Candy nunca tuvo la intención de ir a buscarlo, habia sido parte casualidad su encuentro, parte destino. Aquella noche, en la cual se presento en el teatro fue en parte para reunirse con los Andrew, por primera vez la Tia Abuela habia aceptado tenerla en el palco con ella y por causa de su trabajo habia llegado un tanto tarde.
Sabia que Terry se presentaba, pero no tenia esperanza alguna que pudiesen encontrarse por eso cuando el la tomo de la mano y comenzó a escapar de la multitud arrastrándola con el su sorpresa habia sido completa.
Al llegar dentro del teatro y al verse abrazada por aquellos brazos y de aquella forma ella correspondio porque en ese preciso momento sintio que todo era parte de su destino, no supo que Susana tambien estaba ahí, ni se entero que ella los habia visto, lo único que supo es que su presencia ahí fue afortunada porque ahora estaba junto a Terry.
Al poco rato se separaron, no hubo falta palabras entre ambos, se dio por entendido que ya no habría nada para separarlos, el tomo sus manos, las beso y se despidió sin palabras cuando alguien fue a buscarlo para alistarse para la función. Ella asintió y se dirigio hasta el palco donde ya la esperaban, mientras sonreía tontamente y en su mente repetia “al fin estamos juntos”…
Aquella función fue extraordinaria, de pronto se vio asediado por todo el mundo y no pudo ir a buscarla entre la multitud pero aquella sensación de saber que ahora tendrían todo el tiempo del mundo elimino todo vestigio de ansiedad que tenia. La dejo ir, sabia que ella no esperaría porque la vio en el palco con su familia y era imposible que pudiese esperarlo sin hacer una groseria. Ambos habian crecido tanto que no hacia falta correr uno al lado del otro prometiéndose amor eterno.
Termino las entrevistas, termino de atender a todo el mundo y durmió como nunca habia dormido antes. Al amanecer despertó como si lo hiciera a una nueva vida, se arreglo y apenas bajo al lobby del hotel le fue entregada una nota con una dirección, supo de que se trataba y secretamente estaba a la espera de esa casi invitación.
Su presencia fue como si fuera parte de un sueño, el llego a aquella mansión llena de flores y Candy pudo verlo desde su ventana, no era que lo esperara era simplemente que hubo un momento en el que sintio su presencia, ni ella misma pudo explicarlo y pudo ver su imagen caminando entre las flores, caminando hacia la entrada principal, lentamente, aspirando el aroma de las flores, disfrutando el roce de las mismas, anticipándose a aquel encuentro tanto deseado.
Ella lo observo y se perdió en su mirada, en su rostro placido y su suave sonrisa, entonces bajo hasta la puerta y cuando el toco ella la estaba abriendo la puerta. No, no estaba desesperada, era simplemente que ya no era necesario hacerlo esperar porque ambos habian esperado demasiado.
- Llegue… -dijo el con una gran sonrisa.
Sabia que vendrías. –dijo ella dejando que el tomara sus manos.
FIN
Sabia que Terry se presentaba, pero no tenia esperanza alguna que pudiesen encontrarse por eso cuando el la tomo de la mano y comenzó a escapar de la multitud arrastrándola con el su sorpresa habia sido completa.
Al llegar dentro del teatro y al verse abrazada por aquellos brazos y de aquella forma ella correspondio porque en ese preciso momento sintio que todo era parte de su destino, no supo que Susana tambien estaba ahí, ni se entero que ella los habia visto, lo único que supo es que su presencia ahí fue afortunada porque ahora estaba junto a Terry.
Al poco rato se separaron, no hubo falta palabras entre ambos, se dio por entendido que ya no habría nada para separarlos, el tomo sus manos, las beso y se despidió sin palabras cuando alguien fue a buscarlo para alistarse para la función. Ella asintió y se dirigio hasta el palco donde ya la esperaban, mientras sonreía tontamente y en su mente repetia “al fin estamos juntos”…
Aquella función fue extraordinaria, de pronto se vio asediado por todo el mundo y no pudo ir a buscarla entre la multitud pero aquella sensación de saber que ahora tendrían todo el tiempo del mundo elimino todo vestigio de ansiedad que tenia. La dejo ir, sabia que ella no esperaría porque la vio en el palco con su familia y era imposible que pudiese esperarlo sin hacer una groseria. Ambos habian crecido tanto que no hacia falta correr uno al lado del otro prometiéndose amor eterno.
Termino las entrevistas, termino de atender a todo el mundo y durmió como nunca habia dormido antes. Al amanecer despertó como si lo hiciera a una nueva vida, se arreglo y apenas bajo al lobby del hotel le fue entregada una nota con una dirección, supo de que se trataba y secretamente estaba a la espera de esa casi invitación.
Su presencia fue como si fuera parte de un sueño, el llego a aquella mansión llena de flores y Candy pudo verlo desde su ventana, no era que lo esperara era simplemente que hubo un momento en el que sintio su presencia, ni ella misma pudo explicarlo y pudo ver su imagen caminando entre las flores, caminando hacia la entrada principal, lentamente, aspirando el aroma de las flores, disfrutando el roce de las mismas, anticipándose a aquel encuentro tanto deseado.
Ella lo observo y se perdió en su mirada, en su rostro placido y su suave sonrisa, entonces bajo hasta la puerta y cuando el toco ella la estaba abriendo la puerta. No, no estaba desesperada, era simplemente que ya no era necesario hacerlo esperar porque ambos habian esperado demasiado.
- Llegue… -dijo el con una gran sonrisa.
Sabia que vendrías. –dijo ella dejando que el tomara sus manos.
FIN