PARTE 3
La joven intenta sostenerse sobre sus brazos mientras los empellones del hombre amenazan con romperla en dos del placer; su cabeza está embotada, no es capaz de hilvanar algún pensamiento que no sea más que llevarse por la lujuria; la habitación se mueve y siente que su cuerpo es ligero como la pluma, fresco como una briza de verano y que las manos del chico son como lava sobre su piel.
Con una mano tira de sus cabellos mientras que con la otra acaricia su espalda, sus pechos, estruja su trasero y le da un azote dejando marcados sus cinco dedos; y la rubia sólo desea ser consumida por el fuego que desprende su amante transitorio. Mueve sus caderas para incrementar la profundidad, luego eleva su torso para sentir esos pectorales fornidos rozarle la espalda, ese hombre sabe como besarla, como tocarla, como follarla. No hay ni un centímetro de su cuerpo que sea estimulado hasta llevarlo al límite del placer y locura... quiere más, siempre más... no puede parar... nunca en su vida había sido invadida por un deseo tan arrollador como con éste extraño.
Unos robustos dedos rozan sus labios con la intención de acallar sus gemidos intensos, su diestra estimula entre sus muslos a ese relieve terso y sensible para conseguir que su orgasmo sea explosivo... la eleva a los cielos y la traspasa cada vez con más ímpetu hasta que su falo recibe los fluidos del éxtasis de la rubia, para luego él impregnarla de su esperma ardiente.
La mujer se sintió estallar en mil colores debido al orgasmo, su corazón late alocado mientras abre su boca en busca de aire... de presto su garganta emite un gemido extraño y no consigue que ese soplo vital llene sus pulmones, y que el calor que antes le proporcionaba placer amenaza con abrasarla por dentro... inevitablemente termina desplomándose y pierde la conciencia, mientras es observada por el hombre, quien se está limpiando su miembro escuálido tras ese encuentro sexual. De presto se percata de un espejo cercano y le devuelve una sonrisa pérfida a su reflejo.
El agente William camina de manera agazapada hasta alcanzar la puerta por donde ha visto entrar a las personas que llevaban el cuerpo del hombre mayor. Cuando traspaso el umbral le pareció que entraba a una especie de cueva donde sus paredes eran blancas y habían unas cuantas velas encendidas que iluminaban el camino; procura hacer el menor ruido posible y observar bien su entorno.
De presto, contempla como llegan a una especie de pedestal, del cual sobresale un rosal de flores blancas, toman de la tierra que les rodea y embadurnan el cuerpo del enfermo por completo, luego van más al fondo hasta introducirlo en una especie de fosa; William procura acercarse un poco más para no perder detalle alguno de lo que hacen cuando escucha ruidos de pasos acercarse, por lo que decide emprender la retirada, pero alguien más venía a encontrarse con el grupo, por lo que no le quedó más remedio que buscar esconderse en uno de esas agujeros que hay en la pared.
Se gazapa lo más que puede y contiene la respiración... su corazón late tan fuerte que teme que la gente del orfanato sea capaz de oírle. De presto siente que algo lo toca y por instinto estuvo a punto de pegar un grito, se sobresalta de tal manera que se golpea la cabeza con el techo, sus ojos se abren totalmente al darse cuenta que ahí hay un cuerpo, es alguien que han enterrado ¡Pero vivo!
El individuo lo mira con ojos lastimeros, pero es incapaz de pronunciar palabra alguna, William se percata que está desnudo por completo y que está cubierto de ese barro blanco, sus facciones bruscas se están cambiando poco a poco en unos pómulos más suaves y de labios tersos. Se talla los ojos unos segundos, a lo mejor está alucinando. Es entonces que finalmente ya no se escucha ruido de pasos ni voces, por lo que decide salir de su escondrijo y de ese granero de una buena vez.
Su mente tiene demasiada información que procesar, hipótesis, ideas y ridículos que exponerle a su compañero, pero éste no está donde lo dejó. William Ardlay maldice para sus adentros y con voz baja lo llama, tiene esperanza que se haya escondido cerca para evitar ser descubierto, pero nada, ni señales ni luces de Greum.
