⭐⭐⭐ PRESENTACIÓN ESTELAR DE LAS ESTRELLAS DE BROADWAY ⭐⭐⭐

ESTRELLAS DE BROADWAY

Estaba a punto de terminar el mes de marzo, un hermoso y gallardo hombre se paseaba de un lugar a otro por la habitación, frotaba sus manos intentando calmarse, pero no lo conseguía, ansiaba que llegara la noche para subir a la azotea del edificio, donde vivía para mirar con sus profundos ojos azules hacia el cielo y tratar de distinguir a sus hermosos luceros de la constelación de Acuario, en las últimas semanas todos los días hacía lo mismo, sin embargo, nada, no veía nada, así como tampoco tenía las noticias que esperaba.

Mientras tanto, en una lejana galaxia Alnair Skat, Aitné Sadaltager y Mirach Albali, habían pasado todo el año resolviendo diversas situaciones que se presentaron en la constelación, que requería de toda su atención, no era fácil contener la energía, el furor que las acompañaba, todo había sido tan complejo en los últimos meses, que no les daba tregua, si no era una tormenta de asteroides, era una bruma de nebulosas malignas que amenazaba su hermosa casa. Así que, entre una y otra cosa, no habían dispuesto todo lo necesario para su llegada a la tierra, es más el tiempo de los humanos se les olvidó.

Fue una de esas tardes que Albali notó unos destellos provenientes de la Tierra. — ¡Al! ¡Al! ¡Anair! — Gritó para que su amiga le hiciera caso. — ¡¿Qué pasa Mirach?! — Respondió en un tono un tanto alterado. — ¿Acaso no ves que no he acabado con esa nebulosa? — ¡Si! Pero… — ¡Pero nada! — ¡Al! ¡Yo que tú miraba hacia la tierra! — ¿Para qué?, ¡Estoy demasiado ocupada deteniendo esto! — Decía Alnair, quien con una mano emitía fuertes destellos que destruían pedazos de roca espacial y con la otra formaba un escudo de energía para proteger la constelación. — ¡En lugar de estarme distrayendo, deberías ir con Aitné para ver cómo va con la restauración de la vía láctea! — ¡Si, ya casi terminamos, pero me llamó la atención las luces que vienen de allá, pareciera que intentan decirnos algo! — Respondió inquieta Albali. Al escuchar eso, Alnair volvió su mirada al punto referido por su compañera.

— ¡A ver! ¡Sostén esto! — Repuso Skat pasando el escudo que había formado a la mano de Albali, quien estaba entretenida tratando de descifrar las luces y no se dio cuenta hasta que sintió la descarga eléctrica que le habían pasado el escudo. — ¡Cielos! — Alcanzó a decir al momento, que hacía esfuerzos para mantenerlo vibrante. Alnair, al darse cuenta de lo que pasaba moría por reírse, pero se contuvo no quería hacer enojar a la dulce Albali. Se paró en dirección a la tierra y en efecto, unas incesantes luces emitían lo que parecía un mensaje, lo estaba descifrando cuando llegó Aitné encolerizada. — ¡Con qué aquí estás! Me quedé esperándote. — Reclamó mirando a Albali. — ¡Lo siento, es que! — ¡Quieres callarte Aitné! — Gritó Alnair — ¡Cómo me dices que me calle! ¡Todavía me falta para la restauración que estamos haciendo y tú entretienes a Albali! — ¡Calla por favor! ¡Nos están llamando de la tierra! — ¿Qué dices? — ¡Sí! ¡Entre tantas cosas se nos ha ido el tiempo de los humanos! ¡Allá se está terminando el mes de marzo y nosotros no hemos llegado! — ¡Es verdad! — Contestó Aitné. — Pero ¿Cómo nos ha pasado? — ¡Pues así! ¡Se nos ha pasado! Jajaja… — ¡No es momento para reírse, Alnair! — Dijo Albali, quien hacía esfuerzo para mantener el escudo. — ¿Por qué no? — ¡Porque nos esperan! ¡Y nosotras no hemos empacado nada! — Lo que dijo Mirach atrajo la atención de Alnair, que casi se votaba de la risa al ver la graciosa posición de Albali para mantener la energía. — ¿Ya te cansaste mi querida y dulce Albali? Jajaja… A ver dame. — Comentó al momento que tronó los dedos y dejó el escudo permanente. — ¿Para eso me dijiste que mantuviera la energía? ¡Cuando podías ponerla en automático? ¡Malvada que eres! Jajaja… — ¡Ya no discutamos! — Reparo Aitné. — ¡Hay que mandar un mensaje para que sepan que pronto estaremos ahí! — ¡Si tienes razón! — Respondió Alnair. — ¡Tenemos que dividirnos más! Aitné acaba lo que estabas haciendo, mientras yo termino con lo mío, Albali, ponte en contacto con las Locas para que se tranquilicen y comienza a coordinar todo para nuestro viaje. Los lindos luceros asintieron y cada una se dispuso a realizar su tarea.

