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RETO respondiendo a la propuesta: AMAPOLA "ME HACE FALTA" Capitulo 5

4 participantes

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Maga Cafi

Maga Cafi
Niño/a del Hogar de Pony
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"ME HACE FALTA"


CAPITULO 5: AMAPOLA



Emilia iba sumida en pensamientos contradictorios que la estaban consumiendo y llevando casi al borde de la desesperación, sin duda alguna sabía que no amaba al hombre que fue su esposo por mas de 20 años, y aún así la perspectiva de saber que se debatía entre la vida y la muerte la hacían sentir desvalida, y tener la presencia por casi 2 horas de George junto a ella era prácticamente un martirio. El muchacho evitaba mirarla como era su costumbre y ella lo interpretaba como incomodidad e incluso desagrado. Moría de ganas de buscar su costado y pedir su consuelo en esos momentos o al menos iniciar una conversación para aligerar lo pesado del viaje y lo penoso de la situación que estaban viviendo, pero simplemente le resultaba imposible emitir sonido alguno. La tensión en su estomago casi la hacía vomitar y sin embargo, era tan experta en controlar sus emociones que su rostro reflejaba una serenidad pasmosa.

Por otro lado, George estaba agobiado por la gravedad que se les había dicho que tenía su patrón, y por otro lado, la incomoda presencia de la mujer que lo perturbaba como ninguna otra desde el primer día que la vio. Intentó en vano mientras estaba en la escuela olvidarla con el estudio y en alguna que otra tertulia en casas de damas de compañía con alguna bella joven, cosa que nunca logró consumar por no sentir deseos llegado el momento, ella siempre estaba presente en sus pensamientos. Aun recordaba la noche que fue al teatro y escuchó a un tenor cubano interpretar una hermosa melodía en español que le trajo agridulces recuerdos, tanto de su tierra de nacimiento como de la mujer que le robaba la paz. Esa melodía constantemente le rondaba la cabeza e incluso la tarareaba al realizar sus labores. Serían los nervios pero sin darse cuenta, la comenzó a cantar en un murmullo mientras miraba por la ventanilla del carruaje, intentando distraerse de la embarazosa situación en la que se encontraba.

Emilia escuchó con sorpresa la hermosa voz de George, y recordó haberlo escuchado tararearla mientras ella estaba en su habitación y él pasaba llevando los caballos al corral. Sin darse cuenta, sendas lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y George al darse cuenta de ello, dejó de emitir sonido por temor de haber sido imprudente.

-Por que te detienes, George, esa melodía es muy hermosa, por favor, continua cantando. Tienes una muy bella voz...
-Señora, disculpe usted, creí que la había incomodado.
Ella lo miró de una forma que él no supo interpretar, parecía no darse cuenta de su propio llanto, a lo que él de forma caballerosa, le extendió su pañuelo de bolsillo para ofrecérselo, ella no reaccionó y el de forma inconsciente, se acercó para con delicadeza limpiarle una mejilla, ella se sorprendió pero sonrió con ternura mientras tomaba la mano con suavidad del muchacho para detenerlo y aceptarle el pañuelo.
-Gra.. gracias... George...
-De nada, Señora.
El gesto de tensión de Emilia se suavizó y George se sorprendió de ver lo hermosa que era cuando no tenía su acostumbrada expresión de rigidez.

Al fin llegaron y los recibió el medico en jefe del hospital y el abogado de la familia, no creían que el patriarca pasara la noche así que les dieron los detalles de su estado general y las instrucciones que este había alcanzado a darle a su abogado. Entraron ambos por instrucciones de este a la habitación donde el anciano respiraba con dificultad, ya había dictado su testamento y solo parecía aguantar las fuerzas para ver a su mujer, su hija venía en camino desde florida y la verdad era improbable que esta llegara a tiempo para despedirse de él.
Emilia se colocó al lado derecho de su cama, y le impresionó lo débil y frágil que su marido se veía. George se quedó casi a la entrada de la habitación, respetuoso de darle su espacio a sus patrones.