Grandchester se aferra como puede al pensamiento de que debe resistir, no sucumbir, no dejarse llevar. Pero a la vez siente como su cabeza se va quedando vacía, que su cuerpo se vuelve ligero y que su sexo se despierta tan despiadadamente, incluso amenazando con reventar el pantalón. La morena está sobre él a horcajadas frotando su centro con la protuberancia de Greum mientras besa su cuello y busca con sus dedos acariciar los pectorales soltando un par de botones de su camisa.
A lo lejos, la conciencia del castaño parece decirle que alguien lo llama, intenta concentrar sus sentidos en esa voz y reconoce que es William quien le llama y como puede suelta un <<"Estoy aquí">> o al menos esa era su intención. Hasta que finalmente siente que no puede contenerse más y lleva sus manos hasta sujetar el trasero de la joven para apretarla contra sí deseando tener su pene fuera y poder penetrarla con furia desmedida; Anny está a punto de sacar esa verga robusta de su encierro cuando de una impetuosa patada la puerta es abierta a la fuerza.
¬ ¡Aléjate de él!
Exigió William a la vez que empuñaba su arma, inmediatamente la joven se baja de él y levanta sus manos en señal rendición
¬ Greum ¿Te encuentras bien?
¬ William... estás aquí
Dijo Grandchester, con alivio en su corazón, de no haber sido por la interrupción de su compañero, habría caído rendido ante la tentación y se habría follado a esa joven desconocida.
Como puede, Ardley le ayuda a ponerse en pie y salir de ahí sin dejar de apuntar con su arma.
¬ Pero ¿Se puede saber qué demonios estabas haciendo Greum? Estamos investigando un caso
¬ No sé... no sé qué me pasó
Intentó excusarse débilmente, aún sus neuronas no se coordinaban bien con sus pensamientos, sus pies y boca; William empezaba a sentir un alivio cuando estaban a punto de cruzar el umbral de la casa, pero se encuentra a todos los miembros del orfanato esperándoles.
¬ ¿Qué hacen ustedes aquí?
Quiso saber la señorita Pony con tono molesto, los observa unos segundos que incrementó su disgusto aún más al ver sus estados, de manera desdeñosa añadió
¬ Me parece que no entienden de buenos modales cuando les pedimos de manera cortes que se marcharan de aquí, como para invadir una propiedad privada.
¬ No se preocupe señorita Pony, nosotros ya nos marchamos
Se defiende William, mientras sigue avanzando. Todos los observan con ojos de pocos amigos, si deciden atacarlos, sabe que están perdidos, pues Grandchester aún sigue débil. Por lo que decide usar su tono amable, y sonrisa afable para salir bien librados. Siguen caminando rumbo hasta donde dejaron el coche aparcado, y se constata que nadie los sigue.
Greum parece como si se hubiese bebido una botella de tequila y estuviese muy borracho, hasta que le pide a su compañero que lo suelte un momento para terminar vomitando. Aún suda frío, pero se siente mejor tras devolver un poco las tripas. Su amigo lo ve y no puede evitar preocuparse por él
¬ ¿Estás bien Greum?
¬ Sí... ahora me siento mejor
¬ Pero ¿Qué te ha pasado? ¿Qué hacías con esa mujer? ¿Es que estás loco?
¬ ¡Cállate ¿Quieres?!
¬ ¿Que me calle? Si sabes que estamos en una investigación, que nos hemos colado en una propiedad y tú te pones a coquetear con un sospechoso ¿Qué te pasa por esa cabeza tuya?
¬ Tsss...
¬ No te imaginas lo que descubrí en ese lugar
¬ Yo también tengo novedades para ti, pero primero necesito beber un café para quitarme éste sabor amargo de la boca
Le pide a su compañero a la vez que suben al vehículo; William conduce hasta un restaurante de camino. Le cuenta que Anny le ha dado el nombre del sujeto que ha estado detrás de los asesinatos
¬ Se llama Candice, al parecer los envenena con algo, no logré saber cuál sustancia que utiliza, sólo que es algo secreto, tanto así que todos los del orfanato son capaz de matar por mantenerlo a salvo
¬ ¿Tendrá que ver con lo que esconden en el granero?
