Este es mi primer aporte este ya tercer año.
Espero lo disfruten
Apenas si logra ocultar sus emociones la menuda rubia que casi cae por intentar correr a la cafetería dónde sabe que la esperan.
Una sonrisa nerviosa aflora de vez en vez en su rostro; sus ojos reflejan en verdes destellos la alegría, nervios y un gran anhelo. Cruzó el parque que, en este momento se llenaba de los niños de la escuela cercana, que terminabansus actividadesy salían a disfrutar de su niñez, tal cual era la emoción que sentía la de ojos esmeralda. Su sonrisa se ensanchó al pensar en estar tan cerca a su destino apresurado su paso a llegar a la fuente que causaba la innegable sonrisa en su rostro.
Apenas lo divisó en la mesa junto a la ventana y tomó asiento frente al joven que bebía su taza de café; intercambio un beso en la mejilla como saludo y pidió un té para acompañar la tarde y dejando de lado su bolso sobre la mesa. Ante algunos ojos curiosos, solo eran un par de compañeros que tomaban juntos un café cuando sus turnos en el hospital lo permitían.
Ella, una enfermera que tomaba una especialidad en el prestigioso Saint Jones, él, un cirujano cardiovascular en ascenso, quien, absorto en unos papeles que sostenía, apenas si corresponde al saludo de la joven frente él. Candy no lo toma a mal, su carrera es muy demandante, y lo comprende completamente; tener que luchar contra la muerte todos los días no es cualquier cosa..
Se conocieron hace más de un año, ella llegó por un intercambio entre hospitales. Ella recibiría entrenamiento en cuidado pediátrico. Tulio, terminaba su residencia y se acercó a la hermosa rubia con la intención de darle la bienvenida y saber de primera mano todos los conocimientos de la encantadora chica... y tal vez también, en su momento, obtener algo más.
Agradeció a la mesera que dejó sobre la mesa la bebida después de un rato que había solicitado y dando un sorbo que disfrutó, tomó la iniciativa de hablar primero como casi siempre, no sin antes dedicar algunas miradas perdidas y un ligero e imperceptible suspiro.
- Tulio, ¿cómo te fue en el turno doble de hoy?
Este casi sin mirarla, gruñó un escueto " bien" y continuó con su atención en los papeles que sostenía.
Sonriente, ella tomó otro sorbo de su té e intentó tomar su mano para que la mirara y realmente poder compartir ese momento en el que, casi siempre parecia ser ella sola.
Al sentir el contacto, Tulio lanzó un suspiro largo, cansado y lleno de frustración, alzó la mirada a sus ojos, simplemente soltó lo que llevaba tiempo guardando.
- Candice, no quiero más. Esto se acabó. Hace tiempo ya no es mismo que al principio.
Perpleja, parpadeó varias veces intentando asimilarlo, es real, un mal sueño o una horrible broma? No podía creer que las palabras que salían de su boca fueran verdaderas
- No...n.no entiendo, - el nudo que anunciaba el llanto se formó en su garganta impidiéndole hablar de forma natural.
- No hay nada que entender, - Dijo como si de una simple cuestión se tratara. - Sólo somos un par de amigos solitarios que se acuestan de vez en cuando. - Continuó hablando con un tono tan despreocupado que hizo que el corazón de la chica se desquebrajara en su interior. Ella se mordió los labios. Para la rubia, eso debería ser una mentira. Él había dicho varias veces que la amaba durante todas las noches que pasaron en su habitación, hablaron de tener una vida juntos, un futuro, ella le entregó su primera vez y todas sus noches se las dedico en sus pensamientos. Y justo ahora su corazón se despedaza ante las palabras de quien dijo amar.
Todos los recuerdos, el tiempo que pasaron juntos, la golpeaban sin pudor, era increíble, todo había sido una farsa, él sólo jugó con ella y sus sentimientos, ella le entregó todo de si, cada mañana, cada noche, los pensamientos que la hacían trasnochar. Con impotencia, se tapó la cara y se echó a llorar, esperando que el cambiará sus palabras, o solo que al abrir los ojos, estuviera de nuevo en la cama con el a su lado diciendo que fue un mal sueño nada más.
Tulio, molesto por la atención que los demás asistentes de la cafetería prestaban al llanto de la joven, le pasó desganado su pañuelo para que callara - Vamos, no te pongas en este plan, no me gustan los espectáculos. Y menos por esto.
Ella solo rechazó el gesto calmo sus lágrimas un momento, tampoco quería llamar atención innecesaria, se puso de pie retomando la compostura y su bolso de forma un poco torpe, susurró un adiós con la voz rota y decepcionada, queria alejarse lo mas pronto posible.
- Por favor, - Pidió el mirándola lista para irse, en ella un destello de esperanza detuvo sus movimientos dedicándose a escuchar. - Que nadie sepa de nuestra relación. - Había dicho con el mismo tono, sin sentimiento. Sin mirarlo, la ojos verdes asintió con la cabeza y con el alma echa pedazos y su corazón perdido, salió del establecimiento sin mediar palabras.
Caminaba de regreso al pequeño apartamento donde vivía intentando encontrar el equilibrio y la postura que había perdido con ese té, pero era imposible si su ser le demandaba llorar de la forma mas amarga que sus ojos le permitieran. Gruesas lágrimas corrieron por su rostro mientras su nariz se congestionaba. A llegar a una calle arbolada tomo asiento en el suelo soltando largos sollozos, borrando el video de la ecografía que le mostraría a Tulio esa tarde; ahora, no lo dirá, será otro secreto guardado en el despedazado corazón de la chica.
https://youtu.be/rFOaUIt6Adc