-E..mi..lia... dijo el hombre con un hilo de voz.
-Si querido, aquí estoy, por favor, no te esfuerces... quiso ella interrumpirlo a lo que el hombre haciendo un mohín de enojo le pidió detenerse.
-No... no me ... pidas ..callarme... es.. escúchame...
Ella se mordió el labio, el hombre apenas podía verla desde su debilidad.
-Yo... yo se... que no te hice fe-liz, Emilia... lo sé, nunca... nunca te di lo que... lo que necesitaste... yo me di cuenta de ello... perdóname... por favor...
-No por favor, Eduard, no digas más!
-Oye... óyeme! Gracias, por darme los mejores... años de... tu vida... gracias por cuidar de Sarah, y gracias por... nuestro hijo... se cuanto te dolió... lamento no... haber podido darte otro...
-Eduard! Emilia comenzó a sollozar.
-Quiero... quiero que.. seas feliz, Emilia... de ser posible.. rehas tu vida... aun eres joven... no te detengas por ... mi recuerdo...  George, George!! Donde esta George???

El muchacho se acercó situándose detrás de la mujer-.
-Aquí estoy Señor Elroy...
-Hijo! Hijo... te pido, te pido que... cuides de mi familia... del legado Andley... confío en ti... cuida de Emilia... no la dejes sola... Promételo, promételo!
El hombre parecía irse desvaneciendo, Emilia volteó hacia George y el llanto le tenía la cara anegada, y él la miró con veneración y amor, rompiendo la barrera que lo había mantenido al filo por años, colocó ambas manos en los hombro de la mujer apretándolos con dulzura y ella tomó con sus temblorosos dedos las manos que la confortaban en ese duro momento. Sentía que llamas salían de esa piel dura por los años de trabajo que la hacían sentir tan reconfortada como quizá nunca se había sentido. Fueron 15 minutos en silencio viendo como la vida se iba yendo de ese ser que por tantos años la acompañó, como cada respiración era más separada de la otra, hasta que finalmente exhaló en completo silencio.
Emilia se deshizo en llanto recostada a un lado del cadaver, y el medico en ese momento entró para ver como seguía el enfermo, percatándose que este ya había fallecido, la mujer pareció en ese momento desvanecerse y George la sostuvo para tomarla en brazos y llevarla recostar a una habitación contigua, abrazarla lo hizo casi perder la cabeza, inhalar su perfume y sentir el peso de su cuerpo contra su pecho le hizo latir el corazón de manera escandalosa.
Una enfermera se acercó para revisarla y aplicarle un sedante intravenoso por indicaciones del medico, Emilia tomó con fuerza la mano de George que no se quiso separar de ella hasta verla completamente tranquila. Una vez ella dormida procedió a encargarse con el abogado a encargarse de todos los tramites para proceder con todo lo relacionado al deceso del señor Elroy.
Se llevaron el cuerpo a la hacienda donde se realizaron los funerales ante una dolida Emilia, una llorosa Sarah que regresaba junto a su prometido y a su prima Rose desde la Florida. George asumió completamente toda la responsabilidad de la dirección y administración de la hacienda y todos los negocios del clan Andley de los cuales el señor Elroy por tantos años se hizo cargo.

Pasaron los meses y para Emilia entre la pena de su luto también le tocó lidiar con la penosa situación del sorpresivo embarazo de su amada sobrina Rose, quien vivió una aventura con un marinero. Para ella fue una situación que agravó su estado. George, todo prudencia y prontitud se encargó de ir hasta la Florida para dar con él y obligarlo a casarse con la jovencita para acallar los rumores y darle legitimidad al niño por nacer. Esta situación volvió la salud de la joven en precaria y comenzó a padecer enfermedades de los pulmones. George permaneció como roble en todas estas circunstancias y Emilia cada día se sentía más y más afianzada por él.

Pero seguían sufriendo en silencio por ese deseo que los avergonzaba y oprimía. Habían pasado 5 meses desde la muerte del señor Elroy cuando George y Emilia estaban en el despacho revisando unos estados financieros, se percataron de lo tarde que era y lo solos que estaban. Estaban tan abstraídos revisando cuentas que se pasaron más allá de la hora que acostumbraban y la soledad de la casa grande era evidente. El estaba parado cerca de ella mirando unos documentos cuando de pronto los dos cruzaron las miradas, y una fuerza poderosa e irresistible los hizo acercar los rostros y los labios para darse un beso. Emilia se sorprendió, él le tomó el rostro acunándolo entre sus manos y apretó con furia los ojos. Ella lo empujó y salió corriendo hacia su habitación, dejándolo sólo, desconsolado y avergonzado en el despacho.