¬ Ni idea William, no sé que hay en el granero
¬ Pues vas alucinar colores cuando te lo cuente... es que ni yo mismo me lo puedo creer, si no es porque lo vi con mis propios ojos...
¬ ¿De qué demonios hablas?
¬ Ésta gente tiene una especie de ritual, no sé el qué, ni por qué... pero estoy seguro que tiene que ver con esa arcilla blanca, la rosa y cambio de sexo
¬ ¿Cambio de sexo? ¡Eso es imposible! De seguro te golpeaste la cabeza
¬ De seguro eso es lo que te hizo esa Anny para conseguir que te encerraras con ella en una habitación... lo que te digo es cierto Greum, vi cómo un hombre estaba cambiando
¬ ¡Pamplinas!
William estaba por refutar y contarle todo, cuando por radio reciben una llamada, el inspector Willson les notifica que el sospechoso se había registrado en un hotel usando la identidad de la última victima. Inmediatamente Ardlay enciende el motor del vehículo y conduce hacia la dirección que recibieron.
Grandchester informa de su presencia y solicita refuerzos en el lugar, mientras que William ingresa al hotel y Greum tras sus pasos; llegan hasta la puerta solicitan que abran. Al no recibir respuesta deciden tumbar la puerta y se separan para inspeccionar el interior, entonces, detrás de una cortina sale alguien y golpea a Greum en la cabeza tumbándolo para luego salir huyendo; como puede le avisa a su compañero y éste va tras el sospechoso
Con las luces del pasillo puede ver que es una mujer, de cabellos dorados y rizados, que le tira de todo que se encuentra a su paso para estorbarle; William logra alcanzarla y casi la sujeta del brazo cuando recibe un golpe con una bandeja que lo atonta lo suficiente para soltarlo, el agente cae al suelo y sacude su cabeza para poder concentrarse, es entonces que su compañero lo alcanza y le pregunta si está bien
¬ ¡Corre! Ha ido por las escaleras
Grandchester continua al constatar que William está bien. Le sigue los pasos de cerca a la joven hasta que llegan al callejón posterior, está todo oscuro y frío. Empuña su arma y busca en derredor por si está escondido.
Creyendo que podría escabullirse del agente, el sujeto sale de su escondite, pero la voz grave y amenazante hizo que se parara en seco
¬ ¡Agente Federal, alto ahí o le disparo!
La joven se detiene y levanta sus manos
¬ Ahora dese la vuelta lentamente, no haga nada extraño que no dudaré en usar mi arma
Es entonces que finalmente la ve, vestida sólo con una sudadera y calcetines, los cabellos dorados suelto. Grandchester se sorprende y aprecia su belleza peculiar; de presto escucha el sonido de unos pasos y una jauría de personas vestidas de negro se abalanzan sobre el sospechoso y lo tumban al suelo, Greum no entiende muy bien lo que están haciendo esos, por lo que les grita
¬ ¡Deténganse inmediatamente o los arresto a todos por interferir con la justicia!
Entonces, una persona se separa del montón y se dirige al agente, éste la reconoce, es Anny quien con aire tierno le pide que no dispare
¬ Por favor, no le hagas daño
¬ Hazte a un lado
La morena lo observa y se acerca poco a poco, Greum percibe ese aire sensual y empieza a bajar el arma inconscientemente, entonces escucha la voz de su compañero que le llama por lo que desvía la mirada una fracción de segundos, lo suficiente para que Anny le propine un puñetazo logrando tumbarlo.
Cuando William se acerca lo encuentra en el suelo, pero no hay nadie más en el callejón, le ayuda incorporarse
¬ ¿Te encuentras bien?
