DESTINO O CASUALIDAD!
BY..Rossy Castañeda & Pecas TG
FANART. Genesi Carmesí
El 4 de Julio era el día en que todos los ciudadanos de los Estados Unidos de América celebramos la separación legal de las Trece Colonias de Gran Bretaña ocurrida el 2 de Julio de 1776.
Aquella fecha era la excusa perfecta para llevar a cabo un picnic en familia, con amigos o con quien demonios fuera, para concluirlo con el espectáculo de juegos artificiales que año en año la ciudad ofrecía para deleite de todos los ciudadanos, pero aquel no era el caso de Candy y Annie.
-- ¿No te parece absurdo que seamos la única Biblioteca a nivel Nacional que abre los días de fiesta? -- protestó Candy con desánimo; mientras jugueteaba con el bolígrafo, golpeteandolo contra el mostrador de madera que tenía en frente.
-- Si, pero ya sabes como es el director-- respondió Annie encogiendose de hombros -- Quiere marcar un " precedente de eficacia" -- puso los ojos en blanco -- Creo que tiene una necesidad enfermiza de que le presten atención -- concluyó la pelinegra entre risas burlonas.
-- Tienes,razón -- respondió la rubia uniéndose a Annie.
Desde que el viejo William McGregor asumió la cabeza de la Librería Principal de la ciudad de Chicago, esta trabajaba los siete días de la semana. Y si pudiera haría que laboraran las veinticuatro horas del día. Afortunadamente para ambas jóvenes, eran diez bibliotecarias que trabajan por turno, pero desgraciadamente les tocó trabajar ese 4 de Julio.
El viejo McGregor decía que no ameritaba más personal que dos encargadas para un día como ese, ya que era un día muerto. A lo que ambas jóvenes le concedieron la razón sin embargo se negaban a ceder a su petición.
-- Y si sabe que será así, ¿Por qué insiste en abrir? No le encuentro sentido -- había replicado Annie a su petición.
-- ¿Qué si una persona quiere investigar algo y encuentra el lugar cerrado? -- fue la respuesta del hombre como si aquello fuese un gran peso sobre sus hombros y su conciencia.
¡infeliz mata planes! -- pensó Candy quien sabía a la perfección que aquella "géneros determinación" obedecía a su eterna avidez de agradarle al alcalde en turno. ¿Cómo no iba a hacerlo? , aquel hombre tenía el poder de quitarlo del cargo en un abrir y cerrar de ojos. -- Condenado viejo lame botas.
-- ¡ Candy, reacciona! -- Annie movía de lado a lado su mano frente al rostro de la joven rubia.
-- Perdoname. ¿Qué estabas diciéndome?
-- Te decía que si a las tres y media no hay nadie ; nos latgamos de aquí -- Annie la miró en espera de su reacción -- Se muy bien que el director no se va a perder una tarde de adulación desmedida con el Alcalde en el día de la Independencia.
-- Tienes razón -- respondió la rubia
Con aquello en mente, ambas ordenaron una gran pila de libros que habían llegado. Al concluir, almorzaron tranquilas en aquella estancia; casi tan muerta como el cementerio.
Una hora más tarde, pusieron al día el registro de los préstamos y ventas, una vez concluido su trabajo, ambas se sentaron. Cuando la hora que habían propuesto llegó y ni una sola persona se paró en el lugar para investigar, devolver o comprar algo, Annie comenzó a apagar los ordenadores mientras Candy recogía las pertenencias de ambas; de pronto, el ruido de la puerta escucharon.
-- ¡No puede ser ! Musito Candy entre molesta y frustrada al ver a un hombre que sacidia las gotas de agua del impermeable negro que le llegaba casi hasta las rodillas. Vestía unos vaqueros oscuros y una bufanda con rayas negras y grises.
Al acercarse más, Candy pudo ver sus hermosas facciones. Tenía una hermosa tez bronceada, con el cabello castaño claro, ojos azul zafiros, nariz fina y un mentón como el de las esculturas que tenían en aquel mausoleo. Unos labios carnosos los cuales eran una tentación sugerente a la pues vista.
Annie se aproximó a ella en cuanto escuchó el chasquido de los pasos mojados.
-- ¿ Qué vamos hacer? -- Candy suspiró derrotada -- Yo me encargo del joven y me iré antes de que llegué lguien más. -- le guiño el ojo.
--- ¿ En serio no te importa, Candy? -- preguntó Annie dejando salir el aire.
-- No, Annie -- respondió la joven --- vete tranquila. Tu tienes un esposo que atender. Yo no. Así que termina de disfrutar lo que queda del dia..
--- Gracias, amiga. Mil gracias --- Annie la abrazo y rápidamente tomó su cartera del mostrador.
--- No hay de qué -- sonrió la rubia con la espontaneidad que la caracterizaba . -- Después de todo me pagan por atender al público; por muy oportuno que sea -- musito entre bromas. Mientras Annie depositas un beso en mi mejilla a manera de despedida, observé como el hombre se acercaba a nosotras.
--- Lo que se aproxima es un dios griego. Yo que tú, tomaría por lo menos su número de teléfono -- le susurró la pelinegra a la joven rubia.
--- ¡Qué cosas dices! -- respondió Candy sonrojada hasta la raíz del cabello.
CONTINUARÁ........Gracias por leer./size]
Última edición por Pecas TG el Sáb Abr 24, 2021 12:24 am, editado 1 vez