Parece que fue ayer cuando nos dijimos Adiós, cuando la Vida nos jugó una mala pasada, salí corriendo de tu vida, aun cuando quería quedarme en ella, aún cuando no había un pasaje de vuelta.
Tus pasos alcanzaron mi desmesurada carrera, tus manos se entrelazaron en mi cintura, se cortó la distancia entre los dos, aun cuando podía sentir tu aliento tibio en mi cuello, no pude voltear a verte, mi alocado Corazón gritaba agitado “No me sueltes por favor” tus lágrimas rodaban libres por tu rostro “que grande es mi dolor” ese que se siente cuando todo rebasa las ganas de consolar a quien tanto se Ama, y no poder hacerlo, por que tu dolor, era mi dolor! Tus palabras, ¡Bendita Voz! Esa que me encantaba escuchar, grave, nítida, la reconocería entre un millón de voces, aun con el paso del tiempo, porque seguirá sonando dentro de mi mente, sentenciaba aquella despedida, me deseabas Felicidad, ¿cómo sería posible? Si tu eres parte de ella, siempre lo fuiste, ahora también se queda a medias, se queda sin la parte que la complementaba, la que anhelaba tener el resto de mi Vida. ¡¡Dios!! ¿cómo en unos instantes se pueden acabar tantos Sueños, tantos Anhelos, tanto Amor..? Me tengo que ir, tengo que dejar que cumplas ese Destino que te impusiste, pareciera una condena, la que me obliga a estar Sin Ti, mi Gran Amor!
No dejé que me acompañaras, si lo hiciera, no podría dejarte regresar, me aferraría a tus brazos, y tú a los míos, romperías esa promesa que tanto duele, que pesa, que rompe por dentro nuestro Corazón! Así tus manos me soltaron, como quien deja ir la Felicidad, lo mas Valioso de su Vida, me fui, aquella noche fría.
Aún caminando bajo la nieve puedo sentir tu aliento tibio, tu abrazo cálido, no sé siquiera por donde o a dónde voy, mis pasos me llevan, porque sin Ti, perdí el rumbo, y cualquier camino me lleva al mismo Destino: a estar Sin Ti!
Estoy parada en la Estación, aquí donde volvimos a encontrarnos, los escenarios suelen cambiar en tan poco tiempo! Ayer era de colores hermosos, de alegría, de encuentros, hoy es oscuro, lúgubre, respiro un aire de nostalgia, entra de mi nariz a mis adentros el viento gélido, enfriando mi destrozado corazón, apenas puedo escuchar el tren llegar, tengo que abordar, tengo que volver, dejar atrás lo que Amo, un nudo en mi garganta se apodera de mi voz, me quedó parada entre vagones, el frío es aún más fuerte, entonces comienzo a llorar, dejo escapar ese grito de dolor que se confunde con el ruido de la locomotora, el que me impedía decir una sola palabra! Entonces me repito para mis adentros que debí abrazarte más, dejar que me besarás más ( sin abofetearte ) eso ahora es tan lejano, como cada minuto que pasa y me alejo de ti. Me he montado en este Viaje, en donde no hay retorno, en este Tren que me lleva a donde no hay vuelta atrás, donde permaneceré después de aquel adiós, me quedo por Siempre: en el Tren de la Desesperanza..!!