REMOLINO
AMYRAI GRAHAM
Es como una maldición
este tiempo sin tu amor...
como te extraño.
y como sangra la herida
y se me acaba la vida...
ya no lo aguanto.
Ese era mi sentir por no tenerte junto a mi...pecosa mía.
Nunca imaginé que ese amor que creció sin darme cuenta, me llevara a este remolino de emociones.
Desde muy pequeño comprendí que ese sentimiento no era para mí. Nunca lo sentí, nunca me lo dieron y mucho menos lo supe demostrar.
Pero llegaste tu y todo cambió. de pronto me descubrí sonriendo, anhelando encontrarte a cada paso que daba, el solo verte era para mi un aliciente y me creaba una felicidad inaudita, si alguien me hubiese dicho a que nos enfrentaríamos por querer estar juntos, no le creería y ahora que lo pienso, hubiera dado mi vida porque todo se quedara así, cuando todo era fácil y nos daba felicidad.
Como agua de cristal
así es el amor que yo
llevo por dentro
y me consume cuando te sueño,
las mañanas junto a ti
son como el cielo inmenso.
Debí suponerlo, no sería fácil, pero juré hacer hasta lo imposible porqué algún día, tu y yo estuviéramos juntos para siempre.
Amada mía hubo momentos como tu bien sabes, en que llegué a pensar que la felicidad no era para mí, al menos no junto a ti, no contigo.
Este amor es como un mal
algo que se va a escapar
nunca de mi pecho.
Para mantenerme vivo
necesito ese motivo
que en ti yo encuentro.
Cuando ya no pueda más
voy a salir a volar
voy a buscarte.
Pero tu y solo tu eres capaz de hacer que hasta mis días más oscuros, se conviertan en los más gloriosos y luminiscentes de mi existencia y gracias a eso, nunca me di por vencido.
Y cuando tenga tu amor sincero
volverá la luz de nuevo a mi universo.
Tu amor es como un río
que baña el cuerpo,
es como un remolino
que va creciendo.
Tu amor es el perfume
que trajo el viento.
Si te vas a marchar,
llévate antes mi cuerpo.
Y como ya sabía eso, tomé el valor que tanta falta me hizo todos estos años y te busqué, juro que sentí temor o mejor dicho pavor, no sabía que podía encontrar, cualquier escenario era posible, pero debía intentarlo, verlo con con propios ojos y así tratar de seguir adelante o al menos intentarlo.
La vida en verdad me sorprendió y contigo me pagó y me dio el regalo mas maravilloso que jamás imaginé, ahí estabas tu, mas hermosa, mas mujer, mas...mi todo y decidí que a partir de ese momento nunca más te apartarían de mi, ni en esta vida ni en las siguientes.
Y hoy estamos aquí, tomados de la mano esperando la llegada palpable de nuestro amor hecho realidad y que a pesar de habernos sumergido en ese remolino de tantas y tantas amargas separaciones.
Hoy, solo felicidad es lo que sentimos.
Porque tu y yo, pecosa mía nacimos para estar juntos.