LA ISLA BONITA: 1ER PARTE DE 2
Decidida a alejarme de los problemas que había tenido últimamente, compré con muchos esfuerzos un boleto para tomarme unas muy merecidas vacaciones por tanto esfuerzo y trabajo del año que estaba por terminar. No pensaba quedarme el fin de año en mi ciudad a soportar el frío por lo que decidí que me iría a distraerme a las cálidas playas del caribe. Estaba harta del trabajo como cantante de eventos sociales, de cantar para gente en fiestas que con el paso de los años me resultaban insulzas, asi que tomé mis maletas y decidida a darme un tiempo para mi misma antes de regresar a la universidad me trepe al lujoso crucero. Quería viajar sóla sin mi familia, con el objetivo de conocer personas nuevas y por que no, animarme a hacer "cosas" que por ir acompañada no me atrevería jamas a hacer.
Cuando subí vi a diferentes hombres y mujeres y con mucha curiosidad les ví a las caras tratando de imaginar sus historias a través de sus rostros y vestimentas. Ví a un hombre que llamó mi atención por lo increíblemente apuesto que era, pero como suelo hacer después de haberme deleitado las pupilas con semejante portento de belleza masculina, el tipo iba acompañado por un caballero de mayor edad, simplemente viré mi vista a otro lado para olvidarme de la pulga que no brincaría en mi petate.
Entonces se sienta junto a mi una linda señorita, con una sonrisa brillante y que se le notaba la alegría por la aventura que estaba por vivir. De inmediato su alegría me contagio y le correspondí contenta de encontrarme con alguien así y tenerla como compañera de viaje.
-Hola Guapa, me dijo, Como te llamas?? Yo soy Cherry, es tu primera vez en un crucero?? Es mi primera vez y estoy que me descojono de la emoción, ya viste lo grande y lujoso que es esto?? Jolines, aun no nos vamos y ya siento que esto es lo más emocionante que me ha tocado en mucho tiempo... Pero decime tu nombre, mujer, o te ha comido la lengua el ratón?
Su risa era contagiosa y agradecí conocerla, supe de inmediato que nos llevaríamos muy bien. Más y más pasajeros fueron abordando, ví a un curioso grupo entrar al salón donde nos reuniríamos con el capitán que estaba por dar una bienvenida para todos los pasajeros. Era una guapa pareja de lo que parecían ser aristócratas, muy serios, muy elegantes acompañados por una joven que parecía ser la secretaría quien llevaba el bolso Luis Vuiton de la distinguida dama. El tipo, lo reconozco, estaba guapísimo, pero tenía un gesto pedante que nomas verlo caía gordo. Después de ellos vi a dos jóvenes muy apuestos, por la forma como se llevaban entre ellos eran con toda seguridad hermanos. Uno llevaba unas gruesas gafas un maletín que con esfuerzos cargaba y el otro, un verdadero dandy, se le notaba que no le tenía paciencia.
De pronto sentí ganas de ir al baño y tropecé con una chica que reaccionó con enojo por mi torpeza.
-Oye, fijate por donde vas! Por eso pasan los accidentes! Me dijo con gesto de pocos amigos que me hizo sentir molesta por su poca amabilidad.
-Oh, discúlpame, no fue intencional.
Me fulminó con la mirada y se alejó con su martini en la mano ignorándome. Yo corrí al baño para no perderme el discurso de bienvenida. Una vez cubierta mi necesidad fisiológica, regrese al lugar donde la mayoría de los pasajeros estaban congregados. A un lado de mi estaban de pie dos chicas muy guapas, una que hablaba con un fuerte acento sudamericano, la otra era rubia y muy hermosa, a mi otro costado estaba una pareja muy atractiva, ella era rubia también y él... oh por Dios que tipo tan más apuesto! De esos seres humanos que te duele hasta la vista de ver tanta belleza en un solo individuo. Finalmente vimos subir al capitán al podio y tomar el micrófono. Todos guardamos silencio.
-Bienvenidos señoras y señores pasajeros del SS Guerra Florida 2020, soy su capitán y declaro iniciado este viaje que tardará 1 mes en visitar las playas y puertos más hermosos del caribe sudamericano. Esperamos se diviertan y que esta experiencia sea para ustedes una que les deje recuerdos imborrables y maravillosos. En estos momentos comenzamos un show de baile para que ustedes disfruten el inicio de su viaje, posteriormente se les irá asignando sus habitaciones. Gracias por confiar en Navíos Foro Rosa para su diversión y esparcimiento.
Todos aplaudimos emocionados y vimos un espectáculo de baile folclórico de danzas latinas. Yo estaba sola y ví a lo lejos que mi amiga Cherry bailaba y charlaba con el caballero que acompañaba al guapo rubio que llamó mi atención en el abordaje. Bebí varios tequilas sunrise y finalmente me fui a mi habitación una vez que el cansancio me venció. Cuando ya estaba entrada la noche, oí un sonido que me hizo creer que estaba teniendo un mal sueño, las sirenas de alarma del barco sonaban escandalosamente, los golpes de un sobrecargo en la puerta de mi camarote y un sorprendente "Señorita, tome su salvavidas y pongaselo, estamos hundiendonos" me hizo pensar "Esto tiene que ser una broma!!"
