PD: la imagen de estos girasoles la hice hace mucho tiempo y aprovecho la ocasión para compartirla hoy
"Mi corazón en una cajita"
El día que construí aquella pequeña caja de la felicidad, solo su rostro estuvo en mi cabeza, recordé la fecha en que la había conocido… esa sonrisa tan sincera, que a pesar de no estar viviendo en las mejores condiciones, era radiante, y pensar que a veces Archie y yo nos poníamos de mal humor solo porque alguno de nuestros caprichos no podían hacerse realidad, ¡qué tontería! Fue impresionante ver a una niña tan bondadosa y con un corazón tan hermoso, ella en verdad vale oro. Desde un inicio, me aceptó tal y como yo soy, mis pequeñas bromas, cualquier tipo de comentario que le hice, e incluso los inventos que creé, más de uno pensando en ella, los valoró. Aún recuerdo el barco que intenté hacer que flotara para enviarle mensajes desde nuestra habitación hasta la suya cuando estuvimos en el San Pablo, y todas las noches que nos visitó a mi hermano y a mí. Pienso que es toda una aventura el compartir momentos como esos con Candy, poco a poco fui observando cómo ella había crecido, al igual que nosotros. Pudimos compartir momentos tristes como la muerte de Anthony, de igual manera, otros que fueron felices, como el día en que nos declaramos como sus tres paladines y bailamos con ella en la mansión de Lakewood. He visto que muchas personas la aprecian, más de un chico la ha amado, desafortunadamente, también yo me enamoré. Pero después de todo, fue Terry quien se ganó su corazón. Todos sabemos que él se mostraba como un chico rebelde y arrogante, pero pude ver también, que en el fondo de su corazón, solo era un muchacho más como nosotros y le faltaba pasar buenos momentos para que sonriera un poco más, como el día en que me dio la oportunidad de arreglar la avioneta que tenía. Después de repararla, subí junto a Candy y pudimos volar, aunque no fue por mucho tiempo, y aún me causa demasiada gracia recordarlo, tanto así que siempre termino en carcajadas al rememorar dicha escena. Espero que algún día pueda volver a volar en una avioneta que sí funcione mejor, y subir a ella con Candy, sé que no se negará. Me pone un poco triste pensar en el momento en que me pidió que no fuera a la guerra, pero finalmente pudo comprender el motivo por el que lo hice, todos intentaron que declinara mi decisión, sin embargo, mi determinación fue más fuerte. Aquel día en que nos despedimos en la estación del tren, pude regalarle la cajita de la felicidad, espero que de verdad le guste la melodía que le puse, es pequeña y podrá llevarla a donde ella desee. Fue el primer invento que no me falló, estuve orgulloso cuando terminé de hacerla y espero que la melodía se pueda escuchar todo el tiempo que mi corazón lata, así al menos podré decirle que sigo vivo y estoy bien. Ojalá hubiera podido decirle lo que tanto anhelaba expresar mi corazón, las palabras simplemente no me salieron de la boca, se quedaron atrapadas en mi garganta y quizás ella presentía que yo también me iría pronto. Tras enlistarme, conocí a muchos compañeros que compartieron el campo de batalla conmigo, no negaré que en muchas ocasiones pude sentir el miedo que invadía mi cuerpo y me hacía temblar, en mis brazos se fue más de un buen hombre, me apena saber que ellos tenían una familia que los estaba esperando en casa, pero me encargué de hacer llegar sus pertenencias a sus seres queridos. Espero que si en algún momento yo paso por lo mismo, también puedan hacer llegar a su destinaria la carta que escribí y tengo guardada en mi tienda de campaña, se lo encargué a mi comandante y él me prometió que lo haría.
Hoy me encuentro sentado, sobre el césped y me gustaría estar frente a un campo de girasoles, Anthony solía plantarlos para mí cuando vivíamos en la mansión de Lakewood, me hubiera gustado mostrárselos a Candy, quizás cuando vuelva a casa pueda enseñárselos, son mis flores favoritas, el amarillo de sus pétalos me hacen sentir que ellas están felices y yo también sonrío.
Me pregunto qué me depara el destino, que será de mí más adelante, quizás cuando me encuentre con ella, pueda decirle por fin que la aprecio demasiado, los sentimientos de amor, me los guardaré para mí mismo, de hecho, esa declaración que nunca sucederá, ya se la di en aquella cajita de la felicidad que hice para Candy.
-¡Stear! ¡Ya es hora! –me dice mi compañero, ha llegado el momento de ir a mi avioneta para contraatacar…
Última edición por T.G. el Miér Abr 07, 2021 3:28 pm, editado 2 veces