El a como pudo se dirigió dando tumbos hasta su cabaña y se sentó en su cama con la cabeza entre ambas manos. Le costaba trabajo creer que había cometido semejante estupidez, le había faltado el respeto a su patrona, a la mujer que era prácticamente una diosa para él y todos los que vivían en ese lugar. Con toda seguridad habría de correrlo por atrevido y bien merecido lo tenía, finalmente sus deseos pecaminosos le habían quitado lo único que había tenido en su vida e iba a quedarse solo como un perro. Comenzó a llorar de desconsuelo, y la lluvia que había amenazado todo ese día de otoño se desató acompañándolo con su ritmo monótono. Entonces vio como en un sueño lo que jamás pudo haber imaginado ni en sus fantasías más atrevidas. Emilia estaba en la entrada de su habitación, mirándolo con una expresión intensa en sus penetrantes ojos negros.
-Señora, yo... yo... lo siento tanto!!
George se paró en ese momento viéndola acercarse, con la ropa húmeda por la lluvia.
-George, vengo... vengo a que te decepciones de mi!
-Emilia!
La mujer lloraba pero su rostro brillaba de deseo, y lanzándose de brazos abiertos al joven le buscó la boca, a lo que él la recibió con desesperada pasión. Ella enredó sus dedos en la cabellera del muchacho mientras que el la abrazó con ansiedad por la cintura.
-Yo podría ser tu madre, George, pero no puedo más con esto que siento dentro de mi...
-Pero no lo eres, no lo vuelvas a decir nunca más...
-Estoy vieja, te voy a decepcionar, te vas a hartar de mi...
-"Pendeja" dijo él en español, mientras la desnudaba y se deleitaba besando la piel con la que tanto soñó día y noche desde la primera vez que la vio a los 19 años - Jamás podrías decepcionarme...

Cuando Emilia lo sintió desnudo sobre ella, todo resquicio de la fría mujer se derritió al calor del vigoroso y cálido cuerpo que le inyectó juventud a su ser por completo. Los relámpagos y truenos fueron la música de fondo de esa noche apasionada donde ella perdió cualquier inhibición, donde él desahogó todas sus urgencias masculinas, donde con su boca recorrió y estimuló zonas que ella ni imaginaba. Lloró de dicha, de vergüenza, de delirio y de culpa, pero no cesó ni detuvo nada de lo que él quiso hacerle.

Quiso el día estar a punto de llegar y él la llevó con sumo cuidado hasta su habitación y la ayudó amorosamente a quitarse la ropa mojada y acomodarse en su cama para descansar sin dejar de darle un beso en la frente antes de regresar a su lugar. El poco después se mudó a la casa grande como administrador y mano derecha de la Señora, y por mucho tiempo y con mucha discreción se siguieron amando hasta que ella le pidió lo dejará de hacer pues su cuerpo y edad la hacían delicada y sensible. Aun así, ella a veces le pedía pasaran la noche juntos, donde se abrazaban y sólo necesitaban estar juntos hasta el rayar del alba.

George vio crecer a los sobrinos nietos y los crio como si fueran propios, ahora las cosas estaban muy mal para la familia Andley. Tomó con cuidado la taza de té para llevársela a su amada amapola, no quería dejar de cuidarla y amarla, no soportaba la idea de que algo malo le pasara con tanta desgracia y sufrimiento, la muerte de Stear y la desaparición de William la tenían en estado de postración.

Llegó a la habitación y la vio sentada en su sillón viendo frente a la ventana llena de melancolía.

-Emilia, estas bien?
-Ya lo estoy, George, ahora que has llegado, todo esta mejor.



FIN



Última edición por Maga Cafi el Vie Mayo 14, 2021 2:56 pm, editado 1 vez

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Evelyn Rivera Strubbe

Evelyn Rivera Strubbe
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Uy linda la historia. Por lo menos fue feliz con George.  me hace falta - RETO respondiendo a la propuesta: AMAPOLA "ME HACE FALTA" Capitulo 5  189452  me hace falta - RETO respondiendo a la propuesta: AMAPOLA "ME HACE FALTA" Capitulo 5  189452

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cilenita79

cilenita79
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Magita!!! se lleno mi corazón de melancolía, dulce y triste ser correspondido en silencio. Me encantó! bravo!

Lady Letty

Lady Letty
Niño/a del Hogar de Pony
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Muy buen Final

Me gusto tu historia Mega Cafi.. me hace falta - RETO respondiendo a la propuesta: AMAPOLA "ME HACE FALTA" Capitulo 5  971718 me hace falta - RETO respondiendo a la propuesta: AMAPOLA "ME HACE FALTA" Capitulo 5  971718


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