A como pude me puse el chaleco salvavidas que estaba colgado a un lado de mi puerta, me puse unas zapatillas para correr y salí a cubierta donde vi con sorpresa como los pasajeros bajaban con desesperación en las lanchas de salvación. Intenté subirme a una, pero los pasajeros me empujaron gritándome que ya estaba llena, corrí por toda la cubierta al borde de la desesperación cuando al fin pude subir a la última lancha que vi disponible. El famoso y lujoso crucero se hundió más rápido que el Titanic, no podía dar crédito a lo que mis ojos veían. Mis sueños de descanso y relajación se hiban con los restos de esa blanca nave. A como pude di gracias por no haberme ahogado, y de pronto gire mi rostro para ver con quienes me había quedado en esa balsa a la deriva.
Para mi sorpresa y alivio, Cherry iba ahí, nos abrazamos llorando y dando gracias por habernos salvado y quedado juntas, luego estaba la joven con la que tropecé, muy seria, miraba el remolino que se formó cuando la ultima parte del barco se había hundido, luego estaba la joven latina que lloraba por quien llamaba Susana, tambien estaban los aristocratas con su secretaria, el joven de lentes que llamaba a su hermano a gritos, el trigueño asquerosamente guapo sin la chica que lo acompañaba que gritaba con desesperación "Candy, Candy!" y por último, mi rubio y el caballero de más edad. Estuvimos varias horas callados mirando atónitos al punto donde fue la última vez que vimos nuestro crucero hasta que el rubio interrumpió el silencio.
-Damas y caballeros, no se angustien, seguramente pronto vendrán por nosotros. No pudimos haber avanzado tanto, sus seres queridos probablemente estén en otras lanchas. No se angustien ni pierdan la calma.
Todos volteamos a verlo inseguros de lo que decía, era obvio que deseaba aminorar el temor de lo que nos había pasado y el hecho de que estabamos a la deriva en altamar, y no se veía ninguna lancha por ningún lado.
-Permítanme presentarme, mi nombre es William Albert Ardley y me acompaña mi amigo y secretario George Johnson. Nos pueden decir sus nombres por favor? Podemos hacerlo de izquierda a derecha?
Me sorprendió el liderazgo nato y tranquilo del fulano, más me hizo admirarlo además de lo guapo que me había parecido al verlo en un principio. El primero en presentarse fue el aristócrata petulante.
-Yo soy Neal Leagan de Chicago y esta es mi esposa la Condesa Wendolyn Leagan. Nos acompaña su dama de compañía Miss Igzell. La condesa asintió aferrada al brazo de su guapo esposo y su asistenta se aferraba a ella a su vez.
-Yo soy Alistear Cronwell, de Wisconsin, yo y mi hermano Archibald íbamos a tener nuestro primer viaje sin nuestros padres. Dijo el joven de lentes con la voz triste y los ojos rojos por el llanto.
-Yo soy Isabel Korner, yo y mi amiga Susana vivimos en Nueva York y somos actrices, pero no se en que momento nos separamos entre el gential y, y... ohh!! Comenzó a sollozar nuevamente cubriéndose el rostro con ambas manos.
-Yo soy Gezabel Aliguieri, de Boston y para mi mala suerte, creí que viajar en un tonto crucero de mierda me ayudaría a cambiar mi estado de ánimo, quería distraerme y vean nomás lo que me pasó por hacer semejante ridiculez. La joven abrazaba sus rodillas y el enojo, más que el miedo o la angustia, teñían su expresión facial.
-Yo soy Terrence Graham, soy de Inglaterra aunque vivo hace mucho en Nueva York y mi novia y yo nos regalamos este viaje por que acabábamos de reanudar nuestra relación, no puedo creer que cuando desperté con la alarma ella no estaba conmigo en nuestro camarote, por más que la busque nunca pude dar con ella. El guapo trigueño recargaba su frente en una mano sin levantar la vista. Su gesto era de incredulidad, no había derramado ninguna gota de llanto.
-Yo soy Cherry Covet, de Barcelona pero también estudio en Nueva York. No puedo creer que algo así haya ocurrido, en que momento escucharon alguna explosión o que pudo ocasionar algo así?? La joven se veía tranquila, pero miraba hacia el lugar donde ya no quedaba ni rastro del barco.
La voz del rubio me hizo reaccionar, pues me quedé viendo a mis compañeros de viaje sin poder atinar a reaccionar.
-Señorita, dijo Albert, nos puede decir su nombre, por favor?
-Oh, si, discúlpeme usted. Me llamo Maga Cafi y vivo en Chicago también. Yo viajaba sola, gracias a Dios... y ahora que haremos?? Que va a pasar con nosotros??
Era obvio que el rubio estaba igual de asustado que todos nosotros pero su fortaleza y optimismo eran también evidentes.
-Como les dije, el barco debió enviar una alerta, deben estar buscandonos en estos mismos momentos.
Todos asentimos resignados, las horas pasaron y el sueño nos fue haciendo caer uno a uno. El mar comenzó a ponerse picado y yo me agarré como pude del cordón de seguridad de la lancha para no caer. Fueron las horas más angustiantes de toda mi jodida vida...
CONTINUARA 2DA Y ULTIMA PARTE
Última edición por Maga Cafi el Jue Jun 04, 2020 9:12 pm, editado 1 vez