En la tierra la locura se había propagado entre los habitantes del viejo teatro que año tras año daba alojamiento a los miembros de las Locas de Terry, al no tener noticias de su participación en la Guerra Florida 2023, estaban desanimadas, tristes y por qué no decirlo histéricas… Por ningún motivo querían perderse el magno evento; en su desesperación se pusieron como lo que eran, unas locas a mandar mensajes destellantes a la constelación de Acuario. Albali tierna como siempre, se puso en contacto con las locas comentándoles que todo estaba dispuesto, que de un momento a otro llegarían.

Alnair, Aitné y Albali, a la velocidad de la luz se apresuraban para llegar a la tierra, ya se podían imaginar cómo se encontraba su adorado protegido, todo neurótico e histérico, ya sabían cómo era el humor de ese hermoso hombre cuando algo le disgustaba. — ¿Cómo es posible que se te haya olvidado Aitné? ¡Ni un mensaje le mandaste a Terry! — ¿Yo? ¿Y por qué tendría que hacerlo yo? ¡Acaso no eres tú la que más estás al pendiente de él! Tan es así que no me dejas que le de unas nalgadas… — ¡No empieces con eso! ¡Debiste avisar! ¡Ahora tu lidiarás con su enojo ehh! — ¡Ya chicas, no comiencen! ¡Me ponen nerviosa!, intervino Albali, ambas jóvenes la voltearon a mirar sin evitar emitir sonoras carcajadas por la tensión que mostraba la cara de la dulce Albali.

— Tengo que comentarles que las Locas han organizado tremendo alboroto y que no tendremos mucho tiempo para ir con Terrence. — ¿Por qué lo dices? — Cuestionó Aitné. — ¡Porque se han sumado mas chicas que quieren iniciar su paso por el paseo de la fama!, ¡Además estarán con nosotras en el evento, así que ya se imaginarán todo lo que tenemos que atender! — Respondió Albali. — ¡Eso es lo de menos! — Intervino Alnair. — Las Locas están tan locas que se aventaron a entrar a nuestra casa sin saber a lo que se enfrentaban, ¡Así que no es problema!, ¡Ellas estarán más que locas cuando vean a Terry! ¡Ya verán!...

A esas horas el castaño iba por enésima vez al balcón de su apartamento para mirar al cielo, su alegría se notó en una hermosa sonrisa cuando vio como se acercaban unos luceros, — ¡Por fin! ¡Están a punto de llegar! Pero si piensan que las recibiré con abrazos y flores, ¡Se equivocan! — Cruzado de brazos observó la llegada de una a una de sus amigas. Alnair fue la primera en ir a abrazarlo, el castaño no pudo con su cometido y la abrazó fuertemente, cuando vieron que su semblante se había relajado Aitné y Albali hicieron lo mismo. — ¡Pensé que no vendrían! — Dijo el inglés. — ¡Mira, ya te contaremos! ¡Lo importante es que estamos aquí! — Comentó Albali, — ¡Cierto! ¡Por eso no te molestaré ahora, pero en unos días no te soltaré! — Apuntó Aitné. — Ya chicos, creo que lo más importante es que todo nuestro equipo se encuentra listo para la maravillosa fiesta, pero sobre todo para ¡Iluminar tú camino bombón! — Terminó diciendo Alnair.

Que bueno que te ha gustado, gracias Lady Ardlay