¬ Sí... pero... mierda, parece que se han escapado
Se queja mientras se limpia la sangre de la comisura de su boca. El sonido de sirenas inundó la zona y rápidamente Ardley le ordena a los oficiales que llegan que revisen la zona y monten un perímetro, cree que no puede estar lejos. Entonces Greum le comenta que los chicos del orfanato estaban ahí, sin embargo tras la búsqueda en derredor constató que no había nadie en la zona
¬ ¡Eso es imposible!
Vociferó Grandchester molesto mientras se masaje la sien
¬ Puede que hayan escapado... y creo saber a dónde pueden haber ido
¬ ¿De qué hablas William?
¬ Inspector Wilson, los sospechosos han huido al orfanato ¡Rápido, debemos darle alcance!
Deciden pues subir al coche patrulla y varias unidades se dirigen a ese lugar que es conocido por ser pacífico y apartado. Cuando llegan los primeros rayos del sol muestran un nuevo día, descienden de los vehículos, rápidamente Grandchester se lleva a unos cuantos hombres para inspeccionar la casa y Ardley lleva consigo a otros al granero.
La residencia estaba vacía, los oficiales encuentran la casa tal y como había quedado tras la retirada de los federales en la tarde anterioro; William sin embargo, cuando tiró de las compuertas que dirigen al granero donde se había metido la noche anterior, visto el extraño ritual y la transformación de aquel hombre en mujer, se encontró un muro de arcilla blanca bloqueando el paso.
Estaban extrañados por los hechos, no entendían completamente lo que había pasado. Los federales ordenaron inspeccionar cada rincón del lugar, sin embargo no encontraron nada, el rosal había desaparecido, no había restos humanos, ni cadáveres, ni nada que indicara quiénes eran los que ahí habían estado viviendo todo ese tiempo.
Días después, tanto Greum como William se encontraban en su oficina. Debían decidir si cerrar o no el caso, tras revisar completamente toda la información que habían conseguido recopilar.
¬ William, por lo visto hace muchos años, antes de la "Gran Guerra" ese lugar había sido un orfanato común y corriente, era llevado por una monja y una señora mayor. Acogieron a una niña que fue abandonada con sólo meses de haber nacido; ella fue acogida como dama de compañía para la hija de una familia acaudalada, pero finalmente fue adoptada por otros
¬ ¿Quienes?
¬ La familia Ardlay... tu familia
William lo observa asombrado, nunca se hubiese imaginado que sus antecesores estuviesen relacionados. Había escuchado historias sobre una especie de maldición que calló sobre sus parientes que habían culminado en desgracia para la mayoría de ellos y en la ruina total.
Él, lo único que pudo heredar de ellos fue el nombre de su padre, quien había conocido a su madre mientras estuvo trabajando en África. Luego de recibir un telegrama de carácter urgente abandonó a su madre, diciendo que debía resolver un asunto importante, pero que luego volvería, sin embargo eso nunca pasó, y cuando tuvo edad suficiente, decidió ir en busca de "William Albert Ardley" para hacerle saber que había sido un canalla al abandonar a una mujer llevando en su vientre a su hijo, pero nunca encontró a nadie de esa dichosa familia vivo.
¬ Si es cierto lo que dices Greum, las personas que conocimos cuando fuimos a ese lugar deberían de haber muerto hace varios años, o al menos, unos cuantos deberían haber envejecido... pero
¬ Claro
¬ Pero no creo que tenga que ver con que la niña que fue adoptada por ellos, hayan terminado en una especie de maldición sólo porque ella nunca pudo estar con su gran amor
¬ ¿Quién era ese gran amor?
¬ No lo sé... algunos dicen que un actor, otros que se había enamorado de un Ardley, pero que no podían estar juntos porque era hermano, tío o primo de quien le gustaba mucho, que desembocó en locura... no lo sé... nunca indague tanto, pues es algo que pasó hace tantos años, que no pensé que estaría relacionado conmigo.
¬ Sea lo que sea...
Añade Greum con aire solemne a la vez que cierra la carpeta y se acomoda en su asiento
¬ ... hechizo o maldición, será algo que siempre será el secreto del orfanato.
Finaliza mientras suelta un suspiro desganado y se pregunta <<"¿Qué es lo que realmente le había pasado a Candice?">>
F I N