado de ella.
–y bién ¿qué no piensas defenderte?.–
–Delicioasa brioșă englezească ya os lo he dicho vos sabes que siempre estaré aqui para vos, en cuanto al aporte bueno digamos que es un postre para paladares exigentes y hay que complacer a vuestras admiradoras mas "fujoshi" no lo crees?
Además a ver decidme a caso si un extraordinario papel lo requiriera lo dejaríais pasar de largo solo por ser tan testarudo?
ah y por último si no os gusta accederé a irme de nueva cuenta a misiones lejos pero ahí tendré que dejaros a mis espíritus así que vos sabrás– le dijo traviesa guiñándole un ojo al tiempo que se alejaba meneando las caderas. tan solo las monedas amarradas a su cintura se escuchaban.
Mis queridas combatientes un aporte especial para Las amazonas de Terry espero les guste.
ADVERTENCIA MINIFIC YAOI
si no te gusta no leas
"AMISTADES PELIGROSAS"
ch. 1
ch. 1
N.Y. Afterpartie de la premier "LES MISERABLES"
La obra había estado magnífica la escenografía excelente, los detalles cuidados al máximo se notaba la perfección detrás de las exigencias del director debutante quien ante los demás era un tirano petulante pero bien había valido la pena. Ni que decir del actor principal una interpretación excelsa, ya tendría tiempo de felicitarlo en persona. Todavía recordaba la primera vez que lo vi actuar hace tres años en otras circunstancias, en otro lugar muy diferente al actual.
No sé porque jamás lo había intentado. De verdad no lo hubiera imaginado si alguien me lo hubiera dicho antes. Ambos Habíamos terminado con el corazón roto por la misma persona. Habíamos deseado probar esos pequeños labios jugosos nos habíamos deleitado con la fragancia de risos de aroma a rosas y también habíamos sido víctimas de su bondad absoluta -para con los demás- y nos dejamos llevar por su implacable manera de jugar con los hilos de nuestras vidas cual títeres en guiñol.
Hartos, fastidiados pues del camino que cada uno siguió para tontamente cumplir con nuestra palabra, nos dimos a la tarea de desahogarnos. Una cantina en Baltimore fue testigo de lo que ahí terminó.
Esa cantina que paradójicamente llevaba por nombre “Dulces Recuerdos” tal vez había sido eso mismo lo que nos había atraído a ambos. La genialidad de la ironía ya que justamente eran esos “Dulces Recuerdos” los que nos llevaban a perdernos en el alcohol como cualquier hombre neandertal que se enorgullezca de serlo. Llevábamos cada quien por separado la firme convicción de ahogarnos en nuestras memorias. De regodearnos en nuestro dolor de lo que pudo haber sido y no fue.
Tenía ya rato escuchando los desvaríos del borracho aquél que se encontraba en el lado más oscuro de aquella cantina, pero no fue hasta después que puse atención a lo que decía.
Era demasiado bueno y conocido como para pasar desapercibido, diablos, su solo porte lo delataría. Y su voz, potente, incluso con el estúpido acento que no disimulaba llegaba a todos los rincones del baresucho.
Estábamos los dos imbéciles ahí por el mismo motivo. Habrase visto semejante idiotez ponerse a recitar los diálogos de Romeo de esa manera, aún borracho era como darles perlas a los cerdos. Un par de los cuales se cuchicheaban entre sí al tiempo que lo señalaban, tenían pinta de gorilas mal encarados.
Jamás por orgullo lo había visto actuar me negaba a pagar un centavo para ver al estúpido aristócrata culpable de ganarme el corazón de Candy recibir aplausos y vítores de la multitud. De todas formas, no era como si se pudiera pagar un boleto ahora, por lo que yo sabía ya tenía tiempo desaparecido del medio artístico. Pero hoy estaba más que claro el motivo del porqué lo había hecho, hoy que era la boda del siglo entre William Albert Andrey y su ex protegida Candice White. Benditos negocios que me permitieron alegar retraso en mi viaje para no estar presente en tan prestigiado evento.
Había preferido evitarle al novio mi desagradable presencia y sustituirla mejor con una tradición fraternal. Este hábito lo había aprendido de mi hermano Stear, siempre que nos atacaba la tristeza por el amigable “abandono” de nuestros padres nos íbamos a tomar algunas copas.- Oh sí mi hermano tenía sus secretos, si alguien sabía guardar bien su privacidad ese era Alistear Cornwell, tanto así que jamás vi venir el que se enlistara en la guerra.- Él decía que debía tener cuidado de no hacerlo cerca de casa donde alguien pudiera reconocernos y así lo hice también en eta ocasión, solo que al parecer no fue lo suficientemente lejos como para no encontrarme a nadie conocido, aunque a juzgar por su apariencia tal vez me había equivocado de persona.
Su vestimenta desaliñada la gabardina de fina confección, aunque a leguas había visto mejores épocas, más delgado de lo usual y con su altura se incrementaba el efecto de delgadéz, el cabello largo y pesado como la carga que parecía traer a cuestas y ahora ya más de cerca sus ojos aquellos que siempre me veían retadores o llenos de furia se encontraban apagados, habían sido robados de su espíritu, de sus ganas de vivir. Todo eso pude leer en su mirada perdida ya que era reflejo de lo que yo sentía.
–¿Terrence? ¿Terrence Grandchester eres tú? – inmediatamente interrumpió su declamación para voltear a verme, la chispa de sus ojos se encendió y se apagó casi al instante.
–No soy quien buscas, déjame en paz– refutó molesto, sentándose y empujando de un solo trago los contenidos etílicos de su vaso por su garganta.
–Claro que sí lo eres, pero igual te dejo, no quiero importunar– jamás habíamos sido amigos, salvo esa tregua en donde arreglamos el avión que tanta felicidad le provocó a mi hermano, tal vez por eso fue que quise acercarme, buscando algo de camaradería. Tonto de mí ya en demasía sabía lo cortante que podía ser el inglés.
Lo observe tomar la botella con la intención de volver a llenar el vaso, pero esta se encontraba vacía. Me alejé y volví a tomar mi lugar a unas mesas de donde él se encontraba.
–Mozo incompetente te he dicho que mantuvieras mi copa llena. ¡No esperarás que te pague un quinto por tu mal servicio! – gritoneo mientras una oleada de cólera recorrió su cuerpo, se puso de pie y volteo la mesa en la que se encontraba lanzando las tres botellas que estaban encima por los aires hasta estrellarse contra el suelo.
Por el rabillo del ojo alcancé a ver la figura del cantinero acercarse peligrosamente con un bat en la mano. ¡Diablos!, por qué no me extraña encontrarme en esta situación justamente con Grandchester.
–Estúpido cretino inglés ¿qué te has creído? ¿qué estás en tu castillo? – le preguntó amenazante dando golpecitos a su mano con el bat. Ese tipo no pudo haber elegido una peor línea, la respuesta no se hizo esperar.
–Por supuesto que no, de haber sido así el duque ya te habría mandado azotar por tu insolencia– contestó al tiempo que sus carcajadas retumbaban de manera estridente por todo el bar. No pude evitar sonreír ante la ironía. Un destello familiar brilló en sus ojos y pude ver la genialidad de su proceder pues la misma táctica había sido utilizada en mi contra en múltiples ocasiones.
El barman reaccionó de la manera que muchas veces yo lo había hecho ante palabras socarronas del aristócrata. Tomó vuelo torpemente impulsado por la furia mientras Grandchester con toda la calma del mudo lo esquivaba soltando un perfecto gancho al hígado desarmando a su atacante. He de confesar que sentí un poco de empatía por el tipo al recordar la brutalidad detrás de esos puños.
El barman aún se retorcía en el piso cuando para sorpresa de todos los presentes Grandchester recogió el arma improvisada y se saltó la barra para servirse solo. Tomando una botella la abrió y se la empinó limpiándose con el dorso de la mano. Luego la levantó para brindar a modo de burla.
Por más que lo odiara no podía dejarlo a expensas de los tipos que no le quitaban la vista de encima y que se acercaban a él de manera “amistosa”.
–Sabes, mi amigo y yo hemos estado discutiendo y al fin hicimos una apuesta.–
–Uhum– fue lo único que respondió mientras se empinaba de nueva cuenta la botella todavía sentado sobre la barra.
–Verás, él jura que tú eres ese actorcillo famoso, el tal Graham –
–¿Y qué si lo soy? – altanero y desafiante como siempre.
–Pues por un lado no me conviene, ya que perdería la apuesta, ¿qué haría alguien así en este lugar? Pero, por otro lado, podría haber alguien interesado en que regreses a casa sano y salvo.
De nuevo las carcajadas no se hicieron esperar.
–Pues dile a tu amigo que se equivoca, hace mucho que alguien dejó de interesarse por mi bienestar– dijo en tono acido, pero tajante. Otra vez llevó la botella a sus labios y echó la cabeza hacia atrás, movimiento en el cual dejo por segundos expuesto el bolsillo interior de su gabardina por el cual un destello plateado se asomó llamando la atención de sus interlocutores. El gorila más alto estiro su mano para tomar el objeto brillante y ahí fue donde todo se fue al carajo.
Grandchester le tomó por la muñeca y se la retorció hacia atrás los ojos inyectados en sangre daba la impresión que el tipo había trasgredido en algo imperdonable. Su amigo tomo una botella vacía y la rompió amenazando con esta al aristócrata para que soltara a su amigo. Hasta ahí habría estado “bien” pues aun en estado inconveniente, conocía las habilidades de mi ex compañero del San Pablo, pero el barman ya se había levantado y varios de sus asiduos clientes lo respaldaban la situación se tornaba peligrosa a cada momento.
Continuará…
"Las Amazonas de Terry Hacemos Arder El Cosmos por Él"
Aporte especial de la amazona Marcela Luna\Elby 8a
¡Una vez amazona, siempre amazona!
Última edición por Elby8a el Miér Abr 29, 2020 5:11 pm, editado 1 vez